¿Para qué son los hermanos? - Tercera Parte.
por
Juan Alberto
género
incesto
Sofía me hizo meterme un poco de aparte. Se inclinó a mirar el coño de Solange. Magaly ya respuesta de su salvaje orgasmo, se unió a Sofía y ambas comenzaron a examinar el hinchado y pegajoso coño de mi hermana mayor. Magaly fue la primera en hablar:
—Maldición, Solange … Te follaste a nuestro hermano …
—Uhm … Y por largo rato …
Agrego Sofía, Solange con una voz enronquecida, felina y suave, dijo.
—Ummmmmm … Estoy perfectamente consciente de ello, chicas …
Parecía estar muy satisfecha consigo misma y no demostraba ningún sentimiento de culpa. Claramente si ella no se sentía culpable, yo menos. Permanecía boca abajo con los ojos cerrados mientras Sofia y Magaly inspeccionaban su coño rebalsado de semen. Sofía finalmente se volvió hacia mí con una mirada coqueta y lujuriosa.
—¿Crees que puedes volver a hacerlo? …
Mi pene estaba semi duro con la exhibición sexual que estaba teniendo y se estaba endureciendo A cada rato más y más. Mi erección estaba palpitando ante la pregunta implícita de si podía volver a follar a la esposa de mí hermana, después de todo esa era la misión fundamental. La mirada cachonda de Sofia también ayudaba, como así también la forma en que sus dedos envolvieron a mi ariete y comenzó a magrearlo suavemente.
—Por supuesto que lo puedo volver a hacer …
Le respondí prontamente. Sofía siguió acariciando mí polla, poniendo más énfasis en su agarre. Probé a divertirme con sus tetas y ella me dejo jugar con ellas.
En tanto Magaly con las manos en el trasero de Solange, procedió a lamerlo y amasarlo. Ella lo disfrutaba y la dejaba hacer, ronroneando y gimiendo cachondamente.
—¿Acabas de lamer mi coño? … —Preguntó Solange.
—Oh, no … —Respondió Magaly.
—Sí que lo hiciste … Lo sentí, ¿sabes? …
—Entonces para qué preguntas …
—Lamiste un poco de semen de Gabriel …
—Bueno … goteaba desperdiciándose …
—Eso es malo … Es semen de nuestro hermano …
—Mira quien lo dice … Eres tú la que tiene el coño lleno de eso …
—Uhm … Tienes razón … Supongo que podría compartirlo contigo …
Magaly dio un gemido de sorpresa, pero Solange no espero a que ella procesara lo que acababa de decir, simplemente se volteó boca arriba y abrió ampliamente sus piernas, invitándola a cenar. Magaly se repuso prontamente y se metió en medio a los muslos de su hermana. Aferrando su pequeño coño enrojecido y comenzó a comerse el coño de Solange y mi eyaculación.
Eso era más de lo que jamás habría podido imaginar, mi hermana menor lamiendo mi semen directamente del coño de mi hermana mayor. No sé porqué me pareció una cosa del todo natural. Ambas estaban cediendo libremente a sus impulsos sexuales. Luego de un rato tuve que reevaluar mis pensamientos. No había nada de lujuria ni cachondez en eso. Era una cosa más límpida y pura, algo así como una anhelo y un deseo de pura adoración y afecto fraternal.
Magaly chupó y lamió el coño de Solange y ella gimió dándole palmaditas y acariciando sus cabellos, los que obstruían la vista clara a lo que estaba haciendo con su boca. Sofia también estaba mirando.
—Maldición … ¿Están seguros de que nunca antes habían hecho estas cosas? … —Susurró.
—Muy seguro … Yo no lo había hecho … Y juraría que Solange y Magaly tampoco … —Respondí.
—Pero míralas …
—Uhm … No sé … Tal vez …
—¿Y tú? … La forma en que te corriste dentro de Solange …
—Pero tú … Ni siquiera pudiste ver eso …
—Pero lo escuché … Lo sentí … Pude ver el rostro de Solange cuando tú estabas dentro de ella … Y … Y también mientras le llenabas el coño con tu semen …
—Oh … Bueno … Lo siento por eso …
—No … No tienes nada de que arrepentirte … Solo … Creo que ustedes tres estaban más cerca de lo que quieren admitir …
Dijo Sofia acariciando mis cabellos y besando mi mejilla.
—Ninguno de nosotros lo sabía …
—Lo sé, pero tus hermanas te aman … Se aman unos a otros … Y tú las amas a ellas … Puedo verlo en tus ojos y en como las miras …
—Quizás solo porque estoy cachondo …
—Estás cachondo … Pero tú mirada es mucho más que eso …
—¿Y tú? … ¿Cómo es que no te sientes preocupada por esto? …
Me dio una astuta mirada y me sonrió.
—Olvidas lo bien que conozco a Solange, ¿no? … Sabía que había una posibilidad de unirme … Está claro que no hasta este punto …
Miró fijamente a Solange y a Magaly trenzadas en darse placer y continuó.
—Pero las posibilidades de tener con ella todas estas cosas siempre fueron muy altas … Sé lo que a ella le gusta … Sé como es ella … Como piensa … Las cosas que la excitan …
—¿Y cómo entramos ahí Magaly y yo? …
Sofia se sonrió con ojos y boca, antes de decir.
—No es que me haya dado cuenta inmediatamente … Pero quiero decir … Bueno, sí … Eso de que a ella le gustaba a veces fingir que eras tú quien me follaba … O otras veces cuando estábamos suficientemente cachondas … Ella fingía ser tú y yo pasaba a ser Magaly …
—Oh … Demonios …
—Lo sé … Es verdad … Lo que ha sucedido este fin de semana será un aliciente qué perdurará por meses … Tal vez años …
—Guau … Parece un poco depravado …
—¿Y te molesta? …
—Oh, no … ¿Quieres follar ahora? …
—Je-je-je … Sí por favor … Follemos …
Sofía retrocedió y me arrastró con ella. Entré en ella suavemente, disfrutando de los gemidos y movimientos de la cabeza de Sofía mientras mi gruesa polla horadaba su estrecho coñito. Ella estaba toda caliente y empapada para mí. Tan lista como se esperaba que lo estuviera.
—Soy feliz de ser parte de una familia como la de ustedes …
Me susurró Sofía empujando su pelvis contra la mía.
—Je-je-je … ¿Deveras? …
—Ummmmmm, ssiii … El amor de este modo … Es otra cosa … Mucho más completo …
—Me gustaría saber si todavía piensas lo mismo cuando no estás cachonda y con una polla en tú coño …
Sofía me chasconeó un poco mis cabellos y dijo.
—Ya te lo dije … Esto es mucho más que eso … Ahora está saliendo como una locura … Pero es mucho más que lo que puedas imaginar …
—Ah, qué bueno … Bienvenida a la familia … Estoy feliz de tener otra hermana …
—Oh … Qué tierno y encantador eres …
—Pienso que eso suena extraño … Pensar en ti como una hermana en este momento … Ya que me voy a correr en ti … Y todo eso, pero …
—Pero acabas de correrte en el coño de Solange …
—Uhm … Sí …
—Tal vez estás destinado a esto … A correrte en todas nosotras …
Sus palabras me dieron un escalofrió que recorrió todo mi cuerpo. La idea de correrme en mis hermanas y de llenarlas con mi esperma, era una cosa muy rara.
—Tal vez tengas razón … Amo a mis hermanas …
—Mmmmmmm … Qué rico … Entonces dame un poco de ese amor, ¿quieres? …
—Mmm, Sofía … Tengo toda la intención de hacerlo …
La besé en forma tierna y suave. Sintiendo un afecto fraternal por ella en ese momento. Ella me necesitaba, necesitaba de mi amor y yo tenía una obligación, llenar su coño con abundante semen y preñarla. Ella me daba suaves besitos y me acariciaba mientras yo continuaba a follarla profundamente. Sofia gemía y empujaba contra mi polla. La escuché susurrar el nombre de Solange varias veces, pero incluso eso ya no me molestaba. No porque ella quisiera que yo fuese Solange, sino porque me hacía sentir como si en realidad estuviese yo follando a la esposa de mi hermana. Lo cual era parcialmente cierto, solo que no era una cosa mía. Yo estaba nada más que cumpliendo con lo que me habían pedido. Lancé un resoplido mientras penetraba profundamente a Sofia. Estaba cumpliendo con un simple favor para mis hermanas.
Repentinamente sentí como ella me apretaba y se desesperaba. La sentí estremecerse y dar vagidos de bebita cuando finalmente se corrió nombrando el nombre de su esposa Solange. Entonces Solange se aproximó y se acercó a ella y le tomó la mano para ofrecerle su amor, mientras tanto Magaly seguía devorando el coño de su hermana mayor y yo embestía con energía la panocha de Sofia. Fue una muestra carismática y dulce, quizás poco ortodoxa del amor que había entre estas dos mujeres casadas.
Felizmente me corrí dentro de Sofia poco después, la llené de semen por segunda vez y encontré fabuloso el poder correrme libremente dentro de el coño de mi nueva hermana. Se sentía muy bien relajarme y hacer brotar copiosos borbotones de esperma, sentir las pulsaciones de mi pene, el cosquilleo de cada chorro de semen saliendo de mi polla y versándose en el coño caliente de ella. Era hasta divertido.
Sofía y Solange seguían tomadas de la mano mientras Magaly hacía que Solange explotara en un potente orgasmo. La atención de ella se distraía entre mirar a su esposa o a su hermana que se solazaba entre sus muslos. Era una elección difícil de tomar. Lo entendí perfectamente.
Yo tampoco podía decidir donde mirar. Magaly que lamía el coño jugoso de Solange debería haber sido el lugar obvio, el más importante. Pero había mucha cosas más. Tetas, culos, piernas, abrazos y besos, lenguas exploratorias. Además, echar un vistazo al coño de Sofia otra vez y la mirada significativa de ella.
Terminé con mis ojos fijos en los de Solange. La forma en que miraba a Sofia y a Magaly, me causo un regocijo enorme, tanto que me dio una especie de escalofrío. Mucho amor fluía de ella. Y aún más cuando ella me miró a mí, enviándome toda esa sensación de silencioso amor.
Solange era absolutamente adorable cuando se corrió. El trabajo de Magaly había sido maravilloso, dejando a su hermana casi indefensa y alucinando. Ver a Solange correrse fue otra cosa que me impresionó positivamente y, además, fue de una extraordinaria belleza.
Magaly le dio unos últimos besitos al coño de Solange y recibió palmaditas en la cabeza como recompensa. Magaly se sonrojó y parecía querer continuar a comerse el coño de su hermana, pero en lugar de eso se volvió hacia mí. Salió arrastrándose de entre las piernas de Solange y cuando estuvo a mi lado, se sentó en sus talones. Tenía la barbilla y parte de las mejillas resbaladizas por los fluidos de su hermana. Miró el coño de Solange y luego entrelazó sus manos en su regazo, parecía ser una inocente muchachita y nadie podía sospechar que acababa de hacer correrse a su propia hermana. Sus ojos estaban chispeantes de emoción, pero también miedo y un dejo de potencial tristeza. No tenía la menor idea del porque ella viéndose tan cachonda, podía al mismo tiempo estar sintiéndose acongojada.
—Gabriel … —Dijo Magaly mientras movía los dedos de sus manos.
—¿Sí, Magaly? …
—Tú … Ehm … Tú también te correrás en mi coño, ¿verdad? …
Le puse una mano en la mejilla y la acaricié fraternalmente.
—Eso es lo que más quisiera yo …
El rostro de Magaly se ilumino por completo, ya no había ningún dejo de melancolía ni tristeza, ni siquiera un vislumbre de preocupación, mi hermana era feliz otra vez.
—¿Deveras? … —Preguntó ella.
Pensé en mi visión de las tres chicas, las tres hermanas, girando con sus coños repletos de mi esperma. La idea me gustaba. Había comenzado con Sofía, había descargado una carga completa en Solange y ahora Magaly quiere lo mismo que las otras dos. Amo a estas chicas.
—¿Acaso pensaste qué no lo haría? …
Magaly mordiéndose el labio inferior, me dijo.
—Bueno … Estaba preocupada …
—Y se te notaba, ¿sabes? …
Me incliné suavemente y besé a mi hermanita menor en los labios y agregué.
