Bailando me excite, sus manos me enloquecieron
por
Tina
género
traiciones
Seguía bailando al ritmo de la música con ÁngelU quien sostenía mis senos simulando una balanza, subía uno y bajaba el otro, cuando desde atrás se me acercó PonchI y me agarró de las nalgas. Volteé inmediatamente al sentir sus manos y con el dedo le hice una señal de negación esbozando una sonrisa y con el dedo les dije “uno por uno”, dándoles a entender que en el baile sería uno a la vez.
Entonces PonchI me soltó y le dijo a ÁngelU que era su turno, este soltó mis senos y permitió que su amigo lo sustituyera, puse mis brazos en cruz y evidentemente él quería hacer lo que ÁngelU me hacia pero le dio pena, así que fue recorriéndome desde las caderas hasta las axilas.
ÁngelU le dijo agárrala de las tetas, agárrala con fuerza para que no se resbalen las tiene muy suavecitas. PonchI me agarró las tetas para bajarlas y subirlas al ritmo de la música simulando la acción de ÁngelU segundos antes. Yo me tocaba el cabello, era un movimiento erótico que lo encendía mientras y yo sentía humedad en mis muslos.
Lo miraba con picardía, veía que estaba como poseído, enervado, enardecido, seguía sonriéndole y seguía levantándome el cabello y flexionaba mis rodillas para bajar, esto hacía que ejerciera presión sobre mis senos lo cual me excitaba aun más. En una de mis flexiones de rodillas bajé la cara y vi que ya se marcaba claramente una protuberancia bajo el pantalón, abrí y cerré los ojos en señal de sorpresa y nervios al ver lo que me esperaba.
GusG se acercó y puso la yema de su dedo en mi ano, volteé con la intención de decirle que lo quitara pero se adelantó y me dijo que moviera las caderas suavecito y no me estorbaría. Bajé el meneo de las caderas aceptando su idea que fue realmente enloquecedor. Dejé de mesarme el cabello y puse mis muñecas en los hombros de PonchI al mismo tiempo que abría las piernas y levantaba las nalgas para facilitarle su tarea a GusG. Sentí cosquillitas como comezón en mi ano, quería decirle que me tallara más fuerte, incluso que me metiera el dedo pero no lo hice, no supe cómo decirlo o me quedé corta, decidí empujar las nalgas hacia atrás para clavarme yo sola su dedo que no metió, solo abrió el esfínter dejándome una sensación de alivio, sentí la presión de su dedo en mi ano cuando flexioné las rodillas ligeramente, existía el riesgo de que me clavara el dedo y me lastimara.
PonchI empezó a hacer movimientos con mis senos haciéndolos vibrar, el movimiento de la mano del hombre sobre su pene cuando se masturba de atrás hacia adelante y viceversa. Cada vez los gritos y las exclamaciones de los tres eran más sonoros, no recuerdo que gritaban, yo estaba enervada por la excitación, era el centro de sus miradas, el foco de su atención y lo estaba haciendo bien, más que eso, me estaba sintiendo bien. Recuerdo que a cada grito, exclamación y silbido lo correspondía con sonrisas abiertas y movimiento cadenciosos y eróticos. Comencé a sudar y me dio sed, en ese momento GusG pidió su turno para bailar conmigo, ÁngelU pidió que lo sustituyera en sus escarceos por la ruta trasera.
Aproveché para pedir descanso, dije que tenía sed y los tres me dijeron que no me preocupara, que no dejara de bailar, que yo era “una visión o un no sé qué.” PonchI regresó con un vaso de whisky y un refresco de cola con hielo, ni como negarme, aún así le pedí que me cambiara gaseosa por un Perrier helado, con urgencia como si él fuera el que tenia sed, me trajo un vaso grande todavía con burbujitas. Bebí ambos vasos, al whisky le di un trago pequeño y al agua varios tragos hasta la mitad.
Cada uno tomó su posición, GusG frente a mí sosteniendo mis tetas y jalándolas como si masturbara dos penes. ÁngelU recorrió la línea entre mis nalgas buscando su cálido y muy húmedo objetivo. PonchI a mi lado sosteniendo los vasos por si me daba más sed. Pasé por una situación ambigua, pensé que el baile duraría lo que duraba el disco y que aguantaría para después tener sexo, me pregunté cuantas canciones faltarían para terminar al mismo tiempo que disfrutaba tanto que no quería que terminara la magia del momento. Todo esto sin dejar de bailar y de tener a mis dos amigos en mis tetas y ano. Desde luego que una vez que ÁngelU encontró su objetivo “no quitó el dedo del renglón”.
Así fue, no quitó el dedo hasta que me abrió las nalgas fuertemente y pegó su pubis, instintivamente cambié mi moción y me acoplé a su espalda como si fuera mi silla para que me sentara formando una cuchara de pies y ambos con las rodillas flexionadas comencé a mover de arriba abajo las caderas sin que GusG soltara mi busto. Rozaba mis nalgas en ÁngelU y de nuevo sentí cosquillitas y comezón así que doble las rodillas, abrí más las piernas y comencé a tallar mi ano y nalgas con el pubis de ÁngelU, me encontraba empinada y el peso de mis senos recaía en las manos de GusG.
Más gritos, exclamaciones y piropos se dejaron oír. “Eres una diosa del erotismo”. Ya estaba muy caliente para responderles con sonrisas, así que seguí mi movimiento de nalgas de arriba para abajo al ritmo de la música.
