Cambio inesperado (experiencias 1)

por
género
hetero

Cambio inesperado
Parte 1
“Me preocupa que se enferme y ya no pueda jugar toda la noche conmigo”: -seguramente que si- pensé mientras apagaba mi computadora personal para después comenzar a desvestirme e iniciar el rito de ir a la cama. Mientras me cepillaba los dientes consideraba el peso de esas palabras, la verdad que sentía una profunda envidia por esos personajes que había visto. Era un anime que estaba viendo, uno de los estrenos, sin embargo, no pude evitar que se despertara ese lado lujurioso en mi y que malinterpretara la expresión. -Es verdad el sexo es como un juego, por lo menos yo lo imagino divertido, con una o varias personas que estén dispuesto a disfrutarlo, no creo que tenga que ver con superarse personalmente, ni derribar tabúes, ni tampoco experimentar cosas nuevas. Lo único que se necesita es “deseo de disfrutar”-. Mientras pensaba en eso cerré los ojos y en el descuido me golpeé las encías con el cepillo, ya di por sentado que tenia que ir a dormir.
Apague las luces, me acosté, me tape con las sabanas y pensaba en esa nueva definición que había descubierto acerca de cómo debería vivirse el sexo. -ahora que pienso en eso, yo nunca me sentí tan caliente por el hecho de que me la chupen en la calle o en el auto, a decir verdad, nunca fantaseé acerca de lo que específicamente quería, que tipo de placer quería que me hagan experimentar las chicas con las que había estado. Eso sí, si se trata de chupar conchas, tetas, culo, brazos, etc. Eso sí, siempre lo disfruté, la verdad que siempre pensé en disfrutar del cuerpo de la mujer entero. Lo hago con entusiasmo aunque no puedo negar la preocupación que me despierta el otro aspecto de las cosas, y esa pregunta: -¿Qué es lo que yo quiero?-.
La alarma sonó a las siete, la apague, seguí durmiendo, sonó siete quince, volví a apagarla, y seguí durmiendo, extendí la mano por fin y agarre el celular. Tenía algunos mensajes, y esos grupos, con infinidad de saludos, imágenes, que ignore. Mientras buscaba uno en específico, “Lorena”. El nombre me causo cierto placer al leerlo. Es importante saber que Lorena es de contextura física normal, tuve sexo con ella varias veces, disfruté pasar la lengua por esa vagina y meter mi cara entre sus nalgas, después no la volví a ver. Al tiempo me entere que tuvo un accidente de tránsito y que casi se muere, estuvo internada no se por cuantos meses. La volví a contactar, la invite al motel y al principio no quería ir por que decía que “estaba rota”, que no iba a calentar a nadie, pero sin embargo la fui a buscar y fuimos, fue simpático el hecho de tener que poner recaudo por las lesiones que no terminaron de sanar -un clavo en la rodilla- y las poses, pero a decir verdad no me molestaba, o sea ahora que lo pienso acostado en la cama, me doy cuenta de que en realidad lo hice por un lado para despejar mis dudas de si era un fetiche o no, y por otro lado quería hacerle saber que igual, mientras pueda tener alguien que se la clave, va a disfrutarlo. Y efectivamente sentía como se agitaba cuando la tenía adentro, podía sentir el orgasmo al que llego en ese momento que me vine dentro de ella, y la sonrisa del final. No se si fue un regalo o una lujuria nuevamente descubierta pero la chupo cuando estábamos acostados al haber terminado, no estaba cansado ni nada, sabia que no era algo común y que en realidad ella no se sentía bien al principio, ahora recuerdo que le gusto, por que al llegar a su casa en la puerta volvió a insinuarme para que se la meta y así lo hice, tarde bastante tiempo en se me vuelva a poner dura, pero no iba a dejarla con el deseo.
