LILY LA BOXEADDORA parte 4
por
Roberto
género
dominación
LILY LA BOXEADORA parte 4 - Recuerdo soy Lily una joven muy humilde criada en una provincia de Argentina con 35 grados a la sombra. Recuerdo a los lectores que soy boxeadora boxeadora y me presenté a un festival de box en un pueblo vecino y gané la pelea. De vuelta a mi pueblo natal envalentonada por mi aplastante victoria frente al crédito local Jana del pueblo vecino seguí entrenando con furia, y debido a que había pocas peleadoras y de peso paja en la zona, pronto con una o dos peleas que ganara, podía posicionarme bien en el ranking. El maestro me dijo el club estaba programando un festival en el cual seguramente yo participaría quizás contra alguna que esté en el ranking a nivel regional o nacional. Eso me incentivó aún más y el maestro Juan OX me tiró unos pesos (dinero) para complementar mi dieta pues en casa mi madre solo me podía dar un poco de polenta y algo de sopa de huesos con carne que no podía suplir la alimentación de un atleta. La tarde que volví a encontrarme con mi amigo Rob en el club, lloré y lo abracé delante de todos y no me importó que me vieran ni que pensaran estaba prendada por él. Ese fin de semana al salir del club para ir a casa la dije a Roberto, -- Hoy no voy a casa porque voy a otro lado – y de inmediato Roberto me preguntó dónde iba y con quién lo hacía, a lo que le contesté con evasivas, me cambié colgué los guantes en el armario y comencé a caminar hacia la puerta, allí me alcanzó el maestro Juan OX quien me rodeó la cintura y en ese momento miré un instante a Rob que quedó parado y me miró muy sorprendido incrédulo, pero el maestro me empujó y obligó a caminar y por primera vez sentí algo de pena por alguien, y ello fue por mi amigo, pero sabía que yo no era linda ni era aprobada por su madre por lo tanto nuestros revolcones eran solo ocasionales y nos servían para sacarnos las ganas y terminar con mi vagina y su pija goteando flujos y semen en el piso arenoso del baldío sin otra consecuencia que no fuera aliviar mis ovarios y sus testículos. Seguimos caminando hacia el automóvil del maestro Juan OX, eran las 21 horas, madre no me esperaría, pues eran menos para comer el pobre guiso con restos de carne nadando en él y por lo menos el maestro Juan me daría una cena sustanciosa para fortalecerme, para después de la cena inyectarme su semen dentro de todos mis agujeros. Al llegar a su casa me dijo -- Ve a bañarte con ducha y jabonarte bien que yo preparo la cena, tengo algo de carne asada con papas o patatas y postre una naranja – Sin que yo replicara y obediente me fui al baño, me duché y al salir me sequé con una toalla, me puse un short calzón y nos sentamos a cenar, el maestro me dijo que estaba progresando mucho y algunos comerciantes del pueblo me patrocinarían solo debía pintar en mi top cubre busto el nombre de sus comercios, y así ganaría mis primeros pesos gracias al box. Pero ahora debía en lo inmediato responder al abrazo del maestro que me llevó a la cama del dormitorio y me comenzó a acariciar mi entrepierna y hundir sus dedos en mi vagina, caí en la cama abierta de piernas, él buscó mi boca yo abrí grande la mía entró toda su lengua en mi boca y tosí medio asfixiada y decidí abrir su short corto y comenzar a mamar su inmensa pija de la que yo estaba enamorada. Me tendí de espaldas en la cama y él se tendió sobre mí y puso la cabeza de su enorme pene en la entrada de mi vagina y empujó fuerte, y yo otra vez sentí dolor, que me hizo ver las estrellas, era demasiado grande, pero como siempre aguanté el dolor, que era moneda corriente en mi vida. No era posible separar al maestro Juan OX del desenfrenado amante que me rompía y sangraba el culo cada vez que nos encontrábamos y me entraba su pija en mi vagina hasta mis ovarios y mi matriz me hacía una mujer mucho más allá de la Lilly la chiquilla pobre y desgarbada que se sentía feliz cuando pisaba un ring de box. Con fruición degusté su enorme pija con mis labios y la metí hasta mi garganta tanto tuve arcadas, La noche se fue haciendo vieja, Juan OX me puso boca abajo y muy lento me entró su pija en el culo, yo sentí como mi esfínter se estiraba y se estiraba --- como una goma, y así el pene comenzó a introducirse en mi tripa doblándose para acomodarse y yo sentía iba latiendo tanto le supliqué me saque porque me dolió muchísimo, y volví a sangrar de mi culo, nada serio pero