Cuando juntaba los muslos sentía que estaba empapada, los tenía tan húmedos como la vulva y ya no me importaba, tampoco me importaba cuando terminaría el baile, si fuese al terminar el disco o pondrían otro o quizá antes. Estaba perdida en mi misma y en el erotismo, enloquecida y enervada, sin sospechar que en pocos momentos, experimentaría algo absolutamente nuevo para mí, la sesión erótica estaba lejos de terminar.
Entonces PonchI me soltó y le dijo a ÁngelU que era su turno, este soltó mis senos y permitió que su amigo lo sustituyera, puse mis brazos en cruz y evidentemente él quería hacer lo que ÁngelU me hacia pero le dio pena, así que fue recorriéndome desde las caderas hasta las axilas.
ÁngelU le dijo agárrala de las tetas, agárrala con fuerza para que no se resbalen las tiene muy suavecitas. PonchI me agarró las tetas para bajarlas y subirlas al ritmo de la música simulando la acción de ÁngelU segundos antes. Yo me tocaba el cabello, era un movimiento erótico que lo encendía mientras y yo sentía humedad en mis muslos.
Lo miraba con picardía, veía que estaba como poseído, enervado, enardecido, seguía sonriéndole y seguía levantándome el cabello y flexionaba mis rodillas para bajar, esto hacía que ejerciera presión sobre mis senos lo cual me excitaba aun más. En una de mis flexiones de rodillas bajé la cara y vi que ya se marcaba claramente una protuberancia bajo el pantalón, abrí y cerré los ojos en señal de sorpresa y nervios al ver lo que me esperaba.
GusG se acercó y puso la yema de su dedo en mi ano, volteé con la intención de decirle que lo quitara pero se adelantó y me dijo que moviera las caderas suavecito y no me estorbaría. Bajé el meneo de las caderas aceptando su idea que fue realmente enloquecedor. Dejé de mesarme el cabello y puse mis muñecas en los hombros de PonchI al mismo tiempo que abría las piernas y levantaba las nalgas para facilitarle su tarea a GusG. Sentí cosquillitas como comezón en mi ano, quería decirle que me tallara más fuerte, incluso que me metiera el dedo pero no lo hice, no supe cómo decirlo o me quedé corta, decidí empujar las nalgas hacia atrás para clavarme yo sola su dedo que no metió, solo abrió el esfínter dejándome una sensación de alivio, sentí la presión de su dedo en mi ano cuando flexioné las rodillas ligeramente, existía el riesgo de que me clavara el dedo y me lastimara.
PonchI empezó a hacer movimientos con mis senos haciéndolos vibrar, el movimiento de la mano del hombre sobre su pene cuando se masturba de atrás hacia adelante y viceversa. Cada vez los gritos y las exclamaciones de los tres eran más sonoros, no recuerdo que gritaban, yo estaba enervada por la excitación, era el centro de sus miradas, el foco de su atención y lo estaba haciendo bien, más que eso, me estaba sintiendo bien. Recuerdo que a cada grito, exclamación y silbido lo correspondía con sonrisas abiertas y movimiento cadenciosos y eróticos. Comencé a sudar y me dio sed, en ese momento GusG pidió su turno para bailar conmigo, ÁngelU pidió que lo sustituyera en sus escarceos por la ruta trasera.
Aproveché para pedir descanso, dije que tenía sed y los tres me dijeron que no me preocupara, que no dejara de bailar, que yo era “una visión o un no sé qué.” PonchI regresó con un vaso de whisky y un refresco de cola con hielo, ni como negarme, aún así le pedí que me cambiara gaseosa por un Perrier helado, con urgencia como si él fuera el que tenia sed, me trajo un vaso grande todavía con burbujitas. Bebí ambos vasos, al whisky le di un trago pequeño y al agua varios tragos hasta la mitad.
Cada uno tomó su posición, GusG frente a mí sosteniendo mis tetas y jalándolas como si masturbara dos penes. ÁngelU recorrió la línea entre mis nalgas buscando su cálido y muy húmedo objetivo. PonchI a mi lado sosteniendo los vasos por si me daba más sed. Pasé por una situación ambigua, pensé que el baile duraría lo que duraba el disco y que aguantaría para después tener sexo, me pregunté cuantas canciones faltarían para terminar al mismo tiempo que disfrutaba tanto que no quería que terminara la magia del momento. Todo esto sin dejar de bailar y de tener a mis dos amigos en mis tetas y ano. Desde luego que una vez que ÁngelU encontró su objetivo “no quitó el dedo del renglón”.
Así fue, no quitó el dedo hasta que me abrió las nalgas fuertemente y pegó su pubis, instintivamente cambié mi moción y me acoplé a su espalda como si fuera mi silla para que me sentara formando una cuchara de pies y ambos con las rodillas flexionadas comencé a mover de arriba abajo las caderas sin que GusG soltara mi busto. Rozaba mis nalgas en ÁngelU y de nuevo sentí cosquillitas y comezón así que doble las rodillas, abrí más las piernas y comencé a tallar mi ano y nalgas con el pubis de ÁngelU, me encontraba empinada y el peso de mis senos recaía en las manos de GusG.
Más gritos, exclamaciones y piropos se dejaron oír. “Eres una diosa del erotismo”. Ya estaba muy caliente para responderles con sonrisas, así que seguí mi movimiento de nalgas de arriba para abajo al ritmo de la música.
Cuando juntaba los muslos sentía que estaba empapada, los tenía tan húmedos como la vulva y ya no me importaba, tampoco me importaba cuando terminaría el baile, si fuese al terminar el disco o pondrían otro o quizá antes. Estaba perdida en mi misma y en el erotismo, enloquecida y enervada, sin sospechar que en pocos momentos, experimentaría algo absolutamente nuevo para mí, la sesión erótica estaba lejos de terminar.
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