Puse el celular en el pecho mientras miraba hacia la ventana en la cabecera de mi cama, y recordé que la tarde anterior, le había escrito a lorena preguntándole si quería que nos reuniéramos, -“cuando quieras te la chupo y te dejo hacerme lo que quieras”- fue lo que me respondió. La verdad es que me calienta su cuerpo y sus formas ordinarias, pero es sumamente tímida para desnudarse, esta gordita ahora, ya no tiene que usar su muleta. Y las calzas le sientan bien aunque no es muy agraciada. - lo dice brad pitt- pensé y sonreí. Por qué a decir verdad estoy dejado físicamente, ella me dijo que era lindo, pero soy consciente de que las mujeres a veces se vencen a si mismas para decir y aceptar cosas, cuando sienten cosas por alguien, así que no me hice ilusiones. Seguí recordando un rato más y me toque la pija, la moví un poco, y me lamente que haya fumado el día anterior, ya que no tengo 20 años. Para llegar a los cuarenta también me sorprendo, y lo que mas me complica es que soy una persona sumamente emocional.
Me volví a acomodar en la cama, y recordando las veces que estuvimos juntos me hice una buena paja. Quería esa boca ayudándome, en eso era brava. Pero, en fin, terminé lo mío y al fin decidí levantarme. Ya eran las 8:30 se hizo mas tarde de lo que me había propuesto, fui a darme una ducha con agua fría. Antes de entrar puse a calentar el agua del mate, solamente con la toalla puesta. Miré por la ventana de mi casa y vi a doña flora, con su culo gordo y su cadera ancha, las tetas que se le caían, tenia una remera, no llevaba corpiño, no pude evitar que mis pensamientos se movieran mientras regaba las plantas con la manguera. -¿Como será que la agarra?, ¿será que es de esas mujeres a las que les gusta chuparla?, ¿la metería entre sus tetas?. Yo la verdad que le entraría con respeto por que no tengo una poronga como los negros de las porno, quizás tendría que ponerla boca arriba, aun ¿alcanzaría para darle el gusto? Mejor lo dejo ahí- me dije saliendo de mi arrebato mental. -después de todo Lucio le da seguro- pensé. Lucio es el marido de flora, le lleva cuatro años tiene sesenta. Y más de una vez mientras tomábamos vino y jugábamos al truco, con el y unos amigos, siempre dijo que cumplía en casa, y que tenia una “piba” a la que le pagaba los gustos. Tiene guita ahora, ya es viejo, pero laburo toda su vida así que se puede dar esos gastos. No fuma -un paso delante de mi- capaz que eso hace que el rinda. Pero en fin eso que quede entre ellos. -el que pueda garchar, que garche- pensé en voz alta mientras iba al baño.
Para las 10 me fui a laburar piola, mientras tome mi mate, rece y pensé en otras cosas, pensaba en lo que iba a hacer en el día. Trabajo en un supermercado, así no llamo la atención, con una carrera universitaria no terminada, un eterno discurso de “que en algún momento me voy a superar” es como vivo. Pero siempre me descubro “haciendo lo que puedo”. El día paso de manera simple acarreando cosas, reponiendo productos en las góndolas, mirando culos, tetas, tirando alguna sonrisa a alguna chica. Volví a ver a Noelia, que siempre venia con su marido al supermercado. Estaba enamorado de ella en el secundario, pero nunca le dije nada. Se caso con un tipo de guita de nuestra edad, ya tenían dos críos. ¿será que la sigue cogiendo todas las noches?, pensé fugazmente. –hola negro-, me dijo y nos saludamos con un beso-. Sonreí y me quede en silencio, si fuera el de wasap que gusto te daría -pensé. Hablamos de cosas intrascendentes hasta que llego Luis (el marido). - ¿Qué haces negrito? - me saludo. Hablamos de cosas intrascendentes, aunque casi todo es intrascendente en mi vida. me corrijo no se si intrascendentes, la charla si fue, pero digamos que en mi vida las cosas son sutiles.