—Como demasiado preocupada … ¿Deveras lo quieres tanto, tanto? …
—Pero si se lo has dado a Solange … ¿Por qué no quieres dármelo a mí? …
—Yo no dije eso …
Magaly hizo pucheritos como una niña pequeña, una lágrima asomó por sus ojos y me dijo.
—Te amo …
—Uh, yo también te amo … Y tú lo sabes … Esperaba poder correrme también en tu coño …
—Así nos llenarás a las tres, ¿verdad? … El set completo, ¿eh? …
—Bueno … Sí quieres decirlo de esa manera … Dejé a la mejor para el final, ¿uhm? …
—Oh … No te creo eso último …
—Bueno … Pero no vayamos a pelear por eso ahora …
—Oh, no … Ni te lo sueñes …
Magaly se colocó entre mis piernas y se fue directamente a mi polla, de una manera muy similar a como había ido a la panocha de Solange. Primero lo acarició, luego besó y lamió mi erección todavía floja. Poco a poco comenzó a volverla a la vida con animosidad. No era tarea fácil después de haberme corrido dos veces en poco tiempo, pero Magaly tenía un talento especial.
Ella estaba cachonda y dedicada, me lamía con mucha determinación. Sus grandes ojos marrones me parecían llenos de afecto fraternal, incluso mientras me chupaba la polla. Mantenía el contacto visual con su mirada de adoración, cosa que regocijaba mi alma y me hacía amarla todavía mucho más.
Luego se acercaron Solange y Sofia que habían estado abrazadas cuchicheando entre ellas mientras Magaly hablaba conmigo. Ahora se movilizaron cerca de Magaly, ambas tenían su coños llenos de mi semilla y se instalaron para dar apoyo a Magaly. Dos pequeñas lenguas se agregaron a acariciar mi polla, vientre y bolas. Se hicieron espacio entre ellas como buenas hermanas a solazarse con la pija del hermano.
Gemí agradecido bajo el ataque. Magaly, Solange y Sofia compartían mi polla y esto era un momento único y sublime. Se reían, gemían y hacían señas para darse permiso la una a la otra para succionar mi pene. Me puse exageradamente duro y de la punta de mi polla comenzaron a escurrir gotas de pre-semen que tanto Solange como Sofia, se apresuraban a lamber con gusto. De pronto sentí la urgencia de tener relaciones sexuales.
Me faltaba Magaly, pero ella continuaba a lamer mi polla como si la hubiese contratado para ello. A momento logró tener cuenta de ello y se levantó con la intención de montarme a horcajadas, otro encuentro amoroso de hermano y hermana. Solange y Sofia la ayudaron a acomodarse, Solange mantuvo mi polla firme para que ella se sentara encima. Magaly puso sus manos en mi pecho y luego hizo descender su coño mojado sobre mi hinchado glande. Abrió su boca dejando escapar un agónico gemido mientras mi polla avanzaba más allá de su anillo vaginal y penetraba profundamente su coño apretado y bañado, sus ojos se mantuvieron abiertos y fijos en los míos a cada instante de esta exquisita penetración.
—Oh, Magaly … —Exhale en un ahogado susurro.
Subí mis manos por sus suaves y sinuosos flancos, luego en alto, tan alto como pude y agarré sus hermosas tetas que eran mucho más pequeñas que las de Solange, pero igual de hermosas y firmes. Magaly se sonrojó y se estremeció sintiendo la robustez y rígida virilidad de mi polla que tocaba el fondo de su coño, estirando sus rosáceas entrañas a nuevos límites.
—Oh, Gabriel … —Bisbiseó cerrando los ojos en forma ensoñadora.
Gimió y comenzó a cabalgar mi polla como una verdadera amazona, dando saltitos acompañados de chillidos cuando mi polla tocada su útero. Mi hermana menor era la más bella del mundo en ese momento, toda cachonda y ensimismada en follar mi polla entiesada al máximo.
Solange y Sofia se la estaban pasando bien mirando a Magaly montar mi polla como un jinete a su corcel, susurrando y haciendo comentarios entre ellas. Sofía había puesto sus manos en las caderas estrechas de Sofía y la empujaba sobre mi polla. Solange había apoyado su cabeza sobre mi vientre y trataba de besar el coño de Magaly, pero no tuvo mucho éxito en hacerlo, ya que Magaly se movía con fiereza y velocidad en sus movimientos.
Magaly tenía muchas distracciones alrededor de ella, sin embargo, sus ojos estaban fijos en los míos, en el mismo modo en que había mirado a Solange mientras le lamía el coño. Ojos grandes, puros, sinceros, cariñosos y prometedores de un amor infinito.
—¿Te vas a correr en ella? … ¿Sí, Gabriel? …
Preguntaba Solange besando el muslo de Magaly.
—Es su deber hacerlo … —Dijo Sofia asomándose por un costado.
—Él es mi hermano menor … ¿Quién sabía que podía ser así? … —Dijo, Solange.
—Hemos creado un monstruo … —Dijo Sofia.
Ellas estaban divirtiéndose y bromeando, pero yo no las escuchaba. Mi foco de atención era Magaly. Cada rebote, cada movimiento, cada mínimo gemido, cada pequeño gesto. Ella me follaba en busca de mi semen, quería sentirse parte de todo esto, sentirse amada. Yo lo entendía así. Sentía el amor de las chicas. Todas ellas. Había mucho cariño fraternal esta mañana. Culminando todo con los aprietes del pequeño coño de Magaly buscando mi semen.
—Córrete dentro de mí … —Dijo Magaly como en una plegaria.
—Oh, por Dios … Córrete en mí … —Volvió a repetir como en una letanía.
Ciertamente no podía resistirme a tal imploración. Era como una religiosidad depositar mi semen bendito en el coño sagrado de mi hermana. Exploté, sintiendo el familiar desahogo, la tensión liberatoria, los escalofríos de placer, bañando las calientes paredes vaginales de Magaly. Entre gemidos logré sonreír y me sentí feliz de haber cumplido. Ella con los ojos llorosos se dejó caer sobre mi maniobrando con fuerza sus músculos mientras estrangulaba mi polla para hacer salir hasta la última gota. Mis labios encontraron los suyos y nos besamos con pasión fraterna.
Magaly seguía balanceándose hacia arriba y hacia abajo ordeñando mi pija con su estrecho coño, pequeños apretones y ondulaciones que estrujaban mi polla. Finalmente se calmó, acarició mi rostro y yació beata y feliz sobre mi pecho.
—Maldición … Creo que estoy cachonda otra vez … —Dijo Sofia liberando las caderas de Magaly.
—Siempre estás cachonda … —Fue el breve comentario de Solange.
—Uh, qué simpática … Él es solo mi supuesto hermano … Pero tú lo dejaste …
—Sé muy bien lo que hice …
Solange se levantó y por un momento miró la forma desnuda de Magaly. Luego se inclinó y la besó en el trasero en forma suave y fraternal. Enseguida tomó la mano de Sofia y se la llevo a la cama para cumplir con sus deberes de esposa.
Me mantuve cómodo mientras Solange y Sofia se solazaban la una con la otra. Sonreí antes sus cachondeces y eso me excitó. También porque mi polla seguía en el coño de Magaly y ella también se dio cuenta de que mi hombría volvía a ponerse dura. Pero no hice nada, solo disfruté teniendo mi polla en un lugar tan dulce, caliente y estrecho, después de todo no necesitaba volver a correrme, solo un poco de relajado descanso.
Al final todos logramos salir de nuestras camas. No en una forma particularmente digna. Realmente la dignidad era lo que menos importaba, solo nos habíamos rendido a darnos felicidad.
Pasamos el resto de la jornada en forma un poco desordenada. Solange y Sofía anduvieron por un rato solo con sus bragas. Mientras Magaly ni siquiera eso, ella quería ser diferente. Hacer alarde de su yo y de su recién encontrada personalidad. No se si quería llamar la atención o deleitarse con su picardía y cachondez.
Solange parecía ir detrás de Magaly. La reprendió más de una vez por su desnudez y porque el semen de su coño podría filtrarse por todas partes. Al principio pensé que Magaly realmente estaba filtrado semen como loca. Pero más tarde me di cuenta de que Solange lo único que quería era lamer el coño de Magaly, supuestamente para limpiar mi semen, lo que estaba claro es que en realidad solo quería lamerla.
***
Los sentimientos de mis hermanas eran más profundos de lo que jamás imaginé. Tanto en mí confronto como entre ellas. Fue fascinante y adorable corroborar el todo. Realmente me sentí más cerca de Solange, Magaly y Sofia.
Magaly era la más tierna y parecía tener una necesidad extra de estar a mi lado. Se metía en mi regazo a menudo y ponía mi mano ahuecando su coño. Disfrutaba estando sentado con ella y con mi mano sintiendo la calidez de su intimidad, imaginando quizás que cosas sentían su carnes sintiéndome así de cerca.
—Fue un buen día … —Dijo Magaly apoyándose en mí.
—Sí … Creo que sí lo fue … —Le respondí.
—Gracias por correrte en mi …
—Es algo extraño si me lo agradeces …
—¿Por qué? … Es lo que yo necesitaba … Y tú me lo diste …
—Sí, es verdad … Pero incluso si no lo hubiera hecho … Tenlo por seguro que no habría significado que te amara de menos …
Magaly se encogió de hombros y dijo.
—No creo que eso sea del todo cierto …
—Pero lo es … Correrse en alguien no es la mejor expresión de afecto …
Magaly me dio una sonrisa y una mirada inquisitiva.
—Pero te corriste en mí porque me amas …
—Yo … Ehm … Bueno yo …
—No le des más vueltas … Me amas y basta …
Creo que al final Magaly tenía razón, tuve que asumirlo. Tal vez no sea lo mejor o más saludable como expresión de afecto, particularmente entre hermanos, pero de hecho era una señal potente de mi amor por ella. Como así fue también con Solange y Sofia. Probablemente no habría hecho nada de esto con chicas que no me importaban tanto como ellas me importaban a mí.
—Bueno … Entonces tú me amas más … —Dije.
—¿Eso crees? … —Preguntó ella con cierto desenfado.
—Hice que te corrieras …
—No necesitaba correrme …
—Tal vez …
—Oh, no seas tonto …
—Ehm … ¿Lo soy? …
***
Pasé toda la semana pensando en lo que había pasado. No podía dejar de sentirme caliente. Nunca antes había tenido tanto tiempo pensando en los coños de mis hermanas. De verdad podría considerarse como algo ridículo. Sin embargo, yo estaba sintiéndome así.
Al menos yo no era el único. Al hablar con Solange y Magaly varias veces antes de la próxima reunión; hubo un consenso colectivo. Todos necesitábamos otro lugar de reunión lo más pronto posible. Ya no era necesario tener la excusa de embarazar a Sofia para juntarnos, ya no había necesidad de ninguna excusa. Abundaba la cachondez y el afecto que había entre nosotros.
Pensé que al igual que siempre, todos comenzaríamos a beber para romper el hielo y luego probablemente nos relajaríamos lo suficiente para jugar entre nosotros durante el resto de la jornada. Pero resultó que ni siquiera necesitábamos ser envalentonados por el alcohol.
Desde el principio, todos nos sentíamos excitados, besándonos furtivamente, siendo osados y juguetones unos con otros. Eso nos sucedía a mí y Magaly que no nos habíamos corrido desde el fin de semana pasado. Me alegró descubrir que tenía toda la libertad que podía desear con las chicas. No había inhibiciones con mis hermanas, sobre todo donde tocas o que cosa hacer. Las ropas comenzaron a desaparecer a un ritmo lento pero constante. La cachondez y la desnudez indudablemente iban de la mano.
Todas las cosas que había imaginado durante la semana ahora estaban a disposición. Agarrar el suave y firme trasero de Magaly. Solange y Magaly besándose con peligrosa intensidad. Frotar el jugoso coño de Sofia y recordar como me había sentido al correrme en él esa primera vez con todos mirando, me hicieron ponerme duro rápidamente.
—Deberías comerme mi coño …
Dijo Sofía en modo del todo casual, mientras acariciaba mi erección.
—¿De-Debería? …
Dije levantando una ceja y mirándola a los ojos.
