El señor de las golosinas y Cielo Riveros
por
Cielo Yamile Katherine Miriam Riveros caballero
género
hetero
El señor de las golosinas y Cielo Riveros
Tengo 42 años y me considero un adicto a la pornografía. Vivo en una pequeña finca a unos 10 km de una importante ciudad céntrica de la argentina. Soy un exitoso empresario y comerciante en esa ciudad y muy respetado por ello. He llevado a cabo casi todas las fantasías que estuvieran relacionadas al sexo; pero había una que últimamente consumía mis pensamientos. Esta era tener sexo con menores de edad; preferentemente niña.
Esto comenzó hace algo más de 10 años atrás. Navegando por la web descubrí que había otra parte más oscura. Así conocí la Deep web. En ella, encontré muchísimo materia de pedofilia; ya sean fotografías, videos, historias y textos informativos. Algunos de estos me serian de mucha utilidad en el futuro.
Tres veces por semana; a la finca iba una señora de unos 38 años para hacer los quehaceres domésticos. Sabía que esta señora era muy humilde y que trabajaba a destajo para mantener a su familia. Un día; esta señora llego acompañada por su hija y me dijo que por motivos de salud ella no podría concurrir más y que en su lugar vendría la niña.
Su nombre era Cielo Riveros y estaba por cumplir los 15 años. Tenía el pelo color castaño, ojos color miel y su cuerpo estaba ya totalmente desarrollado para su edad. La silueta de su cuerpo la ocultaba con ropa holgada; pero se notaba que poseía unos grandes pechos.
La primera semana, transcurrió con normalidad; solo hablamos lo necesario. Fue así que pude observar que a la adolescente le gustaban unas golosinas que solía tener sobre la mesa del comedor y que ocasionalmente tomaba algunos de ellos. Esto me hizo recordar algo que había leído en la web sobre como los traficantes de drogas captan a sus clientes. Así que decidí realizar un pequeño experimento.
Debo confesar, que nunca he consumido drogas a no ser que me fueran prescriptas por algún médico. Pero mi plan requería de drogas y por lo tanto, después de unas averiguaciones, las conseguí. El obtenerlas fue más fácil de lo que me imaginaba y por eso decidí hacerme de una buena cantidad de una vez de drogas ilegales como MDMA/éxtasis, marihuana y cocaína. También conseguí drogas legales como benzodiacepina y anfetaminas.
La primera fase de mi plan, consistía en adulterar las golosinas con una dosis mínima de MDMA/éxtasis. Sabiendo que Cielo Riveros las comería como era su costumbre sin pedir permiso y disimuladamente.
Coloque pequeñas cámaras de seguridad por toda la casa para así observar las reacciones de la niña ante la ingesta de las golosinas contaminadas. Durante la primera semana, la adolescente no tuvo cambios significativos en su comportamiento. Y en la semana siguiente, trate de entablar charlas casuales con ellas preguntándole cosas tontas al principio para después hacer la conversación más íntima y personal para conocerla más.
Para la tercera semana; aumente levemente la dosis de la droga. A partir de ese día si note algunos cambios. Cielo Riveros comenzó a comportarse algo más risueña y alegre que de costumbre; a la vez que parecía algo más desinhibida.
Para la sexta semana; ya conocía todo sobre la vida de la adolescente. Supe que su madre la coartaba demasiado y que debido a su enfermedad había abandonado la escuela. También supe sobre sus sueños y anhelos. Estos eran los de una niña común y me dio la pauta para dar el siguiente paso.
El primer día de la octava semana; Cielo Riveros llego como de costumbre y rápidamente fue hacia donde estaban las golosinas. Tomo alguna y las guardo en el bolsillo de su delantal de mucama. Para después tomar uno y llevárselo a la boca.
Fue en ese momento en que aparecí yo con una cámara filmadora en una de mis manos y una fotográfica en la otra. Cielo Riveros se sobresaltó ante mi presencia y rápidamente se dirigió al armario de limpieza para sacar lo que necesitaría para comenzar su labor diaria.
Mientras la adolescente comenzaba los quehaceres de la casa; coloque la filmadora sobre un trípode y la encendí enfocándola a ella. Tome la cámara fotografía y la capture indiscretamente en un par de ocasiones, para después decirle:
-Eres muy fotogénica Cielo Riveros – dije sonriendo
-Me sacó una foto señor? – deteniendo su labor y observándome
-Así es – dije – deberías de ser modelo porque eres muy linda
-Las modelos ganan mucho dinero -
-Jajajaja dice cada cosas usted – meneando su cabeza de lado a lado
-Estoy seguro que con otras vestimentas lucirías más bella
-Si mi madre me ve con la ropa que usan mis amigas me mata
-Mmm… se me acaba de ocurrir algo – dije – pero tendría que ser nuestro secreto
-Mañana en vez de venir aquí que te parece si nos vemos en el shopping de la ciudad. –
-Queeee… - asombrada por mi directiva
-Si – dije – te compro algunas prendas como las de tus amigas
-jajajaja… pero señor
-si peros Cielo Riveros… eres una linda niña y debes vestirte como tal
-eso sí… será nuestro secreto… considéralo con un regalo de mi parte – dije sonrientemente –
Me acerque a ella y le di un tierno beso en la mejilla que la hizo ruborizarse. Para después sacar una foto de nuestros rostros uno al lado del otro.
El adolescente trato de continuar con su labor de limpieza; pero los flashes de la cámara parecían incomodarle. Así es que comenzó a posar como si de una modelo se tratara con una gran sonrisa en su rostro.
Le ordene que se quitara el delantal y por unos segundos dudo en hacerlo; pero lentamente comenzó a desprender los botones y lo arrojo a piso giñando un ojo y sonriendo. Le indique algunas posiciones algo sugestivas las cuales realizo con total obediencia.
Cielo Riveros tomo otro dulce y le sugerí que se quitara el polar que traía y mordiéndose el labio inferior comenzó a quitárselo y con ella, la camiseta que llevaba debajo. Dejando a la vista su corpiño y sus grandes pechos. Al hacerlo; se cubrió con sus brazos y me dio la espalda. Nunca sabré si lo hizo intencionalmente o no; pero tampoco me intereso saberlo en ese momento.
Le dije que no debía sentirse mal en mostrar su cuerpo; ya que era muy hermoso y que todo en ella me resultaba hermoso. Con su rostro enrojecido por la vergüenza y algo de pudor, lentamente volvió a girar su cuerpo para así retomar la sesión fotográfica.
A partir de ese momento; no tuve que decirle que se quitara más ropa. Ella lo hizo por si sola. Después de quitarse las zapatillas deportivas; la adolescente comenzó a bajar lentamente su holgado pantalón, hasta que solo quedo en ropa interior. Cielo Riveros parecía hipnotizada por la lente, los flashes y por los efectos de la droga.
Volvió a tomar otra golosina y antes de que se la introdujera en su boca, le dije:
-te gustan mis golosinas especiales.
-Si… son muy ricas – dijo ella dudando de mis palabras –
-Que tienen de especiales? – pregunto la adolescente –
-Toma … prueba con esta – colocando en sus labios una pastilla de MDMA en sus labios-
-No la mastiques; trágala – le ordene-
-Qué es? – pregunto la niña después de tragar la píldora
-Es lo mismo que las golosinas pero mejor. Jejeje
-Es droga? – dijo casi susurrando
-Sí. Es éxtasis
-Me hacen sentir como si me fumara un porro.
-Así que ya has probado la marihuana – dije algo sorprendido –
-Jejeje – rio tímidamente – fume 2 veces el año pasado en la escuela
-Bueno – le dije – cuando quieras drogarte; tengo de lo mejor (abriendo un maletín donde guardaba la droga)
-Guau – exclamo Cielo Riveros al observar el maletín –
-Ahora continuemos – ordene – quítate el resto
Riendo; Cielo Riveros se quitó su corpiño y su calzón. Realice un par de tomas de ella; ahora totalmente desnuda. Le indique que se santera en el sillón grande y que se acariciara sus pecho; la adolescente obedeció y segundos después sus pezones se pusieron duros y erguidos.
Cielo Riveros elevo uno de sus pechos hacia su boca y con su lengua lamio su aureola y pezón; para después repetir la operación en su otro pecho. Continúo jugando con su cuerpo hasta que le indique que llevara una de sus manos a su entrepierna.
Cuando sus dedos tocaron su botón mágico; la niña gimió casi silenciosamente y continúo haciéndolo hasta que tuvo un orgasmo que grito descontroladamente y cerró sus piernas aprisionando su mano entre ellas.
Con la respiración entrecortada y el rostro enrojecido; Cielo Riveros cerró los ojos por unos segundos. Rápidamente me le acerque y la bese fogosamente en los labios. Esto la sorprendió al principio; pero me lo correspondió rodeando con sus brazos mi cuello.
Le pregunte si había visto a un hombre desnudo alguna vez y su respuesta fue que no. Así que me levante y comencé a quitarme la ropa. Mientras lo hacía; Cielo Riveros tomo la cama fotográfica y tomo algunas instantáneas de mí.
Se asustó cuando vio mi verga totalmente erguida y amenazante. No podía creer que mi herramienta midiera 26centímetros de largo y casi 8 centímetros de diámetro. Jocosamente; le explique que el tamaño de este se debía a una operación a la que me había sometido hacia unos años atrás, que ninguna de las mujeres con las que había estado se había quejado; al contrario, quedaban muy satisfechas. Pero lo que la asusto más fue cuando le dije que le entraría en todos sus agujeros.
Por unos minutos trate de calmarla; diciéndole que no la lastimaría. Pero como no lograba hacerlo, le obligue a que ingiriera una dosis pequeña de benzodiacepina y unas píldoras homeopáticas que ya había utilizado antes para aumentar la libido en mujeres.
Un fuerte trueno nos desconcentro por unos segundo. Se avecinaba una fuerte tormenta. Cielo Riveros quiso levantarse para así vestirse e irse a su casa; pero las drogas la hicieron trastabillar y volvió a sentarse sintiéndose mareada.
Tome el teléfono y le dije que llamaría a su madre para decirle que se quedaría en la finca hasta que pasara la tormenta o hasta el día siguiente.
-Hola señora Ana – dije por el aparato soy Pablo XXX
-Hay señor. Gracias por llamar – dijo un vos femenina del otro lado del aparato –
-Si – dije yo – Cielo Riveros está aquí conmigo. No se preocupe.
-Recién nos damos cuenta de la tormenta; es que decidí hacer limpieza en el sótano, se acuerda que le había dicho que lo haría. –continúe diciéndole a la madre de Cielo Riveros–
-Si si – dijo la señora – me acuerdo
-Aquí está muy fuerte la tormenta – dijo la madre –
-No se preocupe señor – dije – cuando calme la llevo a la ciudad; sino se queda aquí en el cuarto de huéspedes.
-No se moleste tanto señor Pablo – dijo la madre –
-No es molestia señora. Pienso pagarle extras por hoy – dije –
-Espere que le paso a Cielo Riveros así habla con ella
-Hola mami – dijo la niña – algo mareada y sollozando
-Si mami. Voy a hacer todo lo que me diga el señor – respondió después de unos segundos
-Recuerda tomar los medicamentos, mami – respondió Cielo Riveros
-Hola mami. Hola – dijo al interrumpirse la comunicación.
-Continuemos en lo que estábamos – le dije a la adolescente –
Cielo Riveros no dejaba de ver mi verga; que aunque había perdido su rigidez aún era grande. Me senté a su lado y charle con ella; tratando de calmarla. Ella me dijo que además de temer por la tormenta, también lo tenía por la monstruosidad que colgaba de mi entre pierna.
Le conté algunas anécdotas sobre mi verga y sobre mis amantes. Resulto que una de estas había sido su maestra el año anterior. Esto la hizo relajarse un poco y continuamos charlando y riéndonos por un rato.
Tímidamente; Cielo Riveros tomo mi flácida verga con una de sus manos acariciándolo. Aproxime mis labios a los suyos y nuestras lenguas se trenzaron en un apasionado beso.
Comencé a masajear sus pechos con mis manos; para después llevar una de ellas a su entrepierna y acariciar su vulva. Esta la hizo acelerar su respiración y comenzar a gemir levemente. Mi verga se irguió nuevamente ante las caricias de mi joven amante.
Descendí hasta su entrepierna y después separar sus piernas; lamí su vulva y su clítoris hasta que estuvo a punto de tener un orgasmo. Coloque mi ariete en posición para penetrarla y frote el glande por los labios vaginales vírgenes. Esto la hizo cerrar los ojos como esperando que la atravesara con mi herramienta hirviente.
Lentamente fui introduciendo mi verga en esa virginal concha. Cuando solo ingreso una cuarta parte de esta; sentí que su himen frenaba mi avance. Y con un pequeño empujes, la membrana cedió. Esto hizo que Cielo Riveros hiciera una mueca de dolor y emitiera un quejido casi inaudible.
Con más de la mitad de mi ariete dentro comencé a moverlo de adentro hacia afuera y pronto mi joven pareja empezó a gemir de placer. Finalmente mi verga se introdujo completamente y se lo hice saber. Cielo Riveros agacho su cabeza para poder ver y confirmar lo que le había dicho y dijo:
-Oh dios mío!
-La siento hasta en el estomago
Yo me reí por su comentario y continúe con mis movimientos. Cielo Riveros comenzó a gemir cada vez más aceleradamente y rodeo con sus piernas mi cintura. Esto hizo que mi penetración fuera más profunda aun.
La niña adolescente tuvo su orgasmo y yo trataba de aguantar el mío. Hice que se colocara en posición de perrito y la volví a penetrar. Empecé a masajear sus redondas y duras nalgas; para después dejar caer un poco de saliva en su raya anal.
Esparcí mi saliva con uno de mis dedos y frote su rosado anillo trasero. Ella giro su cabeza y me dijo que no lo intentara. Le respondí que solo estaba jugando y pronto la primera falange de mi dedo se introdujo. Esto, no solo la hizo gemir más aun; sino que lanzo un pequeño quejido.
Rápidamente, todo mi dedo entraba y salía de su ano al ritmo de mi penetración vaginal. Cuando ingrese el segundo dedo; Cielo Riveros arqueo su espalda y gimió más fuerte aun. Un nuevo orgasmo la invadió haciendo temblar su cuerpo; mientras yo me contenía a más no poder.
Le introduje tres dedos en su ano por unos segundo y al sacarlos dirigí mi verga hacia ese orifico. Al sentir mi glande en su ano; Cielo Riveros grito un largo y fuerte no que retumbo en toda la habitación. Se volteo hacia mí y pude ver como unas lágrimas rodaban por su mejilla mientras mi verga se iba introduciendo en sus intestino.
Detuve mi penetración cuando algo más de una cuarta parte ya estaba adentro. Lo hice para que su agujero se amoldara a su invasor. Le ordene a Cielo Riveros que se masturbara para así calmar la molestia.
Lentamente me fui introduciendo hasta hacer fondo y sentir en mis testículos la mano de la niña tocándose su vulva recientemente desflorada. Con suaves movimientos entre y Salí de allí en un principio para después hacerlo a toda marcha.
Un nuevo orgasmo sacudía el cuerpo de la niña adolescente y mi descarga se hizo inevitable dentro de sus intestinos. Los dos caímos agotados sobre la alfombra y Cielo Riveros no dejaba de agradecerme. Le pregunte el motivo de su agradecimiento y ella me respondió que era su cumpleaños número quince.
Permanecimos recostados sobre la alfombra por un rato tratando de recobrar el aliento. Cuando mi verga perdió rigidez y salió del ano de la quinceañera; esta emitió un profundo gemido quejido de alivio.
Me levante y tome el pequeño espejo donde prepare unas líneas de cocaína y se las hice inhalar a Cielo Riveros. En pocos minutos; esta recobro todas las fuerzas y con algo de dolor en su ano, nos dirigimos hacia el baño.
Hice que la niña se arrodillara en la bañera; de esta forma mi flácida verga quedo a la altura de su boca. Esta como se encontraba, ahora media unos 13 centímetros de largo y 5 centímetros de diámetros.
Cielo Riveros dijo que aún le parecía muy grande; a la vez que tomaba tímidamente mis testículos con una de sus manos y con la otra sujeto mi verga. Le respondí que en ese estado le entraría perfectamente en el último de sus agujeros vírgenes.
Primeramente se mordió su labio inferior para después de sonriera pícaramente se la introdujo en su boca. Le indique, que no debía usar los dientes y después de quitar mi verga de su boca volver a introducirla de la forma que le indique.
Me habían dado ganas de orinar y sin decirle, comencé a hacerlo dentro de la boca de la quinceañera. Esta; se sorprendió un poco y trago algo de mi orina, para después quitarse mi verga de su boca y así comencé a rociar su cuerpo con mi chorro caliente de líquido.
Al terminar de orinar, le ordene que volviera a metérsela en la boca; cosa que hizo inmediatamente. Mi verga entraba y salía de allí y lentamente fue agrandándose hasta que se irguió totalmente.
Por más que se esforzara; Cielo Riveros solo podía engullir algo menos de la mitad de mi verga. Trate de que se la tragara más aun sujetándole la cabeza y haciendo fuerza en cada envestida; pero cuando lo hacía se ahogaba. En uno de los tantos vaivenes de su boca sobre mi verga; llego a introducirse la tres cuarta parte y al hacerlo vomito lo que tenía en su estómago.
Abrir la canilla de la bañera y le ordene a la niña que se quitara toda su suciedad. Después de unos minutos, ingrese a la bañera y comenzamos a enjabonarnos mutuamente. Cielo Riveros comenzó a poner más énfasis en mi falo; para después volver a arrodillarse y así se engullo todo lo que pudo de mi verga. Sus movimientos fueron lentos al principio, para después ir ella misma aumentando el ritmo hasta que descargue una buena cantidad de semen dentro de su boca.
Trato de contener lo más que pudo de mi descarga dentro, pero aun así se le escapaba un poco por la comisura de los labios. Retire mi verga de su boca y le ordene que me mostrara el contenido de esta. Cielo Riveros abrió grande su boca, dejando ver el líquido blanco dentro de ella.
Recolecte lo poco de semen que había en su mentón con mi mano y se lo volqué en su boca. Después le ordene que se lo tragara; lo cual hizo poniendo la misma cara de asco que había puesto cuando orine dentro de ella.
Me senté en la bañera con la verga aun erguida empuñándola con una de mis manos. Le dije a la quinceañera que se sentara sobre mí y que se penetrara ella misma. Obedeció rápidamente y a medida que iba introduciéndose mis 26 centímetros gemía lentamente.
De esta forma comenzó a cabalgarme. Primero de forma suave para acostumbrarse a mi invasor; para seguir cada vez más rápido hasta que me hizo acabar nuevamente, pero esta vez en su útero adolescente. Al hacerlo; ella tuvo un orgasmo y nos besamos fogosamente.
Salimos de la bañera y nos secamos mutuamente; para después dirigirnos a mi habitación. Una vez allí; renové las sesiones fotográficas por unos minutos con Cielo Riveros recostada en mi cama y posando para la cámara.
Hice que ingiriera una píldora de MDMA/éxtasis; para después indicarle que volviera a mamarme la verga que se encontraba semi flácida. Mientras lo hacía; comencé a acariciar sus nalgas primeramente, para después ir introduciendo un dedo en su ano y después un segundo dedo.
Unos minutos después; con Cielo Riveros recostada boca abajo la penetre en su ano y cuando lo hice, ella volvió a gritar de dolor como la vez anterior pero esta vez no fue tan fuerte. No hizo falta que le dijera que llevara una de sus manos a su vulva y que se acariciara; ella lo hizo por si sola.
Inicie mis movimientos lentamente para ir aumentando el ritmo pausadamente hasta que descargue lo poco que me quedaba en mis testículos. Cielo Riveros continuo masturbándose y a medida que mi miembro iba perdiendo su rigidez saliendo de su ano; note como este palpitaba alrededor de mi órgano en señal de estar llegando a un orgasmo.
Aunque aún no había anochecido; los dos estábamos exhausto y nos dormimos profundamente hasta el día siguiente.
Mientras desayunábamos a la mañana siguiente; le entregue a la quinceañera un sobre en el cual había 500 dólares y varias píldoras de éxtasis. Le dije que era su regalo de cumpleaños, pero que no debía decirle a nadie sobre lo que había sucedido el día anterior. Ella lo acepto sonrientemente para después darme un cálido beso en la boca.
La lleve hasta la ciudad y cuando la madre nos recibió; le entregue a esta 200 dólares con la excusa de que la niña se había quedado haciendo horas extras en la finca. La señora Ana los tomo y me los agradeció, preguntándome si la niña se había portado bien. Algo burlón le respondí afirmativamente, para después despedirme deseándoles un buen fin de semana.
Durante ese fin de semana; se me ocurrió transformar el gran sótano de la casa en una mazmorra. Así que después de sacar todas las cosas que allí almacenaba inicie la planificación de como lo haría. También se me ocurrió darle un nuevo uso a algunas de las cosas que había sacado y que para ello debería modificarlas.
El lunes cuando Cielo Riveros llego para realizar los quehaceres domésticos y vio el desorden que había generado, pregunto qué había ocurrido. A lo que le respondí que estaba por hacer unas reformas en la casa para después de eso depositar en su boca una píldora de MDMA.
La quinceañera inicio sus labores como de costumbre y a media mañana; estando frente a ella, llamé a su madre para decirle; mediante una mentira creíble que requeriría de los servicios de la niña por unos días y que se lo retribuiría con una buena cantidad de dinero. La madre no tuvo objeción a mi pedido y después de unas recomendaciones finalice la llamada, diciéndole a Cielo Riveros que estaría toda la semana conmigo.
La mentira que le dije a la madre fue que había adquirido unos departamentos en la capital federal y que estos necesitaban de limpieza. La señora Ana que conocía de mis negocios inmobiliarios y que le abonaría una buena suma se lo creyó.
La niña continuó con sus labores; mientras que yo me dirigí a la ciudad para realizar unos trámites y unas compras. Regrese pasada la media tarde; con la camioneta cargada de provisiones y varias cosas más. Entre esas cosas, había un bolso que me había entregado la madre de la niña con algo de ropa para ella; pero que realmente no necesitaría.
Le dije a Cielo Riveros que dejara lo que estaba haciendo y que fuera a ducharse al baño principal ya que por el resto del día sus labores de limpieza habían terminado. La niña obedeció; pero antes me pidió si le podía dar algo de drogas para levantarle el ánimo. A lo cual le dije que se lo daría cuando saliera de bañarse. También le dije que en el baño encontraría la ropa que debería ponerse.
Más de media hora transcurrió cuando Cielo Riveros se presentó en el comedor vestida con un disfraz muy erótico de servicio doméstico y unos zapatos de taco aguja de casi 20 centímetros de alto para los cuales no estaba acostumbrada a usar. Estos no solo la hacían lucir más alta; sino que ya estaba casi a mi altura que es de 1.82.
-Ahora si – dije yo – jejeje (señalándole una líneas de cocaína que había preparado para ella)
-me siento una puta así – exclamo ella –
-Tranquila – respondí –
-Lo necesitaba – dijo después de inhalar dos lineas
-Ahora – ordene – límpiame la tranca. (exhibiéndole mi verga ya erecta)
La niña comenzó a succionar todo lo que podía de mi verga. Hice que se recostara sobre la mesa, pero previendo que la penetraría; Cielo Riveros me pidió que me colocase un condón porque le estaba por venir la regla y no deseaba quedar embarazada. Le dije que no se preocupara ya que eso no ocurriría porque cuando me sometía a la cirugía para agrandar mi verga; también me había realizado una vasectomía. Después de esto; le introduje mi miembro dándole una fuerte estocada en su vagina lo que la hizo gritar de dolor.
Bombee mi verga hasta que descargue mi semen y cuando ya casi finalizaba retire mi instrumento de su vagina y lo dirigí a su ano; el cual había estado dilatando con mis dedos. La quinceañera volvió a gritar de dolor y hasta quiso salirse de esa postura; pero mi mano la sujetaba fuertemente por la nuca aprisionándola contra la mesa.
Al cabo de un rato, volví a descarga mis testículos; pero esta vez en su ano. Hasta que mi verga no perdió su rigidez no la retire de allí y al hacerlo le di una fuerte palmada en sus nalgas que la hicieron quejarse.
Le ordene que me acompañara a la cocina ya que prepararíamos la cena. Al caminar la niña lo hacía de una forma dolosa e incómoda; no solo por los zapatos, sino que también por la reciente penetración de su ano.
Durante la cena; le di de tomar vino tinto al cual le había agregado anfetaminas y MDMA. Al finalizar la comida nos dirigimos a mi dormitorio; en el cual tuvimos sexo hasta el amanecer del día siguiente.
Durante casi el resto de la semana transcurrió de la forma en que relate en el final anterior. A excepción del día viernes; a partir de ese día muchas cosas cambiarían.
Casi había amanecido cuando me despertaron unos insistentes bocinazos provenientes de un vehículo fuera de la finca. Algo malhumorado, me levante a ver que sucedía. Afuera se encontraba mi amigo Eduardo; un tipo que en ese momento tenía 36 años.
Eduardo estaba histérico y muy exaltado. No dejaba de decir que había cometido el error más grande de su vida. Después de unos minutos logre que se calmara y que me contara lo que le había sucedido.
El me conto que volvía de viaje y que se detuvo para levantar a una mujer y su niña que hacían auto stop en la ruta, unos 100 kilómetros antes de aquí. Y que durante una parte del trayecto conversaron sobre cosas tontas. La niña le pidió a la madre algo de tomar; pero este le ofreció una gaseosa a la que le había colocado un medicamento que el usaba por orden médica, pero que lo había olvidado en ese momento.
Poco después la niña comenzó a sentirse mal y la madre empezó a agredirlo mientras conducía. Según Eduardo; detuvo el auto en la banquina y discutió con la mujer. Esto termino cuando mi amigo le propino un fuerte golpe y la mujer se desplomo golpeando su cabeza en una roca cercana. Llorando totalmente angustiado dijo que subió el cuerpo de la mujer al automóvil y vino para aquí; ya que esto había ocurrido no muy lejos de aquí.
Me acerque al vehículo y abrí la puerta del acompañante. Allí había una mujer de unos 40 años que parecía inconsciente y poseía un gran corte en su cabeza, del cual había emanado mucha sangre. Intente tomarle el pulso pero no lo encontraba; así que aproxime mi oído a su pecho y fue allí que me di cuenta que estaba muerta.
Abrí la puerta trasera y allí me encontré con una niña de unos 10 años que más bien parecía estar dormida. Verifique su pulso y en esta ocasión pude constatar que estaba viva; solamente estaba bajo los efectos del medicamento que le había suministrado.
Sabía que Eduardo además de ser mujeriego; tenía algunos problemas económicos. En más de una ocasión le había ofrecido mi ayuda en sociedad con sus negocios pero este siempre me rechazaba. Además de esto; el me debía un buena suma de dinero que siempre que se la reclamaba me daba alguna excusa o dilataba el plazo de entrega.
Mientras caminaba pausadamente hasta donde se encontraba mi amigo, fui ideando un plan para esta situación. De frente a él; le dije que madre e hija estaba muertas y que lo que había hecho me convertía en su cómplice. Le explique que yo me vería más afectado que el si se supiera todo; pero que lo ayudaría. Él se sujetaba la cabeza y trataba de negar todo.
Sabía que las cámaras de seguridad habrían registrado todo; inclusive la conversación que había mantenido con Eduardo y esto me serviría para chantajearlo. Busqué en la casa mi cámara digital y me dirigí al vehículo; allí fotografié los cuerpos de la madre y de la hija como si fuera un médico forense. Mi amigo observaba mientras caminaba de forma errática y perturbado alrededor del automóvil.
Retire el cadáver de la mujer; el cual coloque sobre una lona. Recordé que la finca tenía un viejo, profundo y seco aljibe. Este tenía casi 10 metros de profundidad y casi nadie sabía de su existencia ya que estaba lejos de la casa y dentro de un pequeño bosquecillo casi impenetrable.
Obligue a Eduardo a arrastrar sobre la lona el cuerpo sin vida de la mujer hacia el aljibe. Allí volví a comprobar sus signos vitales, para después revisar sus ropas y quitarle pocas las joyas que poseía. Por algún motivo, mientras lo hacia comencé a tener una terrible erección y esto me llevo a arrancas las ropas del cadáver.
El cadáver de la mujer tenía una buena figura. Sus pechos eran extremadamente grandes; lo que me hizo suponer que debía tener implantes. Una vieja cicatriz horizontal en su depilado pubis me hizo recordar que era la madre de la niña que aun yacía inconsciente en el automóvil y que esta había nacido por cesaría.
Separe las piernas de la mujer y me quite los pantalones. Eduardo al ver mis intenciones y las dimensiones de mi verga intento huir; pero lo detuve diciéndole que era tan culpable como él y que él sabía que jamás desaprovechaba a una mujer desnuda.
No sé si fue el pánico que tenia o por morbo que mi amigo se quedó observando como penetraba vaginalmente el cadáver. Unos minutos más tarde gire el cuerpo y lo penetre analmente. Esto me fue más placentero que cuando desflore el ano de Cielo Riveros y pronto descargue mi semen en el cuerpo sin vida.
Alenté a Eduardo a que hiciera lo mismo y como poseído por alguna entidad demoniaca se quitó su ropa y la penetro anal y vaginalmente. Mientras lo hacía; yo tome fotografías de esto. Mi amigo descargo tres veces su néctar; una fue en el ano, la otra en la vagina y la última sobre los pechos.
Después de esto; envolvimos el cuerpo con la lona formando una mortaja funeraria, la cual sujetamos con unas cuerdas para después arrojar el cuerpo al aljibe y regresar a la finca. Allí conduje hacia la casa a mi amigo; donde le di unas píldoras de benzodiacepina junto a un vaso de whisky. Minutos después; Eduardo se relajó y se durmió sentado en el sillón. Fui hasta la habitación y me cerciore que Cielo Riveros continuara durmiendo; pero empezaba a despertarse así que le dije que un amigo había llegado y no quería que la viera. Le dije que se quedara en la cama y que volviera a dormirse, cosa que hizo.
Aun me faltaba encargarme de la niña y que no tenía certeza de que era lo que había ingerido; pero sabía que tarde o temprano despertaría. Por suerte para todos aún estaba bajo los efectos del medicamento. Así que la cargue en brazos y la lleve a un pequeño almacén. Allí le inmovilice los pies y brazos. Para después amordazarla y cubrirle los ojos con una venda.
Tome los bolsos de la madre y de la niña que había en el auto y junto a las cosas que había recolectado del cadáver; los guarde en el galpón donde había colocado a la niña. Después de esto; limpie la sangre que había en el vehículo tratando de eliminar las últimas evidencias.
Era casi mediodía cuando termine todo y fui a despertar a mi quinceañera. Cuando lo hizo; le dije que se vistiera ya que la llevaría a su casa porque debía seguir hablando con mi amigo que ahora dormía en el sillón.
Antes de que se bajara de la camioneta, le entregue dos sobres; uno de los cuales tenía escrito su nombre y el otro el de su madre. En el de ella había 500 dólares y le dije que no se los gastara en tonterías y en el otro había 2000 dólares que su madre tomaría como le había dicho como pago por servicios extras de la niña. Después de darme un tierno beso en los labios y decirme que nos veríamos pronto, se despidió y entro a su humilde casa.
Regrese a la finca a esperar que mi amigo Eduardo recobrara la conciencia. Mientras tanto; hice un escrito en la computadora y edite los videos de seguridad, al igual que las fotografías. Era media tarde; cuando Eduardo se despertó y mirándome me dijo:
-Jejeje – ya sé porque te dicen tripo – tratando de ocultar lo ocurrido _
-Yo que vos no me reiría – sentencie
-Que pasa – dijo en tono gracioso – loco… amigo
-Pasa que si alguna vez me hubiera hecho caso ahora no estarías así – algo colérico mostrándole las fotos en que fornicaba con el cadáver –
-Pero … pero … - titubeando y asustándose al recordar lo que las fotos le mostraban
Le explique a mi amigo la situación en la que estaba metido; a la vez que observaba el video de las cámaras de seguridad. Le entregue una hojas en las cuales estaba escrito que él me cedía desde ese mismo momento el 60 % de todos sus negocios y que en un término de un año yo sería el dueño de ellos. Que a cambio de ello, guardaría el secreto del doble homicidio que había realizado y que además le entregaría una cantidad de dinero como para que empezara algo en otra ciudad.
También le explique las consecuencias que le traería el no cumplir o no firmar el contrato. Le dije que para algunas personas yo hacía días que no me encontraba en la ciudad y que podría presentar testigos de ello. Además de eso; le dije que yo había ocultado y destruido todas las evidencias que lo incriminaran a excepción de las fotos y video, los cuales guardaría como seguridad.
Al principio protesto y hasta trato de hacerme sentirme culpable por haber sido yo el primero que violo el cadáver de la mujer que había asesinado. Después se hizo al silencio por unos minutos para así comenzar a llorar desconsoladamente como un niño.
Lo deje solo por un rato; para que pensara en lo que debía hacer, pero no le perdí de vista. Así fue que observe como con las manos temblorosas tomo el bolígrafo y estampo su firma al pie del contrato. Tuvo que juntar mucho valor para levantarse del sillón y sin decir nada y con la cabeza gacha se marchó de la finca.
Ni bien se fue Eduardo; me dirigí al galpón donde se encontraba la niña. Esta ya había recobrado el sentido y se contorsionaba en el piso tratando de librarse de sus ataduras a la vez que lloraba.
Le quite la mordaza y la niña comenzó a gritar; pero una bofetada mía en su rostro la hizo callar. Acerque a sus labios un vaso con agua; la cual bebió desesperadamente. En el agua había disuelto una buena cantidad de barbitúricos; los cuales al poco tiempo la hicieron dormir nuevamente.
La lleve a la casa y no sabía porque; pero su rostro se me hacía conocido de alguna parte. Después de que la recosté en el sillón; comencé a investigar sus pertenecías y las de la mujer fallecida. Entre estas; encontré sus documentos identificatorios, algunas alhajas y dinero y también unas pequeñas libretas que parecían ser bitácoras de viaje. La anotación más antigua era de hacía casi tres años antes.
El nombre de la niña era Laura, tenía según sus documentos 10 años. Con los datos que poseía inicie una exhaustiva búsqueda en internet. En la website de missing children encontré la foto de la niña y la de la mujer fallecida que resulto ser su madre.
Hilvanando las páginas web y lo que estaba escrito en las bitácoras; descubrí que la madre de la niña la había dado en adopción siendo la niña recién nacida. El matrimonio adoptante era del nordeste del país; más precisamente de una zona que se la denomina la triple frontera. Al parecer; con el tiempo, la madre supo que había sido vilmente engañada por dinero y que la niña recibía malos tratos y fue a buscarla. Allí se produjo un altercado que acabo con la vida del matrimonio y la desaparición de la madre e hija. Según reportes policiales y las anotaciones; la mujer apuñalo a los padres adoptivos, hasta darles muerte; sustrajo todo lo material que pudo y se llevó a la niña que estaba muy golpeada. Descubrí también; que el caso había sido cubierto por los medios informativos y que mucha gente quedo involucrada por falsas adopciones, prostitución infantil y adulta ya que el matrimonio era familiares de políticos de la zona.
Tanto la madre como la niña; aun eran buscadas por las fuerzas de seguridad para dar parte en la justicia. Esto me otorgaba cierto poder de manipulación hacia la niña que decidí explotar.
Me despertaron los gritos de auxilio de la niña. Me acerque a ella sigilosamente y siseando le quite la venda de los ojos. Tardo un segundo en acostumbrarse a los rayos solares que ingresaban por los ventalles de la casa; pero al final pude ver los hermosos ojos celestes que tenía.
La niña al percibir mi presencia se calló y así permaneció al observar mi rostro. Comenzó a quitarle las ataduras de sus pies y manos. Mientras lo hacía; le dije que no debía tener miedo; que era un amigo de su madre y que esta la había dejado conmigo ya que había decidido rendir cuentas ante la justicia. Le dije que sabía todo sobre ella y lo que le había sucedido. Trate de ser lo más convincente posible; al mentirle sobre mi conexión con su madre y sobre la ayuda que le brindaría.
Laura se frotaba donde había tenido las sogas que la inmovilizaban y lo único que pregunto era por qué la habían atado y amordazado. Le respondí que había sido su madre la que lo había hecho y que lo hizo para que pudiera tener tiempo para alejarse, abandonándola. La niña sollozo brevemente.
Un leve rugido de su estómago me hizo pensar que la niña estaba famélica; así que prepare un abundante desayuno, el cual devoro con rapidez. Mientras lo hacía; le dije que la haría pasar como una sobrina lejana y después de darle algunas reglas sobre cómo debía comportase. Laura solo escuchaba y asentía con su cabeza todo lo que le decía.
Le mostré cuál sería su habitación y entregándole el bolso con sus ropas le dije que le acomodara como ella quisiera. La habitación poseía un pequeño cuarto de baño contiguo y las ventanas poseían rejas. Le dije que tendría que ir a la ciudad y que ella se quedaría en la habitación mientras tanto. Por seguridad; al salir cerré la puerta con llave desde afuera.
Durante el resto del día; observe por las cámaras de seguridad a la niña. Durante casi todo el día estuvo sentada contra una pared en posición fetal llorando y pensando. A la noche; le abrí la puerta y excusándome por haberla dejado tanto tiempo allí encerrada. Prepare la cena para después de comer volver a llevarla a la habitación y encerrarla.
El día lunes; cuando Cielo Riveros llego a la finca, no solo se encontró con la niña, sino que también había unos albañiles que había contratado para que realizaran los trabajos en el sótano. Note que Cielo Riveros sentía algo de celos por como trataba a mi seudo sobrina ya que trataba de estar con ella y enseñarles cosas tontas.
Los trabajos en el sótano tardaron más de 15 días y durante ese tiempo; como había obreros no tuve sexo con Cielo Riveros, pero si le administraba buenas cantidades de éxtasis, cocaína y marihuana.
El acceso al sótano se transformó en una especie de falsa pared con puerta secreta y su interior había unos sanitarios a la vista; ya que sus paredes eran de cristal. Había dos pequeños calabozos de 2 por 3 metros con sus correspondientes puertas metálicas y en el resto del área había lo que parecía ser una cama algo mayor que una matrimonial y una serie de extraños muebles y maquinas que habían sido modificadas para cumplir alguna extraña función. En una de las paredes había una estantería; en la cual había sogas, juguetes sexuales de todo tipo y tamaño; como así también frascos con aceites y cremas, medicamentos e implementos médicos varios. El lugar en sí, lucia como una especie de sala de operaciones y de torturas con aislamiento sonoro en sus paredes y techo.
Unos días después de que estuviera terminada la mazmorra; llame a la madre de Cielo Riveros y con un pretexto tonto la convencí para que la dejara pasar unos días conmigo. La llamada la realice sabiendo que Cielo Riveros estaba ya en camino hacia la finca y que no sabría que había hablado con su madre.
Unos minutos más tarde; Cielo Riveros llego a la finca y como de costumbre me pidió la administración de sus drogas, las cuales le di. Se notaba que la quinceañera ya era toda una adicta y que para recibir sus drogas haría lo que sea. No le importo inhalar un par de líneas de cocaína frente a Laura; a la que desde hacía unos días le administraba pequeñas dosis de MDMA y que se comportaba muy alegre y risueña.
Después de colocar en la boca de Cielo Riveros una píldora de éxtasis, le ordene que se quitara la ropa. Mientras lo hacía, le di a Laura una píldora de benzodiacepina; que con algo de temor la ingirió mientras observaba a la adolescente desnudarse. Sin objeción de su parte; la niña de 10 años permitió que le quitara su vestido floreado primeramente y después el resto de sus prendas hasta dejarla desnuda.
Tome de las manos a las niñas y las conduje hacia la mazmorra. Las niñas no entendieron el significado de lo que veían en la habitación. Hice que Laura se recostara sobre un mueble que parecía una camilla y desde allí observo como con unas sogas que había tomado comencé a maniatar a la quinceañera.
A Cielo Riveros; primeramente le realice lo que se llama “SHINJU o LAS PERLAS” en la jerga del bondage, esto consiste en sujetar los pechos haciéndolos más esféricos. Esto hace que la piel de los pecho se hagan más sensibles al tacto con cualquier cosa; como así también los pezones.
Con otro par de sogas; la posicione el cuerpo de la quinceañera en lo que también en el bondage se denomina “STRAPPADO”. Esto consiste en atar las manos y brazos por detrás de la espalda de la víctima, para luego elevarlas obligándola a que flexione el tronco, quedando sus manos por encima de su cabeza. Por ultimo; separe las piernas de Cielo Riveros y las inmovilice por los tobillos con un cepo metálico.
Tome de una mano a Laura y la conduje hacia donde se encontraba Cielo Riveros. Le pregunte a la niña que le parecía lo que había hecho y está riendo solo dijo que le resultaba raro. La quinceañera miro de una forma rara a la niña mientras le colocaba una bola mordaza en su boca; parecía como si intuyera que ese día seria el fin de las dos.
Volví a llevar a Laura hacia la camilla y esta vez la hice recostarse en ella. Diciéndole que esto era solo un juego, sujete sus brazos a cada lado del mueble; para después también sujetar sus piernas que permanecían juntas. Accionando un botón; las piernas de la niña comenzaron a separarse una de la otra, aunque esta intentara no podía evitarlo. En pocos segundos sus piernas quedaron semiflexionada y abiertas, como si estuviera en una camilla ginecológica.
Me coloque entre sus piernas y diciendo que dudaba de su virginidad ya que sabía casi todo lo relacionado a ella; la examinaría con un especulo vaginal, el cual le mostré. La niña comenzó a contornear su cuerpo tratando de librarse de las ataduras y a gritar. Esto último; me obligo a colocarle una bola mordaza en su boca.
Lubrique el aparato y lo introduje levemente para después abrirlo y de esta forma pude observar que aún tenía su himen intacto; lo cual me sorprendió. Se lo dice saber a la vez que retire el instrumento médico. La niña lloraba desconsoladamente y emitía gruñidos inentendibles. Tome dos balas vibradoras de la estantería y con la ayuda de cinta adhesiva coloque una sobre su vestíbulo vulvar y en su ano. Al encenderlos; la niña se contorsiono fuertemente como queriendo quitárselos y liberarse de las atadura.
Me quite la ropa; mientras lo hacía, le dije a Laura que cuanto más se resistiera peor seria para ella. Por unos segundos; la niña pareció tranquilizarse, pero cuando vio mi descomunal verga de 26 x 8 centímetros se asustó y comenzó a llorar desconsoladamente.
Me coloque detrás de Cielo Riveros; había presenciado en primer plano lo anterior y sin ningún tipo de juego previo ensarte mi verga en su vagina de forma violenta. La quinceañera soporto mi estocada; ya que estaba acostumbrada a mis envistes y la situación parecía haberla excitado un poco.