Para las 18 volví a casa, me preparé un café, medida justa, tratando de poner en práctica lo que había escuchado de un doctor hacia un tiempo, “a la hora de ingerir cosas” hacerlo pensando. El gusto confitado del café me quedo en la boca, -que rico- dije en voz alta. –¿que esta rico? - dijo una voz desde el pasillo. -puta que lo pario boluda me asustaste- dije dándome vuelta. -ja ja ja, es que no pensé que te ibas a asustar nadie mas que mama y yo entramos en esta casa, que viaje tenes- me contesto con esa voz super agradable que tiene mi prima. Tenia un short y una remera, se fue bamboleando el culo, hasta el sofá y se sentó. -yo quiero- me dijo, -hija de puta- pensé. Yo sabía que decía por el café, pero yo estaba jugando con mis ideas. Rápido le prepare y le lleve el café. -mierda que esta rico, el mate y todo lo que haces me encanta negro-. Me dijo - ¿todo?, me encantaría que me dijeras eso después de echar uno y quedarnos acostados en la cama. Por supuesto que todo lo pensé no lo dije, no lo iba a decir, ella estaba fuera de mi alcance. 27 añitos un amor, aunque vive pensando en todas las boludeces habidas y por haber. Igual que lorena ladra, pero no muerde. No son de las que saltan y te la agarran, no por darte el gusto, ni para demostrarse a si mismas que necesitan sexo, sino que les gusta la pija, yo no lo veo mal, debo estar enfermo.
-puta, como me gustan las minas con dramas, heridas, sufridas, enfermas. Algo no debe estar bien conmigo- termine pensando al tiempo que terminaba el café. - ¿sabes que la trola de Silvia quiere tu número? - me dijo mientras se relamía los labios de lo dulce que tomaba el café. - ¿la casada? - le pregunte fingiendo sorpresa. -casada pero tarada, esa misma- me dijo con esa mirada viboresca que aparecen con los comentarios ponzoñosos. Yo sabia la fama de Silvia, pero también de sus hábitos de ventilar todas las cosas, así que desvié la conversación hacia mi prima y nos quedamos un rato hablando.
Al fin termino la tarde y llego la noche, estaba mirando una película en Vex y después, me cansé y puse unas fotos porno de maduras. Querida tomarme mi tiempo, con esas fotos, me iba a pajear despacio, viendo cada centímetro -puta, miro en lugar de mandar mensajes a ver si engancho algo- pensé. El pensamiento quedo absorbido por el momento, la verdad que no iba a conseguir nada, esa es la ventaja que los casados o los juntados no suelen aprovechar, tener un culo y unas tetas cerca, para apretar y darle para adelante. También eso lo decía consciente de que hablaba mas de lo que en realidad iba a hacer si estuviera en esa situación. Al fin me dedique a lo mío y le dedique unas pajas a algunas actrices porno, estas infelices, se pasan de lo buenas que están. Aunque a decir verdad yo quería algo largo, con sentimientos, con experiencias, minas normales, que busquen ser queridas, no se si lindas, pero aguerridas, campeonas del mundo dice un amigo. No busqué más complicaciones y apure la paja como se apura el vino. No voy a negar que a veces se siente la cuestión de la compañía, pero nada quita la sensación de libertad de estar solo.
El celular sonó, no le di bola, seguía frente a la computadora, tengo severos problemas para las llamadas, no me gustan, me gustan los mensajes, fríos, lejanos, fáciles de ignorar, sin compromisos de decir como uno se siente. Tres veces llamo, hasta que estiré la mano libre y atendí. -menos mal que atendiste negro, estoy con tu tía, acá- dijo la voz en el teléfono y siguió contando otras cosas que no atendí. -lo que faltaba, ahora ¿qué paso? - pensé, no lo dije, mis respuestas eran una sucesión de: eh, no me digas, ¿en serio?, mientras mi cabeza divagaba. ¿Por qué no medite hoy?, mi cabeza estaría menos dispersa me acuse a mí mismo.
-tu tía quedo sin secretario… y le dije que vos vas a ir al campo a ayudarle- termino diciendo, pensé en el anuncio de la cadena nacional, “habla al pueblo argentino la señora presidenta” … -vieja ¿Qué hiciste? - le pregunté saliendo de mis divagaciones. -nada, le dije que vas a ir con ella, para ayudarla en lo que necesité. -bueno, mañana voy-. Le dije, ahí ya nos pusimos a hablar de otras cosas y al fin después de 30 minutos corto. Estoy totalmente convencido de que a mi vieja le doy toda la atención cinco minutos y ya queda piola, estoy divagando y me habla 30 mins. Y me va a llamar toda la semana. ¿será un instinto secreto?. Quizás las mujeres siempre perciban eso.