manché una toalla para evitar la sangre. Y en la cama de bronce, yo apoyada en las rejas del respaldo sufría como una madre mientras él me empotraba contra el colchón yo boca abajo con las piernas abiertas mientras trataba de contener el dolor terrible que sentía al entrarme inmisericorde su enorme pija tanto que quedamente comencé a llorar desconsolada pues sentí el dolor interno de estar sola sin saber a quién recurrir ¡Ojalá estuviera mi amigo Rob y fuera él quien me penetraba!!, pero era al maestro al que yo debía todo así que cuando me dio vuelta y me puso boca arriba en la cama me entregué gustosa y feliz a pesar que su enorme pija volvió a llegar hasta mis ovarios y me sangró bastante pues mi vagina era pequeña, no había nada que hacer, yo era toda chica de tamaño. Ya amanecía cuando me desperté, el calor era insoportable y el sol temprano ya era el calor implacable, y abrí totalmente los ojos, hice ademán de levantarme de la cama pero sentí un dolor insoportable en mi vientre y en mi culo, y miré al maestro Juan OX que estaba tendido plácidamente a mi lado y recordé como su enorme serpiente me taladró mis ovarios y mi intestino. Al moverme el dolor cesó, fui al baño y me lavé toda abajo y el agua fría me calmó algo y pensé no podría entrenar a la tarde deseché la idea, yo no podía faltar al club máxime cuando parecía comenzaría una carrera que me daría algo de dinero. El maestro despertó fue al baño y preparé mientras tanto el desayuno, pan manteca algo de leche y mate cocido, antes de sentarme a la mesa me tanteé el culo abriendo mis nalgas y metí mi dedo índice con mucha suavidad en mi agujero anal de mi intestino y lo sentí enorme, el maestro me lo dilató tanto que todavía no se contraía pero la sensación era deliciosa, me lavé las manos con agua y jabón y deseé tener una crema para la piel pero eso estaba fuera de mi presupuesto y solo podía dejar que curara naturalmente. Terminado el desayuno el maestro me dio un beso en la mejilla me abrió la puerta de calle y salí caminando hacia mi casa aprovechando que en la mañana el calor todavía no pegaba tan violento. Llegué a casa y mi madre me dijo vino un señor y me trajo un top con el logotipo de su comercio y le dio unos pesos (dinero) por la publicidad con el cual ella compró carne y papas para comer y estaba cocinando para mí y mis hermanos que después de mucho tiempo iban a comer carne. Yo fui adentro y me desnudé y abrí el paquete y me puse para probar la pollerita de combate, nueva de color rojo y negro con la publicidad y quedé conforme la cual estrenaría en el festival del club dentro de 15 días por lo tanto aunque ahora tenía el culo y la concha ardiendo a la tarde iría al club a entrenar. Y estaba exultante por ello al parecer me estaba abriendo camino en la lista de las mejores mujeres peso paja y en 15 días iba a ver dónde estaba parada. .
A la tarde cuando llegué al club a entrenar mi amigo Rob me recibió con recelo temiendo yo tuviera una relación con el maestro, y no se acercó mientras yo hacía mi trabajo de calentar músculos, y por ello le llamé y le pedí hiciera guantes conmigo mientras el maestro atendía a los otros pupilos. Y yo le dije susurrando – No temas al maestro, con él no tengo nada solo me coge o copula y lo hago por mi enorme agradecimiento, queda claro no soy su mujer ni su querida, ja, ja -- Él me entra por el culo hasta el fondo y me acaba o se corre adentro mío y nada más, por lo que no debes preocuparte ni ponerte celoso – Esa tarde cuando terminamos el entrenamiento mientras me acompañaba a casa y pasamos por el baldío oscuro con el pasto alto, lo abracé del cuello me bajé el pantaloncillo y él ni lerdo ni perezoso así de parados, me entró en mi vagina con facilidad, era evidente yo todavía estaba abierta de la noche anterior, pero esta vez decidí que estábamos solos, tenía algo de tiempo y en vez de levantar la bombacha me giré y me puse de espaldas a Rob quien se sorprendió, pero no dijo nada, solo con mi mano agarré su pija y la coloqué a la entrada de mi ano. Al sentir mi mano se endureció su pija y por un acto reflejo empujó hacia adelante y mi esfínter recibió contento su pija que era mucho menor que la pija del maestro. Dio un pequeño grito y yo al unísono comencé a gemir quedamente. En tres minutos explotó acabó o se corrió, yo me sequé con trapo que tenía en mi bolso y seguimos caminando por esa calle de tierra polvorienta