Me moví frenéticamente, sin importarme su dolor o placer. Mientras lo hacía; oprimíamás aun sus pechos cautivos por las cuerdas. Hice mi primer descarga en su útero e inmediatamente después retire mi verga aun erecta y se la introduje de forma igual de violenta en su ano. Esto la hizo chillar con bravura. Para cuando comencé a descargar por segunda vez; pude sentir como su esfínter se contraía sobre mi verga en señal de un fuerte orgasmo que la invadía haciendo temblar todo su cuerpo.
Le quite toda las ataduras a la quinceañera y después la hice sentaren una vieja silla de barbero. Sujete sus brazos en los apoyabrazos. En sus recientemente penetrados agujeros y de los cuales brotaba mi semen deposita; introduje unos vibradores en forma fálica y los encendí.
Me aproxime a la camilla en que se encontraba Laura. Parecía tener pequeños temblores en su cuerpo a causa de las bolas vibradoras y estaba relajada, como en trance. De un fuerte tiro quite las cintas adhesivas y con ello las bolas; esto hizo que su trance se interrumpiera y me mirara con preocupación y miedo.
Me sorprendió que la zona de su vulva, perineo y ano estuviera extremadamente humedecida por un líquido incoloro; pero con un fuerte olor similar al flujo femenino. Palpe y succiones sus pezones tratando de encontrar si ya había comenzado a desarrollar sus glándulas mamarias según los estados de Tanner.
Tome una jeringa y le inyecte una dosis de hormonas femeninas para que con ella se incrementara su desarrollo. Después de ello; la obligue a que aspirara por primera vez en su vida una línea de cocaína. El efecto de esta se notó enseguida calmándola.
Comencé a lamer su vulva y su ano; lentamente la niña comenzó a gemir susurradamente. Mi verga empezó a erguirse nuevamente y para cuando lo completo; la posicione entre los labios vaginales de la niña.
El primer intento de penetrarla la hizo sobresaltar y que gracias a que se encontraba bajo los efectos de las drogas no se resistió. En el segundo intento; solo mi glande si introdujo y aunque hubiera deseado penetrarla de un solo estocada; algo me decía que debería hacerle gozar su primera vez.
Mi glande y unos pocos centímetros se introducían en esa vagina infantil de 10 años. Laura había comenzado a gemir ante mis movimientos y en una de las veces en que retire completamente mi ariete; pude ver que la punta de esta estaba cubierta con algo de sangre.
Hice una breve pausa en la penetración de la niña; en la cual con la ayuda del especulo vaginal pude constatar que su virginidad ya no se encontraba. Esto me alegro y continúe penetrándola suavemente como lo había estado haciendo antes.
Pronto los gemidos de Laura comenzaron a incrementarse, al igual que su respiración. Segundos después de que ella comenzara a convulsionarse por su orgasmo; yo realice mi descarga de semen directamente dentro de su infantil útero.
Laura se desmayó poco después y pude escuchar mientras la desataba, como Cielo Riveros tenía múltiples orgasmos gracias a los adminículos insertados en ella. Lleve el cuerpo de la niña a uno de los calabozos y la encerré allí.
Fui donde se encontraba la quinceañera; que lucia exhausta y después de quitarle las ataduras; la conduje al otro calabozo.
Durante cuatro días, el modus operandi fue el siguiente. Las alimentaba, las drogaba y las sodomizaba a mi gusto y en distintas formas y posiciones. A mitad del últimodía; fui algo benevolente con Cielo Riveros, ya que debería de regresar a su casa. Por en cuanto a Laura; el calabozo se convirtió en su nueva habitación.
Durante esos días; mi amigo Eduardo se suicidó disparándose en la cabeza dentro de su auto. Dejo una escueta nota donde decía que debía mucho dinero y que ya no podía seguir viviendo con su cargo de conciencia. Personalmente me entere de ello cuando lleve a Cielo Riveros a su casa; pero no me sentí afectado por la decisión que tomo mi amigo.
Pero lo que si me afecto; fue enterarme al día siguiente que la madre de Cielo Riveros había fallecido a causa de su incurable enfermedad. Aclaro que no me deprimió esto; sino que sabiendo que la quinceañera totalmente adicta a lo que le suministraba, ahora debía hacerse cargo de ella y de su pequeño hermano ya que la madre la había emancipado legalmente y eso la hacía su tutora. También sabía; que la enfermedad les había endeudado mucho y aunque yo les entregaba una buena cantidad de dinero, este nunca les alcanzaba. En conclusión; la quinceañera era una bomba de tiempo muy peligrosa para mí y debía hacer algo al respecto.
Fui citado a declarar en la investigación del suicidio de Eduardo; ya que en algunos aspectos parecía raro como me había hecho yo con sus negocios. Yo me valí de algunos detalles técnicos legales para aclarar esa situación. De forma extraoficial; me entere que había encontrado restos de sangre de una persona que estaba sindicada como doble asesina hacia unos años atrás refiriéndose a la madre de Laura y que también había descubierto algunas huellas de la niña. Nadie se explicaba cómo habían llegado allí esas evidencias y que relación tenían con el suicido. Yo; por mi parte negué tener conocimiento de ello.
Cielo Riveros concurrió a mí; no solo por sus dosis de drogas, sino que también por algo de ayuda. Cuando fue, estaba acompañada por su pequeño hermano; un niño de 6 años y con un aspecto algo afeminado. Aunque los varones no me agradan, algo en el me llamo la atención.
Cielo Riveros me detallo los problemas no solo económicos que tenía; sino que también los de ser la tutora de su hermano. Mientras lo hacía; inhalo algunas líneas de cocaína para darse valor. Tuve que detenerla, ya que si seguía aspirando droga podría morir de sobredosis y eso si arruinaría no que estaba planeando.
Le dije a la quinceañera que en la ciudad dijera que yo cubriría sus deudas y que además le había conseguido un nuevo trabajo en otra ciudad. Después de pagar las deudas y de subir a mi camioneta las pocas pertenencias que tenían Cielo Riveros y su hermano nos dirigimos hacia la finca. Esta sería la última vez que alguien vería a Cielo Riveros y a su hermano Mateo en la ciudad.
Durante más de un mes, nos comportamos casi como si fuéramos una familia. Los poco e inusuales visitantes que tenía, jamás vieron a Cielo Riveros o a Mateo allí, ya que estos se escondían como habíamos pactado como condición a su permanencia.
Cielo Riveros y yo alimentábamos secretamente a Laura que permanecía en la mazmorra y ocasionalmente la sodomizaba levemente. Las inyecciones de hormonas que le aplicaba a la niña rápidamente le habían hecho florecer los pechos y al parecer el exceso de estas le hacía lactar. Además de las hormonas; a la niña se suministraba una droga hipnótica que acompañada de efectos audiovisuales dentro de su calabozo la transformaron rápidamente en una pequeña muy sumisa y pasiva niña.
Esto me dio la idea de hacer lo mismo con el pequeño Mateo; lo cual hacía con la excusa de que eran vacunas especiales. La mayoría de las veces, lo hice a escondidas de la quinceañera y cuando esta estaba semi inconsciente por las drogas; lo hacía frente de ella. Sabía que esto le ocasionaría problemas médicos al niño; pero no me importaba. Para mí era otra víctima de mis perversos juegos sexuales.
Un día; Cielo Riveros descubrió el poder de lactar que tenía Laura y se deleitó succionándole sus tiernos pechos. Yo observe eso gracias a las cámaras de video que también había colocado en la mazmorra. Raudamente me dirigí allí para presenciar ese espectáculo.
Al verme allí, Cielo Riveros sonrió cómplice hacia mí. Pero su sonrisa se borró rápidamente ya que vio que Mateo estaba conmigo. Talvez algo de instinto maternal afloro en ella al suponer que algo podría hacerle a su pequeño hermano y con una fiereza jamás vista en ella comenzó a atacarme con golpes de puño. Gracias a mis conocimientos de artes marciales; los eludí y la sometí llevándola al suelo. Allí la inmovilice con el peso de mi cuerpo y aplicando unas técnicas marciales hice que perdiera el conocimiento momentáneamente.
Para cuando recupero la conciencia; Cielo Riveros se encontraba suspendida en el aire sujeta por múltiples sogas que la hacían formar una X en el medio de la mazmorra.En su cuerpo poseía varias ataduras del tipo bondage; entre ellas el “SHINJU”, el “SAKURANBO” y el “KARADA”; estas estaban conectadas a las sogas que la mantenían en suspensión. En su ano le había introducido un "bondagehook"; que es gancho metálico que en la parte introducida poseía una esfera de 4 centímetros de diámetro y que en la parte externa se conectaba a una soga unida a su cuello. En su boca tenía puesto una “ballgag” como mordaza y en uno de sus brazos le había colocado una vía intravenosa; la cual le suministraba suero y medicamentos desintoxicantes. Inmediatamente comprendió que algo terrible le ocurriría y comenzó a llorar entristecidamente.
Le quite la mordaza para escuchar lo que intentaba decirme pero que no entendía. Suplico por su vida y dijo que haría todo lo que le ordenara sin impórtale nada; lo último que dijo fue que la matara de una vez y que acabara con su sufrimiento. Después de esto; volví a colocarle la mordaza.
Por primera vez, estando consiente. Presencio como desnudaba a su pequeño hermano frente a ella y le inyectaba una dosis de hormonas femeninas y de la droga hipnótica que utilizaba con Laura. Aunque esta vez la dosis eran algo más elevadas de lo que normalmente le aplicaba. Escucho como le explicaba las consecuencias de lo que estaba haciendo; pero no de los peligros que acarreaba esto.
Tome a mateo de una de sus manos y lo ayude a recostarse en la camilla ginecológica. Cuando el niño termino de acomodarse; su hermana observo que este tenía introducido en su ano un pequeño plug anal. También observo como lo retiraba y lo volvía a introducir sin que el niño se quejase de ello; demostrando que estaba acostumbrado a que le hiciera esto.
-Cómo te llamas – le pregunte al niño después de introducirle el plug anal
-Matilde – respondió el niño
-Y que eres – interrogue
-Soy una nena – volvió a responder
-Y las nenas que son – dije
-Somos unas putas – respondió sonriente mirando a su hermana.
Ayude al pequeño niño a bajar de la camilla y le ordene que se recostara en la gigante cama junto a la pequeña Laura y esperara. El infante obedeció tranquilamente. Comencé a explicarle a Cielo Riveros que mis intenciones no eran matar; no podía hacer eso con la primera de muchas niñas que se transformarían en mis víctimas. Que trataría de quitarle su adicción a las drogas de la misma forma que había lavado los cerebros de Mateo y Laura. Y que después de ello; la haría trabajar en uno de los negocios que me había adueñado de mi amigo Eduardo ya que este era un cabaret.
Mientras le hablaba; fui aplicándole algunos medicamentos en el suero intravenoso que lentamente le hicieron perder la conciencia. Cuando esto ocurrió; después de esperar unos minutos para asegurarme de su efectividad total, le quite todas las sogas, correas y artefactos que tenía. Después de esto; le coloque un chaleco de fuerza y la puse en el calabozo en que hasta hace poco había permanecido Laura.
Me dirigí a la cama donde me esperaban Mateo y Laura. La niña ya estaba acostumbrada a recibir casi más de la mitad de mi gran ariete en su vagina y a succionarlo. Pero su ano; al igual que el de Mateo aún permanecían vírgenes.
Le ordene a Laura que le enseñara al niño como mamarme la verga; que aunque se encontraba flácida aún tenía grandes proporciones. Sin decir nada, la niña tomo de una mano a Mateo y lo acerco a mi verga; para a continuación introducirla casi por completo en su boca. Rápidamente mi ariete comenzó a elevarse y Laura le cedió el lugar al niño que al principio lo hizo de forma algo torpe; pero enseguida mejor.
Yo estaba arrodillado en la cama; Mateo se encontraba en posición de perrito mamándome la verga y Laura estaba recostada a un lado del niño succionándole el pequeño miembro. Con una de mis manos comencé a quitar y volver a introducir el plug en el ano del niño de 6 años; mientras que con la otra masajeaba la vulva infantil de la niña de 10 años.
Sobre la cama había una variada colección de consoladores, vibradores y otros juguetes sexuales; todos de diferentes formas y tamaño. Reemplace el plug anal por un dilatador. Este consistía en 5 esferas continuas y escalonadas que iban de menor a mayor; la esfera principal tenía el mismo diámetro del plug anal y la mayor era de casi 6 centímetros de diámetro.
Al introducir la primer esfera Mateo ni se inmuto; pero a medida que introducía pausada y lentamente las siguientes cada vez de un tamaño mayor. Al ingresar una nueva esfera; el niño interrumpía su mamada para emitir un ahogado gemido sollozante.
Mientras tanto; a la pequeña Laura la sodomizaba con un vibrador de tamaño normal y podía oír los gemidos de esta iban en aumento. Un plug anal más grande que había estado en Mateo estaba dentro de la niña; este además tenía la propiedad de poder inflarse mediante una pera de goma; pero aún no lo accionaba.
Cuando al fin la esfera mayor penetro el ano de Mateo; hice que este se recostara boca arriba. Fue allí que note dos cosas. La primera fue su diminuto miembro erguido; este media unos 6 centímetros de largo y no llegaba al centímetro en diámetro. La segunda cosa que note; era que en sus tetillas, los pezones estaban erguidos y que de ellos pendía una pequeña gota de un líquido blancuzco; como si de calostro se tratara.
Lo último; lo atribuí a algún efecto de las hormonas que le inyectaba y supuse que el líquido era a consecuencia de ello, ya que en Laura había ocurrido algo similar. El cuanto al tamaño de su pene sabía que era normal y que con las hormonas no solo lo castraría químicamente; sino que también le reduciría su tamaño a futuro.
Se me ocurrió dejar que los niños copularan entre ellos a modo de juego previo. Le indique a Laura que se posicionara sobre Mateo y rápidamente no solo obedeció; sino que comenzó a cabalgarlo tranquilamente. Yo me dedique a observar esa escena y mientras lo hacia los interrogue brevemente.
-Les gustan lo que están haciendo?? – fue mi primer pregunta.
-Si – respondieron al unísono.
-La sientes mejor que la mía; Laura. – pregunte
-No señor… - respondió jadeando suavemente.
-Y cual te gusta más Laura
-La suya señor – respondió con una sonrisa en su rostro
Poco después; la niña de 10 años tuvo un orgasmo y cayó sobre el pecho del niño que continuaba bombeando su pequeño miembro dentro de la vagina de Laura. Inmediatamente le ordene al niño que se detuviera y que se colocara en posición de perrito; cosa que hizo rápidamente dejando a Laura recostaba boca arriba a un costado suyo.
Me ubique detrás de Mateo y en un rápido movimiento le extraje el dilatador de su ano. En el instante en que la última esfera salió; apoye la punta de mi ariete en el virginal ano infantil masculino. A medida que mi glande se iba introduciendo en el niño; este bufaba incansablemente y se quejaba de la intromisión. Si bien mateo intento repeler la penetración; no lo pudo hacer ya que lo tenía sujeto por su cadera y aunque no veía su cara; estaba seguro que estaba llorando.
Cuando mi glande estuvo completamente adentro de él; detuve por unos minutos la penetración para que su ano se amoldara a mi descomunal verga. Es corto tiempo; me sirvió para decirle palabras tranquilizadoras y de alivio.
Con casi la mitad de mi verga introducida; lentamente me fui recostando boca arriba en la cama. En ningún momento quite mi verga y en cada movimiento que hacia mantenía sujeto al niño de 6 años semi empalado.
La gravedad y el propio peso de Mateo completaron la total penetración anal ya que el niño se encontraba en un estado de catatonia sobre mí. Tres puntos de apoyo lo mantenían vertical a mí. Uno era mi verga; con la que se encontraba empalado. El segundo; era una de mis manos que fuertemente lo sujetaba por la nuca. Y el tercero; era mi otra mano que se encontraba en su entrepierna, que además aplastaba contra su cuerpo su pequeño miembro.
Comencé a moverme lentamente; pero lograr una buena coordinación en la posición en que estaba se mehacía difícil. Así que primeramente me incorpore; quedando sentado y con la espalda de Mateo apoyada en mi pecho. La mano que sujetaba su nuca; ahora rodeaba junto al brazo el tórax infantil.
No sé porque, pero me puse de pie y comencé a moverme con el niño empalado. Esta parecía una marioneta y mis movimientos se asimilaban a estar bailando una canción romántica. Después de unos minutos estando así; las ganas de vaciar mis testículos se hicieronevidentes y Me recosté nuevamente en la cama con el niño ensartado en mi verga. Poca después descargue mi semen profundamente dentro se los intestinos de Mateo.
Sin importarme el estado en que se encontraba el niño de 6 años, retire mi verga y pude ver con el ano infantil brutalmente dilatado iba cerrándose poco a poco y que dé el no solo brotaba mi esperma; sino que también algo de sangre.
Mi ariete continuaba aun erguido y aun me falta desvirgar analmente a Laura de 10 años. Hice que Laura limpiara mi verga cubierta de semen; excremento y sangre succionándola y lamiéndola. A la niña no le agrado mucho los sabores que mi ariete tenía; pero aun así hizo su labor.
Formamos un 69 recostados en la cama mientras ella se dedicaba a mi verga;yo lamia su vagina y además quitaba e introducía el plug en su ano. Después de unos minutos comencé a accionar la pera de goma; haciendo que el plug anal se fuera inflando para después desinflarlo. La niña de 10 años estuvo a punto de tener un orgasmo producto de mis lamidas en su vulva y juegos en su ano; pero lo interrumpí para llevarla hacia la camilla ginecológica.
Una vez ubicada la niña de 10 años allí y como el plug anal se encontraba inflado a la mitad de su tamaño; procedí a retirarlo. De la misma forma que hice con Mateo; ni bien extraje el adminiculo sexual introduje la punta de mi ariete en ese pequeño agujero rosado.
Al contrario que Mateo; Laura emitió un fuerte grito al sentir como mi descomunal verga se iba introduciendo en su ano forzando a su esfínter a dilatarse para recibirme dentro de sus intestinos. Con una de mis manos comencé a masajear su clítoris para que la niña retomara su clímax sexual.
Pronto; Laura comenzó a gemir a medida que le horadaba su pequeño trasero. Mis movimientos lentos y pausados favorecieron esto y en cuestión de minutos; toda mi verga entraba y salía de su ano.
No sécuánto tiempo estuvimos, pero la respiración de Laura; los temblores en sus piernas y los espasmos constrictores de su ano que sentía aprisionar mi verga dentro de ella, me hicieron saber que estaba a punto de tener un orgasmo anal antológico. Es por eso que aumente el ritmo de mis embestidas hasta que comencé a llenar sus intestinos con mi semen.
El orgasmo de Laura llego casi al mismo tiempo que descargaba mis testículos en su ano y eso agoto las fuerzas de la niña y las mías. Después de unos minutos; retire mi verga que comenzaba a retraerse del ano infantil.
Lleve a Laura y a Mateo al otro calabozo; donde los encerré, para después ir a mi habitación a dormir tranquilamente y exhausto por la faena realizada.
De las propiedades y negocios que me había adueñado extorsivamente de mi amigo Eduardo; realmente había dos que me interesaban. Uno era un boliche bailable y el otro era un prostíbulo o cabaret.
Los dos tenían mala fama por así decirlo y cuando tome el control de ellos pase a convertirme en algo parecido al personaje de Patrick Swayze en la película Road House o El Duro. En muy poco tiempo, logre que el boliche bailable se transformara en el lugar predilecto de los jóvenes de la ciudad y de la zona. En cuanto al prostíbulo; allí las cosas eran algo distintas ya que mi amigo había mal acostumbrado a las mujeres que allí trabajaban.
Allí; tome el toro por los cuernos como dicen y valiéndome de mi poder de dueño del lugar no solo impartí las nuevas normas del negocio; sino que les demostré a las mujeres quien era el que mandaba allí. Obvio esta decir; que catee a cada una de las meretrices cuyas edades oscilaban entre los 20 y 40 años.
La casi veintena de estas mujeres no solo demostraron hasta qué punto llegarían; sino que descubrieron el motivo de mi sobrenombre “tripo” o trípode. Varias de ellas llegaron a preferir hacer trabajos extras u orgias a tener que satisfacer mis deseos sexuales. Solamente una de estas meretrices disfrutaba de mis caprichos y además poseía un carácter especial que en poco tiempo la convirtió en mi mano derecha
Su nombre artístico por así decirlo es “Yoli” pero su nombre real es Jesica. Tenía 28 años y ella me conto sobre su vida pasada. Su historia era pornografía pura. Según me relato ella; a la edad 5 años descubrió el sexo y el incesto. A los 15 años huyo de su casa estando embarazada y así fue como ingreso en el mundo de la prostitución.
Un día; fui testigo de una discusión entre Yoli y una niña que supuse era su hija. Esta discusión termino con una fuerte y sonora bofetada de parte de la meretriz hacia la niña que instantáneamente después salió corriendo. Más tarde supe que la niña si era la hija de Yoli y que esta desde hacía ya un par de años se revelaba hacia su madre y no solo faltaba a clases; sino que en ocasiones se ausentaba del hogar. Además de esto; la niña solía ocasionar travesuras típicas de niños y otras no tanto.
Desde antes de que me hiciera cargo de estos negocios; había un grupo de políticos y empresarios hipócritas y moralistas que deseaban la clausura de los mismo. Sus ambiciones no cesaron con mi nueva administración aunque si disminuyeron los aprietes para llevar a cabo sus deseos.
El mismo día de la discusión entre Yoli y su hija; al prostíbulo concurrieron un par de estos empresarios y políticos. Sabía que eran clientes asiduos y me elogiaron falsamente sobre cómo había cambiado el local, la atención y precios. Ya conocía muy bien a estos hombres y hasta sabia cuáles eran sus fantasías sin cumplir.
Dos de estos hombres eran hermanos. Uno era el intendente municipal, tenía 52 años y se llamaba Alberto; el otro era diputado provincial, tenía 61 años y se llamaba Roberto. Hacía ya varios años que poseían estos cargos políticos y que permanecían allí gracias a las dadivas que entregaban antes de las elecciones. Ambos se hacían pasar por honestos empresarios y políticos; aunque no lo eran para nada. Tenían familia y asistían constantemente a la iglesia como si de un evento socia se tratara; al igual que concurrían al prostíbulo.
Sabiendo todo sobre ellos y como perjudicaban a mi negocio con sus ambiciones hipócritas y moralistas decidí erguir un plan para acabar con ello. Para ello necesitaría de un cómplice y nada mejor que Yoli ya que ella les aborrecía tanto como yo. Para ello debería de contarle sobre Cielo Riveros; Laura y Mateo. Así que la cite en mi finca con la excusa de una reunión sobre algo del local y que yo no podía ir hacia la ciudad.
Yoli llego puntual y mientras tomábamos un café charlamos cosas relacionadas al prostíbulo para lentamente ir relatando mi plan; pero obviando a los niños. La meretriz me escuchó atentamente y no solo acepto ser parte del plan; sino que, hasta inclusive sugirió algunos cambios que me parecieron correcto.
-A que chicas del CATY (así se llamaba el prostíbulo) piensas usar – pregunto
-A ninguna – respondí
-Entonces – dijo extrañada con mi respuesta
-Sabes cuales son las fantasías de esos tipejos – espete yo
-Si … las jovencitas pero…
-Así es – dije interrumpiéndola – niñas menores de edad
-Yoli – dije seriamente – si aceptas ayudarme; nos desquitaremos de esos tipejos
-Hace años que busco hacerlo – dijo fríamente y desconociendo yo el motivo –
-Bien - dije yo – no se tus motivos, pero quiero que sepas…
-Tripo – interrumpió ella – hay algo que nadie sabe y que debes saber
-Dime que es – dije yo
-Conoces bien a Alberto; el intendente
-Si –respondí
-Él es mi padre y Roberto; su hermano, es el padre de mi hija
-Guau… - sorprendido – enserio??
Como si se hubiera librado de una gran carga que tenía en sus hombros; me conto como su padre y su tío la llevaron a la situación en que se encontraba allí. Esto era toda una novedad para mí; que si bien ya conocía algo de su vida, no conocía los detalles más íntimos.
Después de que Yoli me revelara todos sus secreto y los motivos por la cual aceptaba ser mi cómplice. Decidí contarle más detalladamente mi plan y para ello golpee mis manos; esto hizo que se presentaran Cielo Riveros, Laura y Mateo totalmente desnudos en el comedor y que parecían acatar cada orden que les impartía con total obediencia producto de la programación mental a la que los había sometido.
La meretriz no se sorprendió ante la aparición de los niños; ni mucho menos se sorprendió cuando le dije que ellos serían usados en nuestro plan. Lo que si la impresiono fue saber sobre cómo cada uno de ellos llegó a mí y el hecho de que los haya sodomizado e hipnotizado tan fácilmente como le contaba.
Después de unos segundos de silencio; Yoli se levantó de la silla y comenzó a inspeccionar a cada uno de los niños como si fuera una doctora o alguien que está por comprar un vehículo. Lo que más le llamo la atención fue Mateo; que con 6 años parecía tener los pechos como los de su hija. Otra cosa que le llamo la atención del niño; es que su miembro no tan era diminuto como ella suponía (estando flácido como ahora, media 8 centímetros de largo y 2 centímetros de diámetros; esto se debía a que le colocaba una bomba de vacío para agrandárselo) y que gracias a la castración química de las hormonas ya casi no poseía testículos.
-No puedo creer que le hayas metido toda tu verga en el culo a este niño – dijo incrédula mientras le separaba las nalga e inspeccionaba el ano de Mateo -
–riendo respondí - La primera vez se me desmayo y hasta casi creí que lo había mataba cogiéndolo
-las hormonas le hicieron unas lindas tetas. – dijo mientras le apretaba fuertemente los pequeños pecho.
-Esto jamás lo había visto – dijo sorprendida al ver como de los pezones del niño salieron unos finos chorros de líquido producto del estrujamiento-
-Gracias a las hormonas; Laura y Mateo son lactantes –dije yo – jejeje
-Ósea que a esta también le das hormonas – pregunto Yoli señalando a la pequeña Laura –
-Así es. Cuando llego hace 9 meses atrás era plana como una tabla – explique yo –
-No se vos – dijo – pero yo en tu lugar ya las pondría a trabajar en el CATY
-Después de que solucionemos los problemas con Alberto y Roberto – dije yo – lo harán. jejeje
Después de esto; ordene a los niños que fueran a la cocina a preparar el almuerzo e invite a Yoli a quedarse. Durante el almuerzo; la meretriz me comento que deseaba que su hija de 13 años fuera igual de obediente que mis tres niños. Jocosamente le respondí que si estaba dispuesta a tomar el riesgo y la responsabilidad podría hacer algo al respecto.
Unos días después; a la finca concurrieron el señor intendente y su hermano el diputado. También estaba Yoli que se encontraba con un vestido ajustado de lentejuelas plateadas y un gran escote frontal; dejando ver parte de sus pechos adulto. Cielo Riveros vestía un pantalón y una remera ajustada que daba la idea que no poseía ropa interior. Laura llevaba un vestido infantil inusualmente corto y también parecía no tener ropa interior debajo. Mateo vestía un pantalón de jean y una remera; debajo de esta, tenía puesto una faja para disimular sus pequeños pechos. Esto lo hacía lucir como un niño normal.
Los dos hombres llegaron con motivo de una supuesta cena de negocios y cuando vieron a la meretriz y a los niños dudaron momentáneamente del motivo; pero aun así se quedaron. No me costó mucho hacerles creer que Yoli estaba allí porque se trataría el tema del prostíbulo y ella era mi mano derecha en ese lugar. En cuanto a los niños; les hice creer que eran unos sobrinos lejanos que estaban de paso y de vacaciones escolares.
En la cena no solo abundo una buena comida; sino que también el vino y bebidas fuertes. Los niños no bebieron alcohol; para ellos había una jarra de jugo que poseía una baja dosis de MDMA. Durante el transcurso de esta; los dos hombres ocasionalmente observaban a Cielo Riveros y a Laura de forma lasciva.
La finalizar la cena; le ordene a Mateo que fuera a la habitación y rápidamente las miradas de los dos hombres hacia Cielo Riveros y Laura se hicieron demasiado obvias para todos. Y fue Yoli quien hizo el primer comentario que desencadenaría lo siguiente.
-Estas niñas lucen mejor que las chicas del CATY – dijo la meretriz –
-Realmente si – le respondí –
-Pero son niñas aun – dijo Alberto hipócritamente –
-Y dudo que tengan la experiencia de ellas – comento Roberto –
-Yo a la edad de Laura - comento la meretriz – ya hacía tiempo que lo hacía.
-Y a la edad de Cielo Riveros tuve a mi hija – dijo –
-Tu caso es distinto – dijo Alberto con tono despectivo –
-Dudo que estas niñas tan bien educadas – dijo Roberto – sepan algo de sexo
-Porque no le preguntamos – dije yo –
-Buena idea – comento Yoli –
-Cielo Riveros ya has tenido sexo – le pregunte a la quinceañera
-Si Pablo – respondió –
-Y vos Laura? – dijo Yoli –
-Si – respondió la niña –
-Y con quien lo… – pregunto Roberto -
-Pero quien sería capaz de hacerles algo – interrumpió Alberto –
-Yo conozco a dos que hicieron lo mismo a una niña de 5 años – dijo Yoli –
Ordene a las niñas que se desvistieran para evitar lo que podría haber sido el inicio de una discusión familiar. Las niñas obedecieron y levantándose de la mesa comenzaron a quitarse las ropas. Los dos hombres miraban sorprendidos, extasiados e incrédulos.
Yoli se aproximó a las niñas y colocándose entre ellas con una sonrisa cómplice se quitó su vestido. Les explique a los dos hombres que sabía de sus reprimidas fantasías ocultas y que a cambio de un pequeño favor podrían llevarlas a cabo con mis niñas; pero lo que no les dije es que serían filmados y que esa filmación me serviría para extorsionarlos mas tarde. También le explique; que las dos niñas estaban controlados mentalmente para obedecer mis órdenes y las de Yoli en caso de ser necesario. La meretriz susurro algo a los oídos de las hipnotizadas niñas y estas obedecieron.
Cielo Riveros y Laura se aproximaron a los dos hombres y tomándolos de las manos los guiaron hacia los sillones. Allí comenzaron a quitarles sus ropas para después hacerlos sentar en los muebles.
Cielo Riveros se arrodillo entre las piernas de Roberto y comenzó a mamarle la verga. Laura hizo lo mismo pero con Alberto. Ambos hombres poseían unos miembros de tamaños regulares; de unos 15 o 16 centímetros de largo no más y parecían estar disfrutando mucho lo que las niñas le hacían.
Yoli y yo dejamos solos a los hombres con las niñas y nos dirigimos a la habitación principal; donde nos esperaba Mateo.
El niño se encontraba ya desnudo y recostado en la cama esperándonos. Le había prometido a la meretriz que vería como empalaba al niño con mi verga descomunal.
Le dije a Yoli que podía hacer con el niño lo que quisiera mientras me desvestía. La meretriz; rápidamente se abalanzo sobre Mateo y comenzó a succionarle los pechos hormonados del niños.
Yoli no solo succionaba las pequeñas tetas de Mateo; sino que también las mordía de una forma sádica haciendo que el niño no solo gimiera sino que diera pequeños quejidos. Mientras observaba ese espectáculo maquiavélico comencé a desvestirme.
Yoli me había contado que en su inicio en la prostitución y estando de siete meses de embarazo; tuvo un encuentro sexual con un transexual. Este no solo la hizo gozar de placer, sino que también de dolor ya que la golpeo de forma brutal. El ver como trataba al niño hormonado de 6 años me hizo creer que era una especie de desquite de ella hacia el género transexual.
Habiendo dejado los pequeños pechos de Mateo enrojecidos y marcados con sus dientes; la meretriz separo las piernas de este y comenzó a prodigarle el mismo tratamiento al miembro infantil que rápidamente creció hasta llegar a los 15 centímetros de largo y 4 de diámetro. La brutalidad de este tratamiento sádico y perverso hizo que mi verga se elevara a su máxima potencia y mientras observaba comencé a masturbarme lentamente.
Después de ensalivarse un dedo; Yoli lo introdujo violentamente en el ano de Mateo y este solo emitió un leve quejido. De la misma forma; poco después introdujo un segundo dedo y posteriormente un tercer dedo. El niño soporto estoicamente todos los tratamientos abusivos de la meretriz y a cambio aumentaba el nivel de sus gemidos.
-Creo que ya le abrí bien el culo – dijo Yoli colocando a Mateo en posición de perrito y separándoles las nalgas para que pudiera ver el trabajo que había realizado en el ano infantil –
-Si – dije yo acercándome y apoyando la punta de mi ariete en ese rosado orificio – creo que con eso alcanza
-AAAAGGGHHHH – pronuncio el niño cuando más de la mitad de mi verga se introdujo en el -
-Guau - exclamo la meretriz – de una le metiste hasta la mitad.
-Jejejeje – reí yo y dije –y ahora el resto – dando un empujón final e introduciendo toda mi verga dentro del niño –
-Conozco al dueño de un cabaret de travestis – dijo Yoli– que pagaría fortuna por tenerlo en su negocio
-Después hablaremos de eso – dije yo mientras comenzaba a moverme entrando y saliendo de Mateo -
Con un poco de ayuda de la meretriz; me recosté en la cama sin quitar mi verga dentro del niño; para que este me cabalgara.
Yoli se colocó sobre Mateo y guio los 15 centímetros de su verga hacia su vagina para que la penetrase.
En esta posición comenzamos a movernos frenéticamente hasta que los tres llegamos a nuestro clímax y acabamos casi al unísono.
Yoli y yo volvimos al comedor una vez que finalizamos y nos encontramos que los dos hermanos políticos se estaban vistiendo para después retirarse de la finca prometiendo que con la atención que habían recibido no volvería a tener problemas con mis negocios.
Al día siguiente de la cena en la finca (leer el capítulo anterior) descubrí que la hija de Yoli espiaba lo que ocurría en las habitaciones del prostíbulo a través de unos pequeños ventilas que poseían en el techo.
Silenciosamente me le acerque sin que me notara y cuando me descubrió intento escapar; pero no pudo ya que la sujete de uno de sus brazos. La calme diciéndole que no diría nada a su madre y que ahora sabía cuál era el motivo de algunos ruidos raros que sentía en el techo.
La niña convencida por mis palabras me sonrió pícaramente y nos presentamos. Su nombre era Lorena, tenía 13 años, su cabello era castaño, largo y lacio, sus ojos eran de color marrón y el típico cuerpo de una niña de esa edad. Pero lo que más me gusto de ella, era que poseía un pequeño lunar cerca de la comisura de sus labios del lado derecho; lo cual la hacía lucir hermosa para mí.
Le pedí a Lorena que me acompañara a mi oficina para charlar tranquilos. Algo extrañada por mi oferta acepto y me acompaño. Al ingresar a esta; se sorprendió al ver que en esta había varios monitores de TV que reflejaban lo que sucedía en cada lugar del local, incluidos los dormitorios.
-Se ve mejor acá – dije yo – que en los ventilas
-Guau… si – respondió la niña –
-Tráiganme una taza de café y un vaso de gaseosa – dije por el intercomunicador del escritorio – no tengo apuro
-Si Pablo – se escuchó la voz de Yoli del otro lado del intercomunicador -
-Bien Lorena – interrogue yo – desde cuando espías los dormitorios?
-Hace 3 o 4 años – respondió – perdón
-Cuando llegue aquí – volví a interrogar – me espiaste también?
-Mmm … no – dijo la niña – es que me había escapado unos días
-Bien … y por qué lo haces – dije –
-Espiar o escaparme – respondió algo risueña -
-Las dos cosas – dije –
Por unos minutos charlamos tranquilamente. La niña me dijo que su actitud se debía a que deseaba experimentar cosas de la vida; cosas que su madre no le dejaba hacer por considerarla una niña aunque ella sabía todo lo que había hecho su madre anteriormente.
El hablar y las expresiones que hacia Lorena me demostraron que para sus 13 años era una niña muy madura, inteligente y emprendedora. Pero que se sentía sola y se aburría si debía llevar la vida de una niña de su edad.
La conversación fue brevemente interrumpida por el ingreso de su madre casi desnuda a mi despacho con lo que había solicitado. Yoli se sorprendí y se molestó al ver a su hija conmigo; pero después de aclarar la situación y de cómo Lorena estaba allí, su enojo desapareció ya que esta pensaba que su hija había vuelto a escaparse.
Hice que Yoli se quedara y fuera participe de la conversación con su hija. Creo que la niña me veía como un confesor y hablaba atravesó de mi para explicarle a su madre sobre su conducta. La madre escuchaba y también daba sus motivos pero de frente a su hija. Lorena expreso su conocimiento sobre los pocos secreto que tenía su madre para con ella; incluyendo la identidad de su padre biológico; también de como esos secretos la hacían sentir. Yoli prometió que no guardaría ningún secreto para con su hija; como así también darle la libertad que ella deseaba. Las lágrimas dieron paso a las risas y parecía que ahora madre e hija se entendían una con la otra.
La conversación fue larga y agotadora para los tres. Los monitores reflejaban que el local estaba lleno de cliente; pero le dije a Yoli que se tomara la noche libre para que junto a su hija fueran a su casa a descansar. La meretriz agradeció mi ayuda y mi actitud recordando lo que me había comentado cuando le presente a mis niños expreso:
-Con o sin drogas; usando ese pijo que temes o no siempre logras lo que quieres – dijo risueña mientras abrazaba a su hija –
-Jejejeje – reí y dije – gracias Jesica –
-Como es eso – pregunto la niña –
-En casa – dijo Yoli abriendo la puerta del despacho– te lo cuento, vamos
-Bueno – dijo la niña caminado delante de su madre -
Al día siguiente; Yoli volvió al prostíbulo parecía más relajada y con mucha energía; aunque pude ver también que poseía una ligera marcha de ojeras. La meretriz me conto que hablo con su hija sobre lo que había quedado pendiente de explicar el día anterior y que la niña quedo no solo sorprendida; sino que quedo tan excitada que tuvieron su primera relación lésbica incestuosa.
El relato que la meretriz me hizo fue tan excitante que casi obligo a esta a tener sexo en ese momento. Esta hábilmente me calmo prometiéndome que el día domingo iría a la finca con su hija para algo más que presentarles a mis niños.
El día domingo; Yoli y su hija llegaron a la finca. Después de saludarnos conduje a ambas a la mazmorra. Allí se encontraban Cielo Riveros, Laura y Mateo desnudos y cada uno en una postura o aparato distinto.
Cielo Riveros se encontraba sentada en una bicicleta fija; la cual había sido modificada para que al accionar los pedales dos barras metálicas subieran y bajan sincronizadamente introduciendo en su ano y en su vagina unos consoladores que poseían en su extremo.
Laura; al igual que Cielo Riveros poseía en su cuerpo un arnés corporal de sogas que se llama “KARADA” en la práctica del vendaje. Además; en sus pezones tenía colocado unas pequeñas pinzas metálicas que estaban unidas entre sí por una fina cadena plateada. En el medio de esta cadena había otra sección de la misma que sujeta a otra pinza metálica que aprisionaba su clítoris. Además se encontraba en posición de “STRAPPADO” (bondage) y tanto en su ano como en su vagina tenía insertado unos vibradores.
Mateo se encontraba contra una pared atado sus brazos y piernas por separado y abiertos, dejándolo totalmente expuesto y vulnerable en forma de X. esta posición se denomina “SPREAD-EAGLE” .En su miembro viril tenía colocado una bomba de vacío; que junto a los sacaleches que poseía en sus pechos hormonados lo succionaban con fuerza.
Madre e hija quedaron sorprendidas; en esta primera visita a mi mazmorra, por como trataba a los niños. La visita de Yoli y su hija Lorena se debía a varios motivos, estos era:
-Yoli me había pedido ver como hacía para cambiar la personalidad de los niños y que además deseaba aprender sobre mis técnicas.
-Lorena después de tener su primera relación sexual lésbica incestuosa con su madre unos días antes había decidido seguir los pasos de su madre e iniciarse en la prostitución con la ayuda y aprobación tanto mía como de la madre.
-Aunque Yoli ya había tenido relaciones sexuales conmigo y conocía las dimensiones de mi herramienta considero que yo era la persona indicada para desvirgar a su hija Lorena y así iniciarla no solo en el sexo; sino en todo lo relacionado a ello.
-Lorena cuando supo por su madre de mi descomunal tamaño viril deseo y le pidió a su progenitora que yo fuese su primer hombre; ya que la niña, por lo poco que me conocía ya me consideraba como su amigo y confidente.
-Yoli deseaba poder estar una vez más con el pequeño Mateo para sodomizarlo a su gusto.
Estas habían sido las excusas que la meretriz madre me había dado unos días antes para evitar que la poseyera con locura cuando me relato su encuentro sexual con su hija de 13 años.
-Bienvenidas a mis mazmorras – dije yo – aquí todo es posible
-Guau… huele mejor que en el CATY después de una orgia – exclamo la meretriz –
-Guau… huele a mucho sexo – acoto la niña –
-Gracias – respondí –
-Ustedes están aquí para aprender y obedecer – dije seriamente –el único que puede estar aquí vestido soy yo, así que
-Bien… - dije – aprenden rápido – observando como madre e hija se desnudaba rápidamente -
-Aquí no importa si las lastimo o no – dije con tono enérgico – aquí el dolor es placer
-Okey Pablo – respondieron a ambas a la ves –
-Aquí adentro me llamaran AMO – grite – entendido
-Si AMO – respondieron ambas
-Antes de empezar con ustedes – dije – me ayudaran a guardar a las otras.
Me dirijo a donde se encontraba Cielo Riveros que tenía todo su cuerpo transpirado y lucia extremadamente agotada. Detuve la máquina y le ordene a Lorena que liberara sus manos que estaban dentro de unos guantes de boxeo y estos estaban sujeto al manubrio.
Yoli y yo quitamos las piernas de Cielo Riveros que se encontraban dentro de unas botas de sky y que a su vez estaban unidas a los pedales del aparato. Al ser liberada, el cuerpo de la quinceañera cayo inconsciente sobre la meretriz que si no la hubiera sujetado habría caído al piso. Le indique que la llevara al calabozo; cosa que hizo inmediatamente.
Lorena y yo procedimos a desatar a la pequeña Laura para después de retirarle los vibradores que tenía insertados en sus agujeros sexuales llevarla al otro calabozo y encerrarla.
Desate a Mateo y le quite los sacaleches de sus pechos hormonados para después recostarlo en una camilla y ordenarle que se quedara allí.
Realice un correaje “SHINJU”en la meretriz para después realizarle un arnés “KARADA”y al finalizar ordenarle que se centrara en una especie de pequeño potro de gimnasia que estaba amurado a la pared. Con la ayuda de su hija Lorena sujete sus brazos y piernas a la pared. A través de un acceso especial que tenía el potro donde estaba sentada Yoli introduje dos pequeños vibradores que a su vez ingresaron en su cavidad anal y vaginal.
