Noche loca

por
género
voyeur

Somos una pareja entrada en los cincuenta, con una vida algo monótona después de algunos años de vida en común. Nos consideramos heteros en cuanto sexualmente. Aunque muchas veces en momentos de calenton fantaseabamos con darle un poco de Picante a nuestra vida sexual.
Voy a relatar cómo hace unos días salimos de vacaciones y nos fuimos a un hotel en Andalucía. Estaba apartado de la población más cercana y cerca del mar. Cerca del hotel hay una playita muy pequeña entre dos montes.
Con un pequeño camino bastante angosto, salpicado de una vegetación áspera.
Apenas despuntaba el sol y ya se preveía un día bastante caluroso. Parecía raro que un paraje cómo aquel no tubiese más concurrencia. Por lo que pusimos nuestras toallas cerca de unas rocas y nos sentamos a gozar de aquella salida de sol. Mi mujer al ver que no había nadie en los alrededores se saco la blusa y no tardó gran cosa en quedar desnuda lo cual yo imite con mucha rapidez. Comenzamos a acariciarnos gozando del momento, su mano acariciba mis genitales que al momento una ereccion muy acentuada. Dejaba ver mi verga morcillona se venía arriba. No tarde en acariciar su coño depilado, mientras se llenaba de fluido lubricando ese templo del placer. De repente un sonido nos sobresalto y me levante raudo.
Cerca de nosotros se encontraba un hombre negro que por lo que supimos después vivía entre un cañaveral en una tienda de campaña.
Nos pidió que no nos alarmaramos que no era un hombre violento. Se le veía un tanto desaliñado con barba de unos días, con unas bermudas y una camiseta un tanto raida. Le invite a acercarse y tomar un refresco o algo de merienda que llevamos para pasar el día. Me percaté de que con las prisas yo estaba desnudo y el no quería acercarse. Nos pusimos las toallas para taparnos y comenzamos a almorzar los tres.
Su español era bastante bueno y se hacía entender bien.
Después de saciar nuestra hambre propuse darnos un chapuzon. Pero el puso la escusa de no tener bañador. Por lo cual tire la toalla que me cubría el cuerpo y corrí al mar donde me zambulli. Detrás vino mi mujer y tras de ella nuestro nuevo amigo. Me quedé mirando los atributos de este muchacho y me sentí empequeñecido. Aunque yo no estoy mal de dotación. El estando en reposo tenia una considerable verga. Mi mujer no pudo dejar de mirarla y se le veía en la cara una satisfacción que nunca había visto en ella.
Yo intente de romper este impas. Cogienla de las nalgas y sacarla del agua dejando todo su coño fuera del agua las cosas se iban calentando y pude ver como la verga de nuestro nuevo amigo. Tenia una ereccion que nos dejó estupefactos. Ella la cogió entre sus manos moviendola acompasadamente.
Salimos del agua y nos tumbamos en las toallas. Mientras ella se tumbaba yo no pude menos que coger ese trozo de ébano y intente meterlo en mi boca. Lo cual excito sobremanera a el y me acomodo al lado de mi mujer mientras mi mujer me chupaba la verga yo me deleitaba con el.
Me puso a cuatro patas y intento penetrarme no sin sentir un fuerte dolor. Ya que no utilizamos lubricantes algunos.
escrito el
2016-11-02
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