—Ah-ha …
—Bueno … Ehm … Creo que sí debería …
Sofía se bajó de mi regazo y tomó asiento sobre la tumbona con las piernas abiertas. Inmediatamente me arrodillé entre sus piernas. Estábamos todos en la terraza disfrutando del poco de sol que quedaba al ocaso de la jornada. Teníamos una relativa privacidad en el patio trasero de la casa de Solange y Sofia. Pensaba en estar más borracho y al interior cuando comenzaran los momentos sexys, pero no me desagradaba comenzarlos a la tenue luz del atardecer.
—Solange muere de deseos de comerse el coño de Magaly y no quiero perdérmelo …
Sonreí y le bese la parte interna del mórbido muslo
—¿Es eso lo que quieres? …
—Bueno … Eso y quiero que lamas mi coño ahora …
—Ah …
—Por Solange dos punto cero …
—Ya te dije que no soy Solange …
—Pero puedes fingir …
—¿No te parece un poco extraño que yo haga eso? …
—¿Preferirías que te llamara mi hermano? …
Inexplicablemente mi polla dio unas pulsaciones.
—Oh, sí … Eso me parece mucho mejor …
Sofía lanzó un resoplido y sonrió.
—Sabía que ibas a responder eso … Bueno … Entonces, cómete el coño de tú hermana, por favor …
—Uhmm … Por supuesto que sí …
Incluso cuando me incliné a saborear la diminuta rajita de Sofia, la escuché susurrar “Oh, Solaaange”. No le hice caso porque también funcionaba para mí de una manera similar. Yo fingía que ella era mi hermana y no solo mi cuñada.
Más que la pequeña fantasía con Sofia me distraía el pensar y observar a Solange y a Magaly. Lo que me había confesado Sofia de lo que Solange había estado soñando había despertado mi curiosidad. Ver a Magaly comerse el coño de Solange había sido increíblemente lindo y caliente. Repentinamente yo también estaba interesado en ver a Solange comiéndose el coño de Magaly.
De hecho, ellas estaban en eso. Solange había elegido el coño de Magaly. Tuve que detenerme y observar como sucedía, lo que hizo que Sofia se impacientara, pero ella no podía culparme. Magaly envolvía La cabeza de Solange con sus piernas mientras Solange le daba algunos lamido de coño. La forma en que Magaly miraba a su hermana mayor era algo muy hermoso. Las dos estaban muy calientes, es verdad, pero una vez más las cosas estaban en un nivel diferente.
—Hey … No te olvides de mi coño …
Dijo Sofia medio en serio y medio en broma.
—Lo siento … Pero … Maldición … Son tan lindas …
—Uhmmmm … Lo sé ...
Sofia disfrutaba lo mejor de todo. Ser lamida y continuar a ver a Solange y Magaly ser tan lindas y sexys juntitas las dos. Sofía envolvió mi cabeza entre sus muslos y me bloqueó todo intento de moverme, quizás emulando a lo que Magaly había hecho a Solange. Esto significaba que mi única visión era su coño, su vientre y parte de sus tetas. Imaginándome a mí como si fuera Solange, como solía hacer a menudo.
Sin embargo, la presión que ella ejercía con sus muslos teniéndome atrapado firme y estrechamente a su pequeña rajita caliente me estaba sofocando, active mi lengua y atrapé su capullo florecido entre mis labios, roté, lamí y succioné su clítoris hasta que ella restregó su pelvis contra mi rostro, se estremeció, chilló, arqueó su espalda y luego temblorosa trató de alejarme de su coño que vibraba como un diapasón.
—Umpf … Umpf … Aaaahhhh … Umpf … Maldición, Gabriel … Detente … Aaaahhhh … Dios Santo … Me corro … Umpf … Oooohhhh … Ummmmmm … Me corroooooo … Ay Dios …
Me eché hacia atrás y me senté jadeando suavemente, todavía mirando a Sofia que agarraba sus tetas desesperada aplastándolas para que dejaran de temblar, pero luego me volví a contemplar a Solange y Magaly. Fue fácil embelesarme en la acción que ellas dos tenían juntas. Ver a mis hermanas expresar su amor con tanta cachondez fue algo sublime. El sexo hecho arte. No creo que ni siquiera se hayan dado cuenta de que Sofia y yo las estábamos mirando. Su entero universo era solo ellas dos. Sus ojos se encontraban, se prodigaban caricias con ternura, sus gemidos dulces y cachondos, sus cuerpo que se movían en perfecta armonía, perteneciéndose la una a la otra, se susurraban dulces palabras, en pocas palabras, se amaban solo como dos hermanas pueden hacerlo.
—Me sorprende que no te pongas celosa de estas cosas …
Le dije a Sofia medio volteandome.
—¿Por qué tendría que hacerlo? …
—Bueno … Quiero decir … Pero míralas …
—Sí, seguro … Pero ¿has visto tú cuando Solange me mira a mí? … Además … Sé que Magaly nunca intentará robarme a Solange …
—Ehm … En ese sentido tienes razón …
—En todo caso, deberías preocuparte más por ti mismo …
—¿Por qué? …
—Porque a Magaly le gustas muuuuchooo …
Inexplicablemente me sonrojé y me puse pensativo.
—Oh, sí … Claro … Ehm …
—Pero es verdad … ¿Ves cómo Magaly está jodiendo a Solange? … Ella lo hace igual contigo … Y tú lo sabes muy bien …
Poco convencido, sacudí la cabeza negativamente.
—Pero no es lo mismo …
—Sí que es lo mismo … Pienso que es más difícil para ti poder imaginarlo … Pero confía en mi …
Observé a Magaly atentamente. No podía convencerme de que fuera verdad. Sí, lo sé que ella me amaba, que quería follar conmigo, todo eso yo lo sabía. Pero no podía recordar alguna vez si ella me miró con la pasión que miraba a Solange. Fue entonces que giró su cabeza y sus ojos se encontraron con los míos, sabía que yo la estaba mirando, se mordió el labio y me regaló una sonrisa tímida y llena de afecto. Mi corazón se aceleró y mi respiración se detuvo, su mirada escarbó dentro de mí alma, sentí un escalofrío ante la ternura de sus ojos. No podía mirarla y verla como siempre había hecho. Tal vez Sofia tenga razón. La mirada de Magaly estaba cargada de un amor inmenso que me hacía sentir cositas. No era una simple mirada, su ojos horadaban, pesaban y poseían mi espíritu. Esa mirada no tenía nada de inocencia. Ella estaba desnuda mientras Solange le comía el coño con celo. Eso tampoco era nada inocente. Pero igual a la intensidad con que Magaly miraba a Solange, en sus ojos había mucho más que el afecto entre hermanos.
—¿Ves? … ¿Ves que tengo razón? …
Murmuró Sofia a mi lado.
—Pero es solo porque está cachonda …
Protesté tratando de justificar lo obvio.
—No querida Solange … No es solo eso …
—Y dele con la Solange numero dos …
Sofía se levantó y se acercó a mis hermanas. Se balanceaba desnuda alrededor de la acción. Se arrodilló detrás de Solange, puso las manos entre las nalgas de su esposa y procedió a acariciarle el coño mientras ella gemía y seguía devorando a Magaly. Nada nuevo bajo el sol, las cosas se estaban dando muy bien, tal como todos esperábamos.
Magaly echó su cabeza para atrás y comenzó a estremecerse bajo la hábil lengua de su hermana mayor. Sus ojos se perdieron en sus cuencas y quedó absolutamente indefensa mientras arqueaba su cuerpo y movía su pelvis en un vaivén demencial contra la boca de Solange. Un potente orgasmo la golpeaba y sus grititos desesperados hacían vibrar mi polla.
Sofía empujó a Solange hacia atrás, pero está se le fue encima y le agarró las piernas en el aire, luego montó su entrepierna y procedió a restregar su coño contra el empapado coño de su esposa, prácticamente inmovilizándola bajo ella. Entonces me di cuenta de que Sofia tenía razón al no sentir celos de Magaly. Solange se dedicó en cuerpo, alma y coño a amar a su esposa.
En tanto, Magaly se levantó con pasos vacilantes hacia mí, pasos que se convirtieron en un andar felino y seductor mientras se acercaba. Las palabras de Sofia resonaron en mi cabeza cuando Magaly me abrazó con sus brazos y se colgó de mi cuello.
—¿Te gustó ver eso? …
Me dijo presionando sus duras tetas con naturalidad contra mis pectorales.
—Sí … Realmente lo disfruté mucho …
—Ummmmmm … Pensé que tal vez también te gustaría tener tu turno … Sí es que quieres …
—Oh, sí … O cualquier otra cosa, ¿verdad? …
—Oh … ¿Acaso te puse cachondo? …
—Siempre me pones así … Y ahora también …
—Me podrías decir cosas cachondas mientras me empujas …
Ella se presionó contra mi erección y restregó su coño mojado sobre mi glande. De hecho, mi pene punteaba su estrecho coño. No podía ser de otro modo teniéndola a ella desnuda, suave y cálida en todos los lugares correctos. Su ojos me miraban con mil promesas. Ella me amarró entre sus brazos y me besó apasionadamente, al tiempo que deslizaba suavemente su coño caliente encima de mi polla.
Jugué con el trasero de Magaly, agarrándolo, apretándolo y amasándolo, incluso abriendo sus firmes nalgas para cosquillear la estrellita apretada de su ano, puse un dedo y lo pase en medio a esa apretada hendidura. Ella gimió y se apretó contra mi cuerpo.
—Ummmmmm … ¿Me estás explorando? …
Me pregunto con su rostro escondido en mi cuello.
—Mmm … Algo así …
—¿Por qué juegas con tu dedo allí? …
—Porque es muy lindo hacerlo …
Magaly puso su boca cerca de mi oreja y me susurró en un hilo de voz.
—¿Quieres meterte en mi trasero? …
—Sería como un sueño hecho realidad …
Magaly se echó para atrás con los ojos muy abiertos, fingiéndose sorprendida, pero sonriendo me preguntó.
—¿Qué clase de hermana crees que soy? …
—Esa me parece una pregunta capciosa …
Magaly me empujo de espaldas. Al parecer mi respuesta sobre su trasero no la satisfizo. No sé si sentía curiosidad o si se estaba burlando de mí. En todo caso, honestamente mi intención no iba más allá de explorar su hermoso cuerpo. Pero escuchando sus palabras, ahora una cierta idea comenzaba a rondar en mi cabeza y le inyectaba nueva vitalidad a mi polla, el trasero de Magaly era superbo.
Ella se encaramó sobre mí y me montó la cabeza, ahora la estaba mirando desde abajo, cuando sin ninguna ceremonia apoyó su coño hirviente sobre mi rostro. Insinué mi lengüita en esa ranurita goteante y prieta, comenzando a deleitarme con su delicioso sabor, mientras ella abría sus piernas y se acomodaba a prestar atención a mi polla.
Yo y Magaly estábamos en un clásico sesenta y nueve. Necesitaba lamer su coño que recién mi hermana Solange había lamido prodigiosamente. Magaly daba un trato igualitario a sus dos hermanos consecutivamente. La boca hambrienta de ella se tragaba toda mi polla, me chupaba acuciosamente embadurnándome con su saliva. Yo en tanto, lamí su coño bebiendo profusamente de sus jugos abundantes. Ella chilló cuando mi lengua barrió por varios segundos su estrecho culito y amenacé con penetrarla con uno de mis dedos. Ella seguía empujando sus nalgas tratando de engullir todo mi dedo. Fue un pequeño juego divertido y excitante seguir lubricando el estrecho ano de ella con sus propios jugos.
—Oye … ¿Qué te pasa? … Eso no es justo …
Me quedé helado ante la repentina protesta de Magaly. No sabía que cosa había hecho mal. Aunque para ser más precisos, me había estado tomando un montón de libertades con su hermoso cuerpo y sus estrechos orificios. Pero no pensé que ella se iba a quejar por ello.
Entonces Magaly se sentó, poniendo su peso completamente sobre mi cara y su coño tapando mi boca. Alguien más me monto a horcajadas más abajo, luego un segundo coño se insinuó sobre mi polla tiesa, quienquiera que sea, estaba apoyando sus labia mojada y caliente sobre mi glande.
Solange. Era Solange. Me imaginé que podría serlo simplemente por cómo se sentía su diminuto coño mojado, caliente y apretado sobre la cabezota gorda de mi polla. Pero fue la reacción de Magaly la que la delató incluso antes de que ella hablara.