Antes de colocarle un “ballgag” en la boca de la meretriz; le pregunte hasta donde deseaba que llegara con su hija.
-Hasta donde ella quiera y más. – respondió -
Después de esto lleve a la pequeña de 13 años hasta la camilla ginecológica y después de ubicarla en posición le realice un breve examen para constatar su virginidad mediante el uso de un especulo médico.
La felicite por mantener aun intacto su himen mientras la ayude a bajarse de la camilla para después colocarle un antifaz ciego en los ojos tapando su vista.
Me quite la única prenda que tenía puesta y que era un mono de vuelo. Accione los vibradores de Yoli y tome de la mano a Lorena para guiarla hasta la inmensa cama que estaba frente a la meretriz.
Le di un tierno beso en la boca a la niña para después hacerla arrodillarse ante mí. Le ordene que abriera la boca para así introducir mi flácido miembro.
Enseguida la niña comenzó a mamarlo como toda una experta; así que la detuve y le pregunte:
-Tu madre te enseño a hacerlo? - dije yo –
-No amo; aprendí sola – respondió
-Como es eso – interrogue –
-Es que hay un chico en la escuela que gusta de mi… - respondió ella -
-Ósea que tienes un noviecito – dije yo algo enojado interrumpiéndola –
-No amo. No es mi novio. – dijo ella –
-Entonces – dije – explícate
-Él es más grande y dice a todos que gusta de mi pero no es verdad – dijo –
-Se la chupo por que el me chantajea con delatarme en la escuela – dijo Lorena –
-Cuantos años tiene y por qué te chantajea – pregunte –
-Tiene 15 años y él sabe que soy yo la que lanza bombas fétidas en la escuela y hago otras travesuras, como escaparme. – respondió -
-Y desde hace cuánto le mamamas la verga – pregunte –
-Desde principio de año, amo – dijo Lorena –
– dije yo enérgicamente – después recibirás un castigo por no haber dicho esto antes.
Introduje mi verga que ya comenzaba a erguirse en la boca de Lorena; para que esta reanudara su labor. La niña no podía engullirse toda mi verga, solo se tragaba la mitad de esta: pero al fin y al logro su objetivo.
Realice mi descarga de semen en la boca de la niña de 13 años y está al recibirla no se ahogó como lo haría cualquier niña novata. Como toda una experta se tragó mis líquidos sin dejar rastros de ellos.
Con mi verga aun rígida; hice que la niña se colocara en posición de perrito y así comencé a lamer su ano lenta y suavemente. Mis lamidas pronto la hicieron gemir.
Ensalive uno de mis dedos y lentamente se lo fui introduciendo en su ano. Lorena se quejó de esta intromisión pero aun así seguía gimiendo. Hice que mi dedo entrara y saliera de ese pequeño y virgen agujero trasero por unos cuantos minutos y cuando la niña estaba por tener su primer orgasmo le introduje un segundo dedo. Esto la hizo crispar y arqueo su espalda levantando su cabeza.
Jocosamente le dije que solo eran dos de mis dedos y que se imaginara mi verga. Juguetee por unos minutos más para después introducir un tercer y último dedo para así dilatarle el ano.
Deje caer abundante lubricante en el trasero de Lorena y dentro de ella. Cuando la niña estaba a punto de tener su segundo orgasmo; me coloque detrás de ella y dirigí mi verga hacia su dilatado ano.
Con un pequeño pero leve empujón; mi glande y un par de centímetros de mi verga se introdujeron en sus intestinos. Esto le hizo dar un fuerte grito de negación; a la vez que elevo su cabeza y la giro hacia mí como intentando mirarme, cosa que no podía hacer por su antifaz.
Recién; cuando toda mi verga se perdió de vista dentro de la niña de 13 años, le quite el antifaz y tomándola de los pelos hice que primero se observara en el gran espejo de la pared, para después mirara el cuerpo de su madre que temblaba gracias a los vibradores que había dentro de ella.
-Realmente quieres ser prostituta como tu madre – grite meneándole la cabeza –
-Si amo. – respondió sollozando – quiero ser prostituta como mi madre.
-Porque?? – pregunte yo mientras retiraba un poco mi verga y dando una fuerte estocada la volví introducir –
– se quejó Lorena - Porque algún día, mi padre y mi tío querrán estar conmigo… - y dijo -
-Y cuando me estén cogiendo les diré quien soy; así le da un infarto y se mueren esos hijos de puta.
-Escuchaste Yoli – dije yo –
-Eso lo vamos a arreglar después – le susurre al oído -
-Aaahhhiiii – pronuncio la niña –
Poco a poco; los quejidos de la niña de 13 años se fueron convirtiendo en gemidos. Cambiamos varias veces de posición y cuando su cuarto orgasmo llego también descargue una nueva cantidad de semen; inundando sus tripas.
Deje que Lorena descansara unos minutos; para así desatar a su madre que parecía estar a punto de desmayarse.
Yoli me comento que jamás en su vida había tenido tantos orgasmos como los que había tenido minutos antes. La meretriz me dijo también; mientras observaba al pequeño Mateo recostado en la camilla que no deseaba sodomizarlo ese día, pero si tener sexo con él y con algo de privacidad. No tuve objeción a su pedido y le dije que usara una de las habitaciones de huéspedes. Yoli despertó dándole unos tiernos besos al pequeño transexual hormonado de 6 años y lo condujo tomado de la mano a otra habitación.
Volví a la cama, donde Lorena permanecía en posición fetal y comencé a besar sus hombros para después dirigirme hacia su rostro y besarla apasionadamente.
Mutuamente y con suavidad; comenzamos a acariciarnos. Cuando una de sus manos llego a mi flácida verga; la niña no pudo evitar bajar su mirada y exclamar asombrada por las dimensiones de esta.
Las caricias continuaron; en especial la de mis dedos sobre el clítoris de Lorena. Formamos un 69; para así de esta forma, yo lamerle la vagina y ella succionar mi verga. E esta postura; Lorena tuvo un nuevo orgasmos después de unos minutos.
Hice que la niña de 13 años se sentara sobre mi verga y que ella misma se fuera introduciendo mi descomunal verga en su virginal conchita. Sentí como esta hizo tope en su himen y una mueca de dolor se dibujó en el rostro; que después de esto dejo caer todo el peso de su cuerpo para así ensartarse ella misma.
Permaneció inmóvil por unos segundos; mientras yo comencé a acariciar su clítoris. Suavemente inicio los movimientos pélvicos y sus gemidos no se hicieron esperar. Con el pasar de los minutos la cabalgata que realizaba la niña se hizo cada vez más frenética hasta que casi al unísono llegamos a un orgasmo increíble fusionados en un beso apasionado.
A partir de ese día; la meretriz y su pequeña hija de 13 años se convirtieron en mis aprendices en el arte del “SHIBARI” o bondage, como así también en el BDSM. Para nuestras prácticas utilizábamos a Cielo Riveros, Laura y Mateo; aunque mi interés en ellos ya estaba decayendo.
No hizo falta que adoctrinara demasiado a la pequeña Lorena para que esta tuviera un cambio radical en su conducta general sino también en la escuela. La niña no solo debía repasar conmigo lo aprendido en la escuela; sino que también tomaba las clases extras que le daba con mucha dedicación y lo sabía muy bien que ante cualquier falta seria castigada física y sexualmente.
Cielo Riveros, Laura y mateo se convirtieron en objetos muy solicitados en el prostíbulo desde su primer día allí. Lorena por otra parte; concurría muy ocasionalmente al establecimiento, lo cual le permitió en una de esas ocasiones acostarse con su padre y su tío.
Estos no solo se enteraron de que era la hija de Yoli; sino que también habían sido filmados en esos momentos. Por ello, las extorciones y amenazas de clausura del negocio cesaron inmediatamente al tener el amparo del Señor Intendente y de su hermano el diputado nacional.
También filme a varios jueces, poderosos empresarios y miembros de las fuerzas de seguridad. Esto me brindo mucha más seguridad para mis negocios. Aunque el que más fuera de la ley estaba era el burdel.
Yoli me había comentado que conocía a varios dueños de otros burdeles y que hay un que de seguro se interesaría por Mateo. Después de algunas conversaciones telefónicas; esta persona concurrió al negocio y después de las presentaciones correspondientes llegamos a un acuerdo monetario por el niño transexual hormonado.
Casualmente; Mateo ese día cumplía 7 años. El proxeneta también se llevó a Laura que hacía unos meses había cumplido los 11 años y a Cielo Riveros que hacía poco había cumplido los 16 años. Sería la última vez que los vería o supiera algo de ellos y realmente no sentí culpa por ellos ni remordimiento por lo que les pasara.
Las enseñanzas de “SHIBARI” continuaron con Yoli y su hija. Ambas notaron que últimamente mi interés decaída al igual que mi humor. Pero cuando Lorena me comento que tenía una amiga de su edad y que tenía un serio problema; todo quedo en el olvido.
Lorena me conto que su amiga tenía 14 años ya; su nombre era Camila y que desde hacía dos días estaba viviendo escondida en la casa de la niña ya que sus padres la había echado a la calle al enterarse de que estaba embarazada y quien la preño no se hizo cargo del asunto.
Le pregunte qué tan amigas eran y si sabía algo sobre sus actividades. La respuesta me sorprendió ya que me dijo que no solo era su mejor y única amiga; sino que también eran confidentes entre sí.
Le ordene a Yoli que inmediatamente fuera a buscar a la niña acompañada de su hija Lorena. Media hora después regresaron a la finca junto a Camila.
Después de una breve presentación; interrogue a la niña de 14 años. Esta me dijo que sus padres eran de clase humilde pero trabajadora y muy religiosa. Me conto sobre sus escasos encuentros sexuales y sobre el chico que la embarazo. En cuanto a su amiga Lorena; esta me dijo que hasta sabía las dimensiones de mi verga y sobre sus aprendizajes y sus ocasionales trabajos en el prostíbulo.
Le explique que la ayudaría; pero que esta tendría un elevado costo para con ella. Aunque la niña acepto mi propuesta y expresándose con timidez me confeso que estaba dispuesta a hacer todo lo que le ordenara a cambio de un lugar tranquilo donde finalizar su embarazo.
Finalizada la charla; nos dirigimos a la mazmorra. Allí; Camila no solo se sorprendió por el lugar, sino que también porque le dije que este sería su hogar por unos días. Después de eso les ordene que se desnudaran.
Cuando Camila quedo completamente desnuda; vi que poseía unas tetas más grandes que su amiga Lorena y que su abdomen estaba hinchado por su estado.
-De cuantos meses estas embarazada – pregunte –
-Creo que de 6 – respondió ella algo avergonzada –
-Crees… - dije yo – nunca fuiste al medico
-Yo creo que debe estar en 7 u 8 meses – agrego la meretriz acariciando su panza –
-Eso lo vamos a averiguar mañana cuando te llevemos de un médico de confianza – dije yo sonriendo maliciosamente –
-Lorena – ordene – me has mentido y sabes que serás castigada.
-Si amo. – dijo la niña de 13 años agachando su cabeza –
-Trae la fusta y 2 collares – le ordene – rápido
-Yoli – dije secamente – prepara una enema, la depiladora y el baño
-Si mi amo – dijo la meretriz sonriente –
-Aquí esta lo que pidió amo – dijo la niña –
-Colócale uno a tu amiga y el otro es para ti – ordene –
-Aaayyy!!! – exclamo a recibir un fuerte fustazo en su nalga –
-Como veras Camila… - dije yo – aquí el que manda soy yo, entendido
-Aaayyy!!! – volvió a exclamar Lorena –
-Si señor – dijo la niña preñada –
-Pónganse en cuatro, perras – grite –
-Ya está todo listo mi amo – dijo la meretriz –
-Llévate a esta y ya sabes que hacer – dije yo, dándole la correa que sujetaba a la niña embarazada –
-Si mi amo – respondió –
Yoli tomo la correa y condujo a la pequeña embarazada hacia el baño; donde le haría un enema, le depilaría su entrepierna, la bañaría y la iniciaría en el lesbianismo levemente.
Yo por mi parte; coloque a Lorena en un cepo, donde quedo inmovilizada por su cuello y sus manos. Le susurre que gritara lo más fuerte que pudiera para después darle varios fustazos en las nalgas hasta que estas quedaron enrojecidas.
Para cuando Yoli salió del sector de aseo con Camila; Lorena se encontraba en una camilla en posición "FROG-TIE” que es una postura de esclavitud en donde se atan los tobillos junto con los muslos, quedando una posición que se asemeja a una rana agachada. Sus muñecas también estaban atadas con los muslos respectivos. Esto la dejaba muy vulnerable, pero no completamente inmovilizado para la penetración vaginal que le estaba haciendo.
La meretriz acompañada por la niña embarazada se acercaron a nosotros y observaron detenidamente como sodomizaba a la otra niña de 13 años.
-Ya está lista, amo – dijo la meretriz –
-Aaaggghhh – exclamo Lorena llegando al orgasmo a la vez que la penetraba vaginalmente –
-Bien – respondí – ya casi termino con esta zorrita.
-Amo; ya le sale calostro a la preñada – dijo la madre prostituta –
-Mmm – pronuncie yo – eso significa que estas más avanzada de lo que pensé.
-Guau – dijo sorprendida Camila al observar mi verga salir de la vagina de Lorena– es inmensa.
-Jajaja – rio Lorena y dijo – viste que te decía la verdad.
-Me va a matar con esa cosa – dijo algo preocupada la niña embarazada –
-No te va a lastimar – dijo la meretriz –
-Muéstrame como chupas verga putita – ordene yo -
Yoli hizo que la niña se arrodillara frente a mí para después empezar a mamarme mi descomunal verga. Camila demostró tener bastante conocimiento de cómo chupar una verga y hasta llegaba a tragarse casi ¾ parte de mi miembro sin ahogarse.
Interrumpí a la niña en su labor para recostarme en la cama y ordene que continuara. Mientras tanto; Yoli desataba a su hija.
La meretriz y su hija se colocaron una a cada lado de Camila y comenzaron a succionar mi verga alternadamente.
Después de unos minutos; las interrumpí ordenándole a la niña embarazada que se montara sobre mi verga. Esta, algo temerosa obedeció y con la ayuda de Yoli y Lorena lentamente se fue introduciendo mi verga en su concha.
Aunque no era virgen; la vagina de Camila era algo estrecha y a medida que se iba introduciendo mi falo en su cara se dibujaban diversas muecas de dolor mezcladas con placer.
Cuando quedo completamente ensartada; nos quedamos unos segundos inmóviles para que se acostumbrara a mi ariete. Lorena y su madre le succionaban los pechos y le acariciaban su clítoris y sus nalgas.
Lentamente la niña comenzó a cabalgarme; a la vez que empezaba a gemir suavemente. Pude sentir como; primero uno y después dos dedos ingresaban en su ano, aunque no supe si eran de su amiga, de la meretriz o de ambas. Camila también lo sintió y solo emitió un leve quejido.
-Sea lo que sea que llevas dentro de esa panza – dije yo – también lo estoy cogiendo.
-Ohhh!! Si señor – respondió ella – puedo sentirlo
Camila tuvo un fuerte orgasmo después de eso y entonces decidí hacer que se colocara en posición de perrito. Yoli y Lorena habían dilatado muy bien el ano de la niña con sus dedos; pero en cuanto apoye mi verga en su rosado agujero trasero y presione en él, la niña se sorprendió.
Al entrar mi glande; Camila arqueo su espalda y giro su cabeza para observarme. Mi ariete se fue introduciendo lentamente. La niña bufaba de dolor y solo se calmó cuando tubo toda mi verga estuvo completamente dentro de sus intestino.
Lorena se colocó debajo de su amiga, para así formar un 69 entre ella mientras yo movía mi verga perforando el ano infantil.
Después de hacer mi descarga de semen en el ano de Camila, cedi mi lugar a Yoli; que se había colocado un arnés con dos consoladores del tamaño de mi verga y la penetro doblemente a la niña. Esta bramo no solo de dolor; sino que también de placer ya que otro orgasmo le había llegado.
Observe como se desarrollaba ese trio lésbico espectacular hasta que mi verga se irguió nuevamente; para así introducírsela a Lorena en su vagina.
Al día siguiente de la iniciación de Camila; la llevamos junto con Yoli a realizarse unos chequeos médicos. Los exámenes revelaron que el embarazo se desarrollaba perfectamente y que la niña estaba ya casi en su semana 28 de gestación.
Por el avanzado estado de preñez y por recomendaciones medica no realice con Camila actos sexuales demasiados violentos; ni la hice prostituirse en el cabaret.
Si bien los padres de la niña la perdonaron y hasta le rogaron que volviera a su hogar; esta se negó y decidió permanecer en la finca bajo mis cuidados y entrenamiento sexual.
Por mi parte; tenía un sentimiento de enojo para con el chico que la embarazo y la abonado a su suerte, deslindado toda responsabilidad de paternidad. Así es que con el consentimiento de Camila decidí que debería de ser humillado y extorsionado. Para ello me valí de toda la información que Camila me brindo y de la que yo pude recolectar.
Su nombre era Darío y tenía 17 años. Provenía de una familia de clase media alta y por lo tal era muy engreído. Media 1,70 centímetros de altura; su cabello era negro y poseía unos ojos color marrón. Aunque no me gustan los hombres; este muchacho poseía un cuerpo atlético y musculoso como el de un galán de telenovelas.
Como el resto de los adolescentes de la ciudad; Darío era asiduo concurrente a mi otro negocio que era un boliche bailable. Para capturarlo; usaría a Lorena y sus encantos femeninos. Supe que el muchacho y sus amigos se irían de viaje después de pasar la noche en mi local bailable.
Un sábado por la noche; Darío se encontraba junto a sus amigos en el boliche y estaban tratando de conquistar a una niña de unos 16 años. Hice que uno de los empleados de seguridad ahuyentara a la niña y separara al grupo de varones.
Fue así como apareció Lorena y por un rato bailo con el muchacho. Mi niña lo invito a tomar un trago.
En el momento en que le sirvieron el trago; Lorena le suministro una pequeña dosis de “Peyote” o mezcalina. Esta droga en poco tiempo hizo que el muchacho comenzara a sentirse cada vez más relajado y su comportamiento le hacía parecerse a un borracho. Lorena que también había bebido del mismo vaso, también se encontraba afectada por la droga; pero ya estaba acostumbrada a que le suministrara algunas de ellas y sus efectos.
La pareja volvió a la pista de baile y yo me les acerque haciendo como que tropezaba hice que volcaran lo que les quedaba de bebida. El muchacho se enojó un poco por ello; pero se calmó cuando le ofrecí otro trago.
Esta nueva bebida contenía una fuerte dosis de benzodiacepina y al dárselo, le hice una seña a Lorena para que no tomase de él, cosa que entendió.
Poco después de eso; hice que el personal de seguridad hiciera salir del boliche a Darío y que fue acompañado por mi niña.
Darío ya casi no coordinaba sus movimientos y por ello Lorena lo guio hasta mi camioneta y lo subió allí. Tome su teléfono celular y le envié un mensaje a sus amigos que se quedaría para gozar de su nueva conquista; esto era para así tener de tiempo para mi plan y que nadie sospechara de su ausencia.
Minutos más tarde; el muchacho se encontraba desnudo en mi mazmorra y atado de pies y brazos formando una X en medio de la habitación. Sus ojos estaban cubiertos por un antifaz ciego y en su boca poseía una bola mordaza. En sus oídos tenía colocado unos auriculares que emitían un mensaje subliminal e hipnótico.
Durante 5 largas horas; el muchacho permaneció así. Después de eso, los efectos de la última droga se desvanecieron y el joven comenzó a recobrar el conocimiento aunque aún estaba bajo los de la mezcalina.
-Al fin despertaste – dijo Yoli quitándole los auriculares –
-Estas aquí para ser castigado – volvió a decir –
-Aauuggg – pronuncio Darío al recibir un fuerte fustazo en sus nalgas por parte de Camila –
-Vas a pagar por tratar a las mujeres como tus putas personales – dijo la meretriz a la vez que le agarraba los testículos fuertemente y jalaba de ellos hacia abajo -
Yoli volvió a colocarle los auriculares y durante unas horas; junto a Camila lo azotaron por todo su cuerpo hasta que se desmayó del dolor y agotamiento.
Cuando Darío volvió a recuperar la conciencia; se encontraba inmovilizado del cuello y manos en el cepo. Sus ojos ya no estaban cubiertos, al igual que su boca no estaba amordazada; pero aún tenía colocado los auriculares.
El muchacho se sorprendió y asusto al ver a la meretriz enfundada en un corset de cuero negro y con un arnés con consolador en su entrepierna. Cuando vio que también estaba allí Lorena y Camila y que ambas también poseían unos arneses con consoladores en sus entrepiernas comenzó a llorar y a suplicar por su vida.
-Lo que me hiciste es imperdonable – exclamo Camila –
-Ahora vas a sentir lo que sentimos nosotras – proclamo Lorena mientras manipulaba su consolador –
-Aaayyy!!! Por favor no me lastimen – respondió llorando –
-Lo que tienes en tu verga te sacara toda tu leche – dijo la meretriz –
-Y lo que tienes en tu culo es una pequeña bola vibradora – dije yo –
-Por favor – suplico Darío – porque me hacen esto.
-Porque no te has hecho cargo de tus actos – respondí yo –
-Aaayyy!!! – exclamo a sentir como la bomba de vacío y la bola vibradora se activaron –
-Mi familia tiene dinero y si no vuelvo irán a la policía – dijo casi como obligándonos a liberarlo –
-Jajaja – ríe yo y dije – eso lo dudo mucho
-Sabemos que te irías con tus amigos de vacaciones – dijo Yoli –
-Ellos ahora creen que estas con Lorena; tu conquista de la noche – dije yo –
La verga de Darío media 18 centímetros de largo por 3 de diámetro y se encontraba erguida dentro de la bomba de vacío. Camila azoto fuertemente las nalgas del muchacho con la fusta y este chillo. Lorena lo abofeteo y lo obligo a succionar el consolador que poseía aunque el muchacho no quiso.
Aunque no le gustara; Darío comprendió que debería obedecer a nuestros pedidos y rápidamente comenzó a succionar el falo plástico como si fuera real. De esta forma; el joven succiono los falos de las tres mujeres y a los cuales les coloque un poco de mezcalina para que tragara. En poco tiempo; el joven Darío se transformó en una auténtica chupa verga y hasta llego a introducirse dos consoladores en su boca.
Le quite la pequeña bola vibradora del ano y le indique a Camila que se colocara detrás del padre de su hijo y que lo penetrara con su falo plástico. Darío ni siquiera se quejó cuando el dildo de 12 centímetros de largo por 3 centímetros de diámetro lo penetro; solo gimoteo.
La niña embarazada lo penetro con furia por más de media hora para después cederle el turno a Lorena que también poseía un consolador del mismo tamaño. Darío descargo su semen dentro de la bomba de vacío por segunda vez y su verga aun permanecía erguida.
Yoli reemplazo a su hija después de un rato y al igual que las dos niñas; esta lo penetro con violencia y sin piedad. La meretriz tenía un dildo algo más grade que sus predecesoras y el joven solo gimoteo y poco después se desmayó teniendo una tercer y ultima descarga de semen dentro del adminiculo de su pene.
Aunque la situación me tenía excitado; decidí colocarlo en el calabozo y dejarlo descansar. Allí permaneció con las manos esposadas detrás de su espalda durante casi 12 horas; durante las cuales escucho el mismo mensaje subliminal hipnótico que había usado con Mateo.
Al día siguiente, cuando Lorena abrió la puerta del calabozo; Darío la golpeo e intento huir pero fue interceptado por Yoli y con mi ayuda lo sometimos. Para ello tuve que aplicarle una inyección de anestesia que en segundos lo desmayo.
Colocamos al joven en la camilla ginecológica y después de atarlo a ella; Lorena y Camila le depilaron su entrepierna. Primeramente utilizaron espuma de afeitar y después cera caliente. Esto hizo que su verga y testículos quedaran extremadamente enrojecidos y afiebrados.
Cuando el joven recupero nuevamente el sentido se encontraba dentro de una bañera con un aro mordaza en su boca e inmovilizado por un artefacto medieval denominado “la cigüeña”. Este artilugio consistía en someter al individuo por cuello, manos y tobillo mediante unas barras de metal dejándolo casi en posición fetal incomodísima que provocaba calambres en los músculos rectales y abdominales; y a las pocas horas de todo el cuerpo.
No solo se horrorizo al encontrarse así; sino que al sentir el olor de los orines y materia fecal que le habíamos volcado sobre él se asqueo de sí mismo ya que el mismo se había defecado encima. Paso el resto del día así y los únicos tormentos que recibía eran los insultos y golpes que le propinaban las mujeres.
Al anochecer; Yoli abrió la canilla de la bañera y esta comenzó a llenarse de agua. A medida que el agua cubría el cuerpo de Darío; este temió morir ahogado e intentaba suplicar por su vida gritando desaforadamente.
Camila se introdujo en la bañera y sujetándolo por los pelos alzo la cabeza del joven sobre el agua.
-Primero me embarazaste y abandonaste a mi suerte – grito la preñada y volvió a sumergir la cabeza del joven –
-Segundo golpeaste a mi amiga Lorena cuando ella te quiso alimentar – volviendo a elevar el rostro de Darío –
-Aaaayyyyy!!! – exclamo el muchacho elevándose por sí solo sobre el agua al sentir como Lorena apretaba fuertemente sus testículos –
-Matarte sería demasiado fácil – dijo la meretrizcolocándole un arma en la frente –
-Que quieren de mi –dijo Darío tosiendo agua –
-Queremos que seas nuestra puta – exclamaron las tres mujeres –
-Queee??? – sorprendido dijo Darío –
-Ya te rompimos el culo pero no te diste cuenta – dijo Camila mostrándole fotos de ella penetrándolo con un consolador –
-Ahora vas a empezar a sentirlo de verdad – dijo Lorena –
-Y a gozarlo mucho – agrego la meretriz –
-Vas a hacer todo lo que te ordenemos – dijo Lorena apuntándole con otra arma –
-Te guste o no; nos vas a obedecer – ultimo Camila -
Después de esto; desagotaron la bañera y le quitaron el aparato que lo inmovilizaba. Le ordenaron que se diera un baño cuando sus calambres cesaran y que avisara cuando estuviera listo.
Darío quedo en posición fetal dentro de la bañera llorando desconsoladamente; la meretriz y las niñas se retiraron.
Más de una hora paso; cuando Darío informo que había concluido con su aseo y fue Yoli quien lo fue a buscar y le coloco un collar de perro en el cuello con su correa y unos grilletes en sus muñecas y pies.
Grande fue la sorpresa del Joven cuando observo como Camila cabalgaba sobre mi enorme verga mientras se fundía en un apasionado beso con Lorena; a quien le lamia su clítoris.
Darío no quito su mirada de mi verga y hasta parecía embelesada por las dimensiones de ella.
Yoli hizo que el adolescente se recostara boca abajo al lado nuestro y después de esparcir abundante lubricante en el canal trasero de Darío; lo penetro violentamente con el consolador de su arnés.
El joven al recibir la estocada grito, arqueo su cuerpo y trato de morder las sabanas para resistir los envistes que le propinaba la meretriz.
Minutos más tarde; Lorena fue quien penetro a Darío con su consolador arnés y más tarde le tocó el turno a Camila de hacer lo mismo.
Darío descargo dos veces su semen en las sabanas sin siquiera tocarse o ser tocado en su verga y todo gracias a los masajes prostáticos que le prodigaron los consoladores.
Cuando Camila se quitó de encima del joven observo esto y dijo:
-Que putazo que sos Darío – dijo Camila – viste que te iba a gustar al final.
-Oohhh!!! Si – respondió jadeante el joven –
-Y eso que aún no probaste una verga de verdad – dijo Lorena –
-Oohh!!! Dios mío – exclamo Darío al dirigir su mirada hacia mi verga flácida– esa es gigante.
-si se las meto a ellas – dije jocosamente – también te corresponde
-Después de que pruebes la verga de Pablo – dijo burlonamente Camila – solo vas a querer que te rompan el culo. Jajajaja
-Ya me imagino a este putazo trabajando en el CATY – dijo la meretriz riendo – jajajaja
Lorena y Camila rieron junto a la meretriz y a mí se me ocurrió cambiar el plan que tenía para con el joven. El cual era humillarlo y extorsionarlo a el y a su familia; pero lo dicho por Yoli me hizo pensar en hacerle lo mismo que había hecho con el pequeño Mateo un año atrás. Para esto debía doblegarlo aún más.
Sin decir nada sobre mi nuevo plan a las dos ninfas y a la prostituta; les ordene que lo colocaran en el cepo y lo azotaran hasta casi hacerlo sangrar. Después de esto; lo volvieron a penetrar con sus consoladores arnés hasta que se desplomo de cansancio.
Durante tres días deje que Yoli, Lorena y Camila sodomizaran y violaran al joven Darío, a la ves que le suministraba drogas alucinógenas e hipnóticas y mensajes subliminales. En ese tiempo solo me masturbaba observando el espectáculo que brindaban las féminas. Mis descargas de semen y las del Joven de 17 años se recolectaban para condimentar su comida y bebida diaria.
Al cuarto día; Darío ya se mostraba completamente dócil, sumiso y gustoso de ser penetrado y sodomizado por las féminas hermafroditas. Hasta incluso llego a mostrar ciertas expresiones afeminadas.
A partir de ese día comencé a reducirle drásticamente las drogas alucinógenas solamente; ya que deseaba que estuviera muy consiente el resto de su estadía y que fuera el quien me pidiera que lo penetrara con mi verga.
Esto ocurrió finalmente al séptimo día. Cuando Camila abrió la puerta del pequeño calabozo donde dormía; Darío se abalanzo hacia mí y comenzó a succionarme la verga que se encontraba flácida.
La meretriz y las dos ninfas se sorprendieron por la acción del joven y celebraron su accionar. Pronto mi verga se irguió completamente y todos sabíamos lo que sucedería a continuación.
Yoli quiso colocarle lubricante al ano del joven; pero le ordene que no lo hiciera ya que deseaba empalarlo en seco. Pero si permití que las ninfas depositaran un poco de su saliva en el ano de Darío; cosa que hicieron gustosamente.
Solo basto que Darío sintiera que la punta de mi ariete toco su ano para que empujara su cuerpo hacia mi introduciéndose el mismo mi verga. De esta forma tuvo su primera descarga de semen sin tocarse. El ano del muchacho de 17 años se adaptó rápidamente a mi ariete que lo taladraba violentamente y sin piedad a pesar de sus quejidos y sollozos.
El flácido miembro de Darío pronto se irguió y esto hizo que las ninfas se acostaran bajo el y se lo succionaron hasta hacerlo acabar nuevamente mientras yo continuaba bombeando mi verga dentro de él.
No se cuánto tiempo estuve perforando el ano del muchacho pero cuando arroje mi semen dentro de sus intestinos; este tuvo un fuerte orgasmo y se desplomo agotado.
Durante cuatro días más; las mujeres y yo sodomizamos y torturamos al joven de 17 años y el día antes de que supuestamente regresaría de sus vacaciones lo liberamos.
Cuando lo deje en la ciudad le entregue un sobre. En este había obligaciones que debería cumplir a partir de ese momento; estas era:
-Nunca revelaría lo ocurrido ni quienes éramos. De no cumplir con ello, las fotos y videos de él siendo sodomizado lo perjudicarían.
-Abriría una cuenta bancaria a nombre de Camila y le depositaria una mensualidad para su hija por el resto de su vida.
-Tomaría una píldora diaria del medicamento que le adjuntaba y cuando se le agotara me avisaría para renovarle el stock.
-Volvería a su vida normal y podría acostarse con las mujeres u hombres que el deseara; siempre y cuando nos informara de ello con anticipación.
-Una vez al mes estaba obligado a concurrir a la finca para ser sodomizado y torturado como se nos ocurriera.
Darío cumplió con todo lo que le ordene y 15 días después de lo ocurrido; el mismo pidió ser nuevamente sodomizado. En esta nueva ocasión; a Yoli se le ocurrió travestirlo, lo que le agrado muchísimo y nos demostró que el joven ese había homosexualizado totalmente.
Al cumplirse las 39 semanas de gestación; Camila dio a luz a una hermosa bebe a la que llamo Paula. La maternidad obligo a la niña de 14 años a dejar momentáneamente sus tareas en el prostíbulo; pero en ocasiones especiales realizo algunos encuentros con varios clientes que desearon probar la leche materna de sus jóvenes pechos adolescentes.
Durante más de un año y medio; Darío concurrió a la finca para ser travestido y sodomizado. Y antes de que el joven cumpliera los 19 años, sus padres fallecieron en un accidente de tránsito; dejándolo a el a cargo de los negocios familiares y como tutor de su hermana menor.
El comportamiento cada vez más afeminado del joven Darío me dio la posibilidad de suministrarle hormonas femeninas en dosis mínimas y bajo su propio consentimiento. En unos 6 meses su atlético y musculoso cuerpo se fue transformando en el de una mujer adolescente; lo cual le obligaba a usar una faja para disimular sus pechos hormonados.
El muchacho no estaba preparado para hacerse cargo de ninguna de las dos funciones que le tocaban cumplir y en cuanto la pequeña fábrica que heredo tuvo los primeros inconvenientes; este recurrió a mí por ayuda y consejos. En poco tiempo me transforme en su socio y administrador de la fábrica dándole al joven la posibilidad de pasar más tiempo siendo sodomizado por mis tres prostitutas.
Fue así como conocí a la hermana del muchacho. La niña se llamaba Micaela, tenía 11 años. Tenía el cabello de color castaño oscuro; ojos color café y apenas si se le notaban sus insipientes pechos.
Un día; Darío me conto que su hermana lo había descubierto en el baño colocándose un plug anal y como además estaba desnudo vio sus pechos femenino. Esto lo asusto mucho y hasta temió que su hermana divulgara su homosexualidad; lo que socialmente para él era muy problemático y prejuicioso. Le dije que no se preocupara, que de alguna forma encontraríamos la solución.
Unos días después, con motivo del cumpleaños de la hija de Camila y Darío; invite a este y a su hermana a la finca. Como recientemente habían finalizados las clase y nos encontrábamos en verano; le dije al muchacho que comentara a sus allegados que se iría de vacaciones con Micaela por unos 15 días, los cuales pasarían en la finca.
Al llegar a la finca; Micaela parecía extrañada por el lugar al que su hermano la había llevado y actuaba con algo de timidez. Después de las presentaciones y como ya estaba listo el almuerzo, nos sentamos todos en la mesa. El almuerzo consistía en varios platos afrodisiacos bien elaborados que acompañados con las bebidas energizantes y alcohólicas servidas nos ayudaría más adelante.
Las conversaciones durante el almuerzo fueron sobre temas banales y para el momento de servir el postre; Yoli trajo a la mesa una torta de cumpleaños. Después del cantico de feliz cumpleaños, Camila sirvió las porciones a cada comensal y brindamos con una copa de champagne.
Un gesto mi vasto para hacer que Darío y Yoli se levantaran de la mesa y se ausentaran de la mesa por unos minutos. A su regreso; Darío vestía un diminuto bikini de cuero negro que solo cubría sus pezones y genitales. Además llevaba puesto un porta ligas que sujetaban sus medias y unos zapatos de taco aguja. Yoli; en cambio se encontraba totalmente desnuda. Ambas estaban maquilladas.
Micaela al ver a su hermano travestido se sorprendió y no dejaba de mirarlo.
-Te gusta cómo está tu hermano ahora – dije yo –
-Yo… yo… Darío… - balbuceo la niña de 11 años –
-Mi nombre de mujer es Eva – dijo el joven transexual sonriente –
-Pero… pero porque?? – interrogo Micaela -
Comenzamos a explicarle a Micaela los motivos por los cuales su hermano ahora era todo un transexual y para ello nos valimos de la reproducción de los videos de la sodomizarían de este. La niña parecía no horrorizarse por los videos; al contrario los miraba con fascinación al igual que nos observaba a cada uno de nosotros.
Lorena y Camila se desnudaron frente a la niña de 11 años mientras se prodigaban besos y caricias. Mientras eso sucedía; Yoli y Darío desnudaron a la pequeña Paula de 2 años.
-Darío… la nena esa es tu hija – exclamo sorprendida Micaela al ver como el joven transexual besaba apasionadamente a la niña de 2 años –
-Si Mica… Paula es mi hija y de Camila – respondió –
-Están loco… - dijo algo furiosa – son unos degenerados ustedes
-Nosotros no somos degenerados – dije yo tomándole una de las manos a la niña –
-En cambio vos que siendo una niña mira pornografía en internet, si lo sos. – dije –
-Co… como sabe eso – dijo la niña algo temerosa –
-Lo sé porque Darío me dio acceso a tu computadora. – dije yo con una sonrisa maliciosa en mi rostro –
-Pero…
-Nada de peros, Micaela. – dijo el joven transexual –
-Mica… escúchame bien lo que te voy a decir – dije yo tomándola del mentón y haciendo que me mirara fijamente –
-Estas aquí para unirte a mis putas por las buenas o las malas. Quisiera que fuera por las buenas; aunque disfrutaría mucho más por las malas. Me gusta torturar, dominar y esclavizar a niñas como vos. – le dije yo de forma autoritaria –
-Vas a dejar de ver pornografía a escondidas para vivir del sexo. – dijo el joven Darío alegremente –
-Yo… yo… - balbuceo la niña -
Guie a la niña tomada de la mano hasta la mazmorra. Al llegar allí; Micaela continuaba anonadada y al observar la habitación se quedó confundida con esta y en su rostro comenzaba a reflejarse cierto miedo que hasta podía olerse.
Le ordene a la niña que se quitara la ropa y esta titubeo por unos segundo; pero después comenzó a quitarse su vestido floreado. Debajo de este; Micaela llevaba un traje de baño que también le ordene que se quitara, cosa que hizo.
Cada uno de los presente inspecciono visualmente el cuerpo de la niña de 11 años y la llenamos de elogios y halagos que hicieron que esta se ruborizara y perdiera el poco miedo que le generaba esta situación.
Hice que Micaela se sentara en un columpio formado por un viejo neumático y la bese en los labios. Primeramente se sorprendió por mi acción y abrió los ojos bien grandes. Cuando la niña al fin cerró sus ojos y se dejó besar; urge con mi lengua toda su boca.
Después de mí; Yoli la beso de una forma más fogosa que yo. Le siguieron Camila y Lorena. Por último la beso su hermano transexual; este lo hizo de una forma muy suave, tierna y algo más breve que el resto ya que tenía en sus brazos a su hija Paula de2 años.
Hice que Micaela se pusiera de pies sobre el columpio y amarre sus manos a las cadenas de este; como así también sus tobillos dejándola inmovilizada.
Camila se colocó de frente a la niña y se zambullo en su entrepierna lamiéndola y succionándole el clítoris. Lorena hizo lo mismo pero en la cola de Micaela.
La niña trataba de evitar las caricias lingüísticas de las dos adolescentes y se retorcía para todos lados.
Yoli se subió al neumático y después de darle una sonora bofetada a la niña; hizo que esta le succionara uno de los pechos.
Minutos más tardes, los gemidos de Micaela se hicieron cada vez más fuertes hasta que tuvo un gran orgasmo que casi la hace desfallecer.
Desatamos a la niña y la colocamos en la camilla ginecológica mientras intentaba recuperaba el aliento. Comencé a frotar mi verga entre los labios vaginales y esto la hizo volver a gemir.
Darío se colocó a un lado y comenzó a lamer el monte de venus de su pequeña hermana a la vez que ocasionalmente me succionaba la verga. Lorena y Camila se encargaron de succionarle los puntiagudos pezones a Micaela que ya respiraba entrecortadamente.
Yoli se colocó un arnés con consolador y penetro el ano del joven transexual. Este interrumpió sus lamidas y emitió un pequeño quejido que fue opacado por el grito de Micaela al ser penetrada por mi ariete.
Aunque unas lágrimas brotaron de sus ojos; pronto la niña de 11 años volvía a gemir y poco después tuvo otro orgasmo.
Hice que Micaela se sujetara a mi cuello rodeándome con sus brazos y yo sujetándola por su cintura sin sacar mi herramienta de adentro de ella nos dirigimos a la cama.
Una vez allí; me recosté e hice que la niña me cabalgara y mientras lo hacía con mis dedos jugaba con su anillo anal. Prácticamente no se dio cuenta cuando uno de ellos venció a su esfínter y se introdujo en su ano.
Al compás de mi ariete; mi dedo hurgo su agujero trasero y posteriormente un segundo dedo se agregó allí.
Después de unos minutos; retire mis dedos e hice que nuestros espectadores le introdujeran un dedo de ellos. El primero fue el de su hermano y el segundo fue el de Yoli.
Camila y Lorena lo hicieron juntas y al hacerlo provocaron que Micaela pronunciara un quejido agónico, lo cual me hizo descargar mi dosis de semen dentro del útero infantil.
Ordene que retiraran los dedos del ano de Micaela e hice que la niña se girara dándome la espalda y como mi verga aún seguía erguida la retire de su vagina para dirigirla a su ano.
Con un fuerte empujón, mi verga se introdujo más de la mitad en el trasero de la niña y esta grito fuertemente de dolor. Permanecí quieto tratando de que se acostumbrara a mi ariete; pero Micaela dejo caer todo su cuerpo empalándose ella misma con el resto de mi instrumento.
Yoli se arrodillo a un lado de ella y después de darle un tierno beso en los labios le dijo:
-Haz visto mucha pornografía en internet???
-Siii… vi de todo – respondió casi sollozando –
-Tranquila pequeña – dijo la meretriz – no llores; gózalo – secando con su mano una lagrima que rodaba por la mejilla infantil -
-La primera vez siempre duele un poquito – continuo la meretriz –
-Aunque con el vergazo de Pablo siempre duele más – agregaron Lorena y Camila por detrás y risueñas – jejejeje
-Shhhh!!! – dijo la meretriz – ustedes dos cállense – para después volver a besar a la niña -
-Viste alguna doble penetración – interrogo Yoli a la niña mientras con una de sus manos acariciaba la vulva infantil –
-Vi un video una vez – respondió Micaela a la vez que comenzaba a moverse lentamente sobre mi verga –
-Bueno… quieres que tu hermano te coja por la concha -
-Sii… sii… qui… quiero… - respondió Micaela –
-Putito… quítate esa ropa y ven acá – ordeno la meretriz –
Diario obedeció y rápidamente se colocó frente a su jadeante hermana. Yoli al ver el estado flácido del miembro transexual; le dijo a la niña que debería de metérselo en la boca y hacerlo crecer.
Micaela se tragó el miembro de su hermano que no media más de 5 centímetros de largo y comenzó a succionarlo con gran avidez.
Camila y Lorena se colocaron a cada lado del joven transexual y mientras le succionaban los pechos hormonados de este; le horadaban el ano con sus dedos. Cosa que junto a la felatio que le hacia su hermana su verga creciera más rápidamente.