Volví a pajearme con medias fuerzas y poniéndole onda por el placer de hacerlo, con las maduras que aparecían en la pantalla y me fui a dormir.

Parte 2: pasado un tiempo

A las 5:00 sonó el despertador, en el campo no podía posponer la alarma había que levantarse, el secretario se encargaba de soltar los animales, e ir a ver la huerta, pensaba en eso cuando estaba sentado en la cama. Escuché ruidos señal de que mi tía se había levantado, ella tiene 60 es gorda culona y tetona, tiene pelos en la concha, varias veces la vi bañarse, siempre me intrigo ver si los tenía en el culo. Pero creo que es parte de una costumbre pre-porno, ya que ahora lo posporno es todo sin pelos, excepto para el fetiche. Si alguien me quiere acusar de fetichista adelante, me gustaría que mi tía tenga pelos en el culo. En las axilas no sé. En eso pensaba mientras me desperezaba.
Fui a poner agua para el mate en el fuego que ya estaba prendido, no perdí mi costumbre de la ducha de la mañana, pero con balde y jarra, a la antigua. La escuche a mi tía que andaba por ahí. Fui al baño que no era más que un armazón, pero tenía puerta, para lo mucho que importaba. Escuche la voz de mi tía que me decía que el agua ya estaba. Igual la iba a cargar en el termo. Termine de prepararme y le cebe un mate y le pase, se seco el sudor de la frente. Tenia unas ganas de manosearle el culo, fue así en un arrebato. Yo desde que llegué, que empecé a saber que sufría mucho siendo viuda y sola. Mis primos están en la capital no querían venir al campo. Empecemos por el hecho de que yo no soy el llanero solitario, pero siempre que tomaba vino o cerveza enseguida empezaba a lamentarse que estaba sola y esas cosas. Quizás por ese deseo de consolarla que quería tocarle el culo y cogerla ahí, para que sepa que no estaba sola y que la vida no era mala. -son cosas mías- me dije y recibí el mate que había tomado. -sos un ángel, negro querido- me dijo. Si supieras lo que pensé no se si pensarías lo mismo, me dije para mis adentros. Así bajo el techo de chapas, y el sillón roto, te levantaría la pollera larga, te bajaría esa bombacha gigante y metería mi cara en esa mata de pelos. Pero son solo ideas, me iba repitiendo mientras iba a ver las cosas en la huerta, cargué el mate, mi camisa y me fui.
A eso de las diez, quería ir a ver como estaba de crecido el riacho para tirar la caña, estaba lindo, ya había superado su cauce anterior. Había un puente de madera roto, que permitía ir un poco adentro del riacho así que fui, cuando subí, me vio lucia una señora del puesto vecino. - ¡negro! - me grito, ahí fue cuando recién la vi, con un jean y una camisa mangas largas para no quemarse y una boina de costado. Culo gordo, tetas grandes, no era muy linda de cara, le faltaba un colmillo, era simpática, siempre hacia algún comentario con doble sentido. Hasta que la conocí a la primera semana que llegue, no me imagine que las mujeres de campo, fueran medio calentonas. Yo no podía confirmar mi intuición, porque, en el fondo, solo pensé que era así, porque siempre hacían chistes con mi tía, acerca de la varita del mago u otras cosas en doble sentido. Igual sospechaba que era más tímida de lo que aparentaba, por lo valores de antes y eso. La vida sexual en el campo nunca fue así algo como para que investigue. Cuando la conocí me encanto, era ordinaria y sencilla, tetona, culona, aunque honestamente, no pensé que iba a ir con mi tía para cogerme a alguna mina.