—Era ni turno ...
Dijo Magaly haciendo pucheritos. Pero Solange le respondió de vuelta.
—Pero podemos compartir, ¿no? …
Dijo ella haciendo descender su coño de terciopelo a aprisionar mi polla dentro de su vulva caliente, añadiendo.
—Se supone que como buenas hermanas debemos compartir, ¿no? …
—Grrr … Pero tú ya lo hiciste la última vez … Eso no es compartir …
—Pero es prerrogativa de la hermana mayor …
—¿Pero que dices? … No creo que exista un protocolo cuando se trata de follar con nuestro hermano, ¿eh? …
—Estoy en total desacuerdo contigo …
Solange comenzó a balancearse sobre mi polla empujándome lo más profundo dentro de ella. Al mismo tiempo toqueteaba las tetas de Magaly y trataba de apaciguarla con besos de hermanas. Por supuesto eran todas suposiciones mías, porque realmente no lograba ver nada más que el hermoso ojetillo del culo de Magaly.
Magaly comenzó a mecerse sobre mi boca mientras Solange trabajaba sus tetas y la abrazaba dándole muchos cachondos besos, yo intentaba de ponerla más cachonda desde abajo. Magaly incluso comenzó a restregar su apretado ano sobre mi boca, dejándome comer más su estrellita apretada que su estrecho coño.
Sofía no logró mantenerse de aparte y me montó a horcajadas sobre mi vientre, quedando en una especie de sándwich entre mis hermanas, las que se pusieron a tocarla abrazarla y jugar con sus agujeros, penetrándola con sus dedos.
—Supongo que para ti esto es compartir. ¿eh? …
Le criticó Magaly a Solange.
—Así es ... Y apuesto que te encanta …
Le respondió prontamente Solange.
—Bueno … Entonces a continuación lo hará conmigo … Me corresponde … —Dijo Magaly.
—Es justo … —Respondió Solange.
—No veo porque tenga que ser justo … Debería ser yo la próxima … —Reclamó Sofia.
—No … Solo tienes prioridad cuando él pueda dejarte preñada … —Explicó Magaly obviamente.
—Magaly tiene razón … —Confirmó Solange.
—Oh … Ya veo … Parece que se pusieron de acuerdo …
Dijo Sofia y acto continuó se giró y comenzó a besarse con Magaly. La competencia entre ellas dejaba de lado cualquier sutileza, pero tenía tres hermosos coños encima de mí, hacían cosas divertidas las unas con las otras, ¿A quién le podrían importar las sutilezas en momentos como estos?
Solange agarrada de las tetas de Sofía me follaba cada vez más fuerte, poniéndose más cachonda cabalgando mi polla. Si continuaba a hacerlo así iba a hacerme explotar otra vez en su coño. Su coño se contraía trabajando mi polla, como si estuviera impaciente de que mi semen de hermano la llenara completamente.
Intenté concentrarme solo en comerme el trasero de Magaly y no sentirme abrumado por el hecho de que estaban sucediendo demasiadas cosas juntas al mismo tiempo. En cierto modo funcionó. En realidad el culito de Magaly era delicioso, era una de esas cosas en que podía estar todo el tiempo del mundo, me sentí subyugado por la exquisitez y hermosura del culo de mi hermana.
—Ooohhh … Ummmm … Jesús mío … —Gimió Magaly.
—Estas bien, ¿verdad? … —Preguntó Sofia.
—Umpf … Gabriel va a hacer que me corra …
—¿Comiéndote el trasero? …
—Ah-ha … Umpf … Aaahhh …
—¿Y que pasa si te froto el coño también? …
No hubo ninguna respuesta, pero Magaly gimió más fuerte cuando Sofia ahuecó su mano sobre su coño pelado. Seguí lamiendo su suculento culo apretado y junto a Sofía hicimos que ella se corriera violentamente. Magaly se sacudió y su cara se distorsionó mientras venía golpeada por su exquisito orgasmo,
Magaly se sentó completamente en mi cara meciendo su orificio trasero sobre mi boca, probablemente sin pensar en lo que estaba haciendo. Mientras tanto, Solange me montaba con entusiasmo creciente. Ya no podía evitarlo. La golpeé con violencia antes de comenzar a correrme a mares dentro de su acogedor, cómodo y fraternal coño.
—Ssiii … Ssiii . Otra vez … Uhmmm …
Siseo Solange temblando entera, mientras seguía moviéndose y exprimiendo mi polla, y finalmente se calmó sintiendo que no podía estrujarme ni una gota más.
Las chicas no habían terminado conmigo. Continuaron a acariciarse y a besarse, luego de un rato Solange y Sofia se fueron.
Dormíamos en una mezcla desnuda y desordenada de tratar de descansar. Todos con diferentes grados de cachondez. Mientras pude me relajé y disfruté de todo. Era solo cuestión de tiempo antes de que una de las chicas volviera a atacarme queriendo tener más sexo conmigo.
***
Magaly reaccionó por primera. Ella me tomó de la mano y me llevo adentro con una linda expresión de decisión en su rostro. Incluso como reclamando posesión sobre mi persona. Esta vez nadie le iba a robar su momento conmigo. Todavía estaba molesta porque Solange se había anticipado a ella y me había sacado la última carga de semen. Pero la había observado cuchicheando con Sofía y Solange, todo me hacía suponer que estaba tramando algo.
Fuimos a la habitación de Solange y Sofía. Claro, ellas tenían la cama más grande de la casa, pero también esto indicaba que ella no estaba preocupada por la privacidad. No es que la privacidad tuviera mucho significado para alguno de nosotros en este momento.
—¿Acaso tienes algún astuto rollo? … —Pregunté extrañado.
—¿Qué te hace pensar que tengo alguna intriga astuta? … —Respondió Magaly como si nada.
—Bueno … No me has dicho que es lo que estamos haciendo …
—Sexo … Solo sexo …
—Bueno … Pero se me hace que algo tramas …
Mientras nos acercábamos a la cama, Magaly se detuvo, se giró y tomó mis manos en las suyas. Hizo un contacto visual firme, pero de algún modo tímido, luego a baja voz me dijo.
—Lo haremos en el trasero …
Enarqué mi cejas dubitativo y pregunté.
—¿Lo haremos? …
—Sí … Lo haremos …
Mi polla dio un respingo en el aire escuchando la determinación afirmativa de Magaly. Ciertamente no esperaba esto, pero después de haberle comido su trasero por largo rato, la idea se había insinuado en mi mente. Sonreí un poco bobamente ante la idea y la solemnidad con que Magaly me lo estaba pidiendo.
—Uhm … Me quieres en tu trasero …
Repetí emocionado y casi incrédulo.
—Sí … Sofia te tiene por su bebé … Solange ya te ha hecho correrte en su coño dos veces … Así que quiero ser la primera en tenerte en mi trasero … Y tienes que prometerme que te correrás en él …
—¿Uh? … ¿En serio? …
Ella asintió inexpresivamente y sin ningún atisbo de temor ni ganas de querer echarse atrás.
—Sí … Y lo haremos ahora … Antes que a Solange se le ocurra robarme esta ocasión …
—No creo que lo vaya a hacer …
—No … Ella tiene razón …
Dijo Solange que se había acercado a nosotros desde atrás, y agregó:
—Hazlo primero con ella, antes de que lo hagas con nosotras …
Gemí cerrando los ojos sintiendo el dedo de Solange que se deslizaba desde el surco de mis nalgas, dibujando la forma de mi espina dorsal.
—Solange es como una puta en celo cuando está caliente …
Dijo Sofia rodeando a Solange con sus brazos y apañando sus hinchados y pesados pechos, mientras besaba su cuello desde atrás, y añadió.
—Y esta semana está particularmente cachonda …
—Oh, por Dios … No digas eso …
—Pero, cariño … La verdad es esa …
—Uhm, está bien … Pero no tienes por qué decirlo …
Magaly esbozó algo como una sonrisa en su angelical rostro y se subió a la cama gateando y meneando su gracioso, harmonioso y apretado culito hacia mí. Luego apoyó la mejilla izquierda sobre el edredón y separando ligeramente sus rodillas, levantó sus posaderas blancas, donde se destacaba claramente el punto estrellado de color más oscuro que el resto de su piel, dígase, el engurruñado orificio del culo. Invitando a todo tipo de conjeturas de carácter anal en particular.
Me acerqué a Magaly, pero Solange y Sofia fueron más rápidas. Las dos saltaron y flanquearon el maravilloso trasero de mi hermanita menor, antes de que yo pudiera hacerlo. Sofía pasó casi sobre mí con una botellita de lubricante en su mano, Mientras Solange agarró el culo de Magaly con sus dos manos y procedió a besarla justo en medio al surco de sus nalgas.
—Hey … Eso es mío … Es el turno de Magaly, ¿recuerdan? …
Grité un poco exasperado.
—Hermano querido … No te preocupes … El tierno agujerito de nuestra hermana menor será solo para ti … Nosotras solo la prepararemos y calentaremos para ti … Después de todo, ella no ha hecho esto antes … ¿No es verdad Magaly? …
Dijo ceremoniosamente Solange. Magaly la miró un tanto sospechosa y añadió.
—Bueno, sí … Pero que tan difícil puede ser … Tú lo haces, ¿no? …
Solange se inclinó, abrió los glúteos de Magaly y le dio un sonoro beso justo allí.
—Sé que estás siendo un poquito recelosa en este momento … Pero no te preocupes y deja que tu hermana mayor se encargue de los preparativos …
—No estoy siendo nada … Pero ya me robaste el semen de Gabriel una vez …
—Hmmm … Celosa …
—Oh, cállate …
Solange era muy tierna y experimentada en el tratamiento del trasero de Magaly. Sofía se esmeraba en ayudar, pero Solange parecía no querer darle mucho espacio, más bien apoderándose del culo de mi hermana menor en forma casi territorial. Eso también fue superado y ambas compartieron el trasero de Magaly acariciándolo, frotándolo y masajeándolo, turnándose a besarlo y lamerlo.
Magaly gemía con los ojos cerrados, quería acercarme a ella para abrazarla y besarla. Pero eso habría implicado el perderme el espectáculo que estaban dando Solange y Sofia adorando el trasero de ella. Me estaba acostumbrando a un nuevo nivel completamente nuevo de calor y afecto con mis hermanas. Jamás antes había sentido esta excitación tan intensa con ninguna otra chica.
—Gabriel te va a ensanchar un poco este hoyito pequeñito …
Le dijo Solange penetrándola dulcemente con sus largos dedos.
—Eso ya lo sé …
Respondió Magaly sin abrir sus ojos. Solange insertó un tercer dedo dentro del apretado ano de Magaly, diciéndole.
—Nosotras te prepararemos lo mejor posible … Pero te cuidado …
—Por Dios, Solange … Me tratas como a una niña … ¿Acaso piensas que no puedo manejar esto? …
Sofía le dio una delicada nalgada a Magaly y le dijo.
—Por supuesto que sabrás como manejarlo, querida … Solange solo se comporta como la hermana mayor protectora …
—No estoy haciendo eso … —Reclamó Solange.
—Seguro que lo estás haciendo … Por eso te quiero, te amo y eres la más adorable de todas …
Replicó Sofia acariciando las pesadas tetas de Solange, quien se rio y trató de alejarla para poder continuar jugando con el trasero de Magaly, la que a baja voz dijo.
—Puedes protegerme si quieres …
Solange dejo sentir una especie de gruñido, sacó los dedos del culo de su hermana y procedió a lamerla. Pensé que esto se iba a prolongar. Me moví frente a Magaly donde tenía apoyada la cara al edredón y las manos aferrando las cubiertas. Ella se levantó felizmente y observó mi polla de cerca, la acarició amorosamente y susurró.
—Te chuparía con gusto … Pero quiero conservarte para mi trasero …
—Me parece justo … ¿Cómo estás? … —Pregunté acariciando sus cabellos.