Yoli le dijo a la niña que su hermano hacia algo más de 2 años que no penetraba a una mujer ya que se le tenía prohibido; pero que esta sería la única vez que lo dejaría.
Después de esto; Yoli hizo que la niña se recostara sobre mi pecho y el joven Darío se ubicó para penetrar a su pequeña hermana.
Pude sentir como los 18 centímetros de verga del joven transexual ingresaron en la babeante vagina infantil. Micaela emitió un largo gemido que fue interrumpido por un quejido de su hermano al ser penetrado analmente por Lorena con un consolador arnés.
Para completar el cuadro; Yoli se colocó sobre la cara de la niña y sujetándole el cuello la obligo a lamerle su vulva, mientras su hermano y yo la penetrábamos.
Minutos más tarde, en una mezcla desenfrenada de gemidos, uno a uno fuimos teniendo nuestros orgasmos y nos fuimos desacoplando.
El primero en hacerlo fue Darío que inundo con su semen el útero de su hermana. Le siguió Lorena que había estado penetrando al joven transexual con un consolador. Yo descargue mi dotación de semen en los intestinos de Micaela y esta tuvo un gran orgasmo en ese momento. Yoli fue la última y al hacerlo se recostó a un lado nuestro para recuperarse.
Camila que solo había observado parte del acto; ya que debió atender a su pequeña niña se lamentó de no haber podido participar.
Camila también comento que había atendido varias llamadas telefónicas para mí y que una de estas era del burdel.
Después de responder las llamadas recibidas; les dije que se prepararan ya que después de cenar iríamos al cabaret ya que había un par de prostitutas que se habían ausentado por diversos motivos.
Darío y Micaela se sorprendieron cuando les dije que ellos también irían y que sería la primera vez que se prostituirían para mí.
La pequeña de 11 años aunque estaba agotada por su primer encuentro sexual; también tenía miedo. Yoli la calmo cariñosamente diciéndole que ella o su hija la acompañarían en cada encuentro con sus eventuales clientes.
Poco antes de las 21 horas llegamos al prostíbulo y poco después comenzaron a llegar los clientes. Yo desde mi oficina observe como Yoli, Camila y Lorena iniciaban en el oficio más antiguo de la humanidad al joven transexual y a su pequeña hermana.
Pocos días después del inicio en la prostitución de Darío y de Micaela; Lorena comenzó a sentir los típicos síntomas de embarazo, el cual fue conformado más tarde por los exámenes médicos. No cabía dudas que él bebe que esperaba era mío; ya que era con el único hombre que no utilizaba condón. La adolescente me pidió permiso para abortar ya que no deseaba tener un bebe; pero se lo negué y le dije que me haría cargo de ella y de su hijo nonato.
Yoli hacía tiempo que había comenzado a alejarse de su profesión y ahora administraba una parte de mis negocios. Esto lo hacía por dos motivos; uno porque se lo había propuesto yo y la otra porque se había enamorado de un cliente y este le pedía que lo dejara. A la meretriz, el saber que sería abuela la alegro mucho y apoyo mi idea de que su niña no abortase. Fue Darío; el que dio una solución para los problemas de Lorena y para los suyos también.
El joven transexual desde el inicio de su transformación hormonal temía a los prejuicios sociales que estos le ocasionarían su nueva forma y la hija de la meretriz se convirtió en su confidente; fue así como forjaron una amistad que hasta se reflejaba cuando Lorena lo sodomizaba con una ternura inexplicable para ambos. La propuesta del joven transexual fue ofrecerle matrimonio a Lorena; que en un mar de lágrimas de alegría acepto. De esta forma, Darío acallaría algunos rumores que circulaban sobre él.
La boda se concretó pocos días después y fue muy concurrida por familiares y amigos de Darío. Al regreso de su luna de miel anunciaron a los conocidos del marido transexual que la joven estaba embarazada. Unas semanas después Yoli se casó con su amante; al cual le lo había presentado el día de la boda de su hija. Esta fiesta fue menos concurrida y mucho más discreta que la anterior. Además; fue la primera vez que Darío se lució públicamente vestido de mujer. Jorge se llamaba el marido de Yoli y era un médico de 55 años que había enviudado hacía más de 20 años atrás. El hombre medía 1,70 metros era algo obeso y tenía un enorme y poblado bigote.
El galeno y yo nos hicimos buenos amigos rápidamente ya que los dos considerábamos que Yoli se merecía algo mejor para su vida. Los meses pasaron rápido y en octubre; Lorena ya había ingresado a su octavo mes de embarazo. Como de costumbre; los fines de semana solíamos reunirnos para pasar esos días en mi finca, pero ya no se organizaban orgias o actos sexuales como antes. Después del almuerzo; las cuatro mujeres y el joven transexual decidieron desnudarse y recostarse al sol para broncearse. Jorge y yo nos quedamos sentados en unas reposeras a la sombra mientras ojeábamos los diarios.
-La verdad, Pablo… - dijo el galeno después de dar un gran suspiro – te envidio.
-Porque Jorge – interrogue yo –
-Porque tienes a cuatro hembras y a un putito a tu disposición – respondió –
-Yo no soy un putito – dio Darío poniéndose de pie y mostrando sus pechos hormonados – soy una nena también.
-Perdón – dijo Jorge – cinco hembras
-Pero una ya es toda tuya – dije yo –
-Sí. Pero… - respondió–
-Mi amor, y te lo he dicho mil veces –dijo Yoli – puedes tenernos a cualquiera.
-Pablo no se va a enojar. – agrego la mujer – y no hace falta que pidas permiso para hacerlo.
-Jajajajaja – reí yo al ver como el rostro de Jorge se puso rojo como un tomate por lo que expresó su esposa –
-Putitas venga aquí ya – ordene yo -
Inmediatamente se acercaron a nosotros y Yoli al verle el rostro enrojecido de vergüenza a su marido se le coloco al lado y abrazándolo por el cuello le dijo:
-Con cuál de todas quieres empezar.
-A la niña – dijo algo temeroso –
-Buena elección mi amor – dijo la mujer a la vez que le daba un tierno beso en los labios y le hacia una seña a Micaela para que se acercara –
-Hace poco que cumplió los 12 años – dije yo – y tiene menos de un año aquí.
-Micaela vas a hacer feliz a mi marido – ordeno la mujer –
-Si Yoli – respondió la niña con una sonrisa en su rostro –
-Voy a verte coger al trava – le dijo el galeno a su mujer refiriéndose a Darío –
-Si querido – respondió la ex meretriz – y después lo harás vos
Micaela y Yoli hicieron que el galeno se pusiera de pie para desnudarlo y cuando lo estuvo lo hicieron volver a sentar en la reposera. La niña de 12 años se colocó entre las piernas del hombre y comenzó a succionarle el circuncidado miembro varonil. Esta creció rápidamente hasta llegar a medir unos 24 centímetros de largo y 5 de diámetro.
Jorge reclino totalmente la reposera para después hacer que Micaela se colocara sobre él y así formaran un 69. Yoli se ausento por unos minutos y a su regreso enfundada en un arnés con consolador observo como su marido penetraba a la niña vaginalmente mientras succionaba uno de los pechos de Lorena. Camila y Darío se deleitaban succionando mi verga alternadamente. La antigua meretriz; interrumpió la labor del joven transexual y lo hizo colocarse en posición de perrito al lado de su marido, para después de esto comenzar a lamerle el ano y a dilatárselo con sus dedos.
Jorge penetro el ano infantil de Micaela; mientras que yo lo hacía en el de Camila. Yoli también penetro a Darío y minutos después se recostó en el piso para que este se le montara y la cabalgara. Lorena decidió unirse a la pareja que formaba su madre y su joven marido transexual.
Para ello, se ubicó sobre Darío y dirigió el miembro erecto de este hacia su vagina. Los gemidos de cada uno de nosotros fueron aumentando hasta que llegamos a clímax total y cada uno llego a su orgasmo. El resto de la tarde y la noche siguiente se trasformaron en una orgia sin fin dirigida por mí y acompañado por Jorge.
Durante esta; el galeno penetro a las restantes mujeres y hasta sodomizo al joven transexual saciando así sus fantasías sexuales. A la mañana siguiente; mientras desayunábamos y comentábamos lo sucedido el día anterior jocosamente; observamos por la ventana del comedor como un gran caballo pastaba en el jardín cerca de la casa. El animal seguro era de algún vecino y de alguna forma había ingresado a la finca. Todos comentamos sobre el animal y el descomunal falo que le colgaba semi erecto. Aunque tenía conocimientos sobre zoofilia esta no me atraía demasiado como para practicarla. Pero fue Camila a la que se le ocurrió la idea de ser poseída por el animal. Sin pretexto alguno le dije que podría ser peligro para ella; cosa que el galeno y su mujer apoyaron mis motivos. Pero la niña insistió y nos alentó a que la ayudáramos.
El ruego de la joven adolescente y nuestro propio morbo hizo que saliéramos al jardín y silenciosamente nos acercáramos al animal. Este parecía muy dócil y se dejó acariciar por cada uno de nosotros. Camila no tardó mucho en dirigirse al miembro equino que casi ya se alojaba en su funda protectora y comenzó a acariciarlo haciendo que este cobrara vida.
Poco después; la joven se arrodillo a un lado del animal y llevo el falo equino a su boca. Este tendría unos 17 centímetros de circunferencia y a duras penas ingresaba en la cavidad bucal de Camila. Unos minutos después; Camila se recostó sobre la mesa de cemento del jardín dispuesta a ser penetrada por el caballo criollo. Jorge y yo guiamos al animal hacia la adolescente sujetándolo por la cabezada.
El animal pareció intuir nuestros propósitos al olfatear la entrepierna de la joven y el solo se montó con sus patas delanteras a la mesa. Yoli se encargó de tomar el gigante ariete del animal y lo comenzó a frotar en la vulva juvenil de Camila que en poco minutos más pidió que la penetrara en un estado de éxtasis total y desenfrenado. La ex meretriz hizo que solo unos 10 centímetros del falo horadaran la vagina de Camila y esta gemía a más no poder. Un relincho animal y un fuerte empellón de este nos sorprendieron a todos a la vez que Camila grito agónicamente y puso sus ojos en blanco. La bestia había así logrado introducir casi más de 50 centímetros de su verga dentro de la joven. Instintiva y rápidamente desmontamos al animal que se alejó del lugar como había llegado. De la maltratada vagina de Camila fluía abundante sangre y aunque Jorge intento detener la hemorragia; la joven falleció casi en el acto debido a la perforación de su útero y sus intestinos. Un sentimiento de culpa, remordimiento y miedo nos embargó a todos.
Camila hacía más de 2 años que vivía en la finca ya que se había alejado de la poca familia que tenía al quedar embarazada y no había vuelto a verlos a saber de ellos. Su fisonomía había cambiado en ese tiempo y solo nosotros sabíamos de ella; ni siquiera las otras prostitutas del burdel sabían de ella, aunque trabajaba allí. Ese fue mi planteo a los presente; que algo atónitos con lo que dije recordaron que era todo cierto. Propuse deshacerme del cuerpo y que nos olvidáramos de lo sucedido.
Jorge y Yo colocamos el cuerpo de la joven sobre unas mantas y nos dirigimos al viejo aljibe donde había arrojado el cuerpo de la madre de Laura 5 años atrás. Para acelerar el proceso de desintegración del cadáver; después de arrojarlo lo rocié con ácido sulfúrico y cal viva que almacenaba en el pequeño depósito de la finca. Yoli, Darío y Lorena se encargaron de limpiar el charco de sangre que se había formado donde ocurrió el accidente. Al volver a la casa; nadie dijo nada por un largo rato y en nuestros rostros se reflejaba la congoja por la pérdida de un ser querido. Solo el llanto de la pequeña Paula nos sacó del trance. Darío pregunto sollozando cual sería el futuro de la niña mientras la acunaba en sus brazos. Respondí que me haría cargo de ella al igual que del bebe que estaba por parir Lorena y que a ambas las criaría como si fueran hermanas y que por mi parte jamás sabrían lo que sucedió en la finca. Después de esto; todos hicimos un pacto de silencio sobre lo sucedido y que nos obligaba a mantenerlo ya que todos éramos culpables directos de la muerte de Camila.
Continuamos nuestras vidas como si nada hubiera pasado y unas semanas más tarde Lorena dio a luz a una hermosa bebe que llamamos Zara. Poco después a Jorge le ofrecieron un puesto de trabajo como director de una clínica en otra ciudad y junto a su esposa, la ex meretriz y madre de Lorena se marcharon para rehacer sus vidas. Seis meses después de nacer Zara; Darío me vendió su parte de la empresa y junto a su esposa y a su hermana se mudaron a la capital. Para ellos también sería un nuevo inicio de sus vidas. Yo; en cambio continuo en la misma ciudad que me vio nacer y me mude a una casa en la ciudad ya que la finca quedaba lejos de esta. Paula y Zara se transformaron en mis hijas legales después de haber hecho los trámites correspondientes y haber pagado una fuerte suma de dinero.
En mis negocios nocturnos (burdel y boliche bailable); puse a cargo gente joven y emprendedora para sí lentamente irme desvinculando de estos y lo único me importara fuera el dinero que se recaudaba. En cuanto a la finca; me cerciore de que el acceso a la mazmorra y todos sus elementos quedaran bien ocultos e inaccesibles para cualquier persona, salvo para mí. Después de una intensa remodelación la arrende por un par de años. Pero antes de eso; me cerciore que el viejo aljibe no tuviera rastro alguno de sus ocupantes.
Durante un par de años estuve en contacto con Yoli que ahora era una respetada comerciante y que tuvo gemelos con su marido Jorge. También mantuve contacto con Darío, Lorena y Micaela quienes en un principio no la pasaron muy bien en la capital, pero después de un poco de mi ayuda repuntaron vuelo. Darío seguía tomando sus hormonas femeninas pero jamás se volvió a prostituir al igual que su esposa Lorena. Lo último que supe de ellos es que se mudaban al sur del país y que Micaela se había vuelto una famosa modelo juvenil. Transcurrieron 9 largos años; yo recientemente había cumplido los 43 años, Paula había cumplido 11 años y Zara estaba por cumplir 9 años. Si bien las niñas cuando eran más chicas solían preguntar sobre su madre; yo les inventaba un cuento en que ella había fallecido en un accidente poco después de nacer la más pequeña y eso las conformaba. Claro está que después de un tiempo no volvieron a preguntar más por ella. Paula con sus 11 años tenía el cabello castaño claro largo hasta casi su cintura y sus ojos eran grises. Media 1.42 centímetros de altura y sus pechos ya había comenzado a crecer haciéndola lucir dos pequeños globos del tamaño de medio limón. Zara con sus casi 9 años tenía el cabello rubio como yo y tan largo que le llegaba a sus nalgas.
Sus ojos eran de color verdes. Media 1.30 centímetros de altura y sus pechos recién comenzaban a crecer y dos pequeños conos se formaban en ella. Ambas eran muy aplicadas en sus estudios sacando siempre buenas notas. Además eran deportistas y practicaban valet y canto. Esto fue lo que les formo sus cuerpos desde temprana edad ya que las dos eran delgadas y un poco más altas que las niñas de su edad. Las clases estaban por finalizar y el verano parecía haberse adelantado un poco. Como la casa en que vivíamos tenía una pequeña piscina; las niñas generalmente invitaban a sus amigas y compañeras a pasar el tiempo libre. Yo trataba de mantener mi cuerpo en forma yendo al gimnasio y practicando artes marciales en la medida que mis obligaciones laborales lo permitían. Había tratado de mantenerme fuera de la vida del libertinaje y el jolgorio; aunque en más de una ocasión tuve que recurrir de alguna prostituta para saciar mis deseos sexuales. Me había prometido no volver a realizar actos sexuales que pudieran ocasionar dolor y más si se tratara de un menor de edad.
Prácticamente me había convertido en lo que nunca había pensado; un padre soltero ejemplar y muy dedicado para con sus dos niñas. Un día, faltando un par de semanas para que terminar las clases y el verano ya se hacía presente. Regrese a la casa después de un agotador día de trabajo en la fábrica y el escuchar el bullicio que hacían varias niñas en el patio me hizo ir hacia allí. Las niñas parecían estar disfrutando de la pileta en compañía de un grupo de 10 niñas más de sus mismas edades; pero en realidad estaban observando atentamente algo que escondieron ni bien notaron mi presencia. Después de saludarlas me dirigí a mi dormitorio para cambiarme de ropa aunque algo intrigado por la forma en que habían actuado las niñas. Después fui al baño y como este posee un pequeño ventifuz que da justo al lado de la pileta trate de escuchar lo que las niñas charlaban entre ellas sobre lo que supuestamente estaban viendo. Realmente me intrigo lo sucedido ya que las niñas cambiaron repentinamente la charla sobre lo que hayan estado viendo; así que después de colocarme mi traje de baño me dirigí hacia la piscina y en cuanto me vieron solo sonrieron picaronamente como si no me hubiera dado cuenta de lo sucedido.
-Como está el agua niñas – dije algo risueño –
-Bien… linda… fresca… - respondieron las niñas –
-Papi te vas a meter??? – pregunto Zara –
-Solo me daré un chapuzón y después las dejo solas nuevamente – respondí –
-Papi… llamaron de una inmobiliaria sobre una finca y que terminaron las reparaciones – dijo Paula después de que emergí del agua –
-Maldición – dije yo –
-Compraste una finca papa?? – pregunto Zara –
-O es donde te escondes con tu novia – agrego Paula sarcásticamente -
-Es de antes de que ustedes nacieran – respondí algo malhumorado saliendo de la piscina–
-Y tiene pileta??? – pregunto Paula –
-Si - respondí yo mientras tomaba una toalla y me dirija hacia la casa –
Esas preguntas me paralizaron por unos segundos y una fría sensación recorrió mi espalda. Continúe mi camino sin responder a las preguntas que me habían formulado mis hijas. Esto hizo que todas las niñas se preguntaran que era lo que había pasado y porque mi repentino cambio de humor. La novia a la que se refería mi hija Paula; se llamaba Andrea y tenía 37 años. El destino quiso que nos volviéramos a encontrar y que casualmente Andrea sea la maestra de las niñas en el colegio al que concurrían. Si bien hacía ya 2 años que nos veíamos a escondidas de mis hijas; estas me habían descubierto y cuando lo hicieron los celos hacia mi relación afloraron en las niñas, trataban de sabotear mi relación amorosa de cualquier forma posible. A Andrea la conocía desde mucho tiempo atrás, ya que cuando yo tenía 25 y ella 20años tuvimos un tórrido romance pero que no duro mucho ya que ella estudiaba en la capital federal dos carreras a la vez y yo trabajaba casi sin descanso tratando de convertirme en lo ahora soy. Como ya dije; a las niñas no les cayó muy bien que su padre, que solo vivía para ellas tuviera una novia y más que esta fuera su maestra. Por ello; las pocas veces que nos reuníamos, las niñas solían recurrir a berrinches o travesuras para aguar el momento.
Generalmente era Paula la que más escandalo hacía para hacerme pasar mal rato con la mujer adulta. A medida que iba oscureciendo; los padres de las compañeras de mis niñas fueron acercándose para llevarlas a sus casas. Solo faltaba que se fuera una niña cuando Andrea llego a la casa. Las niñas se enfadaron ya que no les había dicho que vendría a cenar e hicieron su típico berrinche lo cual me hizo enojar más aún. Mi humor no era muy bueno y sabía que la cosa empeoraría. Andrea se dio cuenta rápidamente de que algo me sucedía y cuando Paula hizo un comentario inapropiado durante la cena; explote de una forma tan iracunda como nunca me habían visto ninguna de las tres. Mis hijas se asustaron por mi reacción y se fueron llorando a sus habitaciones.
Andrea trato de calmarme pero con mi terquedad y enojo del momento no lo logro; así que se levantó de la mesa y se dirigió hacia la habitación de las niñas. Estuve un par de horas sentado solo en la mesa con mi mal humor y divagando mentalmente con mis recuerdo y pensamientos. Cuando al fin el cansancio me hizo dirigirme a mi habitación. Al pasar frente a la puerta de la habitación de las niñas note que esta estaba entreabierta y la luz encendida. Me asome para ver que sucedía y me sorprendí al ver que mis hijas estaban dormidas en una de las camas y que estaban abrazadas una a cada lado de Andrea, como si se tratara de su madre. La escena me enterneció que hasta me hizo llorar y maldecir mi comportamiento anterior. Tome una cobija y cubrí sus cuerpo que aun llevaban sus ropas puestas. Después de darles un tierno beso en la frente a mis hijas y a mi amante, apague la luz y me fui a mi dormitorio. Como era sábado y generalmente no trabajaba esos días; al despertarme y dirigirme a la cocina donde me encontré con Andrea que ya estaba tomando una taza de café. Me miro fija y seriamente por unos segundos sin pronunciar palabra algún; para después de servirme una taza de lo mismo que estaba tomando decirme:
-Pablo es hora que hables con tus hijas
-A que te réferis – pregunte yo –
-Sabes a que me refiero – dijo ella seriamente –
-Si tanto las quieres no les mientas más – agrego Andrea –
-No entiendo… que paso anoche – dije yo –
-Tus hijas encontraron esto – dijo a la vez que me entregaba un pequeño y viejo álbum de fotografías –
-Así como me contaste sobre sus madres y las cosas que hiciste con ellas deberías decírselo a tus hijas – agrego –
-Andrea… yo… no sé si sería capaz de ello – dije temblorosamente –
-ellas te seguirán queriendo a pesar de lo que les digas – dijo para después darme un beso en la mejilla –
-por cierto. Gracias por arroparnos anoche – me susurro al oído –
-buenos días – dijo la vos entre dormida de Zara mientras se refregaba uno de sus ojos con su mano –
Rápidamente escondí el álbum de fotos y pronto se nos unió mi hija Paula que parecía no estar enojada por la presencia de mi amante adulta. Después del desayuno; Andrea dijo que tenía cosas que hacer y se despidió dándole un tierno beso en las mejillas a las niñas y susurrándole algo al oído que no pude escuchar tras lo cual sonrieron ambas con picardía. Me encerré toda la mañana en mi oficina pensando cómo diablos se me había olvidado destruir ese maldito álbum de fotos y como lo habían encontrado las niñas. Otra de las cosas que me inquietaba era el rápido cambio de las niñas para con Andrea o como había hecho la maestra para ganarse la confianza de dos niñas que hasta hace poco la odiaban. Cuando volví a reencontrarme con Andrea después de tanto tiempo; algo me hizo contarle de cómo me había convertido en padre de dos niñas a las que adoraba demasiado y que no solo las mimaba, sino que también las protegía de la crueldad social en la que vivíamos.
Es por eso que Andrea me había dicho que debía confesar mi pasado para estar en armonía con el presente. Era mediodía y en la casa había una abrumadora tranquilidad; algo raro en una casa donde dos niñas solían ser hasta ensordecedoras realizando tareas sencillas. Mis hijas se encontraban en su habitación; Paula escuchaba música con los auriculares, mientras Zara jugaba con su computadora portátil. Les ordene que dejaran lo que estaban haciendo y que me siguieran. Nos subimos a la camioneta y sin decir nada conduje por un rato. Cuando llegamos a la finca; las niñas quedaron maravilladas por el lugar. Si bien las remodelaciones que le había realizado a la casa le habían cambiado totalmente su apariencia; los recuerdos de lo vivido perduraban. Las niñas siguieron mis pasos y al ingresar a la casa se encontraron que sus muebles estaban cubiertos y que se notaba que hacía tiempo que nadie la habitaba. Después de inspeccionar la casa silenciosamente volvimos a nuestro punto de inicio; el comedor.
Arroje el álbum fotográfico sobre la mesa y las niñas a verlo cruzaron sus miradas algo asustadas. El álbum contenía fotos de las personas que antiguamente habíamos habitado la finca y todas eran de desnudos y actos sexuales que se habían realizado allí. Detrás de cada fotografía había una leyenda escrita por mí detallando a qué momento correspondía. Me senté en una de las sillas y comencé a contarles toda la verdad sobre la relación entre el álbum, la finca y las niñas. Valiéndome de la única evidencia que contaba en ese momento (el álbum fotográfico) les mostré quienes eran sus madres, las cosas que hacíamos y a lo que se habían dedicado. Solo omití la muerte de Camila; la madre biológica de Paula. Para justificar su ausencia les dije que se había alejado poco antes de que naciera Zara, mi hija con Lorena. También a Andrea le había omitido ese acontecimiento cuando le conté sobre mi viva y la relación con mis hijas. A medida que confesaba mi pasado; sentía que me quitaba un gran peso de encima y esto hizo que hasta comenzara a llorar desconsoladamente a la vez que les pedía perdón a mis hijas por haberles mentido. Después de unos minutos de angustiante silencio; Paula tomo mi rostro con sus manos y mirándome fijamente a los ojos me dijo
-Siempre vas a ser mi papá y te voy a querer igual que ahora.
Después de eso, cerró sus ojos y lentamente poso sus labios junto a los míos y me dio un tierno y suave beso en los labios. Esto no solo me dejo petrificado, sino que también hizo que una descarga eléctrica recorriera mi espalda y que mi verga diera señales de excitación que trate de disimular. Fue así como después de ese beso empezamos a charlar mis hijas y yo. Paula y Zara me confesaron que hacía más de un año; buscando en el altillo de la casa unas cosas para un trabajo escolar habían encontrado el álbum de fotos, lo cual las llevo al investigar en internet sobre la pornografía y desde entonces se masturbaban, pero aún eran vírgenes.
Les pregunte si era eso lo que estaban viendo con sus amigas el día anterior y que escondieron apresuradamente cuando yo regrese del trabajo. A lo que ellas me respondieron afirmativamente con una pícara sonrisa en sus rostros. Volvimos a la ciudad ya de noche y al llegar a nuestra casa; Andrea nos estaba esperando. Mis hijas no hicieron ni siquiera un comentario sobre ella; solo la saludaron amablemente, lo cual me hizo volver a preguntarme como había hecho para que cambiaran tan rápidamente de actitud. Intrigado le pregunte a Andrea sobre ello y esta después de observar a las niñas atentamente como esperando una respuesta de ellas y me dijo que ese mismo día había descubierto a Paula que junto a un grupo de compañeras ojeaban el álbum de fotos en el colegio y que si bien no había ninguna foto de mi rostro si lo había de mi descomunal verga y que sumado a las escrituras en la parte trasera de estas inmediatamente me reconoció y supuso quieres eran esas personas. Como maestra; Andrea podría hasta haber expulsado a mi hija del colegio por eso. Pero en cambio decidió tener una charla con esta sobre el álbum sin decirle lo que ella suponía y sobre lo que ella sabía.
También Andrea le confeso que ella me quería y que eso no significaba que yo ya no quisiera a mis hijas; lo cual era lo que pensaban ellas. Su visita a la casa se había debido a que quería contarme lo que había sucedido en el colegio para prevenirme pero la situación de la noche anterior se había salido de control para todos. Es por eso que cuando las niñas huyeron a su dormitorio asustadas por mi actitud ella fue las siguió y no solo volvieron a hablar del tema del colegio; sino que también sobre otros temas que hicieron que las niñas le tomaran confianza y algo de cariño y respeto. El día aun no terminaba y yo me encontraba totalmente agotado, así que después de la cena fui a darme una ducha mientras Andrea y las niñas acomodaban el comedor. Estaba recostado en la bañera y casi a punto de dormirme en ella; cuando sentí que una misteriosa boca me besaba. Abrí los ojos y me di cuenta que era Andrea, pero me asuste al sentir que un par de manos frotaban mi pecho y descendías hasta mi verga.
Esto hizo que interrumpiera el beso que Andrea estaba dándome para sorprenderme al ver que también se encontraban mis hijas allí y que estas eran las que acariciaban mi miembro viril. Además de eso; las tres estaban desnudas y si bien tenían una pequeña sonrisa en sus rostros también había algo de miedo y vergüenza principalmente en las niñas. Volvía besar a Andrea pero de una forma muy apasionada por unos segundos. Después tome por la barbilla a mi hija Paula y la bese suave y tiernamente en los labios. De la misma forma hice lo mismo con Zara unos segundos más tarde. Note como a ambas se les aceleraba la respiración y aceptaban con avidez que mi lengua explorara sus bocas inexpertas. Salí de la bañera y Andrea con la ayuda de mis hijas secaron mi cuerpo. Paula y Zara no podían dejar de observar mi descomunal verga y sus rostros se habían enrojecido de vergüenza y excitación. Los cuatro nos dirigimos a mi dormitorio tomados de las manos. Al llegar allí; volví a besar a Andrea ante la atenta mirada de mis hijas. Después hice lo mismo con mis hijas que esta vez se mostraron más efusivas.
-Papi… me va a doler mucho – pregunto mi más pequeña hija después de que la besara –
-La primera vez siempre duele… pero prometo que no te lastimare – le respondí tiernamente para después abrazarla –
-Papá vas a hacernos lo mismo que hiciste con nuestras mamás??? – pregunto mi hija Paula –
-Solo si ustedes lo desean – respondí yo para después abrazarla junto a mi otra hija-
-Quiero ser tu putita papá – dijo Paula –
-Yo también – agrego Zara –
-Y quiero ser de los tres – dijo Andrea colocándose detrás de Zara y rodeando a las niñas con sus brazos –
-Así será… - dije yo -
-Empezamos – dijo Andrea mirándome fijamente a los ojos –
Algo que no sabían las niñas sobre Andrea; era que ella era bisexual y que su gusto por las mujeres era especialmente adolescente de entre 18 y 21 años, pero que esta sería su primera vez con dos niñas de 11 y 9 años. Esto yo ya lo sabía ya que ella no solo me lo había dicho; sino que también me había confesado que solía mantener relaciones con una sus alumnas mayores. Andrea hizo que Zara se girara y quedara frente a ella. Después de darle un tierno beso en una de sus mejillas la beso en los labios y mi pequeña hija solo se dejó hacer. Yo hice lo mismo con mi otra hija y unos minutos después Andrea y yo cambiamos de parejas para así yo besar a Zara y Andrea besar a Paula. Una breve pausa sirvió para que Andrea y yo nos besáramos nuevamente y que mis hijas se nos unieran para así entrelazar nuestras lenguas. Me senté en el borde de la cama y Andrea se arrodillo entre mis piernas e hizo que Paula y Zara hicieran lo mismo una a cada lado. La mujer mayor tomo mi verga y se la metió en su boca un par de veces para después indicarles a las niñas que hicieran lo mismo. Primero fue Zara la que intento engullirse mi barra de carne caliente en su boca; pero solo llegaba a tragarse el grande y una pequeña parte. Cuando le tocó el turno a Paula esta logro tragarse algo más de la mitad de mi falo; lo cual me sorprendió ya que no creía que le fuera tan fácil. Andrea noto que en cualquier momento realizaría mi descarga de semen y para retrasar ese momento hizo que las niñas se recostaran en la cama interrumpiendo la mamada a mi verga. La mujer de 37 años separo las piernas de mi hija Paula y comenzó a lamer su vagina; lo que en un principio le ocasiono cosquillas y una tímida risa pero rápidamente su respiración aumento y de su boca comenzaron a salir unos suaves gemidos entrecortados. Mi novia se colocó a un lado de la niña de 11 años cuando noto que esta ya estaba lista para que la penetrara. Me ubique entre sus piernas y dirigí mi verga hacia la vagina de mi hija y mirándola a los ojo comencé lentamente a introducirla. Paula noto mi ariete y levantando su cabeza intento ver lo que sucedía, pero Andrea la giro para darle un apasionado beso a la vez que una de sus manos se colocaba en uno de los pequeños pechos de la niña y aprisionaba su pezón con los dedos. Me sorprendió que mi hija habiendo sido lubricada con la saliva de mi amante y con su estado de excitación estuviera algo estrecha; pero aun así continúe con mi labor. Sentí como su himen se rasgaba ante mi ariete y vi como mi hija frunció el ceño levemente en señal de dolor. La estreches de su vagina aprisionaba mi miembro de una forma que hacía tiempo no había sentido algo igual y hasta me causaba dolor a mí también. Aunque Paula se quejaba sutilmente no desistí en mi intento de empalarla. Más de ¾ de mi verga ingresaron en mi hija y Permanecimos unos minutos quietos los dos; tratando de amoldarnos el uno al otro para después comenzar un suave bombeo. Andrea le susurro algo al oído de mi hija que no pude escuchar a la vez que dirigía la mano que tenía en uno de sus pechos hacia la entrepierna de la niña para así comenzar a acariciar su clítoris. Pronto los gemidos de mi hija Paula llenaron la habitación y cuando su pequeña hermana comenzó a succiónale uno de los pecho estos aumentaron aún más. Poco después; el cuerpo de mi niña de 11 años comenzó a temblar en señal de haber llegado a su primer orgasmo. Hice que Paula y Andrea formaran un 69, quedando el cuerpo de mi hija sobre el de la mujer adulta. Así fue como comenzó a penetrar a mi amante. Andrea entendió cuales eran mis intenciones ya que además de lamer la vulva de Paula también lamia su ano. También hizo partícipe de esto a Zara y en poco tiempo la niña no solo recibía las lenguas juguetonas de Zara y de Andrea; sino que también los dedos de estas que entraban y salían de su virgen ano. Andrea rompió la formación amatoria para así ordenarle a mi hija Paula que se colocar en posición de perrito delante mí y dijo:
-Esta ya tiene el culo listo para que se lo rompas – dándole una fuerte palmada en una de las nalgas a Paula -
-Aauuuchhh – expreso la niña de 11 años volteando su cabeza hacia la mujer –
-Las putitas no se quejan – dijo Andrea dando otra nalgada a la niña –
-Aaaaayyyyyyy… me dueleeee – dijo mi hija Paula al sentir como mi verga traspasaba su esfínter -
Sujetando a la niña por su cadera; mi verga ingreso totalmente y como poseído comencé a bombearle frenéticamente sin que me preocupara su dolor. Andrea se recostó a un lado y mientras se masturbaba ferozmente succionaba uno de los pequeños pechos de la niña de 11 años. Esto hizo que dejara de quejarse y comenzara gemir a la vez que decía:
-Rómpeme el culo papi… siii
-Voy a ser tan puta como mi mamá
-Oh si… cógeme papá… culiame
-Te quiero papá. Soy tu puta
No pude contenerme mucho tiempo más y mi verga comenzó a escupir semen dentro del ano de mi hija Paula en el preciso instante en que Andrea tenía su orgasmo y con algo de rabia y pasión mordió el pezón de esta haciéndola gritar. Segundos después, Paula tenía su segundo orgasmo de la noche y al desprender mi verga de su ano; esta cayó agotada y casi sin aliento en la cama para casi de inmediato dormirse profundamente. Cargue el desfallecido cuerpo de Paula y lo lleve a su dormitorio; donde después de recostarla en su cama y arroparla le di un cálido y tierno beso en la frente. Después de eso; me dirigí al baño donde limpie mi verga ya que esta estaba embadurnada con semen, excrementos y algo de sangre. Al volver al dormitorio; me encontré que con que mi pequeña hija de 9 años succionaba uno de los grandes pecho de Andrea como si un bebe fuera. Así vez; Andrea frotaba una de sus manos en la vulva de la niña. Esto hizo que mi verga se irguiera nuevamente casi en el acto. Al aproximarme a ellas; mi hija Zara dijo:
-Ahora me toca a mí??? – pregunto sonriente dejando la teta adulta –
-Si linda… es tu turno – dijo Andrea mirándome –
-Estas lista Zara??? – pregunte yo –
-Si papi estoy lista – respondió ella tomando con sus pequeñas manos mi verga y llevándosela a la boca –
-Ooohhhh!!! Zara…– dije yo –
Suponía que Zara sería algo más estrecha de lo que había sido hermana cuando la desvirgue y el morbo de que eso fuera así me excitaba; pero también me preocupaba el lastimarla. Andrea al notar mi temor, me susurro al oído que ella me ayudaría como lo había hecho con la otra niña para después de eso besarme fogosamente. Andrea se recostó en la cama e hizo que la pequeña Zara casi se sentara sobre su rostro y comenzó a lamerle la vulva. Yo dirigí mi ariete hacia la entrepierna de la mujer adulta y la penetre con violencia ante la atenta mirada de mi hija de 9 años para después besarla con ternura. Andrea tuvo un orgasmo que ahogo magistralmente entre las nalgas de Zara y que la dejo casi sin aliento. Después de eso; yo me recosté y le dije a la pequeña que se me montara encima. La niña de 9 años comenzó a frotar suavemente ella misma su vulva contra mi verga por unos monitos; esto casi me hace acabar, pero me contuve. Dirigí mi verga hacia la vagina infantil de mi pequeña hija y esta al sentir que estaba a punto de ser penetrada gimoteo con algo de dolor. Al ver esto, me hizo decirle:
-Zara… eres tú la que tiene el control… si lo deseas puedes levantarte e irte a dormir.
-No papi… quiero ser tuya
-ya te lo dije… eres tu quien tiene la rienda de esto.
-Aaayyy!!!
El grito de dolor retumbo en la habitación producto de que la propia Zara dio un fuerte empujón haciendo de esta forma que ella misma se introduzca mas de la mitad de mi verga en su vagina. En un pestañeo sentí no solo como su himen se rompía para siempre; sino como mi verga golpeo su cérvix uterino. El grito no solo me asusto y sorprendió; sino que también afecto a Andrea que estaba al lado nuestro algo aletargada por su orgasmo. La mujer rápidamente se acercó y observo la escena para después tomar con sus manos el rostro sollozante de mi hija de 9 años de forma consoladora le dijo:
-Bien Zara… tranquila… ya eres una mujer – dándole un tierno beso en los labios –
-Me duele un poco – dijo la niña sollozando –
-Quédate así quieta hasta que te acostumbre – le respondió Andrea –
-Me entro toda mami – pregunto Zara –
-No… pero con el tiempo lo lograras – dijo Andrea sonriente por como la niña le había llamado –
Andrea se ubicó detrás de la niña y rodeándola con sus brazos comenzó a frotar los pezones de esta con una de sus manos, mientras que con la otra acariciaba su clítoris. Además; besaba el cuello de la niña y ocasionalmente le susurraba palabras al oído que no alcanzaba a escuchar. Como lo había imaginado; mi pequeña Zara era más estrecha que su hermana y esto nos produjo dolor a los dos por unos minutos. Bese a mi hija con ternura y con delicadeza comenzamos a moverme lentamente. Podía sentir como la punta de mi barra golpeaba su útero y como a medida que avanzaba; su capacidad de alojarme dentro de ella aumentaba. No se cuánto tiempo estuvimos así; pero cuando su cuerpo comenzó a temblar en señal de llegada de su orgasmo, acelere el ritmo de mis envestidas para así descargar mi semen en el mismo momento que ella llegara a su clímax. Aunque había inundado con mi semen la vagina de mi pequeña Zara; mi verga aún estaba adentro y seguía erguida. Continuamos moviéndonos lentamente y pausadamente; pero ahora Zara estaba recostada sobre mí. Andrea se dirigió hacia el ano de Zara y comenzó a lamerlo jugando con su lengua; esto hizo que la niña diera un pequeño respingo y recordase que aún faltaba vulnerar su orificio trasero. Después de unos minutos; pude sentir como uno de los dedos de Andrea entraba y salía del diminuto agujero de mi hija y que esta disfrutaba de esa caricia especial que recibía gimoteando intermitentemente. Cuando Andrea considero que era el momento; quito mi ariete de la vagina de mi hija y la redirigió hacia su ano. La niña al sentir la punta de mi verga en su entrada trasera; lentamente se fue levantada para así irse introduciéndola. Podía sentir como su esfínter cedía ante mi barra de carne y lentamente su fue metiendo en los intestino de la niña de 9 años a la vez que esta exhalaba agónicos suspiros de placer. Andrea volvió a colocarse detrás de Zara e hizo lo mismo que un rato atrás; pero esta vez, introdujo sus dedos medio y anular en la vagina de la niña para así penetrada coordinar los movimientos de la pequeña. A medida que los movimientos aumentaban; también lo hacían los gemidos de Zara y para cuando su pequeño cuerpo comenzó a convulsionarse ante la llegada de su clímax acelere mis movimientos para tratar de llegar junta ella. Andrea quito sus dedos de la vagina de mi hija y se los llevo a su boca para degustar los flujos de la niña y lo que había quedado de mi esperma. Cuando descargue mi semen dentro de mi niña; la mujer retiro mi ariete para mamarlo y limpiarlo. Después lamio el ano de Zara hasta que de este no broto más nada de mi esencia.
Los tres estábamos agotados y rápidamente nos quedamos profundamente dormidos; había observado brevemente el reloj despertador y este acusaba las 3:45 de la madrugada. Cuando desperté a la mañana siguiente; Zara estaba recostada sobre mi pecho durmiendo aun y el reloj marcaba las 10:28 de la mañana. Por unos segundos acaricie el revuelto cabello de mi hija a la vez que recordaba lo sucedido la noche anterior.
-Buenos días dormilón – dijo la melosa vos de Andrea cargando una bandeja con el desayuno y aun desnuda –
-Hola papi – dijo Paula también desnuda y trayendo una jarra de café en sus manos-
-Buenos días a las dos – dije yo sonriente al verlas –
-Paula y yo nos despertamos hace un rato y queríamos sorprenderte – dijo Andrea depositando la bandeja en la cama –
-Te siente bien Paula??? – pregunte yo –
-Si papá. Me duele un poco la cola pero Andrea me dijo que ya me acostumbrare – respondió risueña –
-Hora de levantarse pequeña – dijo Andrea y besando la mejilla de Zara –
-Mmm… aaauuuccchhh!!!! …. Me duele todo – dijo Zara refregándose los ojos con las manos –
-Jajajaja… - rio Paula – a mí también hermanita
-Estas bien Zara – pregunte yo –
-Si papi… pero me duele un poco – dijo llevándose una mano a su entrepierna a la vez que se sentaba en la cama
-Ya se te va a pasar y te acostumbraras – dijo Andrea dándole un leve beso en los labios –
-Hacía tiempo que no tenía un noche así – dije yo casi lamentándome por el tiempo perdido –
-Podemos repetirlo – dijo Andrea dándome un suave beso –
-Andrea… perdón por todo lo que te he hecho – dijo Paula bajando su cabeza –
-Está bien linda… yo habría hecho lo mismo – le respondió la mujer a la vez que con su mano alzaba su rostro nuevamente y depositaba un tierno beso en sus labios –
-Después de lo de anoche siento que son parte de mi ahora – agrego la mujer –
-Puedes ser nuestra mamá ahora – dijo Zara sorbiendo un trago de café y sorprendiéndonos a todos –
-Nuestra mamá que nos hace el amor – agrego Paula -
Desde ese día formamos una familia que duerme en una misma cama y tenemos furiosos encuentros sexuales. Andrea y las chicas se llevan de maravillas y se han vuelto muy cercanas. Las clases ya han terminado y las niñas me ha pedido que pasemos el verano en la finca. Además de que quieren que les muestre la mazmorra de la que les he hablado varias veces ya.