algo oscura bajo el calor asfixiante. Rob me dijo que era la primera vez entraba a una mujer por el culo y le gustó mucho, quizá estas vivencias juveniles le ayudaron a amarme años más tarde cuando lo necesité y fue su accionar y su presencia inestimable soporte en mi vida y yo en la suya. Pero sigamos con mi vida y el soporte inestimable de mi amigo Rob. Nos despedimos hasta mañana yo totalmente excitada por tener que pelear en poco tiempo y satisfecha pues tuve mi ración de pija y leche, por partida doble tanto por adelante como por atrás. Así ilusionada por ganar unos pesos con el box llegué al día de mi pelea en el festival organizado por mi club. Por primera vez por las calles aparecieron y me sentí orgullosa, carteles con mi nombre en las calles y había una bolsa para mí. El maestro me explicó, si yo ganaba podía aspirar entrar en el ranking, además algunos promotores vendrían a observarme lo que podía significar hacer una preliminar en una pelea importante, por ello me esperó ese día a la salida de casa para llevarme al club en su automóvil, entonces no me di cuenta pero él quería yo ganara y convenciera al público para vender mi contrato a buen precio y ganar buen dinero. Así que yo sin saber, era objeto de uso y moneda de cambio, y el maestro quería hacer lo que hacían todos los promotores de box, ganar dinero a costa de las de las necesidades de mujeres que se rompían los labios y el cuerpo a golpes en el ring, pero era todavía una situación desconocida para mí y yo fui al club ilusionada porque me pagarían mi primer dinero de publicidad, que permitiría mi madre y mis hermanos comieran. Al llegar a los vestuarios los peleadores estábamos haciendo ejercicios de precalentamiento y como en sueños yo escuchaba el griterío del público y me estaba esperando a la entrada del vestuario Rob al que abracé y me transmitió su calor y su amistad, y estuve más confiada al estar por su cercanía mientras me preparaba, puse el dinero en mi bolso y le dije a Rob lo custodiara, yo sabía que los pocos pesos eran un imán para algún ladrón en el tumulto de personas que entraban y salían del vestuario Vestida con mi pollerita con publicidad y mis botitas nuevas me senté en un banco y el maestro me comenzó a vendar las manos muy despacio, y cuando terminó me levanté moví las piernas y la cintura, todos estábamos callados conscientes que me jugaba mucho, miré a Rob que estaba callado a mi lado y cuando el maestro terminó de calzarme los guantes de 8 onzas me levanté y comencé a moverme para aflojar los músculos, con los otros pupilos que iban saliendo a medida que era su turno para pelear. Yo me concentré en lo mío, las luces y los sonidos se desvanecieron y dejaron de existir, solo en mi cerebro había una cosa, “ganar la pelea”. En un momento escuchamos el grito “Lily afuera al ring” que me hizo envarar me paré y comencé a moverme para entrar en calor y luego subir al ring como al pasar le di un beso en la mejilla a mi amigo Rob y me dirigí directamente al pasillo que llevaba al ring entre la multitud vociferante, algunos me aplaudían y otros me insultaban, el box es muy pasional, pues tienes allí frente a tus ojos la sangre y el morbo de golpear y destruir que te hace salir de adentro lo peor de tí.. Mi rival Amalia tenía varias peleas y estaba en el ranking nacional y era rival de cuidado El maestro en el rincón me dio las últimas instrucciones – Son cinco rounds y no te gastes al principio, estudia que trae ella, al principio resiste y luego ataca -- Esperé el tañido de la campana, mi rival a quien yo no conocía era más alta y físico muy trabajado y seguramente pegaba duro, por lo que el maestro me dijo me cuide al principio para que no me tome en frío. Sonó la campana y comenzamos a pelear, yo preocupada para evitar sus primeros golpes y atacar con golpes al cuerpo, y la vi sorprendida, no esperaba la calzara al estómago. Quedó indecisa y aproveché para entrarle dos golpes al rostro. Giré hacia atrás y esquivé una potente derecha y aproveché para embocar una izquierda que la sintió, y dio un paso atrás. La pelea se hizo violenta, intercambiamos golpes y yo saqué la mejor parte, y pasaron los primeros rounds. El cuarto round era el momento de poner presión, las dos lo sabíamos y comenzamos a golpearnos con ferocidad en el centro del ring entre el griterío de la gente, y finalmente en el quinto nos golpeamos desde que sonó la