Mi hija quiere ser gotica 11

Volvamos a dónde nos quedamos, Yasmin y Yo Llegamos a la casa alquilada cansados, yo por el viaje ella por el día en la playa, ella se baño, yo solo me enjuague la arena de la playa, antes de acostarse se lavo los dientes y yo la miraba pensando como iba a estar toda la semana con mi verga en su boca moviendo la como cepillo de dientes, nos acostamos y del cansancio nos dormimos.
Me desperté solo en la cama como a la media noche, abrí los ojos lentamente mientras se escuchaban gemidos desde el departamento de al lado, definitivamente todos íbamos a vacacionar y coger. Me levanté hambriento, fui directo a la cocina y mi bella hija ya estaba ahí, con la misma hambre voraz que yo tenía, sentada en la mesa del comedor con una camiseta grande. Me acerque y con total normalidad le di un beso en la boca, me daba un cosquilleo en el estómago besar a mi hijita, comimos unos sánguches de milanesa que habían quedado del medio día. Charlamos acerca del departamento, mientras que con cada gemido de la pareja de al lado nos mirábamos cómplices y reíamos. Terminamos, limpiamos todo, yo pensaba ir a dormir de nuevo, Yasmin creo que tenía otros planes. Estando en la pieza acostado, escucho que me llama desde la cocina, me levanto y me acomodo el bulto y voy pensando en que haremos mañana. Al entrar la encuentro sin la camiseta, con una tanga de playa negra, y sus pechitos al aire, mirandome con su carita tierna, me ponía la verga a latir de una manera descontrolada. Con un vaso de agua en la mano me pregunta con su suave voz:
-¿Querés un poquito de agua fría papi? Está haciendo un re calor.
-Yo: y si, con este calor hay que refrescarse.
Ella me mira, sonríe, y se tira algo de agua en su pecho, el frío del agua hace que se pongan de punta sus pezones, me acerco a ella, la tomo de la cintura y paso mi lengua por sus tetas firmes, la mezcla entra agua y sudor me encanta, ese gusto salado en sus pezones, mientras mi mano aprieta una de sus nalgas. Subo hasta su boca, nos besamos, la lengua de mi hija en mi boca me pone insanamente exitado. Ella me aleja un poco con su mano en mi pecho dejando la lengua afuera, un hilo de baba nos une.
Yo: me encanta como se ve la saliva cayendo de tu cara, algunas veces, por las noches cuando dormías, me acercaba a verte, con tu boca abierta mojando la almohada...
Yasmín: encerio papi? No sabía que te gustaba :3.
Toma de vuelta un poco de agua, hace buches en su boca y abre la boca, cae sobre ella la mezcla entre agua y saliva, lo suficientemente espesa como me gusta. Sus pechos impregnados de saliva...
Se da vuelta y apoyando sus manos en la mesada de la cocina me mira, con su mirada pervertida, tira su torso hacia adelante y levanta sus colita, con sus manos se abre las nalgas.
Me arrodillo, para empezar a lamer esos gruesos labios lampiños, humedeciendo el exterior y probando el interior con una acidez exquisita, tomo de las caderas y hundo mi cara entre sus nalgas, mientras mi nariz se clava en su ano, ingreso con todas mis fuerzas mi lengua a su interior caliente, siento como sus músculos anales se contraen y sus gemidos hacen que ponga toda mi energía en mover la lengua.
Cuando mi mandíbula ya se siente acalambrada me incorporo por detrás de ella, abro con mi dedo su vagina, y lubrico mi glande con sus jugos. Empiezo a penetrarla, en un Vaivén que ella disfruta, levanta su pierna y entiendo que quiere poner en práctica los años de clases de baile, gracias a ellos también tiene unas nalgas tan firmes.
Acomodo su pierna hasta mi pecho, y la sigo penetrando con ella totalmente estirada haciendo un split. Sus gemidos eran tan fuertes que competían con la zorra que era cogida en la casa de al lado. Mis músculos se cansan y ella ya le incomoda semejante posición, me tiró en el suelo para refrescarme, todo transpirado por el calor intenso, la leve brisa que entra por la ventana me refresca. Yasmín sin embargo sigue caliente, cuesta mantener satisfecha a una hembra tan joven, se me sube arriba , de espaldas a mi, tirando se torso hacia adelante, veo como su vagina va tragándose toda mi verga sin ningún problema, sus caderas se mueven arriba mío, cuando ya mi verga resbala lo suficiente adentro suyo, lubricada de tanto flujo, empieza a saltar arriba mío, gime fuerte como loquita, su cara orgásmica me pone en trance, ver a mi hijita cabalgando es incomparable.
Con una habilidad que no conocía, gira sobre mi verga, sin quitársela, y se pone de frente mío, su cara de placer es hipnotizante, se lleva las manos a la cabeza y como si supiera lo que pienso deja la lengua afuera, lo que intensifica sus gemidos y deja que su saliva caiga por su boca hasta su pecho, como una perra en celo, sube y se deja caer tirando su cabeza hacia atrás, vuelve a hacerlo, parece que le encanta sentir como mi glande empuja su útero hacia arriba, claro que ella controla cuanto lo empuja porque lo siente, yo seguramente me pasaría de la raya. La dejo ser, una buena puta sabe lo que hace. Y ella arriba mío llega a su propio orgasmo, con los ojos en blanco y una sonrisa de oreja a oreja, su baba cae por los costados de sus dientes apretados, mientras sus piernas se contraen al ritmo de su orgasmo. Pero yo sigo duro, se la saca y queda sentada con cara de cansada, yo me paro y pongo mi verga delante de ella. Abre la boca y le pasa la lengua a mi verga, la toma con su mano y empieza a mamar, tan tierna con sus ojitos cansados, empieza a lamerme las bolas y masturbarme hasta terminar acabando en su cara, con la lechita de papá en la cara se mete la verga en la boca, me mira y me guiña el ojo. Tan bonita succiona hasta las últimas gotas de mí semen. Se limpia el resto de la cara y también se la traga, ambos cansados nos vamos a acostar, se tira a la cama desnuda, yo me ducho rápido y voy a la casa. No pasan ni 5 minutos que termina dormida. La miro orgulloso de coger a una putita como ella y me acuesto a su lado. Todavía tengo unos días con ella a solas por las vacaciones de verano.