Tengo 42 años y me considero un adicto a la pornografía. Vivo en una pequeña finca a unos 10 km de una importante ciudad céntrica de la argentina. Soy un exitoso empresario y comerciante en esa ciudad y muy respetado por ello. He llevado a cabo casi todas las fantasías que estuvieran relacionadas al sexo; pero había una que últimamente consumía mis pensamientos. Esta era tener sexo con menores de edad; preferentemente niña.
Esto comenzó hace algo más de 10 años atrás. Navegando por la web descubrí que había otra parte más oscura. Así conocí la Deep web. En ella, encontré muchísimo materia de pedofilia; ya sean fotografías, videos, historias y textos informativos. Algunos de estos me serian de mucha utilidad en el futuro.
Tres veces por semana; a la finca iba una señora de unos 38 años para hacer los quehaceres domésticos. Sabía que esta señora era muy humilde y que trabajaba a destajo para mantener a su familia. Un día; esta señora llego acompañada por su hija y me dijo que por motivos de salud ella no podría concurrir más y que en su lugar vendría la niña.
Su nombre era Cielo Riveros y estaba por cumplir los 15 años. Tenía el pelo color castaño, ojos color miel y su cuerpo estaba ya totalmente desarrollado para su edad. La silueta de su cuerpo la ocultaba con ropa holgada; pero se notaba que poseía unos grandes pechos.
La primera semana, transcurrió con normalidad; solo hablamos lo necesario. Fue así que pude observar que a la adolescente le gustaban unas golosinas que solía tener sobre la mesa del comedor y que ocasionalmente tomaba algunos de ellos. Esto me hizo recordar algo que había leído en la web sobre como los traficantes de drogas captan a sus clientes. Así que decidí realizar un pequeño experimento.
Debo confesar, que nunca he consumido drogas a no ser que me fueran prescriptas por algún médico. Pero mi plan requería de drogas y por lo tanto, después de unas averiguaciones, las conseguí. El obtenerlas fue más fácil de lo que me imaginaba y por eso decidí hacerme de una buena cantidad de una vez de drogas ilegales como MDMA/éxtasis, marihuana y cocaína. También conseguí drogas legales como benzodiacepina y anfetaminas.
La primera fase de mi plan, consistía en adulterar las golosinas con una dosis mínima de MDMA/éxtasis. Sabiendo que Cielo Riveros las comería como era su costumbre sin pedir permiso y disimuladamente.
Coloque pequeñas cámaras de seguridad por toda la casa para así observar las reacciones de la niña ante la ingesta de las golosinas contaminadas. Durante la primera semana, la adolescente no tuvo cambios significativos en su comportamiento. Y en la semana siguiente, trate de entablar charlas casuales con ellas preguntándole cosas tontas al principio para después hacer la conversación más íntima y personal para conocerla más.
Para la tercera semana; aumente levemente la dosis de la droga. A partir de ese día si note algunos cambios. Cielo Riveros comenzó a comportarse algo más risueña y alegre que de costumbre; a la vez que parecía algo más desinhibida.
Para la sexta semana; ya conocía todo sobre la vida de la adolescente. Supe que su madre la coartaba demasiado y que debido a su enfermedad había abandonado la escuela. También supe sobre sus sueños y anhelos. Estos eran los de una niña común y me dio la pauta para dar el siguiente paso.
El primer día de la octava semana; Cielo Riveros llego como de costumbre y rápidamente fue hacia donde estaban las golosinas. Tomo alguna y las guardo en el bolsillo de su delantal de mucama. Para después tomar uno y llevárselo a la boca.
Fue en ese momento en que aparecí yo con una cámara filmadora en una de mis manos y una fotográfica en la otra. Cielo Riveros se sobresaltó ante mi presencia y rápidamente se dirigió al armario de limpieza para sacar lo que necesitaría para comenzar su labor diaria.
Mientras la adolescente comenzaba los quehaceres de la casa; coloque la filmadora sobre un trípode y la encendí enfocándola a ella. Tome la cámara fotografía y la capture indiscretamente en un par de ocasiones, para después decirle:
-Eres muy fotogénica Cielo Riveros – dije sonriendo
-Me sacó una foto señor? – deteniendo su labor y observándome
-Así es – dije – deberías de ser modelo porque eres muy linda
-Las modelos ganan mucho dinero -
-Jajajaja dice cada cosas usted – meneando su cabeza de lado a lado
-Estoy seguro que con otras vestimentas lucirías más bella
-Si mi madre me ve con la ropa que usan mis amigas me mata
-Mmm… se me acaba de ocurrir algo – dije – pero tendría que ser nuestro secreto
-Mañana en vez de venir aquí que te parece si nos vemos en el shopping de la ciudad. –
-Queeee… - asombrada por mi directiva
-Si – dije – te compro algunas prendas como las de tus amigas
-jajajaja… pero señor
-si peros Cielo Riveros… eres una linda niña y debes vestirte como tal
-eso sí… será nuestro secreto… considéralo con un regalo de mi parte – dije sonrientemente –
Me acerque a ella y le di un tierno beso en la mejilla que la hizo ruborizarse. Para después sacar una foto de nuestros rostros uno al lado del otro.
El adolescente trato de continuar con su labor de limpieza; pero los flashes de la cámara parecían incomodarle. Así es que comenzó a posar como si de una modelo se tratara con una gran sonrisa en su rostro.
Le ordene que se quitara el delantal y por unos segundos dudo en hacerlo; pero lentamente comenzó a desprender los botones y lo arrojo a piso giñando un ojo y sonriendo. Le indique algunas posiciones algo sugestivas las cuales realizo con total obediencia.
Cielo Riveros tomo otro dulce y le sugerí que se quitara el polar que traía y mordiéndose el labio inferior comenzó a quitárselo y con ella, la camiseta que llevaba debajo. Dejando a la vista su corpiño y sus grandes pechos. Al hacerlo; se cubrió con sus brazos y me dio la espalda. Nunca sabré si lo hizo intencionalmente o no; pero tampoco me intereso saberlo en ese momento.
Le dije que no debía sentirse mal en mostrar su cuerpo; ya que era muy hermoso y que todo en ella me resultaba hermoso. Con su rostro enrojecido por la vergüenza y algo de pudor, lentamente volvió a girar su cuerpo para así retomar la sesión fotográfica.
A partir de ese momento; no tuve que decirle que se quitara más ropa. Ella lo hizo por si sola. Después de quitarse las zapatillas deportivas; la adolescente comenzó a bajar lentamente su holgado pantalón, hasta que solo quedo en ropa interior. Cielo Riveros parecía hipnotizada por la lente, los flashes y por los efectos de la droga.
Volvió a tomar otra golosina y antes de que se la introdujera en su boca, le dije:
-te gustan mis golosinas especiales.
-Si… son muy ricas – dijo ella dudando de mis palabras –
-Que tienen de especiales? – pregunto la adolescente –
-Toma … prueba con esta – colocando en sus labios una pastilla de MDMA en sus labios-
-No la mastiques; trágala – le ordene-
-Qué es? – pregunto la niña después de tragar la píldora
-Es lo mismo que las golosinas pero mejor. Jejeje
-Es droga? – dijo casi susurrando
-Sí. Es éxtasis
-Me hacen sentir como si me fumara un porro.
-Así que ya has probado la marihuana – dije algo sorprendido –
-Jejeje – rio tímidamente – fume 2 veces el año pasado en la escuela
-Bueno – le dije – cuando quieras drogarte; tengo de lo mejor (abriendo un maletín donde guardaba la droga)
-Guau – exclamo Cielo Riveros al observar el maletín –
-Ahora continuemos – ordene – quítate el resto
Riendo; Cielo Riveros se quitó su corpiño y su calzón. Realice un par de tomas de ella; ahora totalmente desnuda. Le indique que se santera en el sillón grande y que se acariciara sus pecho; la adolescente obedeció y segundos después sus pezones se pusieron duros y erguidos.
Cielo Riveros elevo uno de sus pechos hacia su boca y con su lengua lamio su aureola y pezón; para después repetir la operación en su otro pecho. Continúo jugando con su cuerpo hasta que le indique que llevara una de sus manos a su entrepierna.
Cuando sus dedos tocaron su botón mágico; la niña gimió casi silenciosamente y continúo haciéndolo hasta que tuvo un orgasmo que grito descontroladamente y cerró sus piernas aprisionando su mano entre ellas.
Con la respiración entrecortada y el rostro enrojecido; Cielo Riveros cerró los ojos por unos segundos. Rápidamente me le acerque y la bese fogosamente en los labios. Esto la sorprendió al principio; pero me lo correspondió rodeando con sus brazos mi cuello.
Le pregunte si había visto a un hombre desnudo alguna vez y su respuesta fue que no. Así que me levante y comencé a quitarme la ropa. Mientras lo hacía; Cielo Riveros tomo la cama fotográfica y tomo algunas instantáneas de mí.
Se asustó cuando vio mi verga totalmente erguida y amenazante. No podía creer que mi herramienta midiera 26centímetros de largo y casi 8 centímetros de diámetro. Jocosamente; le explique que el tamaño de este se debía a una operación a la que me había sometido hacia unos años atrás, que ninguna de las mujeres con las que había estado se había quejado; al contrario, quedaban muy satisfechas. Pero lo que la asusto más fue cuando le dije que le entraría en todos sus agujeros.
Por unos minutos trate de calmarla; diciéndole que no la lastimaría. Pero como no lograba hacerlo, le obligue a que ingiriera una dosis pequeña de benzodiacepina y unas píldoras homeopáticas que ya había utilizado antes para aumentar la libido en mujeres.
Un fuerte trueno nos desconcentro por unos segundo. Se avecinaba una fuerte tormenta. Cielo Riveros quiso levantarse para así vestirse e irse a su casa; pero las drogas la hicieron trastabillar y volvió a sentarse sintiéndose mareada.
Tome el teléfono y le dije que llamaría a su madre para decirle que se quedaría en la finca hasta que pasara la tormenta o hasta el día siguiente.
-Hola señora Ana – dije por el aparato soy Pablo XXX
-Hay señor. Gracias por llamar – dijo un vos femenina del otro lado del aparato –
-Si – dije yo – Cielo Riveros está aquí conmigo. No se preocupe.
-Recién nos damos cuenta de la tormenta; es que decidí hacer limpieza en el sótano, se acuerda que le había dicho que lo haría. –continúe diciéndole a la madre de Cielo Riveros–
-Si si – dijo la señora – me acuerdo
-Aquí está muy fuerte la tormenta – dijo la madre –
-No se preocupe señor – dije – cuando calme la llevo a la ciudad; sino se queda aquí en el cuarto de huéspedes.
-No se moleste tanto señor Pablo – dijo la madre –
-No es molestia señora. Pienso pagarle extras por hoy – dije –
-Espere que le paso a Cielo Riveros así habla con ella
-Hola mami – dijo la niña – algo mareada y sollozando
-Si mami. Voy a hacer todo lo que me diga el señor – respondió después de unos segundos
-Recuerda tomar los medicamentos, mami – respondió Cielo Riveros
-Hola mami. Hola – dijo al interrumpirse la comunicación.
-Continuemos en lo que estábamos – le dije a la adolescente –
Cielo Riveros no dejaba de ver mi verga; que aunque había perdido su rigidez aún era grande. Me senté a su lado y charle con ella; tratando de calmarla. Ella me dijo que además de temer por la tormenta, también lo tenía por la monstruosidad que colgaba de mi entre pierna.
Le conté algunas anécdotas sobre mi verga y sobre mis amantes. Resulto que una de estas había sido su maestra el año anterior. Esto la hizo relajarse un poco y continuamos charlando y riéndonos por un rato.
Tímidamente; Cielo Riveros tomo mi flácida verga con una de sus manos acariciándolo. Aproxime mis labios a los suyos y nuestras lenguas se trenzaron en un apasionado beso.
Comencé a masajear sus pechos con mis manos; para después llevar una de ellas a su entrepierna y acariciar su vulva. Esta la hizo acelerar su respiración y comenzar a gemir levemente. Mi verga se irguió nuevamente ante las caricias de mi joven amante.
Descendí hasta su entrepierna y después separar sus piernas; lamí su vulva y su clítoris hasta que estuvo a punto de tener un orgasmo. Coloque mi ariete en posición para penetrarla y frote el glande por los labios vaginales vírgenes. Esto la hizo cerrar los ojos como esperando que la atravesara con mi herramienta hirviente.
Lentamente fui introduciendo mi verga en esa virginal concha. Cuando solo ingreso una cuarta parte de esta; sentí que su himen frenaba mi avance. Y con un pequeño empujes, la membrana cedió. Esto hizo que Cielo Riveros hiciera una mueca de dolor y emitiera un quejido casi inaudible.
Con más de la mitad de mi ariete dentro comencé a moverlo de adentro hacia afuera y pronto mi joven pareja empezó a gemir de placer. Finalmente mi verga se introdujo completamente y se lo hice saber. Cielo Riveros agacho su cabeza para poder ver y confirmar lo que le había dicho y dijo:
-Oh dios mío!
-La siento hasta en el estomago
Yo me reí por su comentario y continúe con mis movimientos. Cielo Riveros comenzó a gemir cada vez más aceleradamente y rodeo con sus piernas mi cintura. Esto hizo que mi penetración fuera más profunda aun.
La niña adolescente tuvo su orgasmo y yo trataba de aguantar el mío. Hice que se colocara en posición de perrito y la volví a penetrar. Empecé a masajear sus redondas y duras nalgas; para después dejar caer un poco de saliva en su raya anal.
Esparcí mi saliva con uno de mis dedos y frote su rosado anillo trasero. Ella giro su cabeza y me dijo que no lo intentara. Le respondí que solo estaba jugando y pronto la primera falange de mi dedo se introdujo. Esto, no solo la hizo gemir más aun; sino que lanzo un pequeño quejido.
Rápidamente, todo mi dedo entraba y salía de su ano al ritmo de mi penetración vaginal. Cuando ingrese el segundo dedo; Cielo Riveros arqueo su espalda y gimió más fuerte aun. Un nuevo orgasmo la invadió haciendo temblar su cuerpo; mientras yo me contenía a más no poder.
Le introduje tres dedos en su ano por unos segundo y al sacarlos dirigí mi verga hacia ese orifico. Al sentir mi glande en su ano; Cielo Riveros grito un largo y fuerte no que retumbo en toda la habitación. Se volteo hacia mí y pude ver como unas lágrimas rodaban por su mejilla mientras mi verga se iba introduciendo en sus intestino.
Detuve mi penetración cuando algo más de una cuarta parte ya estaba adentro. Lo hice para que su agujero se amoldara a su invasor. Le ordene a Cielo Riveros que se masturbara para así calmar la molestia.
Lentamente me fui introduciendo hasta hacer fondo y sentir en mis testículos la mano de la niña tocándose su vulva recientemente desflorada. Con suaves movimientos entre y Salí de allí en un principio para después hacerlo a toda marcha.
Un nuevo orgasmo sacudía el cuerpo de la niña adolescente y mi descarga se hizo inevitable dentro de sus intestinos. Los dos caímos agotados sobre la alfombra y Cielo Riveros no dejaba de agradecerme. Le pregunte el motivo de su agradecimiento y ella me respondió que era su cumpleaños número quince.
Permanecimos recostados sobre la alfombra por un rato tratando de recobrar el aliento. Cuando mi verga perdió rigidez y salió del ano de la quinceañera; esta emitió un profundo gemido quejido de alivio.
Me levante y tome el pequeño espejo donde prepare unas líneas de cocaína y se las hice inhalar a Cielo Riveros. En pocos minutos; esta recobro todas las fuerzas y con algo de dolor en su ano, nos dirigimos hacia el baño.
Hice que la niña se arrodillara en la bañera; de esta forma mi flácida verga quedo a la altura de su boca. Esta como se encontraba, ahora media unos 13 centímetros de largo y 5 centímetros de diámetros.
Cielo Riveros dijo que aún le parecía muy grande; a la vez que tomaba tímidamente mis testículos con una de sus manos y con la otra sujeto mi verga. Le respondí que en ese estado le entraría perfectamente en el último de sus agujeros vírgenes.
Primeramente se mordió su labio inferior para después de sonriera pícaramente se la introdujo en su boca. Le indique, que no debía usar los dientes y después de quitar mi verga de su boca volver a introducirla de la forma que le indique.
Me habían dado ganas de orinar y sin decirle, comencé a hacerlo dentro de la boca de la quinceañera. Esta; se sorprendió un poco y trago algo de mi orina, para después quitarse mi verga de su boca y así comencé a rociar su cuerpo con mi chorro caliente de líquido.
Al terminar de orinar, le ordene que volviera a metérsela en la boca; cosa que hizo inmediatamente. Mi verga entraba y salía de allí y lentamente fue agrandándose hasta que se irguió totalmente.
Por más que se esforzara; Cielo Riveros solo podía engullir algo menos de la mitad de mi verga. Trate de que se la tragara más aun sujetándole la cabeza y haciendo fuerza en cada envestida; pero cuando lo hacía se ahogaba. En uno de los tantos vaivenes de su boca sobre mi verga; llego a introducirse la tres cuarta parte y al hacerlo vomito lo que tenía en su estómago.
Abrir la canilla de la bañera y le ordene a la niña que se quitara toda su suciedad. Después de unos minutos, ingrese a la bañera y comenzamos a enjabonarnos mutuamente. Cielo Riveros comenzó a poner más énfasis en mi falo; para después volver a arrodillarse y así se engullo todo lo que pudo de mi verga. Sus movimientos fueron lentos al principio, para después ir ella misma aumentando el ritmo hasta que descargue una buena cantidad de semen dentro de su boca.
Trato de contener lo más que pudo de mi descarga dentro, pero aun así se le escapaba un poco por la comisura de los labios. Retire mi verga de su boca y le ordene que me mostrara el contenido de esta. Cielo Riveros abrió grande su boca, dejando ver el líquido blanco dentro de ella.
Recolecte lo poco de semen que había en su mentón con mi mano y se lo volqué en su boca. Después le ordene que se lo tragara; lo cual hizo poniendo la misma cara de asco que había puesto cuando orine dentro de ella.
Me senté en la bañera con la verga aun erguida empuñándola con una de mis manos. Le dije a la quinceañera que se sentara sobre mí y que se penetrara ella misma. Obedeció rápidamente y a medida que iba introduciéndose mis 26 centímetros gemía lentamente.
De esta forma comenzó a cabalgarme. Primero de forma suave para acostumbrarse a mi invasor; para seguir cada vez más rápido hasta que me hizo acabar nuevamente, pero esta vez en su útero adolescente. Al hacerlo; ella tuvo un orgasmo y nos besamos fogosamente.
Salimos de la bañera y nos secamos mutuamente; para después dirigirnos a mi habitación. Una vez allí; renové las sesiones fotográficas por unos minutos con Cielo Riveros recostada en mi cama y posando para la cámara.
Hice que ingiriera una píldora de MDMA/éxtasis; para después indicarle que volviera a mamarme la verga que se encontraba semi flácida. Mientras lo hacía; comencé a acariciar sus nalgas primeramente, para después ir introduciendo un dedo en su ano y después un segundo dedo.
Unos minutos después; con Cielo Riveros recostada boca abajo la penetre en su ano y cuando lo hice, ella volvió a gritar de dolor como la vez anterior pero esta vez no fue tan fuerte. No hizo falta que le dijera que llevara una de sus manos a su vulva y que se acariciara; ella lo hizo por si sola.
Inicie mis movimientos lentamente para ir aumentando el ritmo pausadamente hasta que descargue lo poco que me quedaba en mis testículos. Cielo Riveros continuo masturbándose y a medida que mi miembro iba perdiendo su rigidez saliendo de su ano; note como este palpitaba alrededor de mi órgano en señal de estar llegando a un orgasmo.
Aunque aún no había anochecido; los dos estábamos exhausto y nos dormimos profundamente hasta el día siguiente.
Mientras desayunábamos a la mañana siguiente; le entregue a la quinceañera un sobre en el cual había 500 dólares y varias píldoras de éxtasis. Le dije que era su regalo de cumpleaños, pero que no debía decirle a nadie sobre lo que había sucedido el día anterior. Ella lo acepto sonrientemente para después darme un cálido beso en la boca.
La lleve hasta la ciudad y cuando la madre nos recibió; le entregue a esta 200 dólares con la excusa de que la niña se había quedado haciendo horas extras en la finca. La señora Ana los tomo y me los agradeció, preguntándome si la niña se había portado bien. Algo burlón le respondí afirmativamente, para después despedirme deseándoles un buen fin de semana.
Durante ese fin de semana; se me ocurrió transformar el gran sótano de la casa en una mazmorra. Así que después de sacar todas las cosas que allí almacenaba inicie la planificación de como lo haría. También se me ocurrió darle un nuevo uso a algunas de las cosas que había sacado y que para ello debería modificarlas.
El lunes cuando Cielo Riveros llego para realizar los quehaceres domésticos y vio el desorden que había generado, pregunto qué había ocurrido. A lo que le respondí que estaba por hacer unas reformas en la casa para después de eso depositar en su boca una píldora de MDMA.
La quinceañera inicio sus labores como de costumbre y a media mañana; estando frente a ella, llamé a su madre para decirle; mediante una mentira creíble que requeriría de los servicios de la niña por unos días y que se lo retribuiría con una buena cantidad de dinero. La madre no tuvo objeción a mi pedido y después de unas recomendaciones finalice la llamada, diciéndole a Cielo Riveros que estaría toda la semana conmigo.
La mentira que le dije a la madre fue que había adquirido unos departamentos en la capital federal y que estos necesitaban de limpieza. La señora Ana que conocía de mis negocios inmobiliarios y que le abonaría una buena suma se lo creyó.
La niña continuó con sus labores; mientras que yo me dirigí a la ciudad para realizar unos trámites y unas compras. Regrese pasada la media tarde; con la camioneta cargada de provisiones y varias cosas más. Entre esas cosas, había un bolso que me había entregado la madre de la niña con algo de ropa para ella; pero que realmente no necesitaría.
Le dije a Cielo Riveros que dejara lo que estaba haciendo y que fuera a ducharse al baño principal ya que por el resto del día sus labores de limpieza habían terminado. La niña obedeció; pero antes me pidió si le podía dar algo de drogas para levantarle el ánimo. A lo cual le dije que se lo daría cuando saliera de bañarse. También le dije que en el baño encontraría la ropa que debería ponerse.
Más de media hora transcurrió cuando Cielo Riveros se presentó en el comedor vestida con un disfraz muy erótico de servicio doméstico y unos zapatos de taco aguja de casi 20 centímetros de alto para los cuales no estaba acostumbrada a usar. Estos no solo la hacían lucir más alta; sino que ya estaba casi a mi altura que es de 1.82.
-Ahora si – dije yo – jejeje (señalándole una líneas de cocaína que había preparado para ella)
-me siento una puta así – exclamo ella –
-Tranquila – respondí –
-Lo necesitaba – dijo después de inhalar dos lineas
-Ahora – ordene – límpiame la tranca. (exhibiéndole mi verga ya erecta)
La niña comenzó a succionar todo lo que podía de mi verga. Hice que se recostara sobre la mesa, pero previendo que la penetraría; Cielo Riveros me pidió que me colocase un condón porque le estaba por venir la regla y no deseaba quedar embarazada. Le dije que no se preocupara ya que eso no ocurriría porque cuando me sometía a la cirugía para agrandar mi verga; también me había realizado una vasectomía. Después de esto; le introduje mi miembro dándole una fuerte estocada en su vagina lo que la hizo gritar de dolor.
Bombee mi verga hasta que descargue mi semen y cuando ya casi finalizaba retire mi instrumento de su vagina y lo dirigí a su ano; el cual había estado dilatando con mis dedos. La quinceañera volvió a gritar de dolor y hasta quiso salirse de esa postura; pero mi mano la sujetaba fuertemente por la nuca aprisionándola contra la mesa.
Al cabo de un rato, volví a descarga mis testículos; pero esta vez en su ano. Hasta que mi verga no perdió su rigidez no la retire de allí y al hacerlo le di una fuerte palmada en sus nalgas que la hicieron quejarse.
Le ordene que me acompañara a la cocina ya que prepararíamos la cena. Al caminar la niña lo hacía de una forma dolosa e incómoda; no solo por los zapatos, sino que también por la reciente penetración de su ano.
Durante la cena; le di de tomar vino tinto al cual le había agregado anfetaminas y MDMA. Al finalizar la comida nos dirigimos a mi dormitorio; en el cual tuvimos sexo hasta el amanecer del día siguiente.
Durante casi el resto de la semana transcurrió de la forma en que relate en el final anterior. A excepción del día viernes; a partir de ese día muchas cosas cambiarían.
Casi había amanecido cuando me despertaron unos insistentes bocinazos provenientes de un vehículo fuera de la finca. Algo malhumorado, me levante a ver que sucedía. Afuera se encontraba mi amigo Eduardo; un tipo que en ese momento tenía 36 años.
Eduardo estaba histérico y muy exaltado. No dejaba de decir que había cometido el error más grande de su vida. Después de unos minutos logre que se calmara y que me contara lo que le había sucedido.
El me conto que volvía de viaje y que se detuvo para levantar a una mujer y su niña que hacían auto stop en la ruta, unos 100 kilómetros antes de aquí. Y que durante una parte del trayecto conversaron sobre cosas tontas. La niña le pidió a la madre algo de tomar; pero este le ofreció una gaseosa a la que le había colocado un medicamento que el usaba por orden médica, pero que lo había olvidado en ese momento.
Poco después la niña comenzó a sentirse mal y la madre empezó a agredirlo mientras conducía. Según Eduardo; detuvo el auto en la banquina y discutió con la mujer. Esto termino cuando mi amigo le propino un fuerte golpe y la mujer se desplomo golpeando su cabeza en una roca cercana. Llorando totalmente angustiado dijo que subió el cuerpo de la mujer al automóvil y vino para aquí; ya que esto había ocurrido no muy lejos de aquí.
Me acerque al vehículo y abrí la puerta del acompañante. Allí había una mujer de unos 40 años que parecía inconsciente y poseía un gran corte en su cabeza, del cual había emanado mucha sangre. Intente tomarle el pulso pero no lo encontraba; así que aproxime mi oído a su pecho y fue allí que me di cuenta que estaba muerta.
Abrí la puerta trasera y allí me encontré con una niña de unos 10 años que más bien parecía estar dormida. Verifique su pulso y en esta ocasión pude constatar que estaba viva; solamente estaba bajo los efectos del medicamento que le había suministrado.
Sabía que Eduardo además de ser mujeriego; tenía algunos problemas económicos. En más de una ocasión le había ofrecido mi ayuda en sociedad con sus negocios pero este siempre me rechazaba. Además de esto; el me debía un buena suma de dinero que siempre que se la reclamaba me daba alguna excusa o dilataba el plazo de entrega.
Mientras caminaba pausadamente hasta donde se encontraba mi amigo, fui ideando un plan para esta situación. De frente a él; le dije que madre e hija estaba muertas y que lo que había hecho me convertía en su cómplice. Le explique que yo me vería más afectado que el si se supiera todo; pero que lo ayudaría. Él se sujetaba la cabeza y trataba de negar todo.
Sabía que las cámaras de seguridad habrían registrado todo; inclusive la conversación que había mantenido con Eduardo y esto me serviría para chantajearlo. Busqué en la casa mi cámara digital y me dirigí al vehículo; allí fotografié los cuerpos de la madre y de la hija como si fuera un médico forense. Mi amigo observaba mientras caminaba de forma errática y perturbado alrededor del automóvil.
Retire el cadáver de la mujer; el cual coloque sobre una lona. Recordé que la finca tenía un viejo, profundo y seco aljibe. Este tenía casi 10 metros de profundidad y casi nadie sabía de su existencia ya que estaba lejos de la casa y dentro de un pequeño bosquecillo casi impenetrable.
Obligue a Eduardo a arrastrar sobre la lona el cuerpo sin vida de la mujer hacia el aljibe. Allí volví a comprobar sus signos vitales, para después revisar sus ropas y quitarle pocas las joyas que poseía. Por algún motivo, mientras lo hacia comencé a tener una terrible erección y esto me llevo a arrancas las ropas del cadáver.
El cadáver de la mujer tenía una buena figura. Sus pechos eran extremadamente grandes; lo que me hizo suponer que debía tener implantes. Una vieja cicatriz horizontal en su depilado pubis me hizo recordar que era la madre de la niña que aun yacía inconsciente en el automóvil y que esta había nacido por cesaría.
Separe las piernas de la mujer y me quite los pantalones. Eduardo al ver mis intenciones y las dimensiones de mi verga intento huir; pero lo detuve diciéndole que era tan culpable como él y que él sabía que jamás desaprovechaba a una mujer desnuda.
No sé si fue el pánico que tenia o por morbo que mi amigo se quedó observando como penetraba vaginalmente el cadáver. Unos minutos más tarde gire el cuerpo y lo penetre analmente. Esto me fue más placentero que cuando desflore el ano de Cielo Riveros y pronto descargue mi semen en el cuerpo sin vida.
Alenté a Eduardo a que hiciera lo mismo y como poseído por alguna entidad demoniaca se quitó su ropa y la penetro anal y vaginalmente. Mientras lo hacía; yo tome fotografías de esto. Mi amigo descargo tres veces su néctar; una fue en el ano, la otra en la vagina y la última sobre los pechos.
Después de esto; envolvimos el cuerpo con la lona formando una mortaja funeraria, la cual sujetamos con unas cuerdas para después arrojar el cuerpo al aljibe y regresar a la finca. Allí conduje hacia la casa a mi amigo; donde le di unas píldoras de benzodiacepina junto a un vaso de whisky. Minutos después; Eduardo se relajó y se durmió sentado en el sillón. Fui hasta la habitación y me cerciore que Cielo Riveros continuara durmiendo; pero empezaba a despertarse así que le dije que un amigo había llegado y no quería que la viera. Le dije que se quedara en la cama y que volviera a dormirse, cosa que hizo.
Aun me faltaba encargarme de la niña y que no tenía certeza de que era lo que había ingerido; pero sabía que tarde o temprano despertaría. Por suerte para todos aún estaba bajo los efectos del medicamento. Así que la cargue en brazos y la lleve a un pequeño almacén. Allí le inmovilice los pies y brazos. Para después amordazarla y cubrirle los ojos con una venda.
Tome los bolsos de la madre y de la niña que había en el auto y junto a las cosas que había recolectado del cadáver; los guarde en el galpón donde había colocado a la niña. Después de esto; limpie la sangre que había en el vehículo tratando de eliminar las últimas evidencias.
Era casi mediodía cuando termine todo y fui a despertar a mi quinceañera. Cuando lo hizo; le dije que se vistiera ya que la llevaría a su casa porque debía seguir hablando con mi amigo que ahora dormía en el sillón.
Antes de que se bajara de la camioneta, le entregue dos sobres; uno de los cuales tenía escrito su nombre y el otro el de su madre. En el de ella había 500 dólares y le dije que no se los gastara en tonterías y en el otro había 2000 dólares que su madre tomaría como le había dicho como pago por servicios extras de la niña. Después de darme un tierno beso en los labios y decirme que nos veríamos pronto, se despidió y entro a su humilde casa.
Regrese a la finca a esperar que mi amigo Eduardo recobrara la conciencia. Mientras tanto; hice un escrito en la computadora y edite los videos de seguridad, al igual que las fotografías. Era media tarde; cuando Eduardo se despertó y mirándome me dijo:
-Jejeje – ya sé porque te dicen tripo – tratando de ocultar lo ocurrido _
-Yo que vos no me reiría – sentencie
-Que pasa – dijo en tono gracioso – loco… amigo
-Pasa que si alguna vez me hubiera hecho caso ahora no estarías así – algo colérico mostrándole las fotos en que fornicaba con el cadáver –
-Pero … pero … - titubeando y asustándose al recordar lo que las fotos le mostraban
Le explique a mi amigo la situación en la que estaba metido; a la vez que observaba el video de las cámaras de seguridad. Le entregue una hojas en las cuales estaba escrito que él me cedía desde ese mismo momento el 60 % de todos sus negocios y que en un término de un año yo sería el dueño de ellos. Que a cambio de ello, guardaría el secreto del doble homicidio que había realizado y que además le entregaría una cantidad de dinero como para que empezara algo en otra ciudad.
También le explique las consecuencias que le traería el no cumplir o no firmar el contrato. Le dije que para algunas personas yo hacía días que no me encontraba en la ciudad y que podría presentar testigos de ello. Además de eso; le dije que yo había ocultado y destruido todas las evidencias que lo incriminaran a excepción de las fotos y video, los cuales guardaría como seguridad.
Al principio protesto y hasta trato de hacerme sentirme culpable por haber sido yo el primero que violo el cadáver de la mujer que había asesinado. Después se hizo al silencio por unos minutos para así comenzar a llorar desconsoladamente como un niño.
Lo deje solo por un rato; para que pensara en lo que debía hacer, pero no le perdí de vista. Así fue que observe como con las manos temblorosas tomo el bolígrafo y estampo su firma al pie del contrato. Tuvo que juntar mucho valor para levantarse del sillón y sin decir nada y con la cabeza gacha se marchó de la finca.
Ni bien se fue Eduardo; me dirigí al galpón donde se encontraba la niña. Esta ya había recobrado el sentido y se contorsionaba en el piso tratando de librarse de sus ataduras a la vez que lloraba.
Le quite la mordaza y la niña comenzó a gritar; pero una bofetada mía en su rostro la hizo callar. Acerque a sus labios un vaso con agua; la cual bebió desesperadamente. En el agua había disuelto una buena cantidad de barbitúricos; los cuales al poco tiempo la hicieron dormir nuevamente.
La lleve a la casa y no sabía porque; pero su rostro se me hacía conocido de alguna parte. Después de que la recosté en el sillón; comencé a investigar sus pertenecías y las de la mujer fallecida. Entre estas; encontré sus documentos identificatorios, algunas alhajas y dinero y también unas pequeñas libretas que parecían ser bitácoras de viaje. La anotación más antigua era de hacía casi tres años antes.
El nombre de la niña era Laura, tenía según sus documentos 10 años. Con los datos que poseía inicie una exhaustiva búsqueda en internet. En la website de missing children encontré la foto de la niña y la de la mujer fallecida que resulto ser su madre.
Hilvanando las páginas web y lo que estaba escrito en las bitácoras; descubrí que la madre de la niña la había dado en adopción siendo la niña recién nacida. El matrimonio adoptante era del nordeste del país; más precisamente de una zona que se la denomina la triple frontera. Al parecer; con el tiempo, la madre supo que había sido vilmente engañada por dinero y que la niña recibía malos tratos y fue a buscarla. Allí se produjo un altercado que acabo con la vida del matrimonio y la desaparición de la madre e hija. Según reportes policiales y las anotaciones; la mujer apuñalo a los padres adoptivos, hasta darles muerte; sustrajo todo lo material que pudo y se llevó a la niña que estaba muy golpeada. Descubrí también; que el caso había sido cubierto por los medios informativos y que mucha gente quedo involucrada por falsas adopciones, prostitución infantil y adulta ya que el matrimonio era familiares de políticos de la zona.
Tanto la madre como la niña; aun eran buscadas por las fuerzas de seguridad para dar parte en la justicia. Esto me otorgaba cierto poder de manipulación hacia la niña que decidí explotar.
Me despertaron los gritos de auxilio de la niña. Me acerque a ella sigilosamente y siseando le quite la venda de los ojos. Tardo un segundo en acostumbrarse a los rayos solares que ingresaban por los ventalles de la casa; pero al final pude ver los hermosos ojos celestes que tenía.
La niña al percibir mi presencia se calló y así permaneció al observar mi rostro. Comenzó a quitarle las ataduras de sus pies y manos. Mientras lo hacía; le dije que no debía tener miedo; que era un amigo de su madre y que esta la había dejado conmigo ya que había decidido rendir cuentas ante la justicia. Le dije que sabía todo sobre ella y lo que le había sucedido. Trate de ser lo más convincente posible; al mentirle sobre mi conexión con su madre y sobre la ayuda que le brindaría.
Laura se frotaba donde había tenido las sogas que la inmovilizaban y lo único que pregunto era por qué la habían atado y amordazado. Le respondí que había sido su madre la que lo había hecho y que lo hizo para que pudiera tener tiempo para alejarse, abandonándola. La niña sollozo brevemente.
Un leve rugido de su estómago me hizo pensar que la niña estaba famélica; así que prepare un abundante desayuno, el cual devoro con rapidez. Mientras lo hacía; le dije que la haría pasar como una sobrina lejana y después de darle algunas reglas sobre cómo debía comportase. Laura solo escuchaba y asentía con su cabeza todo lo que le decía.
Le mostré cuál sería su habitación y entregándole el bolso con sus ropas le dije que le acomodara como ella quisiera. La habitación poseía un pequeño cuarto de baño contiguo y las ventanas poseían rejas. Le dije que tendría que ir a la ciudad y que ella se quedaría en la habitación mientras tanto. Por seguridad; al salir cerré la puerta con llave desde afuera.
Durante el resto del día; observe por las cámaras de seguridad a la niña. Durante casi todo el día estuvo sentada contra una pared en posición fetal llorando y pensando. A la noche; le abrí la puerta y excusándome por haberla dejado tanto tiempo allí encerrada. Prepare la cena para después de comer volver a llevarla a la habitación y encerrarla.
El día lunes; cuando Cielo Riveros llego a la finca, no solo se encontró con la niña, sino que también había unos albañiles que había contratado para que realizaran los trabajos en el sótano. Note que Cielo Riveros sentía algo de celos por como trataba a mi seudo sobrina ya que trataba de estar con ella y enseñarles cosas tontas.
Los trabajos en el sótano tardaron más de 15 días y durante ese tiempo; como había obreros no tuve sexo con Cielo Riveros, pero si le administraba buenas cantidades de éxtasis, cocaína y marihuana.
El acceso al sótano se transformó en una especie de falsa pared con puerta secreta y su interior había unos sanitarios a la vista; ya que sus paredes eran de cristal. Había dos pequeños calabozos de 2 por 3 metros con sus correspondientes puertas metálicas y en el resto del área había lo que parecía ser una cama algo mayor que una matrimonial y una serie de extraños muebles y maquinas que habían sido modificadas para cumplir alguna extraña función. En una de las paredes había una estantería; en la cual había sogas, juguetes sexuales de todo tipo y tamaño; como así también frascos con aceites y cremas, medicamentos e implementos médicos varios. El lugar en sí, lucia como una especie de sala de operaciones y de torturas con aislamiento sonoro en sus paredes y techo.
Unos días después de que estuviera terminada la mazmorra; llame a la madre de Cielo Riveros y con un pretexto tonto la convencí para que la dejara pasar unos días conmigo. La llamada la realice sabiendo que Cielo Riveros estaba ya en camino hacia la finca y que no sabría que había hablado con su madre.
Unos minutos más tarde; Cielo Riveros llego a la finca y como de costumbre me pidió la administración de sus drogas, las cuales le di. Se notaba que la quinceañera ya era toda una adicta y que para recibir sus drogas haría lo que sea. No le importo inhalar un par de líneas de cocaína frente a Laura; a la que desde hacía unos días le administraba pequeñas dosis de MDMA y que se comportaba muy alegre y risueña.
Después de colocar en la boca de Cielo Riveros una píldora de éxtasis, le ordene que se quitara la ropa. Mientras lo hacía, le di a Laura una píldora de benzodiacepina; que con algo de temor la ingirió mientras observaba a la adolescente desnudarse. Sin objeción de su parte; la niña de 10 años permitió que le quitara su vestido floreado primeramente y después el resto de sus prendas hasta dejarla desnuda.
Tome de las manos a las niñas y las conduje hacia la mazmorra. Las niñas no entendieron el significado de lo que veían en la habitación. Hice que Laura se recostara sobre un mueble que parecía una camilla y desde allí observo como con unas sogas que había tomado comencé a maniatar a la quinceañera.
A Cielo Riveros; primeramente le realice lo que se llama “SHINJU o LAS PERLAS” en la jerga del bondage, esto consiste en sujetar los pechos haciéndolos más esféricos. Esto hace que la piel de los pecho se hagan más sensibles al tacto con cualquier cosa; como así también los pezones.
Con otro par de sogas; la posicione el cuerpo de la quinceañera en lo que también en el bondage se denomina “STRAPPADO”. Esto consiste en atar las manos y brazos por detrás de la espalda de la víctima, para luego elevarlas obligándola a que flexione el tronco, quedando sus manos por encima de su cabeza. Por ultimo; separe las piernas de Cielo Riveros y las inmovilice por los tobillos con un cepo metálico.
Tome de una mano a Laura y la conduje hacia donde se encontraba Cielo Riveros. Le pregunte a la niña que le parecía lo que había hecho y está riendo solo dijo que le resultaba raro. La quinceañera miro de una forma rara a la niña mientras le colocaba una bola mordaza en su boca; parecía como si intuyera que ese día seria el fin de las dos.
Volví a llevar a Laura hacia la camilla y esta vez la hice recostarse en ella. Diciéndole que esto era solo un juego, sujete sus brazos a cada lado del mueble; para después también sujetar sus piernas que permanecían juntas. Accionando un botón; las piernas de la niña comenzaron a separarse una de la otra, aunque esta intentara no podía evitarlo. En pocos segundos sus piernas quedaron semiflexionada y abiertas, como si estuviera en una camilla ginecológica.
Me coloque entre sus piernas y diciendo que dudaba de su virginidad ya que sabía casi todo lo relacionado a ella; la examinaría con un especulo vaginal, el cual le mostré. La niña comenzó a contornear su cuerpo tratando de librarse de las ataduras y a gritar. Esto último; me obligo a colocarle una bola mordaza en su boca.
Lubrique el aparato y lo introduje levemente para después abrirlo y de esta forma pude observar que aún tenía su himen intacto; lo cual me sorprendió. Se lo dice saber a la vez que retire el instrumento médico. La niña lloraba desconsoladamente y emitía gruñidos inentendibles. Tome dos balas vibradoras de la estantería y con la ayuda de cinta adhesiva coloque una sobre su vestíbulo vulvar y en su ano. Al encenderlos; la niña se contorsiono fuertemente como queriendo quitárselos y liberarse de las atadura.
Me quite la ropa; mientras lo hacía, le dije a Laura que cuanto más se resistiera peor seria para ella. Por unos segundos; la niña pareció tranquilizarse, pero cuando vio mi descomunal verga de 26 x 8 centímetros se asustó y comenzó a llorar desconsoladamente.
Me coloque detrás de Cielo Riveros; había presenciado en primer plano lo anterior y sin ningún tipo de juego previo ensarte mi verga en su vagina de forma violenta. La quinceañera soporto mi estocada; ya que estaba acostumbrada a mis envistes y la situación parecía haberla excitado un poco.