—Con Solange que chupa mi culo …
—Lo sé y lo estoy viendo …
—Ni siquiera sé si te dejará tener tu turno … y el mío …
—Estoy seguro de que lo hará … ¿Deveras me quieres en tu trasero? …
—Por supuesto que sí … Tienes que ser mi primero … Sí … Siempre y cuando tu lo quieras …
—Ummm … Estoy impaciente … Es lo único que quiero …
—Te quiero a ti en mi … En modo especial … No hay nada de malo en ello, ¿verdad? …
—No … No lo hay …
(Continuará …)
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—Maldición, Solange … Te follaste a nuestro hermano …
—Uhm … Y por largo rato …
Agrego Sofía, Solange con una voz enronquecida, felina y suave, dijo.
—Ummmmmm … Estoy perfectamente consciente de ello, chicas …
Parecía estar muy satisfecha consigo misma y no demostraba ningún sentimiento de culpa. Claramente si ella no se sentía culpable, yo menos. Permanecía boca abajo con los ojos cerrados mientras Sofia y Magaly inspeccionaban su coño rebalsado de semen. Sofía finalmente se volvió hacia mí con una mirada coqueta y lujuriosa.
—¿Crees que puedes volver a hacerlo? …
Mi pene estaba semi duro con la exhibición sexual que estaba teniendo y se estaba endureciendo A cada rato más y más. Mi erección estaba palpitando ante la pregunta implícita de si podía volver a follar a la esposa de mí hermana, después de todo esa era la misión fundamental. La mirada cachonda de Sofia también ayudaba, como así también la forma en que sus dedos envolvieron a mi ariete y comenzó a magrearlo suavemente.
—Por supuesto que lo puedo volver a hacer …
Le respondí prontamente. Sofía siguió acariciando mí polla, poniendo más énfasis en su agarre. Probé a divertirme con sus tetas y ella me dejo jugar con ellas.
En tanto Magaly con las manos en el trasero de Solange, procedió a lamerlo y amasarlo. Ella lo disfrutaba y la dejaba hacer, ronroneando y gimiendo cachondamente.
—¿Acabas de lamer mi coño? … —Preguntó Solange.
—Oh, no … —Respondió Magaly.
—Sí que lo hiciste … Lo sentí, ¿sabes? …
—Entonces para qué preguntas …
—Lamiste un poco de semen de Gabriel …
—Bueno … goteaba desperdiciándose …
—Eso es malo … Es semen de nuestro hermano …
—Mira quien lo dice … Eres tú la que tiene el coño lleno de eso …
—Uhm … Tienes razón … Supongo que podría compartirlo contigo …
Magaly dio un gemido de sorpresa, pero Solange no espero a que ella procesara lo que acababa de decir, simplemente se volteó boca arriba y abrió ampliamente sus piernas, invitándola a cenar. Magaly se repuso prontamente y se metió en medio a los muslos de su hermana. Aferrando su pequeño coño enrojecido y comenzó a comerse el coño de Solange y mi eyaculación.
Eso era más de lo que jamás habría podido imaginar, mi hermana menor lamiendo mi semen directamente del coño de mi hermana mayor. No sé porqué me pareció una cosa del todo natural. Ambas estaban cediendo libremente a sus impulsos sexuales. Luego de un rato tuve que reevaluar mis pensamientos. No había nada de lujuria ni cachondez en eso. Era una cosa más límpida y pura, algo así como una anhelo y un deseo de pura adoración y afecto fraternal.
Magaly chupó y lamió el coño de Solange y ella gimió dándole palmaditas y acariciando sus cabellos, los que obstruían la vista clara a lo que estaba haciendo con su boca. Sofia también estaba mirando.
—Maldición … ¿Están seguros de que nunca antes habían hecho estas cosas? … —Susurró.
—Muy seguro … Yo no lo había hecho … Y juraría que Solange y Magaly tampoco … —Respondí.
—Pero míralas …
—Uhm … No sé … Tal vez …
—¿Y tú? … La forma en que te corriste dentro de Solange …
—Pero tú … Ni siquiera pudiste ver eso …
—Pero lo escuché … Lo sentí … Pude ver el rostro de Solange cuando tú estabas dentro de ella … Y … Y también mientras le llenabas el coño con tu semen …
—Oh … Bueno … Lo siento por eso …
—No … No tienes nada de que arrepentirte … Solo … Creo que ustedes tres estaban más cerca de lo que quieren admitir …
Dijo Sofia acariciando mis cabellos y besando mi mejilla.
—Ninguno de nosotros lo sabía …
—Lo sé, pero tus hermanas te aman … Se aman unos a otros … Y tú las amas a ellas … Puedo verlo en tus ojos y en como las miras …
—Quizás solo porque estoy cachondo …
—Estás cachondo … Pero tú mirada es mucho más que eso …
—¿Y tú? … ¿Cómo es que no te sientes preocupada por esto? …
Me dio una astuta mirada y me sonrió.
—Olvidas lo bien que conozco a Solange, ¿no? … Sabía que había una posibilidad de unirme … Está claro que no hasta este punto …
Miró fijamente a Solange y a Magaly trenzadas en darse placer y continuó.
—Pero las posibilidades de tener con ella todas estas cosas siempre fueron muy altas … Sé lo que a ella le gusta … Sé como es ella … Como piensa … Las cosas que la excitan …
—¿Y cómo entramos ahí Magaly y yo? …
Sofia se sonrió con ojos y boca, antes de decir.
—No es que me haya dado cuenta inmediatamente … Pero quiero decir … Bueno, sí … Eso de que a ella le gustaba a veces fingir que eras tú quien me follaba … O otras veces cuando estábamos suficientemente cachondas … Ella fingía ser tú y yo pasaba a ser Magaly …
—Oh … Demonios …
—Lo sé … Es verdad … Lo que ha sucedido este fin de semana será un aliciente qué perdurará por meses … Tal vez años …
—Guau … Parece un poco depravado …
—¿Y te molesta? …
—Oh, no … ¿Quieres follar ahora? …
—Je-je-je … Sí por favor … Follemos …
Sofía retrocedió y me arrastró con ella. Entré en ella suavemente, disfrutando de los gemidos y movimientos de la cabeza de Sofía mientras mi gruesa polla horadaba su estrecho coñito. Ella estaba toda caliente y empapada para mí. Tan lista como se esperaba que lo estuviera.
—Soy feliz de ser parte de una familia como la de ustedes …
Me susurró Sofía empujando su pelvis contra la mía.
—Je-je-je … ¿Deveras? …
—Ummmmmm, ssiii … El amor de este modo … Es otra cosa … Mucho más completo …
—Me gustaría saber si todavía piensas lo mismo cuando no estás cachonda y con una polla en tú coño …
Sofía me chasconeó un poco mis cabellos y dijo.
—Ya te lo dije … Esto es mucho más que eso … Ahora está saliendo como una locura … Pero es mucho más que lo que puedas imaginar …
—Ah, qué bueno … Bienvenida a la familia … Estoy feliz de tener otra hermana …
—Oh … Qué tierno y encantador eres …
—Pienso que eso suena extraño … Pensar en ti como una hermana en este momento … Ya que me voy a correr en ti … Y todo eso, pero …
—Pero acabas de correrte en el coño de Solange …
—Uhm … Sí …
—Tal vez estás destinado a esto … A correrte en todas nosotras …
Sus palabras me dieron un escalofrió que recorrió todo mi cuerpo. La idea de correrme en mis hermanas y de llenarlas con mi esperma, era una cosa muy rara.
—Tal vez tengas razón … Amo a mis hermanas …
—Mmmmmmm … Qué rico … Entonces dame un poco de ese amor, ¿quieres? …
—Mmm, Sofía … Tengo toda la intención de hacerlo …
La besé en forma tierna y suave. Sintiendo un afecto fraternal por ella en ese momento. Ella me necesitaba, necesitaba de mi amor y yo tenía una obligación, llenar su coño con abundante semen y preñarla. Ella me daba suaves besitos y me acariciaba mientras yo continuaba a follarla profundamente. Sofia gemía y empujaba contra mi polla. La escuché susurrar el nombre de Solange varias veces, pero incluso eso ya no me molestaba. No porque ella quisiera que yo fuese Solange, sino porque me hacía sentir como si en realidad estuviese yo follando a la esposa de mi hermana. Lo cual era parcialmente cierto, solo que no era una cosa mía. Yo estaba nada más que cumpliendo con lo que me habían pedido. Lancé un resoplido mientras penetraba profundamente a Sofia. Estaba cumpliendo con un simple favor para mis hermanas.
Repentinamente sentí como ella me apretaba y se desesperaba. La sentí estremecerse y dar vagidos de bebita cuando finalmente se corrió nombrando el nombre de su esposa Solange. Entonces Solange se aproximó y se acercó a ella y le tomó la mano para ofrecerle su amor, mientras tanto Magaly seguía devorando el coño de su hermana mayor y yo embestía con energía la panocha de Sofia. Fue una muestra carismática y dulce, quizás poco ortodoxa del amor que había entre estas dos mujeres casadas.
Felizmente me corrí dentro de Sofia poco después, la llené de semen por segunda vez y encontré fabuloso el poder correrme libremente dentro de el coño de mi nueva hermana. Se sentía muy bien relajarme y hacer brotar copiosos borbotones de esperma, sentir las pulsaciones de mi pene, el cosquilleo de cada chorro de semen saliendo de mi polla y versándose en el coño caliente de ella. Era hasta divertido.
Sofía y Solange seguían tomadas de la mano mientras Magaly hacía que Solange explotara en un potente orgasmo. La atención de ella se distraía entre mirar a su esposa o a su hermana que se solazaba entre sus muslos. Era una elección difícil de tomar. Lo entendí perfectamente.
Yo tampoco podía decidir donde mirar. Magaly que lamía el coño jugoso de Solange debería haber sido el lugar obvio, el más importante. Pero había mucha cosas más. Tetas, culos, piernas, abrazos y besos, lenguas exploratorias. Además, echar un vistazo al coño de Sofia otra vez y la mirada significativa de ella.
Terminé con mis ojos fijos en los de Solange. La forma en que miraba a Sofia y a Magaly, me causo un regocijo enorme, tanto que me dio una especie de escalofrío. Mucho amor fluía de ella. Y aún más cuando ella me miró a mí, enviándome toda esa sensación de silencioso amor.
Solange era absolutamente adorable cuando se corrió. El trabajo de Magaly había sido maravilloso, dejando a su hermana casi indefensa y alucinando. Ver a Solange correrse fue otra cosa que me impresionó positivamente y, además, fue de una extraordinaria belleza.
Magaly le dio unos últimos besitos al coño de Solange y recibió palmaditas en la cabeza como recompensa. Magaly se sonrojó y parecía querer continuar a comerse el coño de su hermana, pero en lugar de eso se volvió hacia mí. Salió arrastrándose de entre las piernas de Solange y cuando estuvo a mi lado, se sentó en sus talones. Tenía la barbilla y parte de las mejillas resbaladizas por los fluidos de su hermana. Miró el coño de Solange y luego entrelazó sus manos en su regazo, parecía ser una inocente muchachita y nadie podía sospechar que acababa de hacer correrse a su propia hermana. Sus ojos estaban chispeantes de emoción, pero también miedo y un dejo de potencial tristeza. No tenía la menor idea del porque ella viéndose tan cachonda, podía al mismo tiempo estar sintiéndose acongojada.
—Gabriel … —Dijo Magaly mientras movía los dedos de sus manos.
—¿Sí, Magaly? …
—Tú … Ehm … Tú también te correrás en mi coño, ¿verdad? …
Le puse una mano en la mejilla y la acaricié fraternalmente.
—Eso es lo que más quisiera yo …
El rostro de Magaly se ilumino por completo, ya no había ningún dejo de melancolía ni tristeza, ni siquiera un vislumbre de preocupación, mi hermana era feliz otra vez.
—¿Deveras? … —Preguntó ella.
Pensé en mi visión de las tres chicas, las tres hermanas, girando con sus coños repletos de mi esperma. La idea me gustaba. Había comenzado con Sofía, había descargado una carga completa en Solange y ahora Magaly quiere lo mismo que las otras dos. Amo a estas chicas.
—¿Acaso pensaste qué no lo haría? …
Magaly mordiéndose el labio inferior, me dijo.
—Bueno … Estaba preocupada …
—Y se te notaba, ¿sabes? …
Me incliné suavemente y besé a mi hermanita menor en los labios y agregué.
—Como demasiado preocupada … ¿Deveras lo quieres tanto, tanto? …
—Pero si se lo has dado a Solange … ¿Por qué no quieres dármelo a mí? …
—Yo no dije eso …
Magaly hizo pucheritos como una niña pequeña, una lágrima asomó por sus ojos y me dijo.