campana hasta el campanazo final entre el alarido del público que aplaudía frenético, y terminamos abrazadas sobre el ring levantando ambas los brazos en señal de triunfo. Se hizo silencio, y el juez se acercó a mí y me levantó la mano diciendo -- ¡¡La ganadora es Lily!! – Y allí sobre el ring salté de alegría y me abracé al maestro Juan OX que con Rob y los otros saltábamos y festejábamos esta victoria que me abría un largo camino profesional, por lo menos yo creía sería así. Eran las 5 de la mañana cuando yo golpeada, dolorida, herida, cansada y excitada, me levanté penosamente para ir a dormir, un poco aturdida por el vino ingerido, me dolía todo el cuerpo, me despedí de mis compañeros y me apoyé en Rob que me tomó de la cintura, me cambié ropa y salimos caminado lentamente por la vereda hacia su casa, en eso el maestro Juan OX en su automóvil se detuvo a nuestro lado y subimos para ir a la casa de Rob. Nos sentamos atrás yo Rob abrazando a Lily y llegamos en minutos a la casa, bajamos nos despedimos y agradecimos al maestro Juan OX su gentileza. Rob puso la llave en la puerta, la giró y entramos. La casa estaba oscura, Rob me indicó donde estaba el baño. Y me dejó allí, me lavé la cara y el pelo, apenas entré a su cuarto ya refrescada caí en su cama agotadísima y dolorida por los golpes recibidos y me dormí y quedé totalmente en brazos de Morfeo .Fin de LILY LA BOXEADORA parte 4 .
A la tarde cuando llegué al club a entrenar mi amigo Rob me recibió con recelo temiendo yo tuviera una relación con el maestro, y no se acercó mientras yo hacía mi trabajo de calentar músculos, y por ello le llamé y le pedí hiciera guantes conmigo mientras el maestro atendía a los otros pupilos. Y yo le dije susurrando – No temas al maestro, con él no tengo nada solo me coge o copula y lo hago por mi enorme agradecimiento, queda claro no soy su mujer ni su querida, ja, ja -- Él me entra por el culo hasta el fondo y me acaba o se corre adentro mío y nada más, por lo que no debes preocuparte ni ponerte celoso – Esa tarde cuando terminamos el entrenamiento mientras me acompañaba a casa y pasamos por el baldío oscuro con el pasto alto, lo abracé del cuello me bajé el pantaloncillo y él ni lerdo ni perezoso así de parados, me entró en mi vagina con facilidad, era evidente yo todavía estaba abierta de la noche anterior, pero esta vez decidí que estábamos solos, tenía algo de tiempo y en vez de levantar la bombacha me giré y me puse de espaldas a Rob quien se sorprendió, pero no dijo nada, solo con mi mano agarré su pija y la coloqué a la entrada de mi ano. Al sentir mi mano se endureció su pija y por un acto reflejo empujó hacia adelante y mi esfínter recibió contento su pija que era mucho menor que la pija del maestro. Dio un pequeño grito y yo al unísono comencé a gemir quedamente. En tres minutos explotó acabó o se corrió, yo me sequé con trapo que tenía en mi bolso y seguimos caminando por esa calle de tierra polvorienta algo oscura bajo el calor asfixiante. Rob me dijo que era la primera vez entraba a una mujer por el culo y le gustó mucho, quizá estas vivencias juveniles le ayudaron a amarme años más tarde cuando lo necesité y fue su accionar y su presencia inestimable soporte en mi vida y yo en la suya. Pero sigamos con mi vida y el soporte inestimable de mi amigo Rob. Nos despedimos hasta mañana yo totalmente excitada por tener que pelear en poco tiempo y satisfecha pues tuve mi ración de pija y leche, por partida doble tanto por adelante como por atrás. Así ilusionada por ganar unos pesos con el box llegué al día de mi pelea en el festival organizado por mi club. Por primera vez por las calles aparecieron y me sentí orgullosa, carteles con mi nombre en las calles y había una bolsa para mí. El maestro me explicó, si yo ganaba podía aspirar entrar en el ranking, además algunos promotores vendrían a observarme lo que podía significar hacer una preliminar en una pelea importante, por ello me esperó ese día a la salida de casa para llevarme al club en su automóvil, entonces no me di cuenta pero él quería yo ganara y convenciera al público para vender mi contrato a buen precio y ganar buen dinero. Así que yo sin saber, era objeto de uso y moneda de cambio, y el maestro quería hacer lo que hacían todos los promotores de box, ganar dinero a costa de las de las necesidades de mujeres que se rompían los labios y el cuerpo a golpes en el ring, pero era