Me moví frenéticamente, sin importarme su dolor o placer. Mientras lo hacía; oprimíamás aun sus pechos cautivos por las cuerdas. Hice mi primer descarga en su útero e inmediatamente después retire mi verga aun erecta y se la introduje de forma igual de violenta en su ano. Esto la hizo chillar con bravura. Para cuando comencé a descargar por segunda vez; pude sentir como su esfínter se contraía sobre mi verga en señal de un fuerte orgasmo que la invadía haciendo temblar todo su cuerpo.
Le quite toda las ataduras a la quinceañera y después la hice sentaren una vieja silla de barbero. Sujete sus brazos en los apoyabrazos. En sus recientemente penetrados agujeros y de los cuales brotaba mi semen deposita; introduje unos vibradores en forma fálica y los encendí.
Me aproxime a la camilla en que se encontraba Laura. Parecía tener pequeños temblores en su cuerpo a causa de las bolas vibradoras y estaba relajada, como en trance. De un fuerte tiro quite las cintas adhesivas y con ello las bolas; esto hizo que su trance se interrumpiera y me mirara con preocupación y miedo.
Me sorprendió que la zona de su vulva, perineo y ano estuviera extremadamente humedecida por un líquido incoloro; pero con un fuerte olor similar al flujo femenino. Palpe y succiones sus pezones tratando de encontrar si ya había comenzado a desarrollar sus glándulas mamarias según los estados de Tanner.
Tome una jeringa y le inyecte una dosis de hormonas femeninas para que con ella se incrementara su desarrollo. Después de ello; la obligue a que aspirara por primera vez en su vida una línea de cocaína. El efecto de esta se notó enseguida calmándola.
Comencé a lamer su vulva y su ano; lentamente la niña comenzó a gemir susurradamente. Mi verga empezó a erguirse nuevamente y para cuando lo completo; la posicione entre los labios vaginales de la niña.
El primer intento de penetrarla la hizo sobresaltar y que gracias a que se encontraba bajo los efectos de las drogas no se resistió. En el segundo intento; solo mi glande si introdujo y aunque hubiera deseado penetrarla de un solo estocada; algo me decía que debería hacerle gozar su primera vez.
Mi glande y unos pocos centímetros se introducían en esa vagina infantil de 10 años. Laura había comenzado a gemir ante mis movimientos y en una de las veces en que retire completamente mi ariete; pude ver que la punta de esta estaba cubierta con algo de sangre.
Hice una breve pausa en la penetración de la niña; en la cual con la ayuda del especulo vaginal pude constatar que su virginidad ya no se encontraba. Esto me alegro y continúe penetrándola suavemente como lo había estado haciendo antes.
Pronto los gemidos de Laura comenzaron a incrementarse, al igual que su respiración. Segundos después de que ella comenzara a convulsionarse por su orgasmo; yo realice mi descarga de semen directamente dentro de su infantil útero.
Laura se desmayó poco después y pude escuchar mientras la desataba, como Cielo Riveros tenía múltiples orgasmos gracias a los adminículos insertados en ella. Lleve el cuerpo de la niña a uno de los calabozos y la encerré allí.
Fui donde se encontraba la quinceañera; que lucia exhausta y después de quitarle las ataduras; la conduje al otro calabozo.
Durante cuatro días, el modus operandi fue el siguiente. Las alimentaba, las drogaba y las sodomizaba a mi gusto y en distintas formas y posiciones. A mitad del últimodía; fui algo benevolente con Cielo Riveros, ya que debería de regresar a su casa. Por en cuanto a Laura; el calabozo se convirtió en su nueva habitación.
Durante esos días; mi amigo Eduardo se suicidó disparándose en la cabeza dentro de su auto. Dejo una escueta nota donde decía que debía mucho dinero y que ya no podía seguir viviendo con su cargo de conciencia. Personalmente me entere de ello cuando lleve a Cielo Riveros a su casa; pero no me sentí afectado por la decisión que tomo mi amigo.
Pero lo que si me afecto; fue enterarme al día siguiente que la madre de Cielo Riveros había fallecido a causa de su incurable enfermedad. Aclaro que no me deprimió esto; sino que sabiendo que la quinceañera totalmente adicta a lo que le suministraba, ahora debía hacerse cargo de ella y de su pequeño hermano ya que la madre la había emancipado legalmente y eso la hacía su tutora. También sabía; que la enfermedad les había endeudado mucho y aunque yo les entregaba una buena cantidad de dinero, este nunca les alcanzaba. En conclusión; la quinceañera era una bomba de tiempo muy peligrosa para mí y debía hacer algo al respecto.
Fui citado a declarar en la investigación del suicidio de Eduardo; ya que en algunos aspectos parecía raro como me había hecho yo con sus negocios. Yo me valí de algunos detalles técnicos legales para aclarar esa situación. De forma extraoficial; me entere que había encontrado restos de sangre de una persona que estaba sindicada como doble asesina hacia unos años atrás refiriéndose a la madre de Laura y que también había descubierto algunas huellas de la niña. Nadie se explicaba cómo habían llegado allí esas evidencias y que relación tenían con el suicido. Yo; por mi parte negué tener conocimiento de ello.
Cielo Riveros concurrió a mí; no solo por sus dosis de drogas, sino que también por algo de ayuda. Cuando fue, estaba acompañada por su pequeño hermano; un niño de 6 años y con un aspecto algo afeminado. Aunque los varones no me agradan, algo en el me llamo la atención.
Cielo Riveros me detallo los problemas no solo económicos que tenía; sino que también los de ser la tutora de su hermano. Mientras lo hacía; inhalo algunas líneas de cocaína para darse valor. Tuve que detenerla, ya que si seguía aspirando droga podría morir de sobredosis y eso si arruinaría no que estaba planeando.
Le dije a la quinceañera que en la ciudad dijera que yo cubriría sus deudas y que además le había conseguido un nuevo trabajo en otra ciudad. Después de pagar las deudas y de subir a mi camioneta las pocas pertenencias que tenían Cielo Riveros y su hermano nos dirigimos hacia la finca. Esta sería la última vez que alguien vería a Cielo Riveros y a su hermano Mateo en la ciudad.
Durante más de un mes, nos comportamos casi como si fuéramos una familia. Los poco e inusuales visitantes que tenía, jamás vieron a Cielo Riveros o a Mateo allí, ya que estos se escondían como habíamos pactado como condición a su permanencia.
Cielo Riveros y yo alimentábamos secretamente a Laura que permanecía en la mazmorra y ocasionalmente la sodomizaba levemente. Las inyecciones de hormonas que le aplicaba a la niña rápidamente le habían hecho florecer los pechos y al parecer el exceso de estas le hacía lactar. Además de las hormonas; a la niña se suministraba una droga hipnótica que acompañada de efectos audiovisuales dentro de su calabozo la transformaron rápidamente en una pequeña muy sumisa y pasiva niña.
Esto me dio la idea de hacer lo mismo con el pequeño Mateo; lo cual hacía con la excusa de que eran vacunas especiales. La mayoría de las veces, lo hice a escondidas de la quinceañera y cuando esta estaba semi inconsciente por las drogas; lo hacía frente de ella. Sabía que esto le ocasionaría problemas médicos al niño; pero no me importaba. Para mí era otra víctima de mis perversos juegos sexuales.
Un día; Cielo Riveros descubrió el poder de lactar que tenía Laura y se deleitó succionándole sus tiernos pechos. Yo observe eso gracias a las cámaras de video que también había colocado en la mazmorra. Raudamente me dirigí allí para presenciar ese espectáculo.
Al verme allí, Cielo Riveros sonrió cómplice hacia mí. Pero su sonrisa se borró rápidamente ya que vio que Mateo estaba conmigo. Talvez algo de instinto maternal afloro en ella al suponer que algo podría hacerle a su pequeño hermano y con una fiereza jamás vista en ella comenzó a atacarme con golpes de puño. Gracias a mis conocimientos de artes marciales; los eludí y la sometí llevándola al suelo. Allí la inmovilice con el peso de mi cuerpo y aplicando unas técnicas marciales hice que perdiera el conocimiento momentáneamente.
Para cuando recupero la conciencia; Cielo Riveros se encontraba suspendida en el aire sujeta por múltiples sogas que la hacían formar una X en el medio de la mazmorra.En su cuerpo poseía varias ataduras del tipo bondage; entre ellas el “SHINJU”, el “SAKURANBO” y el “KARADA”; estas estaban conectadas a las sogas que la mantenían en suspensión. En su ano le había introducido un "bondagehook"; que es gancho metálico que en la parte introducida poseía una esfera de 4 centímetros de diámetro y que en la parte externa se conectaba a una soga unida a su cuello. En su boca tenía puesto una “ballgag” como mordaza y en uno de sus brazos le había colocado una vía intravenosa; la cual le suministraba suero y medicamentos desintoxicantes. Inmediatamente comprendió que algo terrible le ocurriría y comenzó a llorar entristecidamente.
Le quite la mordaza para escuchar lo que intentaba decirme pero que no entendía. Suplico por su vida y dijo que haría todo lo que le ordenara sin impórtale nada; lo último que dijo fue que la matara de una vez y que acabara con su sufrimiento. Después de esto; volví a colocarle la mordaza.
Por primera vez, estando consiente. Presencio como desnudaba a su pequeño hermano frente a ella y le inyectaba una dosis de hormonas femeninas y de la droga hipnótica que utilizaba con Laura. Aunque esta vez la dosis eran algo más elevadas de lo que normalmente le aplicaba. Escucho como le explicaba las consecuencias de lo que estaba haciendo; pero no de los peligros que acarreaba esto.
Tome a mateo de una de sus manos y lo ayude a recostarse en la camilla ginecológica. Cuando el niño termino de acomodarse; su hermana observo que este tenía introducido en su ano un pequeño plug anal. También observo como lo retiraba y lo volvía a introducir sin que el niño se quejase de ello; demostrando que estaba acostumbrado a que le hiciera esto.
-Cómo te llamas – le pregunte al niño después de introducirle el plug anal
-Matilde – respondió el niño
-Y que eres – interrogue
-Soy una nena – volvió a responder
-Y las nenas que son – dije
-Somos unas putas – respondió sonriente mirando a su hermana.
Ayude al pequeño niño a bajar de la camilla y le ordene que se recostara en la gigante cama junto a la pequeña Laura y esperara. El infante obedeció tranquilamente. Comencé a explicarle a Cielo Riveros que mis intenciones no eran matar; no podía hacer eso con la primera de muchas niñas que se transformarían en mis víctimas. Que trataría de quitarle su adicción a las drogas de la misma forma que había lavado los cerebros de Mateo y Laura. Y que después de ello; la haría trabajar en uno de los negocios que me había adueñado de mi amigo Eduardo ya que este era un cabaret.
Mientras le hablaba; fui aplicándole algunos medicamentos en el suero intravenoso que lentamente le hicieron perder la conciencia. Cuando esto ocurrió; después de esperar unos minutos para asegurarme de su efectividad total, le quite todas las sogas, correas y artefactos que tenía. Después de esto; le coloque un chaleco de fuerza y la puse en el calabozo en que hasta hace poco había permanecido Laura.
Me dirigí a la cama donde me esperaban Mateo y Laura. La niña ya estaba acostumbrada a recibir casi más de la mitad de mi gran ariete en su vagina y a succionarlo. Pero su ano; al igual que el de Mateo aún permanecían vírgenes.
Le ordene a Laura que le enseñara al niño como mamarme la verga; que aunque se encontraba flácida aún tenía grandes proporciones. Sin decir nada, la niña tomo de una mano a Mateo y lo acerco a mi verga; para a continuación introducirla casi por completo en su boca. Rápidamente mi ariete comenzó a elevarse y Laura le cedió el lugar al niño que al principio lo hizo de forma algo torpe; pero enseguida mejor.
Yo estaba arrodillado en la cama; Mateo se encontraba en posición de perrito mamándome la verga y Laura estaba recostada a un lado del niño succionándole el pequeño miembro. Con una de mis manos comencé a quitar y volver a introducir el plug en el ano del niño de 6 años; mientras que con la otra masajeaba la vulva infantil de la niña de 10 años.
Sobre la cama había una variada colección de consoladores, vibradores y otros juguetes sexuales; todos de diferentes formas y tamaño. Reemplace el plug anal por un dilatador. Este consistía en 5 esferas continuas y escalonadas que iban de menor a mayor; la esfera principal tenía el mismo diámetro del plug anal y la mayor era de casi 6 centímetros de diámetro.
Al introducir la primer esfera Mateo ni se inmuto; pero a medida que introducía pausada y lentamente las siguientes cada vez de un tamaño mayor. Al ingresar una nueva esfera; el niño interrumpía su mamada para emitir un ahogado gemido sollozante.
Mientras tanto; a la pequeña Laura la sodomizaba con un vibrador de tamaño normal y podía oír los gemidos de esta iban en aumento. Un plug anal más grande que había estado en Mateo estaba dentro de la niña; este además tenía la propiedad de poder inflarse mediante una pera de goma; pero aún no lo accionaba.
Cuando al fin la esfera mayor penetro el ano de Mateo; hice que este se recostara boca arriba. Fue allí que note dos cosas. La primera fue su diminuto miembro erguido; este media unos 6 centímetros de largo y no llegaba al centímetro en diámetro. La segunda cosa que note; era que en sus tetillas, los pezones estaban erguidos y que de ellos pendía una pequeña gota de un líquido blancuzco; como si de calostro se tratara.
Lo último; lo atribuí a algún efecto de las hormonas que le inyectaba y supuse que el líquido era a consecuencia de ello, ya que en Laura había ocurrido algo similar. El cuanto al tamaño de su pene sabía que era normal y que con las hormonas no solo lo castraría químicamente; sino que también le reduciría su tamaño a futuro.
Se me ocurrió dejar que los niños copularan entre ellos a modo de juego previo. Le indique a Laura que se posicionara sobre Mateo y rápidamente no solo obedeció; sino que comenzó a cabalgarlo tranquilamente. Yo me dedique a observar esa escena y mientras lo hacia los interrogue brevemente.
-Les gustan lo que están haciendo?? – fue mi primer pregunta.
-Si – respondieron al unísono.
-La sientes mejor que la mía; Laura. – pregunte
-No señor… - respondió jadeando suavemente.
-Y cual te gusta más Laura
-La suya señor – respondió con una sonrisa en su rostro
Poco después; la niña de 10 años tuvo un orgasmo y cayó sobre el pecho del niño que continuaba bombeando su pequeño miembro dentro de la vagina de Laura. Inmediatamente le ordene al niño que se detuviera y que se colocara en posición de perrito; cosa que hizo rápidamente dejando a Laura recostaba boca arriba a un costado suyo.
Me ubique detrás de Mateo y en un rápido movimiento le extraje el dilatador de su ano. En el instante en que la última esfera salió; apoye la punta de mi ariete en el virginal ano infantil masculino. A medida que mi glande se iba introduciendo en el niño; este bufaba incansablemente y se quejaba de la intromisión. Si bien mateo intento repeler la penetración; no lo pudo hacer ya que lo tenía sujeto por su cadera y aunque no veía su cara; estaba seguro que estaba llorando.
Cuando mi glande estuvo completamente adentro de él; detuve por unos minutos la penetración para que su ano se amoldara a mi descomunal verga. Es corto tiempo; me sirvió para decirle palabras tranquilizadoras y de alivio.
Con casi la mitad de mi verga introducida; lentamente me fui recostando boca arriba en la cama. En ningún momento quite mi verga y en cada movimiento que hacia mantenía sujeto al niño de 6 años semi empalado.
La gravedad y el propio peso de Mateo completaron la total penetración anal ya que el niño se encontraba en un estado de catatonia sobre mí. Tres puntos de apoyo lo mantenían vertical a mí. Uno era mi verga; con la que se encontraba empalado. El segundo; era una de mis manos que fuertemente lo sujetaba por la nuca. Y el tercero; era mi otra mano que se encontraba en su entrepierna, que además aplastaba contra su cuerpo su pequeño miembro.
Comencé a moverme lentamente; pero lograr una buena coordinación en la posición en que estaba se mehacía difícil. Así que primeramente me incorpore; quedando sentado y con la espalda de Mateo apoyada en mi pecho. La mano que sujetaba su nuca; ahora rodeaba junto al brazo el tórax infantil.
No sé porque, pero me puse de pie y comencé a moverme con el niño empalado. Esta parecía una marioneta y mis movimientos se asimilaban a estar bailando una canción romántica. Después de unos minutos estando así; las ganas de vaciar mis testículos se hicieronevidentes y Me recosté nuevamente en la cama con el niño ensartado en mi verga. Poca después descargue mi semen profundamente dentro se los intestinos de Mateo.
Sin importarme el estado en que se encontraba el niño de 6 años, retire mi verga y pude ver con el ano infantil brutalmente dilatado iba cerrándose poco a poco y que dé el no solo brotaba mi esperma; sino que también algo de sangre.
Mi ariete continuaba aun erguido y aun me falta desvirgar analmente a Laura de 10 años. Hice que Laura limpiara mi verga cubierta de semen; excremento y sangre succionándola y lamiéndola. A la niña no le agrado mucho los sabores que mi ariete tenía; pero aun así hizo su labor.
Formamos un 69 recostados en la cama mientras ella se dedicaba a mi verga;yo lamia su vagina y además quitaba e introducía el plug en su ano. Después de unos minutos comencé a accionar la pera de goma; haciendo que el plug anal se fuera inflando para después desinflarlo. La niña de 10 años estuvo a punto de tener un orgasmo producto de mis lamidas en su vulva y juegos en su ano; pero lo interrumpí para llevarla hacia la camilla ginecológica.
Una vez ubicada la niña de 10 años allí y como el plug anal se encontraba inflado a la mitad de su tamaño; procedí a retirarlo. De la misma forma que hice con Mateo; ni bien extraje el adminiculo sexual introduje la punta de mi ariete en ese pequeño agujero rosado.
Al contrario que Mateo; Laura emitió un fuerte grito al sentir como mi descomunal verga se iba introduciendo en su ano forzando a su esfínter a dilatarse para recibirme dentro de sus intestinos. Con una de mis manos comencé a masajear su clítoris para que la niña retomara su clímax sexual.
Pronto; Laura comenzó a gemir a medida que le horadaba su pequeño trasero. Mis movimientos lentos y pausados favorecieron esto y en cuestión de minutos; toda mi verga entraba y salía de su ano.
No sécuánto tiempo estuvimos, pero la respiración de Laura; los temblores en sus piernas y los espasmos constrictores de su ano que sentía aprisionar mi verga dentro de ella, me hicieron saber que estaba a punto de tener un orgasmo anal antológico. Es por eso que aumente el ritmo de mis embestidas hasta que comencé a llenar sus intestinos con mi semen.
El orgasmo de Laura llego casi al mismo tiempo que descargaba mis testículos en su ano y eso agoto las fuerzas de la niña y las mías. Después de unos minutos; retire mi verga que comenzaba a retraerse del ano infantil.
Lleve a Laura y a Mateo al otro calabozo; donde los encerré, para después ir a mi habitación a dormir tranquilamente y exhausto por la faena realizada.
De las propiedades y negocios que me había adueñado extorsivamente de mi amigo Eduardo; realmente había dos que me interesaban. Uno era un boliche bailable y el otro era un prostíbulo o cabaret.
Los dos tenían mala fama por así decirlo y cuando tome el control de ellos pase a convertirme en algo parecido al personaje de Patrick Swayze en la película Road House o El Duro. En muy poco tiempo, logre que el boliche bailable se transformara en el lugar predilecto de los jóvenes de la ciudad y de la zona. En cuanto al prostíbulo; allí las cosas eran algo distintas ya que mi amigo había mal acostumbrado a las mujeres que allí trabajaban.
Allí; tome el toro por los cuernos como dicen y valiéndome de mi poder de dueño del lugar no solo impartí las nuevas normas del negocio; sino que les demostré a las mujeres quien era el que mandaba allí. Obvio esta decir; que catee a cada una de las meretrices cuyas edades oscilaban entre los 20 y 40 años.
La casi veintena de estas mujeres no solo demostraron hasta qué punto llegarían; sino que descubrieron el motivo de mi sobrenombre “tripo” o trípode. Varias de ellas llegaron a preferir hacer trabajos extras u orgias a tener que satisfacer mis deseos sexuales. Solamente una de estas meretrices disfrutaba de mis caprichos y además poseía un carácter especial que en poco tiempo la convirtió en mi mano derecha
Su nombre artístico por así decirlo es “Yoli” pero su nombre real es Jesica. Tenía 28 años y ella me conto sobre su vida pasada. Su historia era pornografía pura. Según me relato ella; a la edad 5 años descubrió el sexo y el incesto. A los 15 años huyo de su casa estando embarazada y así fue como ingreso en el mundo de la prostitución.
Un día; fui testigo de una discusión entre Yoli y una niña que supuse era su hija. Esta discusión termino con una fuerte y sonora bofetada de parte de la meretriz hacia la niña que instantáneamente después salió corriendo. Más tarde supe que la niña si era la hija de Yoli y que esta desde hacía ya un par de años se revelaba hacia su madre y no solo faltaba a clases; sino que en ocasiones se ausentaba del hogar. Además de esto; la niña solía ocasionar travesuras típicas de niños y otras no tanto.
Desde antes de que me hiciera cargo de estos negocios; había un grupo de políticos y empresarios hipócritas y moralistas que deseaban la clausura de los mismo. Sus ambiciones no cesaron con mi nueva administración aunque si disminuyeron los aprietes para llevar a cabo sus deseos.
El mismo día de la discusión entre Yoli y su hija; al prostíbulo concurrieron un par de estos empresarios y políticos. Sabía que eran clientes asiduos y me elogiaron falsamente sobre cómo había cambiado el local, la atención y precios. Ya conocía muy bien a estos hombres y hasta sabia cuáles eran sus fantasías sin cumplir.
Dos de estos hombres eran hermanos. Uno era el intendente municipal, tenía 52 años y se llamaba Alberto; el otro era diputado provincial, tenía 61 años y se llamaba Roberto. Hacía ya varios años que poseían estos cargos políticos y que permanecían allí gracias a las dadivas que entregaban antes de las elecciones. Ambos se hacían pasar por honestos empresarios y políticos; aunque no lo eran para nada. Tenían familia y asistían constantemente a la iglesia como si de un evento socia se tratara; al igual que concurrían al prostíbulo.
Sabiendo todo sobre ellos y como perjudicaban a mi negocio con sus ambiciones hipócritas y moralistas decidí erguir un plan para acabar con ello. Para ello necesitaría de un cómplice y nada mejor que Yoli ya que ella les aborrecía tanto como yo. Para ello debería de contarle sobre Cielo Riveros; Laura y Mateo. Así que la cite en mi finca con la excusa de una reunión sobre algo del local y que yo no podía ir hacia la ciudad.
Yoli llego puntual y mientras tomábamos un café charlamos cosas relacionadas al prostíbulo para lentamente ir relatando mi plan; pero obviando a los niños. La meretriz me escuchó atentamente y no solo acepto ser parte del plan; sino que, hasta inclusive sugirió algunos cambios que me parecieron correcto.
-A que chicas del CATY (así se llamaba el prostíbulo) piensas usar – pregunto
-A ninguna – respondí
-Entonces – dijo extrañada con mi respuesta
-Sabes cuales son las fantasías de esos tipejos – espete yo
-Si … las jovencitas pero…
-Así es – dije interrumpiéndola – niñas menores de edad
-Yoli – dije seriamente – si aceptas ayudarme; nos desquitaremos de esos tipejos
-Hace años que busco hacerlo – dijo fríamente y desconociendo yo el motivo –
-Bien - dije yo – no se tus motivos, pero quiero que sepas…
-Tripo – interrumpió ella – hay algo que nadie sabe y que debes saber
-Dime que es – dije yo
-Conoces bien a Alberto; el intendente
-Si –respondí
-Él es mi padre y Roberto; su hermano, es el padre de mi hija
-Guau… - sorprendido – enserio??
Como si se hubiera librado de una gran carga que tenía en sus hombros; me conto como su padre y su tío la llevaron a la situación en que se encontraba allí. Esto era toda una novedad para mí; que si bien ya conocía algo de su vida, no conocía los detalles más íntimos.
Después de que Yoli me revelara todos sus secreto y los motivos por la cual aceptaba ser mi cómplice. Decidí contarle más detalladamente mi plan y para ello golpee mis manos; esto hizo que se presentaran Cielo Riveros, Laura y Mateo totalmente desnudos en el comedor y que parecían acatar cada orden que les impartía con total obediencia producto de la programación mental a la que los había sometido.
La meretriz no se sorprendió ante la aparición de los niños; ni mucho menos se sorprendió cuando le dije que ellos serían usados en nuestro plan. Lo que si la impresiono fue saber sobre cómo cada uno de ellos llegó a mí y el hecho de que los haya sodomizado e hipnotizado tan fácilmente como le contaba.
Después de unos segundos de silencio; Yoli se levantó de la silla y comenzó a inspeccionar a cada uno de los niños como si fuera una doctora o alguien que está por comprar un vehículo. Lo que más le llamo la atención fue Mateo; que con 6 años parecía tener los pechos como los de su hija. Otra cosa que le llamo la atención del niño; es que su miembro no tan era diminuto como ella suponía (estando flácido como ahora, media 8 centímetros de largo y 2 centímetros de diámetros; esto se debía a que le colocaba una bomba de vacío para agrandárselo) y que gracias a la castración química de las hormonas ya casi no poseía testículos.
-No puedo creer que le hayas metido toda tu verga en el culo a este niño – dijo incrédula mientras le separaba las nalga e inspeccionaba el ano de Mateo -
–riendo respondí - La primera vez se me desmayo y hasta casi creí que lo había mataba cogiéndolo
-las hormonas le hicieron unas lindas tetas. – dijo mientras le apretaba fuertemente los pequeños pecho.
-Esto jamás lo había visto – dijo sorprendida al ver como de los pezones del niño salieron unos finos chorros de líquido producto del estrujamiento-
-Gracias a las hormonas; Laura y Mateo son lactantes –dije yo – jejeje
-Ósea que a esta también le das hormonas – pregunto Yoli señalando a la pequeña Laura –
-Así es. Cuando llego hace 9 meses atrás era plana como una tabla – explique yo –
-No se vos – dijo – pero yo en tu lugar ya las pondría a trabajar en el CATY
-Después de que solucionemos los problemas con Alberto y Roberto – dije yo – lo harán. jejeje
Después de esto; ordene a los niños que fueran a la cocina a preparar el almuerzo e invite a Yoli a quedarse. Durante el almuerzo; la meretriz me comento que deseaba que su hija de 13 años fuera igual de obediente que mis tres niños. Jocosamente le respondí que si estaba dispuesta a tomar el riesgo y la responsabilidad podría hacer algo al respecto.
Unos días después; a la finca concurrieron el señor intendente y su hermano el diputado. También estaba Yoli que se encontraba con un vestido ajustado de lentejuelas plateadas y un gran escote frontal; dejando ver parte de sus pechos adulto. Cielo Riveros vestía un pantalón y una remera ajustada que daba la idea que no poseía ropa interior. Laura llevaba un vestido infantil inusualmente corto y también parecía no tener ropa interior debajo. Mateo vestía un pantalón de jean y una remera; debajo de esta, tenía puesto una faja para disimular sus pequeños pechos. Esto lo hacía lucir como un niño normal.
Los dos hombres llegaron con motivo de una supuesta cena de negocios y cuando vieron a la meretriz y a los niños dudaron momentáneamente del motivo; pero aun así se quedaron. No me costó mucho hacerles creer que Yoli estaba allí porque se trataría el tema del prostíbulo y ella era mi mano derecha en ese lugar. En cuanto a los niños; les hice creer que eran unos sobrinos lejanos que estaban de paso y de vacaciones escolares.
En la cena no solo abundo una buena comida; sino que también el vino y bebidas fuertes. Los niños no bebieron alcohol; para ellos había una jarra de jugo que poseía una baja dosis de MDMA. Durante el transcurso de esta; los dos hombres ocasionalmente observaban a Cielo Riveros y a Laura de forma lasciva.
La finalizar la cena; le ordene a Mateo que fuera a la habitación y rápidamente las miradas de los dos hombres hacia Cielo Riveros y Laura se hicieron demasiado obvias para todos. Y fue Yoli quien hizo el primer comentario que desencadenaría lo siguiente.
-Estas niñas lucen mejor que las chicas del CATY – dijo la meretriz –
-Realmente si – le respondí –
-Pero son niñas aun – dijo Alberto hipócritamente –
-Y dudo que tengan la experiencia de ellas – comento Roberto –
-Yo a la edad de Laura - comento la meretriz – ya hacía tiempo que lo hacía.
-Y a la edad de Cielo Riveros tuve a mi hija – dijo –
-Tu caso es distinto – dijo Alberto con tono despectivo –
-Dudo que estas niñas tan bien educadas – dijo Roberto – sepan algo de sexo
-Porque no le preguntamos – dije yo –
-Buena idea – comento Yoli –
-Cielo Riveros ya has tenido sexo – le pregunte a la quinceañera
-Si Pablo – respondió –
-Y vos Laura? – dijo Yoli –
-Si – respondió la niña –
-Y con quien lo… – pregunto Roberto -
-Pero quien sería capaz de hacerles algo – interrumpió Alberto –
-Yo conozco a dos que hicieron lo mismo a una niña de 5 años – dijo Yoli –
Ordene a las niñas que se desvistieran para evitar lo que podría haber sido el inicio de una discusión familiar. Las niñas obedecieron y levantándose de la mesa comenzaron a quitarse las ropas. Los dos hombres miraban sorprendidos, extasiados e incrédulos.
Yoli se aproximó a las niñas y colocándose entre ellas con una sonrisa cómplice se quitó su vestido. Les explique a los dos hombres que sabía de sus reprimidas fantasías ocultas y que a cambio de un pequeño favor podrían llevarlas a cabo con mis niñas; pero lo que no les dije es que serían filmados y que esa filmación me serviría para extorsionarlos mas tarde. También le explique; que las dos niñas estaban controlados mentalmente para obedecer mis órdenes y las de Yoli en caso de ser necesario. La meretriz susurro algo a los oídos de las hipnotizadas niñas y estas obedecieron.
Cielo Riveros y Laura se aproximaron a los dos hombres y tomándolos de las manos los guiaron hacia los sillones. Allí comenzaron a quitarles sus ropas para después hacerlos sentar en los muebles.
Cielo Riveros se arrodillo entre las piernas de Roberto y comenzó a mamarle la verga. Laura hizo lo mismo pero con Alberto. Ambos hombres poseían unos miembros de tamaños regulares; de unos 15 o 16 centímetros de largo no más y parecían estar disfrutando mucho lo que las niñas le hacían.
Yoli y yo dejamos solos a los hombres con las niñas y nos dirigimos a la habitación principal; donde nos esperaba Mateo.
El niño se encontraba ya desnudo y recostado en la cama esperándonos. Le había prometido a la meretriz que vería como empalaba al niño con mi verga descomunal.
Le dije a Yoli que podía hacer con el niño lo que quisiera mientras me desvestía. La meretriz; rápidamente se abalanzo sobre Mateo y comenzó a succionarle los pechos hormonados del niños.
Yoli no solo succionaba las pequeñas tetas de Mateo; sino que también las mordía de una forma sádica haciendo que el niño no solo gimiera sino que diera pequeños quejidos. Mientras observaba ese espectáculo maquiavélico comencé a desvestirme.
Yoli me había contado que en su inicio en la prostitución y estando de siete meses de embarazo; tuvo un encuentro sexual con un transexual. Este no solo la hizo gozar de placer, sino que también de dolor ya que la golpeo de forma brutal. El ver como trataba al niño hormonado de 6 años me hizo creer que era una especie de desquite de ella hacia el género transexual.
Habiendo dejado los pequeños pechos de Mateo enrojecidos y marcados con sus dientes; la meretriz separo las piernas de este y comenzó a prodigarle el mismo tratamiento al miembro infantil que rápidamente creció hasta llegar a los 15 centímetros de largo y 4 de diámetro. La brutalidad de este tratamiento sádico y perverso hizo que mi verga se elevara a su máxima potencia y mientras observaba comencé a masturbarme lentamente.
Después de ensalivarse un dedo; Yoli lo introdujo violentamente en el ano de Mateo y este solo emitió un leve quejido. De la misma forma; poco después introdujo un segundo dedo y posteriormente un tercer dedo. El niño soporto estoicamente todos los tratamientos abusivos de la meretriz y a cambio aumentaba el nivel de sus gemidos.
-Creo que ya le abrí bien el culo – dijo Yoli colocando a Mateo en posición de perrito y separándoles las nalgas para que pudiera ver el trabajo que había realizado en el ano infantil –
-Si – dije yo acercándome y apoyando la punta de mi ariete en ese rosado orificio – creo que con eso alcanza
-AAAAGGGHHHH – pronuncio el niño cuando más de la mitad de mi verga se introdujo en el -
-Guau - exclamo la meretriz – de una le metiste hasta la mitad.
-Jejejeje – reí yo y dije –y ahora el resto – dando un empujón final e introduciendo toda mi verga dentro del niño –
-Conozco al dueño de un cabaret de travestis – dijo Yoli– que pagaría fortuna por tenerlo en su negocio
-Después hablaremos de eso – dije yo mientras comenzaba a moverme entrando y saliendo de Mateo -
Con un poco de ayuda de la meretriz; me recosté en la cama sin quitar mi verga dentro del niño; para que este me cabalgara.
Yoli se colocó sobre Mateo y guio los 15 centímetros de su verga hacia su vagina para que la penetrase.
En esta posición comenzamos a movernos frenéticamente hasta que los tres llegamos a nuestro clímax y acabamos casi al unísono.
Yoli y yo volvimos al comedor una vez que finalizamos y nos encontramos que los dos hermanos políticos se estaban vistiendo para después retirarse de la finca prometiendo que con la atención que habían recibido no volvería a tener problemas con mis negocios.
Al día siguiente de la cena en la finca (leer el capítulo anterior) descubrí que la hija de Yoli espiaba lo que ocurría en las habitaciones del prostíbulo a través de unos pequeños ventilas que poseían en el techo.
Silenciosamente me le acerque sin que me notara y cuando me descubrió intento escapar; pero no pudo ya que la sujete de uno de sus brazos. La calme diciéndole que no diría nada a su madre y que ahora sabía cuál era el motivo de algunos ruidos raros que sentía en el techo.
La niña convencida por mis palabras me sonrió pícaramente y nos presentamos. Su nombre era Lorena, tenía 13 años, su cabello era castaño, largo y lacio, sus ojos eran de color marrón y el típico cuerpo de una niña de esa edad. Pero lo que más me gusto de ella, era que poseía un pequeño lunar cerca de la comisura de sus labios del lado derecho; lo cual la hacía lucir hermosa para mí.
Le pedí a Lorena que me acompañara a mi oficina para charlar tranquilos. Algo extrañada por mi oferta acepto y me acompaño. Al ingresar a esta; se sorprendió al ver que en esta había varios monitores de TV que reflejaban lo que sucedía en cada lugar del local, incluidos los dormitorios.
-Se ve mejor acá – dije yo – que en los ventilas
-Guau… si – respondió la niña –
-Tráiganme una taza de café y un vaso de gaseosa – dije por el intercomunicador del escritorio – no tengo apuro
-Si Pablo – se escuchó la voz de Yoli del otro lado del intercomunicador -
-Bien Lorena – interrogue yo – desde cuando espías los dormitorios?
-Hace 3 o 4 años – respondió – perdón
-Cuando llegue aquí – volví a interrogar – me espiaste también?
-Mmm … no – dijo la niña – es que me había escapado unos días
-Bien … y por qué lo haces – dije –
-Espiar o escaparme – respondió algo risueña -
-Las dos cosas – dije –
Por unos minutos charlamos tranquilamente. La niña me dijo que su actitud se debía a que deseaba experimentar cosas de la vida; cosas que su madre no le dejaba hacer por considerarla una niña aunque ella sabía todo lo que había hecho su madre anteriormente.
El hablar y las expresiones que hacia Lorena me demostraron que para sus 13 años era una niña muy madura, inteligente y emprendedora. Pero que se sentía sola y se aburría si debía llevar la vida de una niña de su edad.
La conversación fue brevemente interrumpida por el ingreso de su madre casi desnuda a mi despacho con lo que había solicitado. Yoli se sorprendí y se molestó al ver a su hija conmigo; pero después de aclarar la situación y de cómo Lorena estaba allí, su enojo desapareció ya que esta pensaba que su hija había vuelto a escaparse.
Hice que Yoli se quedara y fuera participe de la conversación con su hija. Creo que la niña me veía como un confesor y hablaba atravesó de mi para explicarle a su madre sobre su conducta. La madre escuchaba y también daba sus motivos pero de frente a su hija. Lorena expreso su conocimiento sobre los pocos secreto que tenía su madre para con ella; incluyendo la identidad de su padre biológico; también de como esos secretos la hacían sentir. Yoli prometió que no guardaría ningún secreto para con su hija; como así también darle la libertad que ella deseaba. Las lágrimas dieron paso a las risas y parecía que ahora madre e hija se entendían una con la otra.
La conversación fue larga y agotadora para los tres. Los monitores reflejaban que el local estaba lleno de cliente; pero le dije a Yoli que se tomara la noche libre para que junto a su hija fueran a su casa a descansar. La meretriz agradeció mi ayuda y mi actitud recordando lo que me había comentado cuando le presente a mis niños expreso:
-Con o sin drogas; usando ese pijo que temes o no siempre logras lo que quieres – dijo risueña mientras abrazaba a su hija –
-Jejejeje – reí y dije – gracias Jesica –
-Como es eso – pregunto la niña –
-En casa – dijo Yoli abriendo la puerta del despacho– te lo cuento, vamos
-Bueno – dijo la niña caminado delante de su madre -
Al día siguiente; Yoli volvió al prostíbulo parecía más relajada y con mucha energía; aunque pude ver también que poseía una ligera marcha de ojeras. La meretriz me conto que hablo con su hija sobre lo que había quedado pendiente de explicar el día anterior y que la niña quedo no solo sorprendida; sino que quedo tan excitada que tuvieron su primera relación lésbica incestuosa.
El relato que la meretriz me hizo fue tan excitante que casi obligo a esta a tener sexo en ese momento. Esta hábilmente me calmo prometiéndome que el día domingo iría a la finca con su hija para algo más que presentarles a mis niños.
El día domingo; Yoli y su hija llegaron a la finca. Después de saludarnos conduje a ambas a la mazmorra. Allí se encontraban Cielo Riveros, Laura y Mateo desnudos y cada uno en una postura o aparato distinto.
Cielo Riveros se encontraba sentada en una bicicleta fija; la cual había sido modificada para que al accionar los pedales dos barras metálicas subieran y bajan sincronizadamente introduciendo en su ano y en su vagina unos consoladores que poseían en su extremo.
Laura; al igual que Cielo Riveros poseía en su cuerpo un arnés corporal de sogas que se llama “KARADA” en la práctica del vendaje. Además; en sus pezones tenía colocado unas pequeñas pinzas metálicas que estaban unidas entre sí por una fina cadena plateada. En el medio de esta cadena había otra sección de la misma que sujeta a otra pinza metálica que aprisionaba su clítoris. Además se encontraba en posición de “STRAPPADO” (bondage) y tanto en su ano como en su vagina tenía insertado unos vibradores.
Mateo se encontraba contra una pared atado sus brazos y piernas por separado y abiertos, dejándolo totalmente expuesto y vulnerable en forma de X. esta posición se denomina “SPREAD-EAGLE” .En su miembro viril tenía colocado una bomba de vacío; que junto a los sacaleches que poseía en sus pechos hormonados lo succionaban con fuerza.
Madre e hija quedaron sorprendidas; en esta primera visita a mi mazmorra, por como trataba a los niños. La visita de Yoli y su hija Lorena se debía a varios motivos, estos era:
-Yoli me había pedido ver como hacía para cambiar la personalidad de los niños y que además deseaba aprender sobre mis técnicas.
-Lorena después de tener su primera relación sexual lésbica incestuosa con su madre unos días antes había decidido seguir los pasos de su madre e iniciarse en la prostitución con la ayuda y aprobación tanto mía como de la madre.
-Aunque Yoli ya había tenido relaciones sexuales conmigo y conocía las dimensiones de mi herramienta considero que yo era la persona indicada para desvirgar a su hija Lorena y así iniciarla no solo en el sexo; sino en todo lo relacionado a ello.
-Lorena cuando supo por su madre de mi descomunal tamaño viril deseo y le pidió a su progenitora que yo fuese su primer hombre; ya que la niña, por lo poco que me conocía ya me consideraba como su amigo y confidente.
-Yoli deseaba poder estar una vez más con el pequeño Mateo para sodomizarlo a su gusto.
Estas habían sido las excusas que la meretriz madre me había dado unos días antes para evitar que la poseyera con locura cuando me relato su encuentro sexual con su hija de 13 años.
-Bienvenidas a mis mazmorras – dije yo – aquí todo es posible
-Guau… huele mejor que en el CATY después de una orgia – exclamo la meretriz –
-Guau… huele a mucho sexo – acoto la niña –
-Gracias – respondí –
-Ustedes están aquí para aprender y obedecer – dije seriamente –el único que puede estar aquí vestido soy yo, así que
-Bien… - dije – aprenden rápido – observando como madre e hija se desnudaba rápidamente -
-Aquí no importa si las lastimo o no – dije con tono enérgico – aquí el dolor es placer
-Okey Pablo – respondieron a ambas a la ves –
-Aquí adentro me llamaran AMO – grite – entendido
-Si AMO – respondieron ambas
-Antes de empezar con ustedes – dije – me ayudaran a guardar a las otras.
Me dirijo a donde se encontraba Cielo Riveros que tenía todo su cuerpo transpirado y lucia extremadamente agotada. Detuve la máquina y le ordene a Lorena que liberara sus manos que estaban dentro de unos guantes de boxeo y estos estaban sujeto al manubrio.
Yoli y yo quitamos las piernas de Cielo Riveros que se encontraban dentro de unas botas de sky y que a su vez estaban unidas a los pedales del aparato. Al ser liberada, el cuerpo de la quinceañera cayo inconsciente sobre la meretriz que si no la hubiera sujetado habría caído al piso. Le indique que la llevara al calabozo; cosa que hizo inmediatamente.
Lorena y yo procedimos a desatar a la pequeña Laura para después de retirarle los vibradores que tenía insertados en sus agujeros sexuales llevarla al otro calabozo y encerrarla.
Desate a Mateo y le quite los sacaleches de sus pechos hormonados para después recostarlo en una camilla y ordenarle que se quedara allí.
Realice un correaje “SHINJU”en la meretriz para después realizarle un arnés “KARADA”y al finalizar ordenarle que se centrara en una especie de pequeño potro de gimnasia que estaba amurado a la pared. Con la ayuda de su hija Lorena sujete sus brazos y piernas a la pared. A través de un acceso especial que tenía el potro donde estaba sentada Yoli introduje dos pequeños vibradores que a su vez ingresaron en su cavidad anal y vaginal.