—Te amo …
—Uh, yo también te amo … Y tú lo sabes … Esperaba poder correrme también en tu coño …
—Así nos llenarás a las tres, ¿verdad? … El set completo, ¿eh? …
—Bueno … Sí quieres decirlo de esa manera … Dejé a la mejor para el final, ¿uhm? …
—Oh … No te creo eso último …
—Bueno … Pero no vayamos a pelear por eso ahora …
—Oh, no … Ni te lo sueñes …
Magaly se colocó entre mis piernas y se fue directamente a mi polla, de una manera muy similar a como había ido a la panocha de Solange. Primero lo acarició, luego besó y lamió mi erección todavía floja. Poco a poco comenzó a volverla a la vida con animosidad. No era tarea fácil después de haberme corrido dos veces en poco tiempo, pero Magaly tenía un talento especial.
Ella estaba cachonda y dedicada, me lamía con mucha determinación. Sus grandes ojos marrones me parecían llenos de afecto fraternal, incluso mientras me chupaba la polla. Mantenía el contacto visual con su mirada de adoración, cosa que regocijaba mi alma y me hacía amarla todavía mucho más.
Luego se acercaron Solange y Sofia que habían estado abrazadas cuchicheando entre ellas mientras Magaly hablaba conmigo. Ahora se movilizaron cerca de Magaly, ambas tenían su coños llenos de mi semilla y se instalaron para dar apoyo a Magaly. Dos pequeñas lenguas se agregaron a acariciar mi polla, vientre y bolas. Se hicieron espacio entre ellas como buenas hermanas a solazarse con la pija del hermano.
Gemí agradecido bajo el ataque. Magaly, Solange y Sofia compartían mi polla y esto era un momento único y sublime. Se reían, gemían y hacían señas para darse permiso la una a la otra para succionar mi pene. Me puse exageradamente duro y de la punta de mi polla comenzaron a escurrir gotas de pre-semen que tanto Solange como Sofia, se apresuraban a lamber con gusto. De pronto sentí la urgencia de tener relaciones sexuales.
Me faltaba Magaly, pero ella continuaba a lamer mi polla como si la hubiese contratado para ello. A momento logró tener cuenta de ello y se levantó con la intención de montarme a horcajadas, otro encuentro amoroso de hermano y hermana. Solange y Sofia la ayudaron a acomodarse, Solange mantuvo mi polla firme para que ella se sentara encima. Magaly puso sus manos en mi pecho y luego hizo descender su coño mojado sobre mi hinchado glande. Abrió su boca dejando escapar un agónico gemido mientras mi polla avanzaba más allá de su anillo vaginal y penetraba profundamente su coño apretado y bañado, sus ojos se mantuvieron abiertos y fijos en los míos a cada instante de esta exquisita penetración.
—Oh, Magaly … —Exhale en un ahogado susurro.
Subí mis manos por sus suaves y sinuosos flancos, luego en alto, tan alto como pude y agarré sus hermosas tetas que eran mucho más pequeñas que las de Solange, pero igual de hermosas y firmes. Magaly se sonrojó y se estremeció sintiendo la robustez y rígida virilidad de mi polla que tocaba el fondo de su coño, estirando sus rosáceas entrañas a nuevos límites.
—Oh, Gabriel … —Bisbiseó cerrando los ojos en forma ensoñadora.
Gimió y comenzó a cabalgar mi polla como una verdadera amazona, dando saltitos acompañados de chillidos cuando mi polla tocada su útero. Mi hermana menor era la más bella del mundo en ese momento, toda cachonda y ensimismada en follar mi polla entiesada al máximo.
Solange y Sofia se la estaban pasando bien mirando a Magaly montar mi polla como un jinete a su corcel, susurrando y haciendo comentarios entre ellas. Sofía había puesto sus manos en las caderas estrechas de Sofía y la empujaba sobre mi polla. Solange había apoyado su cabeza sobre mi vientre y trataba de besar el coño de Magaly, pero no tuvo mucho éxito en hacerlo, ya que Magaly se movía con fiereza y velocidad en sus movimientos.
Magaly tenía muchas distracciones alrededor de ella, sin embargo, sus ojos estaban fijos en los míos, en el mismo modo en que había mirado a Solange mientras le lamía el coño. Ojos grandes, puros, sinceros, cariñosos y prometedores de un amor infinito.
—¿Te vas a correr en ella? … ¿Sí, Gabriel? …
Preguntaba Solange besando el muslo de Magaly.
—Es su deber hacerlo … —Dijo Sofia asomándose por un costado.
—Él es mi hermano menor … ¿Quién sabía que podía ser así? … —Dijo, Solange.
—Hemos creado un monstruo … —Dijo Sofia.
Ellas estaban divirtiéndose y bromeando, pero yo no las escuchaba. Mi foco de atención era Magaly. Cada rebote, cada movimiento, cada mínimo gemido, cada pequeño gesto. Ella me follaba en busca de mi semen, quería sentirse parte de todo esto, sentirse amada. Yo lo entendía así. Sentía el amor de las chicas. Todas ellas. Había mucho cariño fraternal esta mañana. Culminando todo con los aprietes del pequeño coño de Magaly buscando mi semen.
—Córrete dentro de mí … —Dijo Magaly como en una plegaria.
—Oh, por Dios … Córrete en mí … —Volvió a repetir como en una letanía.
Ciertamente no podía resistirme a tal imploración. Era como una religiosidad depositar mi semen bendito en el coño sagrado de mi hermana. Exploté, sintiendo el familiar desahogo, la tensión liberatoria, los escalofríos de placer, bañando las calientes paredes vaginales de Magaly. Entre gemidos logré sonreír y me sentí feliz de haber cumplido. Ella con los ojos llorosos se dejó caer sobre mi maniobrando con fuerza sus músculos mientras estrangulaba mi polla para hacer salir hasta la última gota. Mis labios encontraron los suyos y nos besamos con pasión fraterna.
Magaly seguía balanceándose hacia arriba y hacia abajo ordeñando mi pija con su estrecho coño, pequeños apretones y ondulaciones que estrujaban mi polla. Finalmente se calmó, acarició mi rostro y yació beata y feliz sobre mi pecho.
—Maldición … Creo que estoy cachonda otra vez … —Dijo Sofia liberando las caderas de Magaly.
—Siempre estás cachonda … —Fue el breve comentario de Solange.
—Uh, qué simpática … Él es solo mi supuesto hermano … Pero tú lo dejaste …
—Sé muy bien lo que hice …
Solange se levantó y por un momento miró la forma desnuda de Magaly. Luego se inclinó y la besó en el trasero en forma suave y fraternal. Enseguida tomó la mano de Sofia y se la llevo a la cama para cumplir con sus deberes de esposa.
Me mantuve cómodo mientras Solange y Sofia se solazaban la una con la otra. Sonreí antes sus cachondeces y eso me excitó. También porque mi polla seguía en el coño de Magaly y ella también se dio cuenta de que mi hombría volvía a ponerse dura. Pero no hice nada, solo disfruté teniendo mi polla en un lugar tan dulce, caliente y estrecho, después de todo no necesitaba volver a correrme, solo un poco de relajado descanso.
Al final todos logramos salir de nuestras camas. No en una forma particularmente digna. Realmente la dignidad era lo que menos importaba, solo nos habíamos rendido a darnos felicidad.
Pasamos el resto de la jornada en forma un poco desordenada. Solange y Sofía anduvieron por un rato solo con sus bragas. Mientras Magaly ni siquiera eso, ella quería ser diferente. Hacer alarde de su yo y de su recién encontrada personalidad. No se si quería llamar la atención o deleitarse con su picardía y cachondez.
Solange parecía ir detrás de Magaly. La reprendió más de una vez por su desnudez y porque el semen de su coño podría filtrarse por todas partes. Al principio pensé que Magaly realmente estaba filtrado semen como loca. Pero más tarde me di cuenta de que Solange lo único que quería era lamer el coño de Magaly, supuestamente para limpiar mi semen, lo que estaba claro es que en realidad solo quería lamerla.
***
Los sentimientos de mis hermanas eran más profundos de lo que jamás imaginé. Tanto en mí confronto como entre ellas. Fue fascinante y adorable corroborar el todo. Realmente me sentí más cerca de Solange, Magaly y Sofia.
Magaly era la más tierna y parecía tener una necesidad extra de estar a mi lado. Se metía en mi regazo a menudo y ponía mi mano ahuecando su coño. Disfrutaba estando sentado con ella y con mi mano sintiendo la calidez de su intimidad, imaginando quizás que cosas sentían su carnes sintiéndome así de cerca.
—Fue un buen día … —Dijo Magaly apoyándose en mí.
—Sí … Creo que sí lo fue … —Le respondí.
—Gracias por correrte en mi …
—Es algo extraño si me lo agradeces …
—¿Por qué? … Es lo que yo necesitaba … Y tú me lo diste …
—Sí, es verdad … Pero incluso si no lo hubiera hecho … Tenlo por seguro que no habría significado que te amara de menos …
Magaly se encogió de hombros y dijo.
—No creo que eso sea del todo cierto …
—Pero lo es … Correrse en alguien no es la mejor expresión de afecto …
Magaly me dio una sonrisa y una mirada inquisitiva.
—Pero te corriste en mí porque me amas …
—Yo … Ehm … Bueno yo …
—No le des más vueltas … Me amas y basta …
Creo que al final Magaly tenía razón, tuve que asumirlo. Tal vez no sea lo mejor o más saludable como expresión de afecto, particularmente entre hermanos, pero de hecho era una señal potente de mi amor por ella. Como así fue también con Solange y Sofia. Probablemente no habría hecho nada de esto con chicas que no me importaban tanto como ellas me importaban a mí.
—Bueno … Entonces tú me amas más … —Dije.
—¿Eso crees? … —Preguntó ella con cierto desenfado.
—Hice que te corrieras …
—No necesitaba correrme …
—Tal vez …
—Oh, no seas tonto …
—Ehm … ¿Lo soy? …
***
Pasé toda la semana pensando en lo que había pasado. No podía dejar de sentirme caliente. Nunca antes había tenido tanto tiempo pensando en los coños de mis hermanas. De verdad podría considerarse como algo ridículo. Sin embargo, yo estaba sintiéndome así.
Al menos yo no era el único. Al hablar con Solange y Magaly varias veces antes de la próxima reunión; hubo un consenso colectivo. Todos necesitábamos otro lugar de reunión lo más pronto posible. Ya no era necesario tener la excusa de embarazar a Sofia para juntarnos, ya no había necesidad de ninguna excusa. Abundaba la cachondez y el afecto que había entre nosotros.
Pensé que al igual que siempre, todos comenzaríamos a beber para romper el hielo y luego probablemente nos relajaríamos lo suficiente para jugar entre nosotros durante el resto de la jornada. Pero resultó que ni siquiera necesitábamos ser envalentonados por el alcohol.
Desde el principio, todos nos sentíamos excitados, besándonos furtivamente, siendo osados y juguetones unos con otros. Eso nos sucedía a mí y Magaly que no nos habíamos corrido desde el fin de semana pasado. Me alegró descubrir que tenía toda la libertad que podía desear con las chicas. No había inhibiciones con mis hermanas, sobre todo donde tocas o que cosa hacer. Las ropas comenzaron a desaparecer a un ritmo lento pero constante. La cachondez y la desnudez indudablemente iban de la mano.
Todas las cosas que había imaginado durante la semana ahora estaban a disposición. Agarrar el suave y firme trasero de Magaly. Solange y Magaly besándose con peligrosa intensidad. Frotar el jugoso coño de Sofia y recordar como me había sentido al correrme en él esa primera vez con todos mirando, me hicieron ponerme duro rápidamente.
—Deberías comerme mi coño …
Dijo Sofía en modo del todo casual, mientras acariciaba mi erección.
—¿De-Debería? …
Dije levantando una ceja y mirándola a los ojos.
—Ah-ha …
—Bueno … Ehm … Creo que sí debería …
Sofía se bajó de mi regazo y tomó asiento sobre la tumbona con las piernas abiertas. Inmediatamente me arrodillé entre sus piernas. Estábamos todos en la terraza disfrutando del poco de sol que quedaba al ocaso de la jornada. Teníamos una relativa privacidad en el patio trasero de la casa de Solange y Sofia. Pensaba en estar más borracho y al interior cuando comenzaran los momentos sexys, pero no me desagradaba comenzarlos a la tenue luz del atardecer.