todavía una situación desconocida para mí y yo fui al club ilusionada porque me pagarían mi primer dinero de publicidad, que permitiría mi madre y mis hermanos comieran. Al llegar a los vestuarios los peleadores estábamos haciendo ejercicios de precalentamiento y como en sueños yo escuchaba el griterío del público y me estaba esperando a la entrada del vestuario Rob al que abracé y me transmitió su calor y su amistad, y estuve más confiada al estar por su cercanía mientras me preparaba, puse el dinero en mi bolso y le dije a Rob lo custodiara, yo sabía que los pocos pesos eran un imán para algún ladrón en el tumulto de personas que entraban y salían del vestuario Vestida con mi pollerita con publicidad y mis botitas nuevas me senté en un banco y el maestro me comenzó a vendar las manos muy despacio, y cuando terminó me levanté moví las piernas y la cintura, todos estábamos callados conscientes que me jugaba mucho, miré a Rob que estaba callado a mi lado y cuando el maestro terminó de calzarme los guantes de 8 onzas me levanté y comencé a moverme para aflojar los músculos, con los otros pupilos que iban saliendo a medida que era su turno para pelear. Yo me concentré en lo mío, las luces y los sonidos se desvanecieron y dejaron de existir, solo en mi cerebro había una cosa, “ganar la pelea”. En un momento escuchamos el grito “Lily afuera al ring” que me hizo envarar me paré y comencé a moverme para entrar en calor y luego subir al ring como al pasar le di un beso en la mejilla a mi amigo Rob y me dirigí directamente al pasillo que llevaba al ring entre la multitud vociferante, algunos me aplaudían y otros me insultaban, el box es muy pasional, pues tienes allí frente a tus ojos la sangre y el morbo de golpear y destruir que te hace salir de adentro lo peor de tí.. Mi rival Amalia tenía varias peleas y estaba en el ranking nacional y era rival de cuidado El maestro en el rincón me dio las últimas instrucciones – Son cinco rounds y no te gastes al principio, estudia que trae ella, al principio resiste y luego ataca -- Esperé el tañido de la campana, mi rival a quien yo no conocía era más alta y físico muy trabajado y seguramente pegaba duro, por lo que el maestro me dijo me cuide al principio para que no me tome en frío. Sonó la campana y comenzamos a pelear, yo preocupada para evitar sus primeros golpes y atacar con golpes al cuerpo, y la vi sorprendida, no esperaba la calzara al estómago. Quedó indecisa y aproveché para entrarle dos golpes al rostro. Giré hacia atrás y esquivé una potente derecha y aproveché para embocar una izquierda que la sintió, y dio un paso atrás. La pelea se hizo violenta, intercambiamos golpes y yo saqué la mejor parte, y pasaron los primeros rounds. El cuarto round era el momento de poner presión, las dos lo sabíamos y comenzamos a golpearnos con ferocidad en el centro del ring entre el griterío de la gente, y finalmente en el quinto nos golpeamos desde que sonó la campana hasta el campanazo final entre el alarido del público que aplaudía frenético, y terminamos abrazadas sobre el ring levantando ambas los brazos en señal de triunfo. Se hizo silencio, y el juez se acercó a mí y me levantó la mano diciendo -- ¡¡La ganadora es Lily!! – Y allí sobre el ring salté de alegría y me abracé al maestro Juan OX que con Rob y los otros saltábamos y festejábamos esta victoria que me abría un largo camino profesional, por lo menos yo creía sería así. Eran las 5 de la mañana cuando yo golpeada, dolorida, herida, cansada y excitada, me levanté penosamente para ir a dormir, un poco aturdida por el vino ingerido, me dolía todo el cuerpo, me despedí de mis compañeros y me apoyé en Rob que me tomó de la cintura, me cambié ropa y salimos caminado lentamente por la vereda hacia su casa, en eso el maestro Juan OX en su automóvil se detuvo a nuestro lado y subimos para ir a la casa de Rob. Nos sentamos atrás yo Rob abrazando a Lily y llegamos en minutos a la casa, bajamos nos despedimos y agradecimos al maestro Juan OX su gentileza. Rob puso la llave en la puerta, la giró y entramos. La casa estaba oscura, Rob me indicó donde estaba el baño. Y me dejó allí, me lavé la cara y el pelo, apenas entré a su cuarto ya refrescada caí en su cama agotadísima y dolorida por los golpes recibidos y me dormí y quedé totalmente en brazos de Morfeo .Fin de LILY LA BOXEADORA parte 4 .
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