Antes de colocarle un “ballgag” en la boca de la meretriz; le pregunte hasta donde deseaba que llegara con su hija.
-Hasta donde ella quiera y más. – respondió -
Después de esto lleve a la pequeña de 13 años hasta la camilla ginecológica y después de ubicarla en posición le realice un breve examen para constatar su virginidad mediante el uso de un especulo médico.
La felicite por mantener aun intacto su himen mientras la ayude a bajarse de la camilla para después colocarle un antifaz ciego en los ojos tapando su vista.
Me quite la única prenda que tenía puesta y que era un mono de vuelo. Accione los vibradores de Yoli y tome de la mano a Lorena para guiarla hasta la inmensa cama que estaba frente a la meretriz.
Le di un tierno beso en la boca a la niña para después hacerla arrodillarse ante mí. Le ordene que abriera la boca para así introducir mi flácido miembro.
Enseguida la niña comenzó a mamarlo como toda una experta; así que la detuve y le pregunte:
-Tu madre te enseño a hacerlo? - dije yo –
-No amo; aprendí sola – respondió
-Como es eso – interrogue –
-Es que hay un chico en la escuela que gusta de mi… - respondió ella -
-Ósea que tienes un noviecito – dije yo algo enojado interrumpiéndola –
-No amo. No es mi novio. – dijo ella –
-Entonces – dije – explícate
-Él es más grande y dice a todos que gusta de mi pero no es verdad – dijo –
-Se la chupo por que el me chantajea con delatarme en la escuela – dijo Lorena –
-Cuantos años tiene y por qué te chantajea – pregunte –
-Tiene 15 años y él sabe que soy yo la que lanza bombas fétidas en la escuela y hago otras travesuras, como escaparme. – respondió -
-Y desde hace cuánto le mamamas la verga – pregunte –
-Desde principio de año, amo – dijo Lorena –
– dije yo enérgicamente – después recibirás un castigo por no haber dicho esto antes.
Introduje mi verga que ya comenzaba a erguirse en la boca de Lorena; para que esta reanudara su labor. La niña no podía engullirse toda mi verga, solo se tragaba la mitad de esta: pero al fin y al logro su objetivo.
Realice mi descarga de semen en la boca de la niña de 13 años y está al recibirla no se ahogó como lo haría cualquier niña novata. Como toda una experta se tragó mis líquidos sin dejar rastros de ellos.
Con mi verga aun rígida; hice que la niña se colocara en posición de perrito y así comencé a lamer su ano lenta y suavemente. Mis lamidas pronto la hicieron gemir.
Ensalive uno de mis dedos y lentamente se lo fui introduciendo en su ano. Lorena se quejó de esta intromisión pero aun así seguía gimiendo. Hice que mi dedo entrara y saliera de ese pequeño y virgen agujero trasero por unos cuantos minutos y cuando la niña estaba por tener su primer orgasmo le introduje un segundo dedo. Esto la hizo crispar y arqueo su espalda levantando su cabeza.
Jocosamente le dije que solo eran dos de mis dedos y que se imaginara mi verga. Juguetee por unos minutos más para después introducir un tercer y último dedo para así dilatarle el ano.
Deje caer abundante lubricante en el trasero de Lorena y dentro de ella. Cuando la niña estaba a punto de tener su segundo orgasmo; me coloque detrás de ella y dirigí mi verga hacia su dilatado ano.
Con un pequeño pero leve empujón; mi glande y un par de centímetros de mi verga se introdujeron en sus intestinos. Esto le hizo dar un fuerte grito de negación; a la vez que elevo su cabeza y la giro hacia mí como intentando mirarme, cosa que no podía hacer por su antifaz.
Recién; cuando toda mi verga se perdió de vista dentro de la niña de 13 años, le quite el antifaz y tomándola de los pelos hice que primero se observara en el gran espejo de la pared, para después mirara el cuerpo de su madre que temblaba gracias a los vibradores que había dentro de ella.
-Realmente quieres ser prostituta como tu madre – grite meneándole la cabeza –
-Si amo. – respondió sollozando – quiero ser prostituta como mi madre.
-Porque?? – pregunte yo mientras retiraba un poco mi verga y dando una fuerte estocada la volví introducir –
– se quejó Lorena - Porque algún día, mi padre y mi tío querrán estar conmigo… - y dijo -
-Y cuando me estén cogiendo les diré quien soy; así le da un infarto y se mueren esos hijos de puta.
-Escuchaste Yoli – dije yo –
-Eso lo vamos a arreglar después – le susurre al oído -
-Aaahhhiiii – pronuncio la niña –
Poco a poco; los quejidos de la niña de 13 años se fueron convirtiendo en gemidos. Cambiamos varias veces de posición y cuando su cuarto orgasmo llego también descargue una nueva cantidad de semen; inundando sus tripas.
Deje que Lorena descansara unos minutos; para así desatar a su madre que parecía estar a punto de desmayarse.
Yoli me comento que jamás en su vida había tenido tantos orgasmos como los que había tenido minutos antes. La meretriz me dijo también; mientras observaba al pequeño Mateo recostado en la camilla que no deseaba sodomizarlo ese día, pero si tener sexo con él y con algo de privacidad. No tuve objeción a su pedido y le dije que usara una de las habitaciones de huéspedes. Yoli despertó dándole unos tiernos besos al pequeño transexual hormonado de 6 años y lo condujo tomado de la mano a otra habitación.
Volví a la cama, donde Lorena permanecía en posición fetal y comencé a besar sus hombros para después dirigirme hacia su rostro y besarla apasionadamente.
Mutuamente y con suavidad; comenzamos a acariciarnos. Cuando una de sus manos llego a mi flácida verga; la niña no pudo evitar bajar su mirada y exclamar asombrada por las dimensiones de esta.
Las caricias continuaron; en especial la de mis dedos sobre el clítoris de Lorena. Formamos un 69; para así de esta forma, yo lamerle la vagina y ella succionar mi verga. E esta postura; Lorena tuvo un nuevo orgasmos después de unos minutos.
Hice que la niña de 13 años se sentara sobre mi verga y que ella misma se fuera introduciendo mi descomunal verga en su virginal conchita. Sentí como esta hizo tope en su himen y una mueca de dolor se dibujó en el rostro; que después de esto dejo caer todo el peso de su cuerpo para así ensartarse ella misma.
Permaneció inmóvil por unos segundos; mientras yo comencé a acariciar su clítoris. Suavemente inicio los movimientos pélvicos y sus gemidos no se hicieron esperar. Con el pasar de los minutos la cabalgata que realizaba la niña se hizo cada vez más frenética hasta que casi al unísono llegamos a un orgasmo increíble fusionados en un beso apasionado.
A partir de ese día; la meretriz y su pequeña hija de 13 años se convirtieron en mis aprendices en el arte del “SHIBARI” o bondage, como así también en el BDSM. Para nuestras prácticas utilizábamos a Cielo Riveros, Laura y Mateo; aunque mi interés en ellos ya estaba decayendo.
No hizo falta que adoctrinara demasiado a la pequeña Lorena para que esta tuviera un cambio radical en su conducta general sino también en la escuela. La niña no solo debía repasar conmigo lo aprendido en la escuela; sino que también tomaba las clases extras que le daba con mucha dedicación y lo sabía muy bien que ante cualquier falta seria castigada física y sexualmente.
Cielo Riveros, Laura y mateo se convirtieron en objetos muy solicitados en el prostíbulo desde su primer día allí. Lorena por otra parte; concurría muy ocasionalmente al establecimiento, lo cual le permitió en una de esas ocasiones acostarse con su padre y su tío.
Estos no solo se enteraron de que era la hija de Yoli; sino que también habían sido filmados en esos momentos. Por ello, las extorciones y amenazas de clausura del negocio cesaron inmediatamente al tener el amparo del Señor Intendente y de su hermano el diputado nacional.
También filme a varios jueces, poderosos empresarios y miembros de las fuerzas de seguridad. Esto me brindo mucha más seguridad para mis negocios. Aunque el que más fuera de la ley estaba era el burdel.
Yoli me había comentado que conocía a varios dueños de otros burdeles y que hay un que de seguro se interesaría por Mateo. Después de algunas conversaciones telefónicas; esta persona concurrió al negocio y después de las presentaciones correspondientes llegamos a un acuerdo monetario por el niño transexual hormonado.
Casualmente; Mateo ese día cumplía 7 años. El proxeneta también se llevó a Laura que hacía unos meses había cumplido los 11 años y a Cielo Riveros que hacía poco había cumplido los 16 años. Sería la última vez que los vería o supiera algo de ellos y realmente no sentí culpa por ellos ni remordimiento por lo que les pasara.
Las enseñanzas de “SHIBARI” continuaron con Yoli y su hija. Ambas notaron que últimamente mi interés decaída al igual que mi humor. Pero cuando Lorena me comento que tenía una amiga de su edad y que tenía un serio problema; todo quedo en el olvido.
Lorena me conto que su amiga tenía 14 años ya; su nombre era Camila y que desde hacía dos días estaba viviendo escondida en la casa de la niña ya que sus padres la había echado a la calle al enterarse de que estaba embarazada y quien la preño no se hizo cargo del asunto.
Le pregunte qué tan amigas eran y si sabía algo sobre sus actividades. La respuesta me sorprendió ya que me dijo que no solo era su mejor y única amiga; sino que también eran confidentes entre sí.
Le ordene a Yoli que inmediatamente fuera a buscar a la niña acompañada de su hija Lorena. Media hora después regresaron a la finca junto a Camila.
Después de una breve presentación; interrogue a la niña de 14 años. Esta me dijo que sus padres eran de clase humilde pero trabajadora y muy religiosa. Me conto sobre sus escasos encuentros sexuales y sobre el chico que la embarazo. En cuanto a su amiga Lorena; esta me dijo que hasta sabía las dimensiones de mi verga y sobre sus aprendizajes y sus ocasionales trabajos en el prostíbulo.
Le explique que la ayudaría; pero que esta tendría un elevado costo para con ella. Aunque la niña acepto mi propuesta y expresándose con timidez me confeso que estaba dispuesta a hacer todo lo que le ordenara a cambio de un lugar tranquilo donde finalizar su embarazo.
Finalizada la charla; nos dirigimos a la mazmorra. Allí; Camila no solo se sorprendió por el lugar, sino que también porque le dije que este sería su hogar por unos días. Después de eso les ordene que se desnudaran.
Cuando Camila quedo completamente desnuda; vi que poseía unas tetas más grandes que su amiga Lorena y que su abdomen estaba hinchado por su estado.
-De cuantos meses estas embarazada – pregunte –
-Creo que de 6 – respondió ella algo avergonzada –
-Crees… - dije yo – nunca fuiste al medico
-Yo creo que debe estar en 7 u 8 meses – agrego la meretriz acariciando su panza –
-Eso lo vamos a averiguar mañana cuando te llevemos de un médico de confianza – dije yo sonriendo maliciosamente –
-Lorena – ordene – me has mentido y sabes que serás castigada.
-Si amo. – dijo la niña de 13 años agachando su cabeza –
-Trae la fusta y 2 collares – le ordene – rápido
-Yoli – dije secamente – prepara una enema, la depiladora y el baño
-Si mi amo – dijo la meretriz sonriente –
-Aquí esta lo que pidió amo – dijo la niña –
-Colócale uno a tu amiga y el otro es para ti – ordene –
-Aaayyy!!! – exclamo a recibir un fuerte fustazo en su nalga –
-Como veras Camila… - dije yo – aquí el que manda soy yo, entendido
-Aaayyy!!! – volvió a exclamar Lorena –
-Si señor – dijo la niña preñada –
-Pónganse en cuatro, perras – grite –
-Ya está todo listo mi amo – dijo la meretriz –
-Llévate a esta y ya sabes que hacer – dije yo, dándole la correa que sujetaba a la niña embarazada –
-Si mi amo – respondió –
Yoli tomo la correa y condujo a la pequeña embarazada hacia el baño; donde le haría un enema, le depilaría su entrepierna, la bañaría y la iniciaría en el lesbianismo levemente.
Yo por mi parte; coloque a Lorena en un cepo, donde quedo inmovilizada por su cuello y sus manos. Le susurre que gritara lo más fuerte que pudiera para después darle varios fustazos en las nalgas hasta que estas quedaron enrojecidas.
Para cuando Yoli salió del sector de aseo con Camila; Lorena se encontraba en una camilla en posición "FROG-TIE” que es una postura de esclavitud en donde se atan los tobillos junto con los muslos, quedando una posición que se asemeja a una rana agachada. Sus muñecas también estaban atadas con los muslos respectivos. Esto la dejaba muy vulnerable, pero no completamente inmovilizado para la penetración vaginal que le estaba haciendo.
La meretriz acompañada por la niña embarazada se acercaron a nosotros y observaron detenidamente como sodomizaba a la otra niña de 13 años.
-Ya está lista, amo – dijo la meretriz –
-Aaaggghhh – exclamo Lorena llegando al orgasmo a la vez que la penetraba vaginalmente –
-Bien – respondí – ya casi termino con esta zorrita.
-Amo; ya le sale calostro a la preñada – dijo la madre prostituta –
-Mmm – pronuncie yo – eso significa que estas más avanzada de lo que pensé.
-Guau – dijo sorprendida Camila al observar mi verga salir de la vagina de Lorena– es inmensa.
-Jajaja – rio Lorena y dijo – viste que te decía la verdad.
-Me va a matar con esa cosa – dijo algo preocupada la niña embarazada –
-No te va a lastimar – dijo la meretriz –
-Muéstrame como chupas verga putita – ordene yo -
Yoli hizo que la niña se arrodillara frente a mí para después empezar a mamarme mi descomunal verga. Camila demostró tener bastante conocimiento de cómo chupar una verga y hasta llegaba a tragarse casi ¾ parte de mi miembro sin ahogarse.
Interrumpí a la niña en su labor para recostarme en la cama y ordene que continuara. Mientras tanto; Yoli desataba a su hija.
La meretriz y su hija se colocaron una a cada lado de Camila y comenzaron a succionar mi verga alternadamente.
Después de unos minutos; las interrumpí ordenándole a la niña embarazada que se montara sobre mi verga. Esta, algo temerosa obedeció y con la ayuda de Yoli y Lorena lentamente se fue introduciendo mi verga en su concha.
Aunque no era virgen; la vagina de Camila era algo estrecha y a medida que se iba introduciendo mi falo en su cara se dibujaban diversas muecas de dolor mezcladas con placer.
Cuando quedo completamente ensartada; nos quedamos unos segundos inmóviles para que se acostumbrara a mi ariete. Lorena y su madre le succionaban los pechos y le acariciaban su clítoris y sus nalgas.
Lentamente la niña comenzó a cabalgarme; a la vez que empezaba a gemir suavemente. Pude sentir como; primero uno y después dos dedos ingresaban en su ano, aunque no supe si eran de su amiga, de la meretriz o de ambas. Camila también lo sintió y solo emitió un leve quejido.
-Sea lo que sea que llevas dentro de esa panza – dije yo – también lo estoy cogiendo.
-Ohhh!! Si señor – respondió ella – puedo sentirlo
Camila tuvo un fuerte orgasmo después de eso y entonces decidí hacer que se colocara en posición de perrito. Yoli y Lorena habían dilatado muy bien el ano de la niña con sus dedos; pero en cuanto apoye mi verga en su rosado agujero trasero y presione en él, la niña se sorprendió.
Al entrar mi glande; Camila arqueo su espalda y giro su cabeza para observarme. Mi ariete se fue introduciendo lentamente. La niña bufaba de dolor y solo se calmó cuando tubo toda mi verga estuvo completamente dentro de sus intestino.
Lorena se colocó debajo de su amiga, para así formar un 69 entre ella mientras yo movía mi verga perforando el ano infantil.
Después de hacer mi descarga de semen en el ano de Camila, cedi mi lugar a Yoli; que se había colocado un arnés con dos consoladores del tamaño de mi verga y la penetro doblemente a la niña. Esta bramo no solo de dolor; sino que también de placer ya que otro orgasmo le había llegado.
Observe como se desarrollaba ese trio lésbico espectacular hasta que mi verga se irguió nuevamente; para así introducírsela a Lorena en su vagina.
Al día siguiente de la iniciación de Camila; la llevamos junto con Yoli a realizarse unos chequeos médicos. Los exámenes revelaron que el embarazo se desarrollaba perfectamente y que la niña estaba ya casi en su semana 28 de gestación.
Por el avanzado estado de preñez y por recomendaciones medica no realice con Camila actos sexuales demasiados violentos; ni la hice prostituirse en el cabaret.
Si bien los padres de la niña la perdonaron y hasta le rogaron que volviera a su hogar; esta se negó y decidió permanecer en la finca bajo mis cuidados y entrenamiento sexual.
Por mi parte; tenía un sentimiento de enojo para con el chico que la embarazo y la abonado a su suerte, deslindado toda responsabilidad de paternidad. Así es que con el consentimiento de Camila decidí que debería de ser humillado y extorsionado. Para ello me valí de toda la información que Camila me brindo y de la que yo pude recolectar.
Su nombre era Darío y tenía 17 años. Provenía de una familia de clase media alta y por lo tal era muy engreído. Media 1,70 centímetros de altura; su cabello era negro y poseía unos ojos color marrón. Aunque no me gustan los hombres; este muchacho poseía un cuerpo atlético y musculoso como el de un galán de telenovelas.
Como el resto de los adolescentes de la ciudad; Darío era asiduo concurrente a mi otro negocio que era un boliche bailable. Para capturarlo; usaría a Lorena y sus encantos femeninos. Supe que el muchacho y sus amigos se irían de viaje después de pasar la noche en mi local bailable.
Un sábado por la noche; Darío se encontraba junto a sus amigos en el boliche y estaban tratando de conquistar a una niña de unos 16 años. Hice que uno de los empleados de seguridad ahuyentara a la niña y separara al grupo de varones.
Fue así como apareció Lorena y por un rato bailo con el muchacho. Mi niña lo invito a tomar un trago.
En el momento en que le sirvieron el trago; Lorena le suministro una pequeña dosis de “Peyote” o mezcalina. Esta droga en poco tiempo hizo que el muchacho comenzara a sentirse cada vez más relajado y su comportamiento le hacía parecerse a un borracho. Lorena que también había bebido del mismo vaso, también se encontraba afectada por la droga; pero ya estaba acostumbrada a que le suministrara algunas de ellas y sus efectos.
La pareja volvió a la pista de baile y yo me les acerque haciendo como que tropezaba hice que volcaran lo que les quedaba de bebida. El muchacho se enojó un poco por ello; pero se calmó cuando le ofrecí otro trago.
Esta nueva bebida contenía una fuerte dosis de benzodiacepina y al dárselo, le hice una seña a Lorena para que no tomase de él, cosa que entendió.
Poco después de eso; hice que el personal de seguridad hiciera salir del boliche a Darío y que fue acompañado por mi niña.
Darío ya casi no coordinaba sus movimientos y por ello Lorena lo guio hasta mi camioneta y lo subió allí. Tome su teléfono celular y le envié un mensaje a sus amigos que se quedaría para gozar de su nueva conquista; esto era para así tener de tiempo para mi plan y que nadie sospechara de su ausencia.
Minutos más tarde; el muchacho se encontraba desnudo en mi mazmorra y atado de pies y brazos formando una X en medio de la habitación. Sus ojos estaban cubiertos por un antifaz ciego y en su boca poseía una bola mordaza. En sus oídos tenía colocado unos auriculares que emitían un mensaje subliminal e hipnótico.
Durante 5 largas horas; el muchacho permaneció así. Después de eso, los efectos de la última droga se desvanecieron y el joven comenzó a recobrar el conocimiento aunque aún estaba bajo los de la mezcalina.
-Al fin despertaste – dijo Yoli quitándole los auriculares –
-Estas aquí para ser castigado – volvió a decir –
-Aauuggg – pronuncio Darío al recibir un fuerte fustazo en sus nalgas por parte de Camila –
-Vas a pagar por tratar a las mujeres como tus putas personales – dijo la meretriz a la vez que le agarraba los testículos fuertemente y jalaba de ellos hacia abajo -
Yoli volvió a colocarle los auriculares y durante unas horas; junto a Camila lo azotaron por todo su cuerpo hasta que se desmayó del dolor y agotamiento.
Cuando Darío volvió a recuperar la conciencia; se encontraba inmovilizado del cuello y manos en el cepo. Sus ojos ya no estaban cubiertos, al igual que su boca no estaba amordazada; pero aún tenía colocado los auriculares.
El muchacho se sorprendió y asusto al ver a la meretriz enfundada en un corset de cuero negro y con un arnés con consolador en su entrepierna. Cuando vio que también estaba allí Lorena y Camila y que ambas también poseían unos arneses con consoladores en sus entrepiernas comenzó a llorar y a suplicar por su vida.
-Lo que me hiciste es imperdonable – exclamo Camila –
-Ahora vas a sentir lo que sentimos nosotras – proclamo Lorena mientras manipulaba su consolador –
-Aaayyy!!! Por favor no me lastimen – respondió llorando –
-Lo que tienes en tu verga te sacara toda tu leche – dijo la meretriz –
-Y lo que tienes en tu culo es una pequeña bola vibradora – dije yo –
-Por favor – suplico Darío – porque me hacen esto.
-Porque no te has hecho cargo de tus actos – respondí yo –
-Aaayyy!!! – exclamo a sentir como la bomba de vacío y la bola vibradora se activaron –
-Mi familia tiene dinero y si no vuelvo irán a la policía – dijo casi como obligándonos a liberarlo –
-Jajaja – ríe yo y dije – eso lo dudo mucho
-Sabemos que te irías con tus amigos de vacaciones – dijo Yoli –
-Ellos ahora creen que estas con Lorena; tu conquista de la noche – dije yo –
La verga de Darío media 18 centímetros de largo por 3 de diámetro y se encontraba erguida dentro de la bomba de vacío. Camila azoto fuertemente las nalgas del muchacho con la fusta y este chillo. Lorena lo abofeteo y lo obligo a succionar el consolador que poseía aunque el muchacho no quiso.
Aunque no le gustara; Darío comprendió que debería obedecer a nuestros pedidos y rápidamente comenzó a succionar el falo plástico como si fuera real. De esta forma; el joven succiono los falos de las tres mujeres y a los cuales les coloque un poco de mezcalina para que tragara. En poco tiempo; el joven Darío se transformó en una auténtica chupa verga y hasta llego a introducirse dos consoladores en su boca.
Le quite la pequeña bola vibradora del ano y le indique a Camila que se colocara detrás del padre de su hijo y que lo penetrara con su falo plástico. Darío ni siquiera se quejó cuando el dildo de 12 centímetros de largo por 3 centímetros de diámetro lo penetro; solo gimoteo.
La niña embarazada lo penetro con furia por más de media hora para después cederle el turno a Lorena que también poseía un consolador del mismo tamaño. Darío descargo su semen dentro de la bomba de vacío por segunda vez y su verga aun permanecía erguida.
Yoli reemplazo a su hija después de un rato y al igual que las dos niñas; esta lo penetro con violencia y sin piedad. La meretriz tenía un dildo algo más grade que sus predecesoras y el joven solo gimoteo y poco después se desmayó teniendo una tercer y ultima descarga de semen dentro del adminiculo de su pene.
Aunque la situación me tenía excitado; decidí colocarlo en el calabozo y dejarlo descansar. Allí permaneció con las manos esposadas detrás de su espalda durante casi 12 horas; durante las cuales escucho el mismo mensaje subliminal hipnótico que había usado con Mateo.
Al día siguiente, cuando Lorena abrió la puerta del calabozo; Darío la golpeo e intento huir pero fue interceptado por Yoli y con mi ayuda lo sometimos. Para ello tuve que aplicarle una inyección de anestesia que en segundos lo desmayo.
Colocamos al joven en la camilla ginecológica y después de atarlo a ella; Lorena y Camila le depilaron su entrepierna. Primeramente utilizaron espuma de afeitar y después cera caliente. Esto hizo que su verga y testículos quedaran extremadamente enrojecidos y afiebrados.
Cuando el joven recupero nuevamente el sentido se encontraba dentro de una bañera con un aro mordaza en su boca e inmovilizado por un artefacto medieval denominado “la cigüeña”. Este artilugio consistía en someter al individuo por cuello, manos y tobillo mediante unas barras de metal dejándolo casi en posición fetal incomodísima que provocaba calambres en los músculos rectales y abdominales; y a las pocas horas de todo el cuerpo.
No solo se horrorizo al encontrarse así; sino que al sentir el olor de los orines y materia fecal que le habíamos volcado sobre él se asqueo de sí mismo ya que el mismo se había defecado encima. Paso el resto del día así y los únicos tormentos que recibía eran los insultos y golpes que le propinaban las mujeres.
Al anochecer; Yoli abrió la canilla de la bañera y esta comenzó a llenarse de agua. A medida que el agua cubría el cuerpo de Darío; este temió morir ahogado e intentaba suplicar por su vida gritando desaforadamente.
Camila se introdujo en la bañera y sujetándolo por los pelos alzo la cabeza del joven sobre el agua.
-Primero me embarazaste y abandonaste a mi suerte – grito la preñada y volvió a sumergir la cabeza del joven –
-Segundo golpeaste a mi amiga Lorena cuando ella te quiso alimentar – volviendo a elevar el rostro de Darío –
-Aaaayyyyy!!! – exclamo el muchacho elevándose por sí solo sobre el agua al sentir como Lorena apretaba fuertemente sus testículos –
-Matarte sería demasiado fácil – dijo la meretrizcolocándole un arma en la frente –
-Que quieren de mi –dijo Darío tosiendo agua –
-Queremos que seas nuestra puta – exclamaron las tres mujeres –
-Queee??? – sorprendido dijo Darío –
-Ya te rompimos el culo pero no te diste cuenta – dijo Camila mostrándole fotos de ella penetrándolo con un consolador –
-Ahora vas a empezar a sentirlo de verdad – dijo Lorena –
-Y a gozarlo mucho – agrego la meretriz –
-Vas a hacer todo lo que te ordenemos – dijo Lorena apuntándole con otra arma –
-Te guste o no; nos vas a obedecer – ultimo Camila -
Después de esto; desagotaron la bañera y le quitaron el aparato que lo inmovilizaba. Le ordenaron que se diera un baño cuando sus calambres cesaran y que avisara cuando estuviera listo.
Darío quedo en posición fetal dentro de la bañera llorando desconsoladamente; la meretriz y las niñas se retiraron.
Más de una hora paso; cuando Darío informo que había concluido con su aseo y fue Yoli quien lo fue a buscar y le coloco un collar de perro en el cuello con su correa y unos grilletes en sus muñecas y pies.
Grande fue la sorpresa del Joven cuando observo como Camila cabalgaba sobre mi enorme verga mientras se fundía en un apasionado beso con Lorena; a quien le lamia su clítoris.
Darío no quito su mirada de mi verga y hasta parecía embelesada por las dimensiones de ella.
Yoli hizo que el adolescente se recostara boca abajo al lado nuestro y después de esparcir abundante lubricante en el canal trasero de Darío; lo penetro violentamente con el consolador de su arnés.
El joven al recibir la estocada grito, arqueo su cuerpo y trato de morder las sabanas para resistir los envistes que le propinaba la meretriz.
Minutos más tarde; Lorena fue quien penetro a Darío con su consolador arnés y más tarde le tocó el turno a Camila de hacer lo mismo.
Darío descargo dos veces su semen en las sabanas sin siquiera tocarse o ser tocado en su verga y todo gracias a los masajes prostáticos que le prodigaron los consoladores.
Cuando Camila se quitó de encima del joven observo esto y dijo:
-Que putazo que sos Darío – dijo Camila – viste que te iba a gustar al final.
-Oohhh!!! Si – respondió jadeante el joven –
-Y eso que aún no probaste una verga de verdad – dijo Lorena –
-Oohh!!! Dios mío – exclamo Darío al dirigir su mirada hacia mi verga flácida– esa es gigante.
-si se las meto a ellas – dije jocosamente – también te corresponde
-Después de que pruebes la verga de Pablo – dijo burlonamente Camila – solo vas a querer que te rompan el culo. Jajajaja
-Ya me imagino a este putazo trabajando en el CATY – dijo la meretriz riendo – jajajaja
Lorena y Camila rieron junto a la meretriz y a mí se me ocurrió cambiar el plan que tenía para con el joven. El cual era humillarlo y extorsionarlo a el y a su familia; pero lo dicho por Yoli me hizo pensar en hacerle lo mismo que había hecho con el pequeño Mateo un año atrás. Para esto debía doblegarlo aún más.
Sin decir nada sobre mi nuevo plan a las dos ninfas y a la prostituta; les ordene que lo colocaran en el cepo y lo azotaran hasta casi hacerlo sangrar. Después de esto; lo volvieron a penetrar con sus consoladores arnés hasta que se desplomo de cansancio.
Durante tres días deje que Yoli, Lorena y Camila sodomizaran y violaran al joven Darío, a la ves que le suministraba drogas alucinógenas e hipnóticas y mensajes subliminales. En ese tiempo solo me masturbaba observando el espectáculo que brindaban las féminas. Mis descargas de semen y las del Joven de 17 años se recolectaban para condimentar su comida y bebida diaria.
Al cuarto día; Darío ya se mostraba completamente dócil, sumiso y gustoso de ser penetrado y sodomizado por las féminas hermafroditas. Hasta incluso llego a mostrar ciertas expresiones afeminadas.
A partir de ese día comencé a reducirle drásticamente las drogas alucinógenas solamente; ya que deseaba que estuviera muy consiente el resto de su estadía y que fuera el quien me pidiera que lo penetrara con mi verga.
Esto ocurrió finalmente al séptimo día. Cuando Camila abrió la puerta del pequeño calabozo donde dormía; Darío se abalanzo hacia mí y comenzó a succionarme la verga que se encontraba flácida.
La meretriz y las dos ninfas se sorprendieron por la acción del joven y celebraron su accionar. Pronto mi verga se irguió completamente y todos sabíamos lo que sucedería a continuación.
Yoli quiso colocarle lubricante al ano del joven; pero le ordene que no lo hiciera ya que deseaba empalarlo en seco. Pero si permití que las ninfas depositaran un poco de su saliva en el ano de Darío; cosa que hicieron gustosamente.
Solo basto que Darío sintiera que la punta de mi ariete toco su ano para que empujara su cuerpo hacia mi introduciéndose el mismo mi verga. De esta forma tuvo su primera descarga de semen sin tocarse. El ano del muchacho de 17 años se adaptó rápidamente a mi ariete que lo taladraba violentamente y sin piedad a pesar de sus quejidos y sollozos.
El flácido miembro de Darío pronto se irguió y esto hizo que las ninfas se acostaran bajo el y se lo succionaron hasta hacerlo acabar nuevamente mientras yo continuaba bombeando mi verga dentro de él.
No se cuánto tiempo estuve perforando el ano del muchacho pero cuando arroje mi semen dentro de sus intestinos; este tuvo un fuerte orgasmo y se desplomo agotado.
Durante cuatro días más; las mujeres y yo sodomizamos y torturamos al joven de 17 años y el día antes de que supuestamente regresaría de sus vacaciones lo liberamos.
Cuando lo deje en la ciudad le entregue un sobre. En este había obligaciones que debería cumplir a partir de ese momento; estas era:
-Nunca revelaría lo ocurrido ni quienes éramos. De no cumplir con ello, las fotos y videos de él siendo sodomizado lo perjudicarían.
-Abriría una cuenta bancaria a nombre de Camila y le depositaria una mensualidad para su hija por el resto de su vida.
-Tomaría una píldora diaria del medicamento que le adjuntaba y cuando se le agotara me avisaría para renovarle el stock.
-Volvería a su vida normal y podría acostarse con las mujeres u hombres que el deseara; siempre y cuando nos informara de ello con anticipación.
-Una vez al mes estaba obligado a concurrir a la finca para ser sodomizado y torturado como se nos ocurriera.
Darío cumplió con todo lo que le ordene y 15 días después de lo ocurrido; el mismo pidió ser nuevamente sodomizado. En esta nueva ocasión; a Yoli se le ocurrió travestirlo, lo que le agrado muchísimo y nos demostró que el joven ese había homosexualizado totalmente.
Al cumplirse las 39 semanas de gestación; Camila dio a luz a una hermosa bebe a la que llamo Paula. La maternidad obligo a la niña de 14 años a dejar momentáneamente sus tareas en el prostíbulo; pero en ocasiones especiales realizo algunos encuentros con varios clientes que desearon probar la leche materna de sus jóvenes pechos adolescentes.
Durante más de un año y medio; Darío concurrió a la finca para ser travestido y sodomizado. Y antes de que el joven cumpliera los 19 años, sus padres fallecieron en un accidente de tránsito; dejándolo a el a cargo de los negocios familiares y como tutor de su hermana menor.
El comportamiento cada vez más afeminado del joven Darío me dio la posibilidad de suministrarle hormonas femeninas en dosis mínimas y bajo su propio consentimiento. En unos 6 meses su atlético y musculoso cuerpo se fue transformando en el de una mujer adolescente; lo cual le obligaba a usar una faja para disimular sus pechos hormonados.
El muchacho no estaba preparado para hacerse cargo de ninguna de las dos funciones que le tocaban cumplir y en cuanto la pequeña fábrica que heredo tuvo los primeros inconvenientes; este recurrió a mí por ayuda y consejos. En poco tiempo me transforme en su socio y administrador de la fábrica dándole al joven la posibilidad de pasar más tiempo siendo sodomizado por mis tres prostitutas.
Fue así como conocí a la hermana del muchacho. La niña se llamaba Micaela, tenía 11 años. Tenía el cabello de color castaño oscuro; ojos color café y apenas si se le notaban sus insipientes pechos.
Un día; Darío me conto que su hermana lo había descubierto en el baño colocándose un plug anal y como además estaba desnudo vio sus pechos femenino. Esto lo asusto mucho y hasta temió que su hermana divulgara su homosexualidad; lo que socialmente para él era muy problemático y prejuicioso. Le dije que no se preocupara, que de alguna forma encontraríamos la solución.
Unos días después, con motivo del cumpleaños de la hija de Camila y Darío; invite a este y a su hermana a la finca. Como recientemente habían finalizados las clase y nos encontrábamos en verano; le dije al muchacho que comentara a sus allegados que se iría de vacaciones con Micaela por unos 15 días, los cuales pasarían en la finca.
Al llegar a la finca; Micaela parecía extrañada por el lugar al que su hermano la había llevado y actuaba con algo de timidez. Después de las presentaciones y como ya estaba listo el almuerzo, nos sentamos todos en la mesa. El almuerzo consistía en varios platos afrodisiacos bien elaborados que acompañados con las bebidas energizantes y alcohólicas servidas nos ayudaría más adelante.
Las conversaciones durante el almuerzo fueron sobre temas banales y para el momento de servir el postre; Yoli trajo a la mesa una torta de cumpleaños. Después del cantico de feliz cumpleaños, Camila sirvió las porciones a cada comensal y brindamos con una copa de champagne.
Un gesto mi vasto para hacer que Darío y Yoli se levantaran de la mesa y se ausentaran de la mesa por unos minutos. A su regreso; Darío vestía un diminuto bikini de cuero negro que solo cubría sus pezones y genitales. Además llevaba puesto un porta ligas que sujetaban sus medias y unos zapatos de taco aguja. Yoli; en cambio se encontraba totalmente desnuda. Ambas estaban maquilladas.
Micaela al ver a su hermano travestido se sorprendió y no dejaba de mirarlo.
-Te gusta cómo está tu hermano ahora – dije yo –
-Yo… yo… Darío… - balbuceo la niña de 11 años –
-Mi nombre de mujer es Eva – dijo el joven transexual sonriente –
-Pero… pero porque?? – interrogo Micaela -
Comenzamos a explicarle a Micaela los motivos por los cuales su hermano ahora era todo un transexual y para ello nos valimos de la reproducción de los videos de la sodomizarían de este. La niña parecía no horrorizarse por los videos; al contrario los miraba con fascinación al igual que nos observaba a cada uno de nosotros.
Lorena y Camila se desnudaron frente a la niña de 11 años mientras se prodigaban besos y caricias. Mientras eso sucedía; Yoli y Darío desnudaron a la pequeña Paula de 2 años.
-Darío… la nena esa es tu hija – exclamo sorprendida Micaela al ver como el joven transexual besaba apasionadamente a la niña de 2 años –
-Si Mica… Paula es mi hija y de Camila – respondió –
-Están loco… - dijo algo furiosa – son unos degenerados ustedes
-Nosotros no somos degenerados – dije yo tomándole una de las manos a la niña –
-En cambio vos que siendo una niña mira pornografía en internet, si lo sos. – dije –
-Co… como sabe eso – dijo la niña algo temerosa –
-Lo sé porque Darío me dio acceso a tu computadora. – dije yo con una sonrisa maliciosa en mi rostro –
-Pero…
-Nada de peros, Micaela. – dijo el joven transexual –
-Mica… escúchame bien lo que te voy a decir – dije yo tomándola del mentón y haciendo que me mirara fijamente –
-Estas aquí para unirte a mis putas por las buenas o las malas. Quisiera que fuera por las buenas; aunque disfrutaría mucho más por las malas. Me gusta torturar, dominar y esclavizar a niñas como vos. – le dije yo de forma autoritaria –
-Vas a dejar de ver pornografía a escondidas para vivir del sexo. – dijo el joven Darío alegremente –
-Yo… yo… - balbuceo la niña -
Guie a la niña tomada de la mano hasta la mazmorra. Al llegar allí; Micaela continuaba anonadada y al observar la habitación se quedó confundida con esta y en su rostro comenzaba a reflejarse cierto miedo que hasta podía olerse.
Le ordene a la niña que se quitara la ropa y esta titubeo por unos segundo; pero después comenzó a quitarse su vestido floreado. Debajo de este; Micaela llevaba un traje de baño que también le ordene que se quitara, cosa que hizo.
Cada uno de los presente inspecciono visualmente el cuerpo de la niña de 11 años y la llenamos de elogios y halagos que hicieron que esta se ruborizara y perdiera el poco miedo que le generaba esta situación.
Hice que Micaela se sentara en un columpio formado por un viejo neumático y la bese en los labios. Primeramente se sorprendió por mi acción y abrió los ojos bien grandes. Cuando la niña al fin cerró sus ojos y se dejó besar; urge con mi lengua toda su boca.
Después de mí; Yoli la beso de una forma más fogosa que yo. Le siguieron Camila y Lorena. Por último la beso su hermano transexual; este lo hizo de una forma muy suave, tierna y algo más breve que el resto ya que tenía en sus brazos a su hija Paula de2 años.
Hice que Micaela se pusiera de pies sobre el columpio y amarre sus manos a las cadenas de este; como así también sus tobillos dejándola inmovilizada.
Camila se colocó de frente a la niña y se zambullo en su entrepierna lamiéndola y succionándole el clítoris. Lorena hizo lo mismo pero en la cola de Micaela.
La niña trataba de evitar las caricias lingüísticas de las dos adolescentes y se retorcía para todos lados.
Yoli se subió al neumático y después de darle una sonora bofetada a la niña; hizo que esta le succionara uno de los pechos.
Minutos más tardes, los gemidos de Micaela se hicieron cada vez más fuertes hasta que tuvo un gran orgasmo que casi la hace desfallecer.
Desatamos a la niña y la colocamos en la camilla ginecológica mientras intentaba recuperaba el aliento. Comencé a frotar mi verga entre los labios vaginales y esto la hizo volver a gemir.
Darío se colocó a un lado y comenzó a lamer el monte de venus de su pequeña hermana a la vez que ocasionalmente me succionaba la verga. Lorena y Camila se encargaron de succionarle los puntiagudos pezones a Micaela que ya respiraba entrecortadamente.
Yoli se colocó un arnés con consolador y penetro el ano del joven transexual. Este interrumpió sus lamidas y emitió un pequeño quejido que fue opacado por el grito de Micaela al ser penetrada por mi ariete.
Aunque unas lágrimas brotaron de sus ojos; pronto la niña de 11 años volvía a gemir y poco después tuvo otro orgasmo.
Hice que Micaela se sujetara a mi cuello rodeándome con sus brazos y yo sujetándola por su cintura sin sacar mi herramienta de adentro de ella nos dirigimos a la cama.
Una vez allí; me recosté e hice que la niña me cabalgara y mientras lo hacía con mis dedos jugaba con su anillo anal. Prácticamente no se dio cuenta cuando uno de ellos venció a su esfínter y se introdujo en su ano.
Al compás de mi ariete; mi dedo hurgo su agujero trasero y posteriormente un segundo dedo se agregó allí.
Después de unos minutos; retire mis dedos e hice que nuestros espectadores le introdujeran un dedo de ellos. El primero fue el de su hermano y el segundo fue el de Yoli.
Camila y Lorena lo hicieron juntas y al hacerlo provocaron que Micaela pronunciara un quejido agónico, lo cual me hizo descargar mi dosis de semen dentro del útero infantil.
Ordene que retiraran los dedos del ano de Micaela e hice que la niña se girara dándome la espalda y como mi verga aún seguía erguida la retire de su vagina para dirigirla a su ano.
Con un fuerte empujón, mi verga se introdujo más de la mitad en el trasero de la niña y esta grito fuertemente de dolor. Permanecí quieto tratando de que se acostumbrara a mi ariete; pero Micaela dejo caer todo su cuerpo empalándose ella misma con el resto de mi instrumento.
Yoli se arrodillo a un lado de ella y después de darle un tierno beso en los labios le dijo:
-Haz visto mucha pornografía en internet???
-Siii… vi de todo – respondió casi sollozando –
-Tranquila pequeña – dijo la meretriz – no llores; gózalo – secando con su mano una lagrima que rodaba por la mejilla infantil -
-La primera vez siempre duele un poquito – continuo la meretriz –
-Aunque con el vergazo de Pablo siempre duele más – agregaron Lorena y Camila por detrás y risueñas – jejejeje
-Shhhh!!! – dijo la meretriz – ustedes dos cállense – para después volver a besar a la niña -
-Viste alguna doble penetración – interrogo Yoli a la niña mientras con una de sus manos acariciaba la vulva infantil –
-Vi un video una vez – respondió Micaela a la vez que comenzaba a moverse lentamente sobre mi verga –
-Bueno… quieres que tu hermano te coja por la concha -
-Sii… sii… qui… quiero… - respondió Micaela –
-Putito… quítate esa ropa y ven acá – ordeno la meretriz –
Diario obedeció y rápidamente se colocó frente a su jadeante hermana. Yoli al ver el estado flácido del miembro transexual; le dijo a la niña que debería de metérselo en la boca y hacerlo crecer.
Micaela se tragó el miembro de su hermano que no media más de 5 centímetros de largo y comenzó a succionarlo con gran avidez.
Camila y Lorena se colocaron a cada lado del joven transexual y mientras le succionaban los pechos hormonados de este; le horadaban el ano con sus dedos. Cosa que junto a la felatio que le hacia su hermana su verga creciera más rápidamente.