—Solange muere de deseos de comerse el coño de Magaly y no quiero perdérmelo …
Sonreí y le bese la parte interna del mórbido muslo
—¿Es eso lo que quieres? …
—Bueno … Eso y quiero que lamas mi coño ahora …
—Ah …
—Por Solange dos punto cero …
—Ya te dije que no soy Solange …
—Pero puedes fingir …
—¿No te parece un poco extraño que yo haga eso? …
—¿Preferirías que te llamara mi hermano? …
Inexplicablemente mi polla dio unas pulsaciones.
—Oh, sí … Eso me parece mucho mejor …
Sofía lanzó un resoplido y sonrió.
—Sabía que ibas a responder eso … Bueno … Entonces, cómete el coño de tú hermana, por favor …
—Uhmm … Por supuesto que sí …
Incluso cuando me incliné a saborear la diminuta rajita de Sofia, la escuché susurrar “Oh, Solaaange”. No le hice caso porque también funcionaba para mí de una manera similar. Yo fingía que ella era mi hermana y no solo mi cuñada.
Más que la pequeña fantasía con Sofia me distraía el pensar y observar a Solange y a Magaly. Lo que me había confesado Sofia de lo que Solange había estado soñando había despertado mi curiosidad. Ver a Magaly comerse el coño de Solange había sido increíblemente lindo y caliente. Repentinamente yo también estaba interesado en ver a Solange comiéndose el coño de Magaly.
De hecho, ellas estaban en eso. Solange había elegido el coño de Magaly. Tuve que detenerme y observar como sucedía, lo que hizo que Sofia se impacientara, pero ella no podía culparme. Magaly envolvía La cabeza de Solange con sus piernas mientras Solange le daba algunos lamido de coño. La forma en que Magaly miraba a su hermana mayor era algo muy hermoso. Las dos estaban muy calientes, es verdad, pero una vez más las cosas estaban en un nivel diferente.
—Hey … No te olvides de mi coño …
Dijo Sofia medio en serio y medio en broma.
—Lo siento … Pero … Maldición … Son tan lindas …
—Uhmmmm … Lo sé ...
Sofia disfrutaba lo mejor de todo. Ser lamida y continuar a ver a Solange y Magaly ser tan lindas y sexys juntitas las dos. Sofía envolvió mi cabeza entre sus muslos y me bloqueó todo intento de moverme, quizás emulando a lo que Magaly había hecho a Solange. Esto significaba que mi única visión era su coño, su vientre y parte de sus tetas. Imaginándome a mí como si fuera Solange, como solía hacer a menudo.
Sin embargo, la presión que ella ejercía con sus muslos teniéndome atrapado firme y estrechamente a su pequeña rajita caliente me estaba sofocando, active mi lengua y atrapé su capullo florecido entre mis labios, roté, lamí y succioné su clítoris hasta que ella restregó su pelvis contra mi rostro, se estremeció, chilló, arqueó su espalda y luego temblorosa trató de alejarme de su coño que vibraba como un diapasón.
—Umpf … Umpf … Aaaahhhh … Umpf … Maldición, Gabriel … Detente … Aaaahhhh … Dios Santo … Me corro … Umpf … Oooohhhh … Ummmmmm … Me corroooooo … Ay Dios …
Me eché hacia atrás y me senté jadeando suavemente, todavía mirando a Sofia que agarraba sus tetas desesperada aplastándolas para que dejaran de temblar, pero luego me volví a contemplar a Solange y Magaly. Fue fácil embelesarme en la acción que ellas dos tenían juntas. Ver a mis hermanas expresar su amor con tanta cachondez fue algo sublime. El sexo hecho arte. No creo que ni siquiera se hayan dado cuenta de que Sofia y yo las estábamos mirando. Su entero universo era solo ellas dos. Sus ojos se encontraban, se prodigaban caricias con ternura, sus gemidos dulces y cachondos, sus cuerpo que se movían en perfecta armonía, perteneciéndose la una a la otra, se susurraban dulces palabras, en pocas palabras, se amaban solo como dos hermanas pueden hacerlo.
—Me sorprende que no te pongas celosa de estas cosas …
Le dije a Sofia medio volteandome.
—¿Por qué tendría que hacerlo? …
—Bueno … Quiero decir … Pero míralas …
—Sí, seguro … Pero ¿has visto tú cuando Solange me mira a mí? … Además … Sé que Magaly nunca intentará robarme a Solange …
—Ehm … En ese sentido tienes razón …
—En todo caso, deberías preocuparte más por ti mismo …
—¿Por qué? …
—Porque a Magaly le gustas muuuuchooo …
Inexplicablemente me sonrojé y me puse pensativo.
—Oh, sí … Claro … Ehm …
—Pero es verdad … ¿Ves cómo Magaly está jodiendo a Solange? … Ella lo hace igual contigo … Y tú lo sabes muy bien …
Poco convencido, sacudí la cabeza negativamente.
—Pero no es lo mismo …
—Sí que es lo mismo … Pienso que es más difícil para ti poder imaginarlo … Pero confía en mi …
Observé a Magaly atentamente. No podía convencerme de que fuera verdad. Sí, lo sé que ella me amaba, que quería follar conmigo, todo eso yo lo sabía. Pero no podía recordar alguna vez si ella me miró con la pasión que miraba a Solange. Fue entonces que giró su cabeza y sus ojos se encontraron con los míos, sabía que yo la estaba mirando, se mordió el labio y me regaló una sonrisa tímida y llena de afecto. Mi corazón se aceleró y mi respiración se detuvo, su mirada escarbó dentro de mí alma, sentí un escalofrío ante la ternura de sus ojos. No podía mirarla y verla como siempre había hecho. Tal vez Sofia tenga razón. La mirada de Magaly estaba cargada de un amor inmenso que me hacía sentir cositas. No era una simple mirada, su ojos horadaban, pesaban y poseían mi espíritu. Esa mirada no tenía nada de inocencia. Ella estaba desnuda mientras Solange le comía el coño con celo. Eso tampoco era nada inocente. Pero igual a la intensidad con que Magaly miraba a Solange, en sus ojos había mucho más que el afecto entre hermanos.
—¿Ves? … ¿Ves que tengo razón? …
Murmuró Sofia a mi lado.
—Pero es solo porque está cachonda …
Protesté tratando de justificar lo obvio.
—No querida Solange … No es solo eso …
—Y dele con la Solange numero dos …
Sofía se levantó y se acercó a mis hermanas. Se balanceaba desnuda alrededor de la acción. Se arrodilló detrás de Solange, puso las manos entre las nalgas de su esposa y procedió a acariciarle el coño mientras ella gemía y seguía devorando a Magaly. Nada nuevo bajo el sol, las cosas se estaban dando muy bien, tal como todos esperábamos.
Magaly echó su cabeza para atrás y comenzó a estremecerse bajo la hábil lengua de su hermana mayor. Sus ojos se perdieron en sus cuencas y quedó absolutamente indefensa mientras arqueaba su cuerpo y movía su pelvis en un vaivén demencial contra la boca de Solange. Un potente orgasmo la golpeaba y sus grititos desesperados hacían vibrar mi polla.
Sofía empujó a Solange hacia atrás, pero está se le fue encima y le agarró las piernas en el aire, luego montó su entrepierna y procedió a restregar su coño contra el empapado coño de su esposa, prácticamente inmovilizándola bajo ella. Entonces me di cuenta de que Sofia tenía razón al no sentir celos de Magaly. Solange se dedicó en cuerpo, alma y coño a amar a su esposa.
En tanto, Magaly se levantó con pasos vacilantes hacia mí, pasos que se convirtieron en un andar felino y seductor mientras se acercaba. Las palabras de Sofia resonaron en mi cabeza cuando Magaly me abrazó con sus brazos y se colgó de mi cuello.
—¿Te gustó ver eso? …
Me dijo presionando sus duras tetas con naturalidad contra mis pectorales.
—Sí … Realmente lo disfruté mucho …
—Ummmmmm … Pensé que tal vez también te gustaría tener tu turno … Sí es que quieres …
—Oh, sí … O cualquier otra cosa, ¿verdad? …
—Oh … ¿Acaso te puse cachondo? …
—Siempre me pones así … Y ahora también …
—Me podrías decir cosas cachondas mientras me empujas …
Ella se presionó contra mi erección y restregó su coño mojado sobre mi glande. De hecho, mi pene punteaba su estrecho coño. No podía ser de otro modo teniéndola a ella desnuda, suave y cálida en todos los lugares correctos. Su ojos me miraban con mil promesas. Ella me amarró entre sus brazos y me besó apasionadamente, al tiempo que deslizaba suavemente su coño caliente encima de mi polla.
Jugué con el trasero de Magaly, agarrándolo, apretándolo y amasándolo, incluso abriendo sus firmes nalgas para cosquillear la estrellita apretada de su ano, puse un dedo y lo pase en medio a esa apretada hendidura. Ella gimió y se apretó contra mi cuerpo.
—Ummmmmm … ¿Me estás explorando? …
Me pregunto con su rostro escondido en mi cuello.
—Mmm … Algo así …
—¿Por qué juegas con tu dedo allí? …
—Porque es muy lindo hacerlo …
Magaly puso su boca cerca de mi oreja y me susurró en un hilo de voz.
—¿Quieres meterte en mi trasero? …
—Sería como un sueño hecho realidad …
Magaly se echó para atrás con los ojos muy abiertos, fingiéndose sorprendida, pero sonriendo me preguntó.
—¿Qué clase de hermana crees que soy? …
—Esa me parece una pregunta capciosa …
Magaly me empujo de espaldas. Al parecer mi respuesta sobre su trasero no la satisfizo. No sé si sentía curiosidad o si se estaba burlando de mí. En todo caso, honestamente mi intención no iba más allá de explorar su hermoso cuerpo. Pero escuchando sus palabras, ahora una cierta idea comenzaba a rondar en mi cabeza y le inyectaba nueva vitalidad a mi polla, el trasero de Magaly era superbo.
Ella se encaramó sobre mí y me montó la cabeza, ahora la estaba mirando desde abajo, cuando sin ninguna ceremonia apoyó su coño hirviente sobre mi rostro. Insinué mi lengüita en esa ranurita goteante y prieta, comenzando a deleitarme con su delicioso sabor, mientras ella abría sus piernas y se acomodaba a prestar atención a mi polla.
Yo y Magaly estábamos en un clásico sesenta y nueve. Necesitaba lamer su coño que recién mi hermana Solange había lamido prodigiosamente. Magaly daba un trato igualitario a sus dos hermanos consecutivamente. La boca hambrienta de ella se tragaba toda mi polla, me chupaba acuciosamente embadurnándome con su saliva. Yo en tanto, lamí su coño bebiendo profusamente de sus jugos abundantes. Ella chilló cuando mi lengua barrió por varios segundos su estrecho culito y amenacé con penetrarla con uno de mis dedos. Ella seguía empujando sus nalgas tratando de engullir todo mi dedo. Fue un pequeño juego divertido y excitante seguir lubricando el estrecho ano de ella con sus propios jugos.
—Oye … ¿Qué te pasa? … Eso no es justo …
Me quedé helado ante la repentina protesta de Magaly. No sabía que cosa había hecho mal. Aunque para ser más precisos, me había estado tomando un montón de libertades con su hermoso cuerpo y sus estrechos orificios. Pero no pensé que ella se iba a quejar por ello.
Entonces Magaly se sentó, poniendo su peso completamente sobre mi cara y su coño tapando mi boca. Alguien más me monto a horcajadas más abajo, luego un segundo coño se insinuó sobre mi polla tiesa, quienquiera que sea, estaba apoyando sus labia mojada y caliente sobre mi glande.
Solange. Era Solange. Me imaginé que podría serlo simplemente por cómo se sentía su diminuto coño mojado, caliente y apretado sobre la cabezota gorda de mi polla. Pero fue la reacción de Magaly la que la delató incluso antes de que ella hablara.
—Era ni turno ...
Dijo Magaly haciendo pucheritos. Pero Solange le respondió de vuelta.