Vino hasta donde estaba yo, -quédate ahí- le dije y volví de mi aventura de pasear por el puente roto. Me baje le salude y fui a buscar mi mate. Bajamos a la costa del riacho y le cebe unos mates, mientras se lamentaba por todos sus problemas y los hijos, etc. Como ella tenia su marido, nunca indague demasiado, llegue a la conclusión de que no le interesaba el sexo en lo mas mínimo, por que son esas negaciones que se dan con la edad, la rutina del campo, la soledad, la poca comunicación y esas cosas. Me desayune ahí que su marido la golpeaba cuando estaba borracho. Lo cual pasaba casi todos los fines de semana. No soy un buen samaritano, no iba a ir a denunciarle al tipo, pero si iba a escucharla y a decirle lo que pensaba. Después de que hizo su descargo y se sintió mejor, ya estaba calculando que me tenia que ir. -¿vos por que no te casas?- me pregunto de golpe. -porque me gusta la libertad- le respondí sin pensar. -no entendí-me contestó, mientras agarraba su celular del pasto. -por que me gusta coger- le dije sin mas dilación. Me miro con una cara, de no poder creer. -¿y lo decís tan tranquilo?- me dijo dejando el celular. Yo no calcule, ni evalué que quizás no se hablaba mucho del sexo, así despreocupado en el campo. -no pensé que eras así- me dijo y siguió -como pensé que viniste a cuidar a tu tía, pensé que eras asi como mas solterón y bueno. -o sea ¿vos pensas que soy malo por querer coger? -. termine diciendo y le pase el mate. Ella agarro y se quedo callada, no se si para pensar que decir o simplemente no decir nada. -¿no te gusta hablar de sexo, no?-, le dije con animo de cerrar el tema, gracias a Dios funciono. -no la verdad, me a vergüenza-.menos mal que de esa zafe. ¿la cogería?, si por supuesto, me dije, con todo el cariño, es mas lo primero seria que nos bañemos juntos asi manoseo todo, chupo, y me quedo contento. Pero ya era hora de irme, asi que le hable de otras cosas y nos fuimos. Honestamente no me preocupaba en que concepto me tendría, en otro tiempo quizás si pero ahora no.
La señal del celular iba y venía, a medida que llegaba a la casa, decidí pasar por la canilla de agua que está cerca del armazón del baño, antes de llegar. Quedaba algo de la luz del sol todavía, abrí la canilla, me lavé las manos. Mire de reojo, y justo apenas escuchaba el ruido del agua, mi tia se estaba bañando se agacho a cargar agua en la jarra. -puta que lo pario tiene pelos en el culo- pensé. Apure la lavada y me fui para la casa sentía la saliva en la boca caliente. Menos mal que no me vio, me tranquilice ya había pasado otras veces en las que la veía bañándose, así que deje pasar.
Preparé el mate y me senté en el atardecer del campo, ella termino de cambiarse y se sentó mientras le cebaba el mate. -tu tío jamás me cebo mate, todo siempre hice yo en la casa, pero sin darme cuenta desde que estas acá, noto que siempre tengo menos trabajo. Así que te quería agradecer- me dijo. Las confesiones de este tipo en el campo no son comunes, asi que supongo que debe haberse movilizado por algo y me acorde de la fecha, hoy es 4 de agosto. Faltan tres días para el aniversario del tio. ¿será por eso? Dejé de lado esos pensamientos y me puse a contarle todo lo que había pasado a la tarde, aunque omití los detalles de la charla con Lucia.
Parte: 3
Unas semanas después de todo eso, fui al pueblo para comprar algunas cosas, era domingo. Así que no había apuro. Me gustaba ir caminando, pero esta vez necesitaba traer cosas así que use la camioneta que era de mi tío. Mientras iba, en la ruta la encontré a Liliana. Pare y le pregunte si quería que la lleve, le dije la posta. Había que ir al pueblo comprar y volver. Se rio y me dijo si. Mientras íbamos le cebe unos mates, me conto que estaba de joda por el cumpleaños de una enfermera amiga, cristina. Estaba buena la guacha la vi un par de veces tiene la edad de mi prima -27 añitos, un amor- pensé.