Yoli le dijo a la niña que su hermano hacia algo más de 2 años que no penetraba a una mujer ya que se le tenía prohibido; pero que esta sería la única vez que lo dejaría.
Después de esto; Yoli hizo que la niña se recostara sobre mi pecho y el joven Darío se ubicó para penetrar a su pequeña hermana.
Pude sentir como los 18 centímetros de verga del joven transexual ingresaron en la babeante vagina infantil. Micaela emitió un largo gemido que fue interrumpido por un quejido de su hermano al ser penetrado analmente por Lorena con un consolador arnés.
Para completar el cuadro; Yoli se colocó sobre la cara de la niña y sujetándole el cuello la obligo a lamerle su vulva, mientras su hermano y yo la penetrábamos.
Minutos más tarde, en una mezcla desenfrenada de gemidos, uno a uno fuimos teniendo nuestros orgasmos y nos fuimos desacoplando.
El primero en hacerlo fue Darío que inundo con su semen el útero de su hermana. Le siguió Lorena que había estado penetrando al joven transexual con un consolador. Yo descargue mi dotación de semen en los intestinos de Micaela y esta tuvo un gran orgasmo en ese momento. Yoli fue la última y al hacerlo se recostó a un lado nuestro para recuperarse.
Camila que solo había observado parte del acto; ya que debió atender a su pequeña niña se lamentó de no haber podido participar.
Camila también comento que había atendido varias llamadas telefónicas para mí y que una de estas era del burdel.
Después de responder las llamadas recibidas; les dije que se prepararan ya que después de cenar iríamos al cabaret ya que había un par de prostitutas que se habían ausentado por diversos motivos.
Darío y Micaela se sorprendieron cuando les dije que ellos también irían y que sería la primera vez que se prostituirían para mí.
La pequeña de 11 años aunque estaba agotada por su primer encuentro sexual; también tenía miedo. Yoli la calmo cariñosamente diciéndole que ella o su hija la acompañarían en cada encuentro con sus eventuales clientes.
Poco antes de las 21 horas llegamos al prostíbulo y poco después comenzaron a llegar los clientes. Yo desde mi oficina observe como Yoli, Camila y Lorena iniciaban en el oficio más antiguo de la humanidad al joven transexual y a su pequeña hermana.
Pocos días después del inicio en la prostitución de Darío y de Micaela; Lorena comenzó a sentir los típicos síntomas de embarazo, el cual fue conformado más tarde por los exámenes médicos. No cabía dudas que él bebe que esperaba era mío; ya que era con el único hombre que no utilizaba condón. La adolescente me pidió permiso para abortar ya que no deseaba tener un bebe; pero se lo negué y le dije que me haría cargo de ella y de su hijo nonato.
Yoli hacía tiempo que había comenzado a alejarse de su profesión y ahora administraba una parte de mis negocios. Esto lo hacía por dos motivos; uno porque se lo había propuesto yo y la otra porque se había enamorado de un cliente y este le pedía que lo dejara. A la meretriz, el saber que sería abuela la alegro mucho y apoyo mi idea de que su niña no abortase. Fue Darío; el que dio una solución para los problemas de Lorena y para los suyos también.
El joven transexual desde el inicio de su transformación hormonal temía a los prejuicios sociales que estos le ocasionarían su nueva forma y la hija de la meretriz se convirtió en su confidente; fue así como forjaron una amistad que hasta se reflejaba cuando Lorena lo sodomizaba con una ternura inexplicable para ambos. La propuesta del joven transexual fue ofrecerle matrimonio a Lorena; que en un mar de lágrimas de alegría acepto. De esta forma, Darío acallaría algunos rumores que circulaban sobre él.
La boda se concretó pocos días después y fue muy concurrida por familiares y amigos de Darío. Al regreso de su luna de miel anunciaron a los conocidos del marido transexual que la joven estaba embarazada. Unas semanas después Yoli se casó con su amante; al cual le lo había presentado el día de la boda de su hija. Esta fiesta fue menos concurrida y mucho más discreta que la anterior. Además; fue la primera vez que Darío se lució públicamente vestido de mujer. Jorge se llamaba el marido de Yoli y era un médico de 55 años que había enviudado hacía más de 20 años atrás. El hombre medía 1,70 metros era algo obeso y tenía un enorme y poblado bigote.
El galeno y yo nos hicimos buenos amigos rápidamente ya que los dos considerábamos que Yoli se merecía algo mejor para su vida. Los meses pasaron rápido y en octubre; Lorena ya había ingresado a su octavo mes de embarazo. Como de costumbre; los fines de semana solíamos reunirnos para pasar esos días en mi finca, pero ya no se organizaban orgias o actos sexuales como antes. Después del almuerzo; las cuatro mujeres y el joven transexual decidieron desnudarse y recostarse al sol para broncearse. Jorge y yo nos quedamos sentados en unas reposeras a la sombra mientras ojeábamos los diarios.
-La verdad, Pablo… - dijo el galeno después de dar un gran suspiro – te envidio.
-Porque Jorge – interrogue yo –
-Porque tienes a cuatro hembras y a un putito a tu disposición – respondió –
-Yo no soy un putito – dio Darío poniéndose de pie y mostrando sus pechos hormonados – soy una nena también.
-Perdón – dijo Jorge – cinco hembras
-Pero una ya es toda tuya – dije yo –
-Sí. Pero… - respondió–
-Mi amor, y te lo he dicho mil veces –dijo Yoli – puedes tenernos a cualquiera.
-Pablo no se va a enojar. – agrego la mujer – y no hace falta que pidas permiso para hacerlo.
-Jajajajaja – reí yo al ver como el rostro de Jorge se puso rojo como un tomate por lo que expresó su esposa –
-Putitas venga aquí ya – ordene yo -
Inmediatamente se acercaron a nosotros y Yoli al verle el rostro enrojecido de vergüenza a su marido se le coloco al lado y abrazándolo por el cuello le dijo:
-Con cuál de todas quieres empezar.
-A la niña – dijo algo temeroso –
-Buena elección mi amor – dijo la mujer a la vez que le daba un tierno beso en los labios y le hacia una seña a Micaela para que se acercara –
-Hace poco que cumplió los 12 años – dije yo – y tiene menos de un año aquí.
-Micaela vas a hacer feliz a mi marido – ordeno la mujer –
-Si Yoli – respondió la niña con una sonrisa en su rostro –
-Voy a verte coger al trava – le dijo el galeno a su mujer refiriéndose a Darío –
-Si querido – respondió la ex meretriz – y después lo harás vos
Micaela y Yoli hicieron que el galeno se pusiera de pie para desnudarlo y cuando lo estuvo lo hicieron volver a sentar en la reposera. La niña de 12 años se colocó entre las piernas del hombre y comenzó a succionarle el circuncidado miembro varonil. Esta creció rápidamente hasta llegar a medir unos 24 centímetros de largo y 5 de diámetro.
Jorge reclino totalmente la reposera para después hacer que Micaela se colocara sobre él y así formaran un 69. Yoli se ausento por unos minutos y a su regreso enfundada en un arnés con consolador observo como su marido penetraba a la niña vaginalmente mientras succionaba uno de los pechos de Lorena. Camila y Darío se deleitaban succionando mi verga alternadamente. La antigua meretriz; interrumpió la labor del joven transexual y lo hizo colocarse en posición de perrito al lado de su marido, para después de esto comenzar a lamerle el ano y a dilatárselo con sus dedos.
Jorge penetro el ano infantil de Micaela; mientras que yo lo hacía en el de Camila. Yoli también penetro a Darío y minutos después se recostó en el piso para que este se le montara y la cabalgara. Lorena decidió unirse a la pareja que formaba su madre y su joven marido transexual.
Para ello, se ubicó sobre Darío y dirigió el miembro erecto de este hacia su vagina. Los gemidos de cada uno de nosotros fueron aumentando hasta que llegamos a clímax total y cada uno llego a su orgasmo. El resto de la tarde y la noche siguiente se trasformaron en una orgia sin fin dirigida por mí y acompañado por Jorge.
Durante esta; el galeno penetro a las restantes mujeres y hasta sodomizo al joven transexual saciando así sus fantasías sexuales. A la mañana siguiente; mientras desayunábamos y comentábamos lo sucedido el día anterior jocosamente; observamos por la ventana del comedor como un gran caballo pastaba en el jardín cerca de la casa. El animal seguro era de algún vecino y de alguna forma había ingresado a la finca. Todos comentamos sobre el animal y el descomunal falo que le colgaba semi erecto. Aunque tenía conocimientos sobre zoofilia esta no me atraía demasiado como para practicarla. Pero fue Camila a la que se le ocurrió la idea de ser poseída por el animal. Sin pretexto alguno le dije que podría ser peligro para ella; cosa que el galeno y su mujer apoyaron mis motivos. Pero la niña insistió y nos alentó a que la ayudáramos.
El ruego de la joven adolescente y nuestro propio morbo hizo que saliéramos al jardín y silenciosamente nos acercáramos al animal. Este parecía muy dócil y se dejó acariciar por cada uno de nosotros. Camila no tardó mucho en dirigirse al miembro equino que casi ya se alojaba en su funda protectora y comenzó a acariciarlo haciendo que este cobrara vida.
Poco después; la joven se arrodillo a un lado del animal y llevo el falo equino a su boca. Este tendría unos 17 centímetros de circunferencia y a duras penas ingresaba en la cavidad bucal de Camila. Unos minutos después; Camila se recostó sobre la mesa de cemento del jardín dispuesta a ser penetrada por el caballo criollo. Jorge y yo guiamos al animal hacia la adolescente sujetándolo por la cabezada.
El animal pareció intuir nuestros propósitos al olfatear la entrepierna de la joven y el solo se montó con sus patas delanteras a la mesa. Yoli se encargó de tomar el gigante ariete del animal y lo comenzó a frotar en la vulva juvenil de Camila que en poco minutos más pidió que la penetrara en un estado de éxtasis total y desenfrenado. La ex meretriz hizo que solo unos 10 centímetros del falo horadaran la vagina de Camila y esta gemía a más no poder. Un relincho animal y un fuerte empellón de este nos sorprendieron a todos a la vez que Camila grito agónicamente y puso sus ojos en blanco. La bestia había así logrado introducir casi más de 50 centímetros de su verga dentro de la joven. Instintiva y rápidamente desmontamos al animal que se alejó del lugar como había llegado. De la maltratada vagina de Camila fluía abundante sangre y aunque Jorge intento detener la hemorragia; la joven falleció casi en el acto debido a la perforación de su útero y sus intestinos. Un sentimiento de culpa, remordimiento y miedo nos embargó a todos.
Camila hacía más de 2 años que vivía en la finca ya que se había alejado de la poca familia que tenía al quedar embarazada y no había vuelto a verlos a saber de ellos. Su fisonomía había cambiado en ese tiempo y solo nosotros sabíamos de ella; ni siquiera las otras prostitutas del burdel sabían de ella, aunque trabajaba allí. Ese fue mi planteo a los presente; que algo atónitos con lo que dije recordaron que era todo cierto. Propuse deshacerme del cuerpo y que nos olvidáramos de lo sucedido.
Jorge y Yo colocamos el cuerpo de la joven sobre unas mantas y nos dirigimos al viejo aljibe donde había arrojado el cuerpo de la madre de Laura 5 años atrás. Para acelerar el proceso de desintegración del cadáver; después de arrojarlo lo rocié con ácido sulfúrico y cal viva que almacenaba en el pequeño depósito de la finca. Yoli, Darío y Lorena se encargaron de limpiar el charco de sangre que se había formado donde ocurrió el accidente. Al volver a la casa; nadie dijo nada por un largo rato y en nuestros rostros se reflejaba la congoja por la pérdida de un ser querido. Solo el llanto de la pequeña Paula nos sacó del trance. Darío pregunto sollozando cual sería el futuro de la niña mientras la acunaba en sus brazos. Respondí que me haría cargo de ella al igual que del bebe que estaba por parir Lorena y que a ambas las criaría como si fueran hermanas y que por mi parte jamás sabrían lo que sucedió en la finca. Después de esto; todos hicimos un pacto de silencio sobre lo sucedido y que nos obligaba a mantenerlo ya que todos éramos culpables directos de la muerte de Camila.
Continuamos nuestras vidas como si nada hubiera pasado y unas semanas más tarde Lorena dio a luz a una hermosa bebe que llamamos Zara. Poco después a Jorge le ofrecieron un puesto de trabajo como director de una clínica en otra ciudad y junto a su esposa, la ex meretriz y madre de Lorena se marcharon para rehacer sus vidas. Seis meses después de nacer Zara; Darío me vendió su parte de la empresa y junto a su esposa y a su hermana se mudaron a la capital. Para ellos también sería un nuevo inicio de sus vidas. Yo; en cambio continuo en la misma ciudad que me vio nacer y me mude a una casa en la ciudad ya que la finca quedaba lejos de esta. Paula y Zara se transformaron en mis hijas legales después de haber hecho los trámites correspondientes y haber pagado una fuerte suma de dinero.
En mis negocios nocturnos (burdel y boliche bailable); puse a cargo gente joven y emprendedora para sí lentamente irme desvinculando de estos y lo único me importara fuera el dinero que se recaudaba. En cuanto a la finca; me cerciore de que el acceso a la mazmorra y todos sus elementos quedaran bien ocultos e inaccesibles para cualquier persona, salvo para mí. Después de una intensa remodelación la arrende por un par de años. Pero antes de eso; me cerciore que el viejo aljibe no tuviera rastro alguno de sus ocupantes.
Durante un par de años estuve en contacto con Yoli que ahora era una respetada comerciante y que tuvo gemelos con su marido Jorge. También mantuve contacto con Darío, Lorena y Micaela quienes en un principio no la pasaron muy bien en la capital, pero después de un poco de mi ayuda repuntaron vuelo. Darío seguía tomando sus hormonas femeninas pero jamás se volvió a prostituir al igual que su esposa Lorena. Lo último que supe de ellos es que se mudaban al sur del país y que Micaela se había vuelto una famosa modelo juvenil. Transcurrieron 9 largos años; yo recientemente había cumplido los 43 años, Paula había cumplido 11 años y Zara estaba por cumplir 9 años. Si bien las niñas cuando eran más chicas solían preguntar sobre su madre; yo les inventaba un cuento en que ella había fallecido en un accidente poco después de nacer la más pequeña y eso las conformaba. Claro está que después de un tiempo no volvieron a preguntar más por ella. Paula con sus 11 años tenía el cabello castaño claro largo hasta casi su cintura y sus ojos eran grises. Media 1.42 centímetros de altura y sus pechos ya había comenzado a crecer haciéndola lucir dos pequeños globos del tamaño de medio limón. Zara con sus casi 9 años tenía el cabello rubio como yo y tan largo que le llegaba a sus nalgas.
Sus ojos eran de color verdes. Media 1.30 centímetros de altura y sus pechos recién comenzaban a crecer y dos pequeños conos se formaban en ella. Ambas eran muy aplicadas en sus estudios sacando siempre buenas notas. Además eran deportistas y practicaban valet y canto. Esto fue lo que les formo sus cuerpos desde temprana edad ya que las dos eran delgadas y un poco más altas que las niñas de su edad. Las clases estaban por finalizar y el verano parecía haberse adelantado un poco. Como la casa en que vivíamos tenía una pequeña piscina; las niñas generalmente invitaban a sus amigas y compañeras a pasar el tiempo libre. Yo trataba de mantener mi cuerpo en forma yendo al gimnasio y practicando artes marciales en la medida que mis obligaciones laborales lo permitían. Había tratado de mantenerme fuera de la vida del libertinaje y el jolgorio; aunque en más de una ocasión tuve que recurrir de alguna prostituta para saciar mis deseos sexuales. Me había prometido no volver a realizar actos sexuales que pudieran ocasionar dolor y más si se tratara de un menor de edad.
Prácticamente me había convertido en lo que nunca había pensado; un padre soltero ejemplar y muy dedicado para con sus dos niñas. Un día, faltando un par de semanas para que terminar las clases y el verano ya se hacía presente. Regrese a la casa después de un agotador día de trabajo en la fábrica y el escuchar el bullicio que hacían varias niñas en el patio me hizo ir hacia allí. Las niñas parecían estar disfrutando de la pileta en compañía de un grupo de 10 niñas más de sus mismas edades; pero en realidad estaban observando atentamente algo que escondieron ni bien notaron mi presencia. Después de saludarlas me dirigí a mi dormitorio para cambiarme de ropa aunque algo intrigado por la forma en que habían actuado las niñas. Después fui al baño y como este posee un pequeño ventifuz que da justo al lado de la pileta trate de escuchar lo que las niñas charlaban entre ellas sobre lo que supuestamente estaban viendo. Realmente me intrigo lo sucedido ya que las niñas cambiaron repentinamente la charla sobre lo que hayan estado viendo; así que después de colocarme mi traje de baño me dirigí hacia la piscina y en cuanto me vieron solo sonrieron picaronamente como si no me hubiera dado cuenta de lo sucedido.
-Como está el agua niñas – dije algo risueño –
-Bien… linda… fresca… - respondieron las niñas –
-Papi te vas a meter??? – pregunto Zara –
-Solo me daré un chapuzón y después las dejo solas nuevamente – respondí –
-Papi… llamaron de una inmobiliaria sobre una finca y que terminaron las reparaciones – dijo Paula después de que emergí del agua –
-Maldición – dije yo –
-Compraste una finca papa?? – pregunto Zara –
-O es donde te escondes con tu novia – agrego Paula sarcásticamente -
-Es de antes de que ustedes nacieran – respondí algo malhumorado saliendo de la piscina–
-Y tiene pileta??? – pregunto Paula –
-Si - respondí yo mientras tomaba una toalla y me dirija hacia la casa –
Esas preguntas me paralizaron por unos segundos y una fría sensación recorrió mi espalda. Continúe mi camino sin responder a las preguntas que me habían formulado mis hijas. Esto hizo que todas las niñas se preguntaran que era lo que había pasado y porque mi repentino cambio de humor. La novia a la que se refería mi hija Paula; se llamaba Andrea y tenía 37 años. El destino quiso que nos volviéramos a encontrar y que casualmente Andrea sea la maestra de las niñas en el colegio al que concurrían. Si bien hacía ya 2 años que nos veíamos a escondidas de mis hijas; estas me habían descubierto y cuando lo hicieron los celos hacia mi relación afloraron en las niñas, trataban de sabotear mi relación amorosa de cualquier forma posible. A Andrea la conocía desde mucho tiempo atrás, ya que cuando yo tenía 25 y ella 20años tuvimos un tórrido romance pero que no duro mucho ya que ella estudiaba en la capital federal dos carreras a la vez y yo trabajaba casi sin descanso tratando de convertirme en lo ahora soy. Como ya dije; a las niñas no les cayó muy bien que su padre, que solo vivía para ellas tuviera una novia y más que esta fuera su maestra. Por ello; las pocas veces que nos reuníamos, las niñas solían recurrir a berrinches o travesuras para aguar el momento.
Generalmente era Paula la que más escandalo hacía para hacerme pasar mal rato con la mujer adulta. A medida que iba oscureciendo; los padres de las compañeras de mis niñas fueron acercándose para llevarlas a sus casas. Solo faltaba que se fuera una niña cuando Andrea llego a la casa. Las niñas se enfadaron ya que no les había dicho que vendría a cenar e hicieron su típico berrinche lo cual me hizo enojar más aún. Mi humor no era muy bueno y sabía que la cosa empeoraría. Andrea se dio cuenta rápidamente de que algo me sucedía y cuando Paula hizo un comentario inapropiado durante la cena; explote de una forma tan iracunda como nunca me habían visto ninguna de las tres. Mis hijas se asustaron por mi reacción y se fueron llorando a sus habitaciones.
Andrea trato de calmarme pero con mi terquedad y enojo del momento no lo logro; así que se levantó de la mesa y se dirigió hacia la habitación de las niñas. Estuve un par de horas sentado solo en la mesa con mi mal humor y divagando mentalmente con mis recuerdo y pensamientos. Cuando al fin el cansancio me hizo dirigirme a mi habitación. Al pasar frente a la puerta de la habitación de las niñas note que esta estaba entreabierta y la luz encendida. Me asome para ver que sucedía y me sorprendí al ver que mis hijas estaban dormidas en una de las camas y que estaban abrazadas una a cada lado de Andrea, como si se tratara de su madre. La escena me enterneció que hasta me hizo llorar y maldecir mi comportamiento anterior. Tome una cobija y cubrí sus cuerpo que aun llevaban sus ropas puestas. Después de darles un tierno beso en la frente a mis hijas y a mi amante, apague la luz y me fui a mi dormitorio. Como era sábado y generalmente no trabajaba esos días; al despertarme y dirigirme a la cocina donde me encontré con Andrea que ya estaba tomando una taza de café. Me miro fija y seriamente por unos segundos sin pronunciar palabra algún; para después de servirme una taza de lo mismo que estaba tomando decirme:
-Pablo es hora que hables con tus hijas
-A que te réferis – pregunte yo –
-Sabes a que me refiero – dijo ella seriamente –
-Si tanto las quieres no les mientas más – agrego Andrea –
-No entiendo… que paso anoche – dije yo –
-Tus hijas encontraron esto – dijo a la vez que me entregaba un pequeño y viejo álbum de fotografías –
-Así como me contaste sobre sus madres y las cosas que hiciste con ellas deberías decírselo a tus hijas – agrego –
-Andrea… yo… no sé si sería capaz de ello – dije temblorosamente –
-ellas te seguirán queriendo a pesar de lo que les digas – dijo para después darme un beso en la mejilla –
-por cierto. Gracias por arroparnos anoche – me susurro al oído –
-buenos días – dijo la vos entre dormida de Zara mientras se refregaba uno de sus ojos con su mano –
Rápidamente escondí el álbum de fotos y pronto se nos unió mi hija Paula que parecía no estar enojada por la presencia de mi amante adulta. Después del desayuno; Andrea dijo que tenía cosas que hacer y se despidió dándole un tierno beso en las mejillas a las niñas y susurrándole algo al oído que no pude escuchar tras lo cual sonrieron ambas con picardía. Me encerré toda la mañana en mi oficina pensando cómo diablos se me había olvidado destruir ese maldito álbum de fotos y como lo habían encontrado las niñas. Otra de las cosas que me inquietaba era el rápido cambio de las niñas para con Andrea o como había hecho la maestra para ganarse la confianza de dos niñas que hasta hace poco la odiaban. Cuando volví a reencontrarme con Andrea después de tanto tiempo; algo me hizo contarle de cómo me había convertido en padre de dos niñas a las que adoraba demasiado y que no solo las mimaba, sino que también las protegía de la crueldad social en la que vivíamos.
Es por eso que Andrea me había dicho que debía confesar mi pasado para estar en armonía con el presente. Era mediodía y en la casa había una abrumadora tranquilidad; algo raro en una casa donde dos niñas solían ser hasta ensordecedoras realizando tareas sencillas. Mis hijas se encontraban en su habitación; Paula escuchaba música con los auriculares, mientras Zara jugaba con su computadora portátil. Les ordene que dejaran lo que estaban haciendo y que me siguieran. Nos subimos a la camioneta y sin decir nada conduje por un rato. Cuando llegamos a la finca; las niñas quedaron maravilladas por el lugar. Si bien las remodelaciones que le había realizado a la casa le habían cambiado totalmente su apariencia; los recuerdos de lo vivido perduraban. Las niñas siguieron mis pasos y al ingresar a la casa se encontraron que sus muebles estaban cubiertos y que se notaba que hacía tiempo que nadie la habitaba. Después de inspeccionar la casa silenciosamente volvimos a nuestro punto de inicio; el comedor.
Arroje el álbum fotográfico sobre la mesa y las niñas a verlo cruzaron sus miradas algo asustadas. El álbum contenía fotos de las personas que antiguamente habíamos habitado la finca y todas eran de desnudos y actos sexuales que se habían realizado allí. Detrás de cada fotografía había una leyenda escrita por mí detallando a qué momento correspondía. Me senté en una de las sillas y comencé a contarles toda la verdad sobre la relación entre el álbum, la finca y las niñas. Valiéndome de la única evidencia que contaba en ese momento (el álbum fotográfico) les mostré quienes eran sus madres, las cosas que hacíamos y a lo que se habían dedicado. Solo omití la muerte de Camila; la madre biológica de Paula. Para justificar su ausencia les dije que se había alejado poco antes de que naciera Zara, mi hija con Lorena. También a Andrea le había omitido ese acontecimiento cuando le conté sobre mi viva y la relación con mis hijas. A medida que confesaba mi pasado; sentía que me quitaba un gran peso de encima y esto hizo que hasta comenzara a llorar desconsoladamente a la vez que les pedía perdón a mis hijas por haberles mentido. Después de unos minutos de angustiante silencio; Paula tomo mi rostro con sus manos y mirándome fijamente a los ojos me dijo
-Siempre vas a ser mi papá y te voy a querer igual que ahora.
Después de eso, cerró sus ojos y lentamente poso sus labios junto a los míos y me dio un tierno y suave beso en los labios. Esto no solo me dejo petrificado, sino que también hizo que una descarga eléctrica recorriera mi espalda y que mi verga diera señales de excitación que trate de disimular. Fue así como después de ese beso empezamos a charlar mis hijas y yo. Paula y Zara me confesaron que hacía más de un año; buscando en el altillo de la casa unas cosas para un trabajo escolar habían encontrado el álbum de fotos, lo cual las llevo al investigar en internet sobre la pornografía y desde entonces se masturbaban, pero aún eran vírgenes.
Les pregunte si era eso lo que estaban viendo con sus amigas el día anterior y que escondieron apresuradamente cuando yo regrese del trabajo. A lo que ellas me respondieron afirmativamente con una pícara sonrisa en sus rostros. Volvimos a la ciudad ya de noche y al llegar a nuestra casa; Andrea nos estaba esperando. Mis hijas no hicieron ni siquiera un comentario sobre ella; solo la saludaron amablemente, lo cual me hizo volver a preguntarme como había hecho para que cambiaran tan rápidamente de actitud. Intrigado le pregunte a Andrea sobre ello y esta después de observar a las niñas atentamente como esperando una respuesta de ellas y me dijo que ese mismo día había descubierto a Paula que junto a un grupo de compañeras ojeaban el álbum de fotos en el colegio y que si bien no había ninguna foto de mi rostro si lo había de mi descomunal verga y que sumado a las escrituras en la parte trasera de estas inmediatamente me reconoció y supuso quieres eran esas personas. Como maestra; Andrea podría hasta haber expulsado a mi hija del colegio por eso. Pero en cambio decidió tener una charla con esta sobre el álbum sin decirle lo que ella suponía y sobre lo que ella sabía.
También Andrea le confeso que ella me quería y que eso no significaba que yo ya no quisiera a mis hijas; lo cual era lo que pensaban ellas. Su visita a la casa se había debido a que quería contarme lo que había sucedido en el colegio para prevenirme pero la situación de la noche anterior se había salido de control para todos. Es por eso que cuando las niñas huyeron a su dormitorio asustadas por mi actitud ella fue las siguió y no solo volvieron a hablar del tema del colegio; sino que también sobre otros temas que hicieron que las niñas le tomaran confianza y algo de cariño y respeto. El día aun no terminaba y yo me encontraba totalmente agotado, así que después de la cena fui a darme una ducha mientras Andrea y las niñas acomodaban el comedor. Estaba recostado en la bañera y casi a punto de dormirme en ella; cuando sentí que una misteriosa boca me besaba. Abrí los ojos y me di cuenta que era Andrea, pero me asuste al sentir que un par de manos frotaban mi pecho y descendías hasta mi verga.
Esto hizo que interrumpiera el beso que Andrea estaba dándome para sorprenderme al ver que también se encontraban mis hijas allí y que estas eran las que acariciaban mi miembro viril. Además de eso; las tres estaban desnudas y si bien tenían una pequeña sonrisa en sus rostros también había algo de miedo y vergüenza principalmente en las niñas. Volvía besar a Andrea pero de una forma muy apasionada por unos segundos. Después tome por la barbilla a mi hija Paula y la bese suave y tiernamente en los labios. De la misma forma hice lo mismo con Zara unos segundos más tarde. Note como a ambas se les aceleraba la respiración y aceptaban con avidez que mi lengua explorara sus bocas inexpertas. Salí de la bañera y Andrea con la ayuda de mis hijas secaron mi cuerpo. Paula y Zara no podían dejar de observar mi descomunal verga y sus rostros se habían enrojecido de vergüenza y excitación. Los cuatro nos dirigimos a mi dormitorio tomados de las manos. Al llegar allí; volví a besar a Andrea ante la atenta mirada de mis hijas. Después hice lo mismo con mis hijas que esta vez se mostraron más efusivas.
-Papi… me va a doler mucho – pregunto mi más pequeña hija después de que la besara –
-La primera vez siempre duele… pero prometo que no te lastimare – le respondí tiernamente para después abrazarla –
-Papá vas a hacernos lo mismo que hiciste con nuestras mamás??? – pregunto mi hija Paula –
-Solo si ustedes lo desean – respondí yo para después abrazarla junto a mi otra hija-
-Quiero ser tu putita papá – dijo Paula –
-Yo también – agrego Zara –
-Y quiero ser de los tres – dijo Andrea colocándose detrás de Zara y rodeando a las niñas con sus brazos –
-Así será… - dije yo -
-Empezamos – dijo Andrea mirándome fijamente a los ojos –
Algo que no sabían las niñas sobre Andrea; era que ella era bisexual y que su gusto por las mujeres era especialmente adolescente de entre 18 y 21 años, pero que esta sería su primera vez con dos niñas de 11 y 9 años. Esto yo ya lo sabía ya que ella no solo me lo había dicho; sino que también me había confesado que solía mantener relaciones con una sus alumnas mayores. Andrea hizo que Zara se girara y quedara frente a ella. Después de darle un tierno beso en una de sus mejillas la beso en los labios y mi pequeña hija solo se dejó hacer. Yo hice lo mismo con mi otra hija y unos minutos después Andrea y yo cambiamos de parejas para así yo besar a Zara y Andrea besar a Paula. Una breve pausa sirvió para que Andrea y yo nos besáramos nuevamente y que mis hijas se nos unieran para así entrelazar nuestras lenguas. Me senté en el borde de la cama y Andrea se arrodillo entre mis piernas e hizo que Paula y Zara hicieran lo mismo una a cada lado. La mujer mayor tomo mi verga y se la metió en su boca un par de veces para después indicarles a las niñas que hicieran lo mismo. Primero fue Zara la que intento engullirse mi barra de carne caliente en su boca; pero solo llegaba a tragarse el grande y una pequeña parte. Cuando le tocó el turno a Paula esta logro tragarse algo más de la mitad de mi falo; lo cual me sorprendió ya que no creía que le fuera tan fácil. Andrea noto que en cualquier momento realizaría mi descarga de semen y para retrasar ese momento hizo que las niñas se recostaran en la cama interrumpiendo la mamada a mi verga. La mujer de 37 años separo las piernas de mi hija Paula y comenzó a lamer su vagina; lo que en un principio le ocasiono cosquillas y una tímida risa pero rápidamente su respiración aumento y de su boca comenzaron a salir unos suaves gemidos entrecortados. Mi novia se colocó a un lado de la niña de 11 años cuando noto que esta ya estaba lista para que la penetrara. Me ubique entre sus piernas y dirigí mi verga hacia la vagina de mi hija y mirándola a los ojo comencé lentamente a introducirla. Paula noto mi ariete y levantando su cabeza intento ver lo que sucedía, pero Andrea la giro para darle un apasionado beso a la vez que una de sus manos se colocaba en uno de los pequeños pechos de la niña y aprisionaba su pezón con los dedos. Me sorprendió que mi hija habiendo sido lubricada con la saliva de mi amante y con su estado de excitación estuviera algo estrecha; pero aun así continúe con mi labor. Sentí como su himen se rasgaba ante mi ariete y vi como mi hija frunció el ceño levemente en señal de dolor. La estreches de su vagina aprisionaba mi miembro de una forma que hacía tiempo no había sentido algo igual y hasta me causaba dolor a mí también. Aunque Paula se quejaba sutilmente no desistí en mi intento de empalarla. Más de ¾ de mi verga ingresaron en mi hija y Permanecimos unos minutos quietos los dos; tratando de amoldarnos el uno al otro para después comenzar un suave bombeo. Andrea le susurro algo al oído de mi hija que no pude escuchar a la vez que dirigía la mano que tenía en uno de sus pechos hacia la entrepierna de la niña para así comenzar a acariciar su clítoris. Pronto los gemidos de mi hija Paula llenaron la habitación y cuando su pequeña hermana comenzó a succiónale uno de los pecho estos aumentaron aún más. Poco después; el cuerpo de mi niña de 11 años comenzó a temblar en señal de haber llegado a su primer orgasmo. Hice que Paula y Andrea formaran un 69, quedando el cuerpo de mi hija sobre el de la mujer adulta. Así fue como comenzó a penetrar a mi amante. Andrea entendió cuales eran mis intenciones ya que además de lamer la vulva de Paula también lamia su ano. También hizo partícipe de esto a Zara y en poco tiempo la niña no solo recibía las lenguas juguetonas de Zara y de Andrea; sino que también los dedos de estas que entraban y salían de su virgen ano. Andrea rompió la formación amatoria para así ordenarle a mi hija Paula que se colocar en posición de perrito delante mí y dijo:
-Esta ya tiene el culo listo para que se lo rompas – dándole una fuerte palmada en una de las nalgas a Paula -
-Aauuuchhh – expreso la niña de 11 años volteando su cabeza hacia la mujer –
-Las putitas no se quejan – dijo Andrea dando otra nalgada a la niña –
-Aaaaayyyyyyy… me dueleeee – dijo mi hija Paula al sentir como mi verga traspasaba su esfínter -
Sujetando a la niña por su cadera; mi verga ingreso totalmente y como poseído comencé a bombearle frenéticamente sin que me preocupara su dolor. Andrea se recostó a un lado y mientras se masturbaba ferozmente succionaba uno de los pequeños pechos de la niña de 11 años. Esto hizo que dejara de quejarse y comenzara gemir a la vez que decía:
-Rómpeme el culo papi… siii
-Voy a ser tan puta como mi mamá
-Oh si… cógeme papá… culiame
-Te quiero papá. Soy tu puta
No pude contenerme mucho tiempo más y mi verga comenzó a escupir semen dentro del ano de mi hija Paula en el preciso instante en que Andrea tenía su orgasmo y con algo de rabia y pasión mordió el pezón de esta haciéndola gritar. Segundos después, Paula tenía su segundo orgasmo de la noche y al desprender mi verga de su ano; esta cayó agotada y casi sin aliento en la cama para casi de inmediato dormirse profundamente. Cargue el desfallecido cuerpo de Paula y lo lleve a su dormitorio; donde después de recostarla en su cama y arroparla le di un cálido y tierno beso en la frente. Después de eso; me dirigí al baño donde limpie mi verga ya que esta estaba embadurnada con semen, excrementos y algo de sangre. Al volver al dormitorio; me encontré que con que mi pequeña hija de 9 años succionaba uno de los grandes pecho de Andrea como si un bebe fuera. Así vez; Andrea frotaba una de sus manos en la vulva de la niña. Esto hizo que mi verga se irguiera nuevamente casi en el acto. Al aproximarme a ellas; mi hija Zara dijo:
-Ahora me toca a mí??? – pregunto sonriente dejando la teta adulta –
-Si linda… es tu turno – dijo Andrea mirándome –
-Estas lista Zara??? – pregunte yo –
-Si papi estoy lista – respondió ella tomando con sus pequeñas manos mi verga y llevándosela a la boca –
-Ooohhhh!!! Zara…– dije yo –
Suponía que Zara sería algo más estrecha de lo que había sido hermana cuando la desvirgue y el morbo de que eso fuera así me excitaba; pero también me preocupaba el lastimarla. Andrea al notar mi temor, me susurro al oído que ella me ayudaría como lo había hecho con la otra niña para después de eso besarme fogosamente. Andrea se recostó en la cama e hizo que la pequeña Zara casi se sentara sobre su rostro y comenzó a lamerle la vulva. Yo dirigí mi ariete hacia la entrepierna de la mujer adulta y la penetre con violencia ante la atenta mirada de mi hija de 9 años para después besarla con ternura. Andrea tuvo un orgasmo que ahogo magistralmente entre las nalgas de Zara y que la dejo casi sin aliento. Después de eso; yo me recosté y le dije a la pequeña que se me montara encima. La niña de 9 años comenzó a frotar suavemente ella misma su vulva contra mi verga por unos monitos; esto casi me hace acabar, pero me contuve. Dirigí mi verga hacia la vagina infantil de mi pequeña hija y esta al sentir que estaba a punto de ser penetrada gimoteo con algo de dolor. Al ver esto, me hizo decirle:
-Zara… eres tú la que tiene el control… si lo deseas puedes levantarte e irte a dormir.
-No papi… quiero ser tuya
-ya te lo dije… eres tu quien tiene la rienda de esto.
-Aaayyy!!!
El grito de dolor retumbo en la habitación producto de que la propia Zara dio un fuerte empujón haciendo de esta forma que ella misma se introduzca mas de la mitad de mi verga en su vagina. En un pestañeo sentí no solo como su himen se rompía para siempre; sino como mi verga golpeo su cérvix uterino. El grito no solo me asusto y sorprendió; sino que también afecto a Andrea que estaba al lado nuestro algo aletargada por su orgasmo. La mujer rápidamente se acercó y observo la escena para después tomar con sus manos el rostro sollozante de mi hija de 9 años de forma consoladora le dijo:
-Bien Zara… tranquila… ya eres una mujer – dándole un tierno beso en los labios –
-Me duele un poco – dijo la niña sollozando –
-Quédate así quieta hasta que te acostumbre – le respondió Andrea –
-Me entro toda mami – pregunto Zara –
-No… pero con el tiempo lo lograras – dijo Andrea sonriente por como la niña le había llamado –
Andrea se ubicó detrás de la niña y rodeándola con sus brazos comenzó a frotar los pezones de esta con una de sus manos, mientras que con la otra acariciaba su clítoris. Además; besaba el cuello de la niña y ocasionalmente le susurraba palabras al oído que no alcanzaba a escuchar. Como lo había imaginado; mi pequeña Zara era más estrecha que su hermana y esto nos produjo dolor a los dos por unos minutos. Bese a mi hija con ternura y con delicadeza comenzamos a moverme lentamente. Podía sentir como la punta de mi barra golpeaba su útero y como a medida que avanzaba; su capacidad de alojarme dentro de ella aumentaba. No se cuánto tiempo estuvimos así; pero cuando su cuerpo comenzó a temblar en señal de llegada de su orgasmo, acelere el ritmo de mis envestidas para así descargar mi semen en el mismo momento que ella llegara a su clímax. Aunque había inundado con mi semen la vagina de mi pequeña Zara; mi verga aún estaba adentro y seguía erguida. Continuamos moviéndonos lentamente y pausadamente; pero ahora Zara estaba recostada sobre mí. Andrea se dirigió hacia el ano de Zara y comenzó a lamerlo jugando con su lengua; esto hizo que la niña diera un pequeño respingo y recordase que aún faltaba vulnerar su orificio trasero. Después de unos minutos; pude sentir como uno de los dedos de Andrea entraba y salía del diminuto agujero de mi hija y que esta disfrutaba de esa caricia especial que recibía gimoteando intermitentemente. Cuando Andrea considero que era el momento; quito mi ariete de la vagina de mi hija y la redirigió hacia su ano. La niña al sentir la punta de mi verga en su entrada trasera; lentamente se fue levantada para así irse introduciéndola. Podía sentir como su esfínter cedía ante mi barra de carne y lentamente su fue metiendo en los intestino de la niña de 9 años a la vez que esta exhalaba agónicos suspiros de placer. Andrea volvió a colocarse detrás de Zara e hizo lo mismo que un rato atrás; pero esta vez, introdujo sus dedos medio y anular en la vagina de la niña para así penetrada coordinar los movimientos de la pequeña. A medida que los movimientos aumentaban; también lo hacían los gemidos de Zara y para cuando su pequeño cuerpo comenzó a convulsionarse ante la llegada de su clímax acelere mis movimientos para tratar de llegar junta ella. Andrea quito sus dedos de la vagina de mi hija y se los llevo a su boca para degustar los flujos de la niña y lo que había quedado de mi esperma. Cuando descargue mi semen dentro de mi niña; la mujer retiro mi ariete para mamarlo y limpiarlo. Después lamio el ano de Zara hasta que de este no broto más nada de mi esencia.
Los tres estábamos agotados y rápidamente nos quedamos profundamente dormidos; había observado brevemente el reloj despertador y este acusaba las 3:45 de la madrugada. Cuando desperté a la mañana siguiente; Zara estaba recostada sobre mi pecho durmiendo aun y el reloj marcaba las 10:28 de la mañana. Por unos segundos acaricie el revuelto cabello de mi hija a la vez que recordaba lo sucedido la noche anterior.
-Buenos días dormilón – dijo la melosa vos de Andrea cargando una bandeja con el desayuno y aun desnuda –
-Hola papi – dijo Paula también desnuda y trayendo una jarra de café en sus manos-
-Buenos días a las dos – dije yo sonriente al verlas –
-Paula y yo nos despertamos hace un rato y queríamos sorprenderte – dijo Andrea depositando la bandeja en la cama –
-Te siente bien Paula??? – pregunte yo –
-Si papá. Me duele un poco la cola pero Andrea me dijo que ya me acostumbrare – respondió risueña –
-Hora de levantarse pequeña – dijo Andrea y besando la mejilla de Zara –
-Mmm… aaauuuccchhh!!!! …. Me duele todo – dijo Zara refregándose los ojos con las manos –
-Jajajaja… - rio Paula – a mí también hermanita
-Estas bien Zara – pregunte yo –
-Si papi… pero me duele un poco – dijo llevándose una mano a su entrepierna a la vez que se sentaba en la cama
-Ya se te va a pasar y te acostumbraras – dijo Andrea dándole un leve beso en los labios –
-Hacía tiempo que no tenía un noche así – dije yo casi lamentándome por el tiempo perdido –
-Podemos repetirlo – dijo Andrea dándome un suave beso –
-Andrea… perdón por todo lo que te he hecho – dijo Paula bajando su cabeza –
-Está bien linda… yo habría hecho lo mismo – le respondió la mujer a la vez que con su mano alzaba su rostro nuevamente y depositaba un tierno beso en sus labios –
-Después de lo de anoche siento que son parte de mi ahora – agrego la mujer –
-Puedes ser nuestra mamá ahora – dijo Zara sorbiendo un trago de café y sorprendiéndonos a todos –
-Nuestra mamá que nos hace el amor – agrego Paula -
Desde ese día formamos una familia que duerme en una misma cama y tenemos furiosos encuentros sexuales. Andrea y las chicas se llevan de maravillas y se han vuelto muy cercanas. Las clases ya han terminado y las niñas me ha pedido que pasemos el verano en la finca. Además de que quieren que les muestre la mazmorra de la que les he hablado varias veces ya.
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