—Pero podemos compartir, ¿no? …
Dijo ella haciendo descender su coño de terciopelo a aprisionar mi polla dentro de su vulva caliente, añadiendo.
—Se supone que como buenas hermanas debemos compartir, ¿no? …
—Grrr … Pero tú ya lo hiciste la última vez … Eso no es compartir …
—Pero es prerrogativa de la hermana mayor …
—¿Pero que dices? … No creo que exista un protocolo cuando se trata de follar con nuestro hermano, ¿eh? …
—Estoy en total desacuerdo contigo …
Solange comenzó a balancearse sobre mi polla empujándome lo más profundo dentro de ella. Al mismo tiempo toqueteaba las tetas de Magaly y trataba de apaciguarla con besos de hermanas. Por supuesto eran todas suposiciones mías, porque realmente no lograba ver nada más que el hermoso ojetillo del culo de Magaly.
Magaly comenzó a mecerse sobre mi boca mientras Solange trabajaba sus tetas y la abrazaba dándole muchos cachondos besos, yo intentaba de ponerla más cachonda desde abajo. Magaly incluso comenzó a restregar su apretado ano sobre mi boca, dejándome comer más su estrellita apretada que su estrecho coño.
Sofía no logró mantenerse de aparte y me montó a horcajadas sobre mi vientre, quedando en una especie de sándwich entre mis hermanas, las que se pusieron a tocarla abrazarla y jugar con sus agujeros, penetrándola con sus dedos.
—Supongo que para ti esto es compartir. ¿eh? …
Le criticó Magaly a Solange.
—Así es ... Y apuesto que te encanta …
Le respondió prontamente Solange.
—Bueno … Entonces a continuación lo hará conmigo … Me corresponde … —Dijo Magaly.
—Es justo … —Respondió Solange.
—No veo porque tenga que ser justo … Debería ser yo la próxima … —Reclamó Sofia.
—No … Solo tienes prioridad cuando él pueda dejarte preñada … —Explicó Magaly obviamente.
—Magaly tiene razón … —Confirmó Solange.
—Oh … Ya veo … Parece que se pusieron de acuerdo …
Dijo Sofia y acto continuó se giró y comenzó a besarse con Magaly. La competencia entre ellas dejaba de lado cualquier sutileza, pero tenía tres hermosos coños encima de mí, hacían cosas divertidas las unas con las otras, ¿A quién le podrían importar las sutilezas en momentos como estos?
Solange agarrada de las tetas de Sofía me follaba cada vez más fuerte, poniéndose más cachonda cabalgando mi polla. Si continuaba a hacerlo así iba a hacerme explotar otra vez en su coño. Su coño se contraía trabajando mi polla, como si estuviera impaciente de que mi semen de hermano la llenara completamente.
Intenté concentrarme solo en comerme el trasero de Magaly y no sentirme abrumado por el hecho de que estaban sucediendo demasiadas cosas juntas al mismo tiempo. En cierto modo funcionó. En realidad el culito de Magaly era delicioso, era una de esas cosas en que podía estar todo el tiempo del mundo, me sentí subyugado por la exquisitez y hermosura del culo de mi hermana.
—Ooohhh … Ummmm … Jesús mío … —Gimió Magaly.
—Estas bien, ¿verdad? … —Preguntó Sofia.
—Umpf … Gabriel va a hacer que me corra …
—¿Comiéndote el trasero? …
—Ah-ha … Umpf … Aaahhh …
—¿Y que pasa si te froto el coño también? …
No hubo ninguna respuesta, pero Magaly gimió más fuerte cuando Sofia ahuecó su mano sobre su coño pelado. Seguí lamiendo su suculento culo apretado y junto a Sofía hicimos que ella se corriera violentamente. Magaly se sacudió y su cara se distorsionó mientras venía golpeada por su exquisito orgasmo,
Magaly se sentó completamente en mi cara meciendo su orificio trasero sobre mi boca, probablemente sin pensar en lo que estaba haciendo. Mientras tanto, Solange me montaba con entusiasmo creciente. Ya no podía evitarlo. La golpeé con violencia antes de comenzar a correrme a mares dentro de su acogedor, cómodo y fraternal coño.
—Ssiii … Ssiii . Otra vez … Uhmmm …
Siseo Solange temblando entera, mientras seguía moviéndose y exprimiendo mi polla, y finalmente se calmó sintiendo que no podía estrujarme ni una gota más.
Las chicas no habían terminado conmigo. Continuaron a acariciarse y a besarse, luego de un rato Solange y Sofia se fueron.
Dormíamos en una mezcla desnuda y desordenada de tratar de descansar. Todos con diferentes grados de cachondez. Mientras pude me relajé y disfruté de todo. Era solo cuestión de tiempo antes de que una de las chicas volviera a atacarme queriendo tener más sexo conmigo.
***
Magaly reaccionó por primera. Ella me tomó de la mano y me llevo adentro con una linda expresión de decisión en su rostro. Incluso como reclamando posesión sobre mi persona. Esta vez nadie le iba a robar su momento conmigo. Todavía estaba molesta porque Solange se había anticipado a ella y me había sacado la última carga de semen. Pero la había observado cuchicheando con Sofía y Solange, todo me hacía suponer que estaba tramando algo.
Fuimos a la habitación de Solange y Sofía. Claro, ellas tenían la cama más grande de la casa, pero también esto indicaba que ella no estaba preocupada por la privacidad. No es que la privacidad tuviera mucho significado para alguno de nosotros en este momento.
—¿Acaso tienes algún astuto rollo? … —Pregunté extrañado.
—¿Qué te hace pensar que tengo alguna intriga astuta? … —Respondió Magaly como si nada.
—Bueno … No me has dicho que es lo que estamos haciendo …
—Sexo … Solo sexo …
—Bueno … Pero se me hace que algo tramas …
Mientras nos acercábamos a la cama, Magaly se detuvo, se giró y tomó mis manos en las suyas. Hizo un contacto visual firme, pero de algún modo tímido, luego a baja voz me dijo.
—Lo haremos en el trasero …
Enarqué mi cejas dubitativo y pregunté.
—¿Lo haremos? …
—Sí … Lo haremos …
Mi polla dio un respingo en el aire escuchando la determinación afirmativa de Magaly. Ciertamente no esperaba esto, pero después de haberle comido su trasero por largo rato, la idea se había insinuado en mi mente. Sonreí un poco bobamente ante la idea y la solemnidad con que Magaly me lo estaba pidiendo.
—Uhm … Me quieres en tu trasero …
Repetí emocionado y casi incrédulo.
—Sí … Sofia te tiene por su bebé … Solange ya te ha hecho correrte en su coño dos veces … Así que quiero ser la primera en tenerte en mi trasero … Y tienes que prometerme que te correrás en él …
—¿Uh? … ¿En serio? …
Ella asintió inexpresivamente y sin ningún atisbo de temor ni ganas de querer echarse atrás.
—Sí … Y lo haremos ahora … Antes que a Solange se le ocurra robarme esta ocasión …
—No creo que lo vaya a hacer …
—No … Ella tiene razón …
Dijo Solange que se había acercado a nosotros desde atrás, y agregó:
—Hazlo primero con ella, antes de que lo hagas con nosotras …
Gemí cerrando los ojos sintiendo el dedo de Solange que se deslizaba desde el surco de mis nalgas, dibujando la forma de mi espina dorsal.
—Solange es como una puta en celo cuando está caliente …
Dijo Sofia rodeando a Solange con sus brazos y apañando sus hinchados y pesados pechos, mientras besaba su cuello desde atrás, y añadió.
—Y esta semana está particularmente cachonda …
—Oh, por Dios … No digas eso …
—Pero, cariño … La verdad es esa …
—Uhm, está bien … Pero no tienes por qué decirlo …
Magaly esbozó algo como una sonrisa en su angelical rostro y se subió a la cama gateando y meneando su gracioso, harmonioso y apretado culito hacia mí. Luego apoyó la mejilla izquierda sobre el edredón y separando ligeramente sus rodillas, levantó sus posaderas blancas, donde se destacaba claramente el punto estrellado de color más oscuro que el resto de su piel, dígase, el engurruñado orificio del culo. Invitando a todo tipo de conjeturas de carácter anal en particular.
Me acerqué a Magaly, pero Solange y Sofia fueron más rápidas. Las dos saltaron y flanquearon el maravilloso trasero de mi hermanita menor, antes de que yo pudiera hacerlo. Sofía pasó casi sobre mí con una botellita de lubricante en su mano, Mientras Solange agarró el culo de Magaly con sus dos manos y procedió a besarla justo en medio al surco de sus nalgas.
—Hey … Eso es mío … Es el turno de Magaly, ¿recuerdan? …
Grité un poco exasperado.
—Hermano querido … No te preocupes … El tierno agujerito de nuestra hermana menor será solo para ti … Nosotras solo la prepararemos y calentaremos para ti … Después de todo, ella no ha hecho esto antes … ¿No es verdad Magaly? …
Dijo ceremoniosamente Solange. Magaly la miró un tanto sospechosa y añadió.
—Bueno, sí … Pero que tan difícil puede ser … Tú lo haces, ¿no? …
Solange se inclinó, abrió los glúteos de Magaly y le dio un sonoro beso justo allí.
—Sé que estás siendo un poquito recelosa en este momento … Pero no te preocupes y deja que tu hermana mayor se encargue de los preparativos …
—No estoy siendo nada … Pero ya me robaste el semen de Gabriel una vez …
—Hmmm … Celosa …
—Oh, cállate …
Solange era muy tierna y experimentada en el tratamiento del trasero de Magaly. Sofía se esmeraba en ayudar, pero Solange parecía no querer darle mucho espacio, más bien apoderándose del culo de mi hermana menor en forma casi territorial. Eso también fue superado y ambas compartieron el trasero de Magaly acariciándolo, frotándolo y masajeándolo, turnándose a besarlo y lamerlo.
Magaly gemía con los ojos cerrados, quería acercarme a ella para abrazarla y besarla. Pero eso habría implicado el perderme el espectáculo que estaban dando Solange y Sofia adorando el trasero de ella. Me estaba acostumbrando a un nuevo nivel completamente nuevo de calor y afecto con mis hermanas. Jamás antes había sentido esta excitación tan intensa con ninguna otra chica.
—Gabriel te va a ensanchar un poco este hoyito pequeñito …
Le dijo Solange penetrándola dulcemente con sus largos dedos.
—Eso ya lo sé …
Respondió Magaly sin abrir sus ojos. Solange insertó un tercer dedo dentro del apretado ano de Magaly, diciéndole.
—Nosotras te prepararemos lo mejor posible … Pero te cuidado …
—Por Dios, Solange … Me tratas como a una niña … ¿Acaso piensas que no puedo manejar esto? …
Sofía le dio una delicada nalgada a Magaly y le dijo.
—Por supuesto que sabrás como manejarlo, querida … Solange solo se comporta como la hermana mayor protectora …
—No estoy haciendo eso … —Reclamó Solange.
—Seguro que lo estás haciendo … Por eso te quiero, te amo y eres la más adorable de todas …
Replicó Sofia acariciando las pesadas tetas de Solange, quien se rio y trató de alejarla para poder continuar jugando con el trasero de Magaly, la que a baja voz dijo.
—Puedes protegerme si quieres …
Solange dejo sentir una especie de gruñido, sacó los dedos del culo de su hermana y procedió a lamerla. Pensé que esto se iba a prolongar. Me moví frente a Magaly donde tenía apoyada la cara al edredón y las manos aferrando las cubiertas. Ella se levantó felizmente y observó mi polla de cerca, la acarició amorosamente y susurró.
—Te chuparía con gusto … Pero quiero conservarte para mi trasero …
—Me parece justo … ¿Cómo estás? … —Pregunté acariciando sus cabellos.
—Con Solange que chupa mi culo …
—Lo sé y lo estoy viendo …
—Ni siquiera sé si te dejará tener tu turno … y el mío …
—Estoy seguro de que lo hará … ¿Deveras me quieres en tu trasero? …
—Por supuesto que sí … Tienes que ser mi primero … Sí … Siempre y cuando tu lo quieras …
—Ummm … Estoy impaciente … Es lo único que quiero …
—Te quiero a ti en mi … En modo especial … No hay nada de malo en ello, ¿verdad? …
—No … No lo hay …
(Continuará …)
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