- ¿vos por qué no te casas? - me pregunto. -por que me gusta coger-dije sin pensar y después me di cuenta de lo dicho. No saque la mirada del camino por que me di cuenta de que hable de mas su vieja era una cosa, pero ella. -ja ja ja- soltó una carcajada -lo decís de una -termino diciendo. Yo creí que había tomado algo. -¿vos también pensas que soy hijo de puta por eso?- la compare con su vieja. -para nada, a mi también me gusta coger-. Esta es gauchita falsa como mi prima pensé. Liliana tenia 25, fue a estudiar y volvió, quería trabajar y ahora quería volver a estudiar, en fin lo mismo de siempre. -¿te gusta por el culo?- le pregunte para que se achique y se le traben las palabras como suele pasar con las que ladran. -ja ja ja no me dieron por ahí, todavía, tengo que decirte que le respeto al culo, capaz que dependa del tamaño. Pero igual me gusta la poronga- lo dijo con una sinceridad que me sorprendió. Pero igual todavía no estaba en la línea de querer cogida fugaz.
No hable por un ratito. -te sorprendiste, parece, yo no tengo drama con hablar de una, me gustan las cosas de frente y de atrás también pero no por el culo- dijo y me miro con una sonrisa. Yo no caía, -esto esta poniéndose lindo- pensé. -¿con que te calentas?- arriesgue. Se llevo las manos a la cara -que me chupen la concha- contesto. -bueno vamos a calmarnos, por que sino voy a calentar la cabeza- le dije. Si mejor por que no da, muy de mañana es. Yo la conocía desde que conocí a su vieja, pero ya me hice la cabeza ahora. Fuimos compramos las cosas, prepare mas mate y a las 11 volvíamos, íbamos hablando de la gente que vimos y que seguían los de la fiesta tomando cerveza.
-mientras le cebe unos mates, me dieron ganas de bajar a mear -puta por que no mee allá- pensé. Pare la camioneta y me baje. - ¿vas a mear? -, me pregunto. -no boluda, voy a mirar la rueda, claro que voy a mear- bajé y me corrí un poco de la ruta. Meé largo sentí el alivio de descargar la vejiga. -tenes linda pija- dijo Liliana que no me di cuenta que bajo del auto. -¿qué haces?- le pregunte como boludo. -nada estoy viendo a ver si compro. No podía cortar el chorro, y la tarada me agarro la pija y me la sostenía para que mee, después dejó que le caiga en la mano el chorro, y termine, no podía decir nada. ella se fue, al rato con una botella de agua mineral le ayude a lavarse las manos. -te calentaste ¿eh? - me pregunto. -claro boluda ¿qué queres? - termine diciendo fingiendo enojo. Nos fuimos.
Antes de llegar a los tres kilómetros me dice, para acá que no me siento bien. Ya calculaba que con el mate y el alcohol iba a vomitar todo, efectivamente así fue, estuvo un rato y le acerque agua. - ¿tenes papel? - me pregunto. -jodeme, si tengo le dije-. Trae. Entre que fui a la camioneta y volví ella ya se puso a cagar. - trae agua mejor me dijo. Yo lo tomé con naturalidad, entre limpiarse el culo y lavárselo lo mejor es lo segundo, volví con el agua. Acá tenes le dije sin perder detalle de ese culo, flaco. Tenia todo en lo normal, pero depiladito. Se acomodo, estaba en cuclillas -si me lavas el culo te chupo la pija- ni dude, aproveche para tocar ese culo mientras tiraba el agua con la botella, ni el olor a mierda me importaba. Se termino de secar ella, -¿me queres pajear?-. abrí la puerta de la camioneta y le chupé la conchita, que rica estaba, estaba super mojada, metía la lengua, la verdad que me divertí, la pija la tenia a medias sino se la metía de una, me hice el boludo. Estuve lamiéndola hasta que acabo, traje mas su cintura al borde del asiento y le levanté las piernas para probar suerte y le lamí el culo. Sentí que mi lengua empezaba a dilatar el agujerito, y ahí me dijo que pare. Yo me calme y respire, se subio su pantalón y seguimos viaje.
-me gusto, como comes la concha infeliz, se ve que te gusta ser asi, medio perverso-me dijo riéndose. -ja lo decis vos que querias que te viera cagando y te lave el culo- respondi la verdad que me moria de ganas de que me chupe la pija o algo. Se quedo tranquila yo también, ya me calme -no cogimos por lo tanto es alguna forma de no compromiso- pense. Llegamos al camino de su casa ya iban a ser las 13. Me dio un beso y se bajo, no dijo nada. yo llegue re caliente a casa.
Continuara…
escrito el
2021-07-11
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